En Hogwarts empieza a correr un rumor. Un rumor acerca de maldiciones, herencias y el destino.

Todo el mundo conoce ya al Trío de oro. Al Trío de oro de los noventa -Harry Potter, Ronald Weasley y Hermione Granger-, y al Trío de oro de los dos mil diez -Albus Severus Potter, Scorpius Malfoy y Rose Granger-Weasley-. La historia se repite.

Pero cuando el Segundo Trío de oro se acerca a su graduación, otros rumores empiezan a correr por Hogwarts. Acerca de los Merodeadores, esos cuatro chicos que se dedicaban a meterse en líos, inseparables, siempre -o casi siempre- fieles… Pero no los comparan con otros cuatro Gryffindor, no. Ni si quiera cuatro Ravenclaws, Slytherins o Hufflepuff. Ni siquiera con cuatro alumnos.

Con cuatro alumnas.

Lily Luna Potter, por supuesto. Gryffindor. Cazadora. Lo lleva en la sangre. Su abuelo y el hombre tras el que su segundo nombre es Luna. Ella es al valiente, la que siempre da ese pasito que las mete en los líos…

Alice Longbottom II. Hufflepuff. Cazadora. La simpática y graciosa. A la que le gusta bailar sin importarle que la miren, la que hace bromas estúpidas y se ríe de otras bromas más estúpidas todavía. La enamoradiza también.

Miriam Jones. Ravenclaw. Guardiana. Hija de muggles. La inteligente, responsable y dulce. La que las obliga a sentarse en la misma mesa que ella en la biblioteca durante horas. La que les recuerda que tienen que hacer deberes. Y quien tiene el don de la palabra, nunca sonando grosera, borde o insultante.

Y Valerie Nott. Slytherin, por supuesto. Cazadora, también. Hija de mortífagos. La que habla cuando hay que hablar y calla cuando hay que callar. Quien las defiende. Puede ser cruel. Demasiado sincera. Sonando siempre seria, violenta o borde.

Las cuatro, ¿en común? Poco. ¿Amigas? Mucho. ¿Ropa interior? Moradas habitualmente.


-Longbottom, a los Gryffindor de la esquina se les cae la baba con tus bragas… -le recordó Valerie, apenas levantando la mirada de su redacción de Pociones. Alice cruza las piernas y las tapa un poco con su falda del uniforme.

-Qué asco de tíos… Tienen la edad de mi hermano James… -dijo Lily, mirándolos de reojo.

-James también le vio las bragas. -añadió Valerie.

-Val… -le regañó Miriam.

-No, tranquila, Miri. Tiene razón. Pero James está bueno, ellos no. -dijo Alice, poniendo una mueca de asco. Las cuatro se rieron y recibieron una mirada asesina de Rose, que intentaba estudiar.

-Val… ¿Podemos hablar? -le preguntó al oído un Ravenclaw. Era Joe, su ex. O algo así. Valerie en contestación le enseñó un dedo de su mano derecha. Un gesto poco decoroso para una dama, diría su abuela.

-Creo que no quiere… -dijo divertida Alice.

-¿Por qué no os calláis, sí? -les dijo él, enfadado. Las tres chicas se miraron sorprendidas y empezaron a cantar en voz muy bajita.

-If you wanna be my lover, you gotta get with my friends… Make it last forever, friendship never ends… -canturrearon las cuatro en voz muy baja, pero divertidas.

-¿Sabéis? Os moriréis solas. -les dijo Joe, marchándose. Lily puso una mano en su pecho, fingiendo dolor.

-Me acaba de romper el corazón… -dijo Lily. Sus tres amigas se rieron y Rose quiso matarlas con la mirada de nuevo.

-Señoras por favor… -les dijo de broma Edgar, pasando por su lado.

-Es señoritas, todavía. -le dijo Lily. Ya empezaban con el tonteo público de nuevo. Valerie rodó los ojos y Alice y Miriam sonrieron de lado.

-¿Qué pasó con Joe? -preguntó Edgar, sentándose al lado de Lily.

-Acosa a Valerie… -dijo divertida Alice.

-No la acosa… Solo quiere volver con ella. -dijo Miriam.

