Harry Potter y el El poder de las Sombras

Capítulo 1: Muchas cartas.

Un pequeño rayo de sol atravesaba la sucia ventana del número 4 de Privet Drive. Con la luz de éste era posible ver la cara de un muchacho de 16, apenas cumplidos, años y sumido en un descanso sin sueños. En un estallido de ulular y plumas blancas, al cuarto entró una lechuza blanca como la nieve y ojos color ámbar, que llevaba atada a su pata una carta sellada. Tanteó la mesa en busca de sus anteojos y al ponérselos y ver a Hedwig, Harry desató rápidamente la carta.

Estaba envuelta en un sobre color carmesí y sellada con la insignia de su colegio, el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

"Deben ser los resultados de mis MHB" pensó con entusiasmo.

El año pasado, Harry había tomado unos exámenes muy importantes para su futuro, las Matriculas de Honor en Brujería. A partir de las notas que se sacara en éstas podría o no seguir con las clases que necesitaba para conseguir convertirse en un Auror, un "cazador" de magos tenebrosos. Lentamente, el muchacho desenvolvió el mensaje, pero en vez de encontrarse con sus resultados, tenía enfrente suyo algo completamente diferente.

Estimado Sr. Potter:

Es mi deber informarle que éste año, fue usted designado como capitán del equipo de Quidditch de la casa Gryffindor. Es su debe completar el equipo, para esto se le adjunta una lista de posibles jugadores.

Avíseme sobre cualquier idea.

Cordialmente

Minerva McGonagall

Directora Suplente y Jefa de Casa.

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

"¡Excelente! Yo, Capitán de Quidditch." Murmuró entre dientes.

El Quidditch era una de las cosas que más le gustaba a Harry del mundo mágico. Éste deporte se jugaba sobre escobas voladoras. En él, los jugadores embocaban las Quaffles, unas pelotas grandes como pelotas de basketball, por altos postes ubicados a cada lado de el estadio. Pero el juego no terminaba hasta que el buscador agarrara la Snitch dorada, una pequeña bola dorada y voladora que era muy veloz. Sin embargo el Quidditch era peligroso: dos grades bolas, las Bludgers, perseguían a los jugadores para derribarlos de sus escobas, para detenerlas, estaban los Golpeadores, que, con sus bates, las dirigían hacia sus contrincantes.

Acariciando a su lechuza mensajera, el joven se incorporó, se vistió lentamente y bajó a desayunar. La tía Petunia seguía con régimen estricto para toda la familia, esa mañana le tocaría a cada miembro medio pomelo, pero lo que ella, ni Vernon, ni Dudley, sabían era que debajo de su cama lo esperaba un gran variedad de pasteles. La mañana de su cumpleaños, el día anterior, Harry había recibido muchos regalos: Hermione le había regalado un libro muy interesante titulado "Hechicería Avanzada Para Magos, Nivel Intermedio", Ron le había obsequiado una caja de ranas de chocolate y un buzo de los Chudley Canons, su equipo de Quidditch predilecto, que tenía estampado en el frente las letras CC brillando constantemente, Hagrid le había dado un pequeño huevo que, según intuyó Harry, contenía una criatura asombrosa (en su carta no decía de qué se trataba) y unos pasteles de chocolate que no parecían muy apetitosos.

Abajo, en la cocina, su primo estaba lloriqueando por una rebanada del pastel que Tía Petunia había horneado para celebrar el aumento de Tío Vernon.

"Te he dicho que no, querido" le repetía, pero Dudley seguía resistiéndose a esperar hasta la noche para probar el baño de chocolate.

" MAMÁ!" gritaba enfurecido el joven

" Lo siento, mi pequeño pero- " paró de hablar al ver que Harry se hallaba parado en la puerta de la cocina " ah, aquí estas… tu desayuno está en la mesa."

En un plato de postre se hallaba el "desayuno": un cuarto de naranja. Su primo ya se había devorado una naranja entera, y seguía voraz por comer algo más dulce.

Fingiendo alegría el muchacho de ojos verdes se sentó en la mesa y comenzó a comer. Notó que en la primera plana del diario estaba escrita una nota sobre el asesinato de doce personas. Interesado, Harry tomó el diario lentamente y comenzó a mirarlo.

"No sabía que en ese colegio también enseñaban a leer" dijo Tío Vernon con desdén por debajo de su taza

"Sí, sí me enseñan a leer"

Dejando el diario sin poder ni siquiera empezar a analizar la nota, Harry subió las escaleras haciendo ruido, esperando desesperadamente que fuera 7 de Agosto, el día en que dejaría la casa de los Dursley e iría a La Madriguera.