-Iba a ofrecerte mi ayuda… Pero te defiendes sola, ¿no? -dijo Edgar, sonriendo. Bajo la mesa acariciaba la pierna de Lily con su pierna.

-Perfectamente. Lo tengo controlado. Pero gracias de todas formas.

-Os veré esta noche en la fiesta, ¿no?

-¿Qué fiesta? -preguntó inmediatamente Alice, levantando la cabeza de sus deberes.

-La que organiza Ravenclaw. Miriam, ¿no les has dicho nada? -dijo Edgar, sorprendido.

-Se me pasó… -se excusó Miriam, restándole importancia.

-¿Se te pasó decirnos que había una fiesta? Claro, eso sí, pero de recordarnos el examen de la semana que viene no, ¿no? -se quejó Valerie.

-Es un examen importante.

-Allí estaremos, Edgar. -dijo Valerie.

-¿Eh? -preguntó él, mirándolas, después de haberse distraído con Lily. Las otras chicas se rieron y él se puso colorado.

-Que vamos a la fiesta. -le dijo Lily.

-Bien. Os veo allí entonces. -dijo antes de darle un beso en la mejilla a Lily y levantarse de la mesa. Mientras el Ravenclaw se marchaba las tres amigas de Lily la miraban culpándola y ella se lo comía con la mirada.

-¿Qué? -les preguntó Lily en cuanto se marchó.

-Nada, nada… -dijo Valerie, levantando las dos manos.

Las cuatro se rieron y consiguieron que Rose las echara de la biblioteca a grito de: Este no es un lugar para ligar, Lily. Continuaron sus deberes en la repisa de la ventana en la que solían sentarse las cuatro juntas.


-¡¿Cómo se les ocurre?! ¡No lo entiendo, de verdad, que no! -les gritó McGonagall en su despacho. Las cuatro estaban sentadas delante de su escritorio con las cabezas bajas.- ¿Va a hablar alguien? ¿Señorita Potter?

-No, gracias. -dijo ésta.

-¿Longbottom?

-Lo siento, pero no.

-¿Nott?

-Prefiero que hable Miriam, señora. -dijo Valerie. McGonagall levantó ambas cejas hacia la Ravenclaw.

-Verá, profesora…

-¿Fuegos explosivos en la ropa interior de un alumno? ¿En serio, Alice? -gritó Frank, entrando en el despacho, seguido por Ginny Potter y Theodore Nott.

-Te has pasado de la raya, Lily Luna. -le dijo Ginny a su hija pequeña.

-Papá, nosotras… -dijo Valerie.

-Creo que es mejor que guardes silencio, Valerie. -le dijo Theo a su hija, que obedeció.

-La señorita Jones estaba a punto de contarnos lo ocurrido, ¿cierto? -dijo la directora. La Ravenclaw asintió y comenzó a hablar de nuevo.

-Fueron en realidad un conjunto de hechos con Joe y Lucas, señores…. Joe estuvo saliendo con Valerie y la cosa no terminó bien, porque él quería volver con ella y se puso un poco pesado…

-Muy pesado. -añadió Valerie. Pero todos la mandaron callar con la mirada.

-Y él y Lucas son muy amigos. Además de que él tiene problemas con Scorpius, Rose y Albus. Entonces, se juntó un poco todo. Además de que después se metieron con Hugo, Lysander, Lorcan y Frank y…

-¿Se metieron con ellos? -preguntó Neville.

-Lysander es homosexual. -dijo Alice. El resto entendió todo.

-Y los chicos intentaron defenderlo y terminaron peleándose. Así que se nos ocurrió…

-A mí se me ocurrió, ma. -dijo Lily.

-Se nos ocurrió, -repitió Miriam, enfatizando que había sido a las cuatro.- que podríamos parar la pelea con una broma. Así que pusimos pequeños fuegos artificiales en sus ropas interiores. Esperamos que no estén malheridos.

-Yo, sinceramente, no lo espero. -dijo Valerie.

-¡Valerie! -le gritó su padre.

-Está bien, Theo. -le dijo Ginny, calmándolo. Valerie y Ginny se sonrieron amablemente.- Señora, en realidad…

-Weasley, por favor… -dijo la directora, interrumpiéndola.- Potter, lo siento.

-Está bien. -dijo Ginny sonriendo.

-Entenderán que no las puedo dejar marchar como si nada. -les dijo la directora a las chicas.

-¿Y con una advertencia? -propuso Alice. Su padre la miró enfadado y ella volvió a bajar la cabeza.

-Tendrán que limpiar los salones de los conmemorados y recordados del colegio. Todos…

-¡Pero eso son siete salones enormes! -se quejó Lily.

-Minerva, con todos mis respetos… -dijo el retrato de Severus Snape, desde la espalda de su sucesora.

-¡Severus! ¡Qué sorpresa verte! Casualmente siempre despiertas de tu siesta cuando tengo a un Potter sentado enfrente. -dijo con cierto tono de sarcasmo en la voz.

-No sé de que me estás hablando, querida. Pero siete salones es demasiado. -dijo Snape.-Con uno llegará, pero venga, vayan a limpiarlo antes de la cena. -les dijo a las cuatro chicas. Éstas miraron a la directora sin entender muy bien qué debían hacer.

-Ya lo han escuchado, señoritas. Para entrar en el comedor esta noche yo misma revisaré el primer salón. Vayan.

-Gracias, profesores. -dijeron las cuatro al unísono, levantándose y marchándose. Sus tres padres miraron a la profesora, escondiendo una risa.

-Profesor Snape, yo tendría que haber limpiado los siete salones sola… -le recordó Ginny, por lo que recibió una mirada severa de su antiguo profesor de Pociones.- Pero gracias.

-Señores, un placer verlos. -les dijo McGonagall, invitándolos a dejarla sola.


-No hablo con chicas que se lían con un Potter. -dijo la orgullosa y caprichosa Lily, negándose a hablar con Alice y Valerie, cuando ellas le dijeron algo que no le gustaba.

-No quieres hablar con ellas porque te acaban de decir lo que piensan. Ya perdonaste a Alice por lo de James y te encanta que Albus salga con Valerie. -le dijo Miriam.

-Tampoco a personas que se lían con mis primos. -le dijo a Miriam, que estaba empezando una relación de lo más extraña con Hugo.

-Lily, madura. -le dijo Valerie.- No estás siendo justa con Teddy, ¿qué querías que hiciera?

-¡Que me lo contara a mí primero! -dijo Lily, colorada de la rabia.

-¡Si los Potter fuisteis los primeros en saberlo! Antes que cualquier otro Weasley. -le dijo Valerie.

-Eres muy dura con él, Lily. -añadió Alice.- Ya sabes que Teddy te adora.

-¡Pues debería de habérmelo contado solo a mí primero! -dijo Lily.

-Lily, ¿tú te escuchas cuando hablas? -preguntó Miriam.- Piensa un momento…

-Igual estoy exagerando un poco… Pero es que aun encima he discutido con Egdar. -confesó Lily, bajando todas sus defensas. Sus tres amigas preguntaron con la mirada.- Pero no quiero que salga de aquí eh. Nada de contárselo a Hugo -dijo mirando a Miriam, que negó-, ni a Frank -dijo mirando a la hermana de éste-y mucho menos a Albus.

-Somos una tumba. Suéltalo. -dijo Valerie, que tenía el límite de su paciencia bastante bajo.

-Estábamos a punto de acostarnos y me frenó. -dijo Lily, colorada como su cabello.- Que no tenía que ser de aquella manera, en una aula vacía y por un calentón...

-¿Qué quiere? ¿Rosas, velas y sábanas de seda? -preguntó Valerie, irónica.

-A mí me parece dulce. -dijo Alice.

-E inteligente. ¡Os podían haber pillado, Lily! -dijo Miriam.

-El caso es que tengo un plan, pero necesito vuestra discreción y vuestra ayuda, claro.


¡Estoy de vuelta! esta vez con Lily y sus inseparables.

Me pareció muy gracioso que fueran cuatro amigas -como los Merodeadores- y que cada una estuviera en una casa. Así que aquí están...

¿Qué os parece? Espero que os guste. Todavía no sé si hacer unos cuantos capítulos más o dejarlo como está, siendo un one-shot.

Un beso y nos leemos pronto ;*