Adentro de su cuarto lo esperaban no una, ni dos, sino tres lechuzas. El joven enseguida reconoció a Pigwidgeon, la lechuza de su amigo Ron. Una de las otras lechuzas era del colegio, y la última del Ministerio de la Magia. Abalanzándose sobre la del Ministerio, desató la carta, puso 1 Sickle en la pata del animal, quien salió volando por la ventana, y se sentó para leerla detenidamente.

Resultados de las Matriculas de Honor en Brujería (MHB)

Ministerio de la Magia

NOTAS:

Aprobadas

Transfiguración: S

Defensa Contra las Artes Oscuras: E

Encantamientos: S

Pociones: A

Herbología: A

Cuidado de Criaturas Mágicas: A

Reprobadas

Historia de la Magia: F

Adivinación: T

Astronomía: F

Referencias:

E: Extraordinario

S: Supera las Expectativas

A: Aceptable

P: Pobre

F: Fatal

T: Terrible

Harry tuvo que leer el texto varias veces para comprender. ¡Había aprobado seis materias sobre nueve! Pero, había un inconveniente: Snape no lo dejaría toma las clases E.X.T.A.S.I.S. de Pociones porque se su nota no era lo suficientemente alta. Sintiendo un nudo en su garganta dejo el pergamino al lado suyo y tomó la carta de Hogwarts.

En ella había tres hojas. La primera decía:

Estimado Sr. Potter:

Esperamos que las notas de las MHB hayan sido satisfactorias. A partir de este año usted podrá estudiar las clases con nivel E.X.T.A.S.I.S. de:

Transfiguración

Encantamientos

Defensa Contra las Artes Oscuras

Herbología

Cuidado de Criaturas Mágicas

Desafortunadamente estamos teniendo un problema con la asignatura de Pociones, por lo que mas tarde le indicaremos si podrá o no seguir con esa materia. Adjuntada a esta hoja se encuentra los materiales que se necesitará para cada materia y otro pergamino informativo sobre las facultades de séptimo y sexto año.

Cordialmente

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore

Director del Colegio Hogwarts de Magía y Hechicería

"¿Facultades de séptimo y sexto?" se preguntó Harry. Nunca en su estadía había escuchado de ellas. Desesperado tomó la tercera hoja y se impresionó.

Facultades De Séptimo y Sexto Año

Todo alumno de sexto o séptimo año de Hogwarts tiene algunas facilidades listadas debajo.

Estudio de las siguientes materias:

·Alquimia

·Aparición

·Magia Avanzada

·Animagia

Salidas a los siguientes lugares:

·Hogsmeade

·Londres

3. Se podrán quedar despiertos hasta las 11 p.m.

Si alguno utilizase estas facultades para infringir las reglas de la escuela será castigado severamente.

" ¡Wow! Ahora podré estudiar Animagia y Aparición. Y además habrá salidas a Londres.

Olvidando la lista de libros Harry tomó la carta que sostenía Pig.

Harry:

¡Genial! Los resultados de mis MHB llegaron ayer. Aprobé 7: todas excepto Adivinación y Historia de la Magia. Espero con ansias el 7… Hermione ya está aquí y adivina qué: aprobó todos sus exámenes con E, excepto Defensa, se sacó una S.

¿Viste lo de las facultades? Asombroso, ¿no?. Ahora podremos Aparecernos.

Post Scriptum: Alguien irá a buscarte el 7 a las 11:00 a.m.

Ron

Tirandose en la cama, Harry cerró los ojos y se quedó dormido, soñando con una mujer, una muchacha muy atractiva que conocía muy bien, era un año menor, y tenía el cabello rojo.

La semana siguiente pasó muy rápida. A Harry ya no le importaban los insultos de Tía Petunia, ni tampoco los refunfuños de Tío Vernon, ni siquiera le importaban los golpes de Dudley.

La mañana del 7 de Agosto hacía tanto frío que, incluso los lentes de Harry se empañaban. El reloj destartalado de latón sonó exactamente a las 8:00 a.m., hora en la que Dudley empezaba a chillar por comida.

Desconcertado, el muchacho se levantó enseguida y, tomando El Profeta Matutino que ya estaba depositado en su mesita se puso a revisar sus páginas.

El Profeta había cambiado mucho desde el año anterior. Ya no hablaba sobre todas esas mentiras acerca de Harry siendo un demente, ahora lo trataban como a un "pobre muchacho a quien nadie le había creído su terrible historia de sufrimiento". También habían creado dos nuevas secciones: "Protección" y "Criminales Buscados y Victimas", las cuales Harry leía todas las mañanas.

Desde la aparición de Voldemort en el Ministerio las muertes se habían acrecentado: Madam Bones, Dolores J. Umbridge, Gilderoy Lockhart eran algunas de las personas que Harry conocía y habían muerto. En las calles muggles se respiraba el miedo - ya que ellos también habían sufrido grandes perdidas -.

Mientras el joven seguía absorto en la lectura, el reloj tocó las nueve. Luego de un rato de leer las muertes, Harry no reconoció ningún nombre y viendo que su baúl todavía seguía estando vacío comenzó a guardar sus cosas. De debajo de su cama tomó los pergaminos en donde había hecho su tarea (por las noches), las tinta, las plumas y un par de libros viejos; del placard agarró sus túnicas, la varita, su escoba y sus regalos de cumpleaños; de la mesa tomó la lista de libros, la jaula de Hedwig, el permiso sin firmar para las visitas a Londres y la petición para el estudio de las asignaturas avanzadas (Harry se había decidido por Magia Avanzada, Aparición y Animagia).

Sin darse cuenta de que el reloj habia anunciado las 10:45, Harry Potter se tiró en la cama, agotado de empacar y se quedó dormido. Aunque no por mucho: lo despertaron los gritos de Tío Vernon.

"BAJA EN ESTE INSTANTE MUCHACHO!"

Asustado, Harry bajó la escalera de dos en dos esclaones. Al llegar a la sala de estar se sorprendió al encontrar, vestido con una túnica azul marina, a Albus Dumbledore, su director.

Tío Vernon se encontraba a su lado rojo como un tomate, mirandolo con ojos furiosos y modulando con la boca, pero sin emitir sonido.

"Hola Harry" lo saludó Dumbledore

"Hola Profesor" le contestó éste atemorizado por la cara de su tío.

Tío Vernon enviaba cada tanto miradas furtivas hacia Dumbledore, como pensando que lo hechizaría

"Espero que hayas empacado tus cosas Harry porque se nos hace tarde, a Molly no le gusta esperar, y menos a tí" le dijo Dumbledore suavemente

" Eh - si. Ahora bajaré mi baúl."

"No hace falta," dijo, "Appareo Baul!" agregó con un movimiento de la varita.

Hubo un destello de luz y en frente de sí, Harry encontró a todas sus cosas. Eso fue la gota que rebalsó el vaso. Vernon Dursley emitió, nuevamente, un grito desaforado hacia Dumbledore, quien no hizo caso de nada, como si no lo hubiera escuchado, misteriosamente, tampoco Harry lo escuchó.

"Vamos Harry, es hora de irnos" le apresuró el profesor

"Si claro..." dijo él tomando sus pertenencias. Al ver ésto, Dumbledore le dirijió una ligera sonrisa

" Déjamelo a mi " le dijo mientras hacía un movimiento en el aire con la varita, el baúl y la jaula comenzaron a flotar como manipulados por cuerdas invisibles.

Avanzando con pasos largos Harry siguió al anciano hacia la puerta y luego hacia el exterior de la casa. Ya afuera, Dumbledore extrajo de su bolsillo un objeto que parecía ser un reloj y, entregandoselo a Harry le dijo:

"Este translador te llevara sano y salvo a La Madriguera. Lamentablemente no podré acompañarte, Harry, pero escucha, todas las personas que te quieren solo desean lo mejor para ti. La Madriguera está protegida por un encantamiento Fidelius, cuyo Guardian Secreto es Charlie Weasley. Él te está esperando allí."

"Pero profesor..."

"¿Si, Harry? "

" Yo me preguntaba si Sirius..."

" Ahora no Harry. Ya hablaremos de Sirius" le dirijió al joven una sonrisa amplia y le palmeó el hombro "ya deberías irte. Lo único que debes hacer es pronunciar ' Madriguera ', y el transportados hará el resto. Adiós Harry"

Lo único que se escuchó antes de la desaparición de Dumbledore fue un sordo ¡crack, y al instante siguiente Harry se encontraba sólo en el pórtico del número 4 de Privet Drive. Le dirijió al reloj una mirada curiosa y luego murmuró: " Madriguera ". Lo siguiente que sintió fue que todo giraba a su alrededor y que era transportado hacia un lugar con un paisaje conocido.