Era idéntica a el cabello rojizo, ojos color aguamarina y muy blanca a diferencia de que ella si tenia cejas y no tenia las ojeras por supuesto; pero había algo que la hacia totalmente distinta a el y es que su hija tenia la mirada mas dulce y tierna que jamás se halla visto.

Ahora que la tenía entre sus brazos sentía una felicidad inexplicable porque estaba seguro que ella jamás le tendría miedo y siempre lo amaría; tomo delicadamente una de sus manitos y la beso luego se acerco a su esposa Matsuri y se la mostró.

-es hermosa –dijo acariciando su carita –pero hay un problema

-¿Cuál? –dijo Gaara preguntándose cual podría ser

- es que esta niña es idéntica a ti

Gaara solo rió estaba inmensamente feliz con su hija la amaba mucho al igual que su esposa.

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No lo podía creer no solo tenia que tener un inmenso parecido a el sino que también tenia el mismo problema para quedarse dormido

-Aika mi amor por favor duérmete –dijo la castaña con un sueño tremendo

Pero ella rió con sus ya cinco meses y siguió aferrándose a las barras de la cuna y haciendo como que cantaba o conversaba tan fuerte haciendo imposible que sus padres pudieran dormir. Luego se sentó en la cuna y comenzó a aplaudir con sus manitos y a hablar haciendo como que cantaba siendo imposible entenderla.

Sus padres se preguntaban a quien había sacado ese carácter tan alegre y esa ternura al tratar con ellos, apenas teniendo cinco meses abrazaba a sus padres a sus tíos y a todos con los que vivía, era muy amorosa, también en algunas ocasiones abría su boquita e intentaba dar algo así como un beso sonando un muac.

Gaara se levanto de su cama y se acerco a la cuna, tomo a Aika en sus brazos y le dijo –dame un beso –y repentinamente la niña se acerco al rostro de su padre sintiendo este como ella ponía sus labios en su mejilla y la dejaba llena de baba. Después la llevo a su cama y comenzó a jugar con ella mientras Matsuri se preguntaba cuando podría dormir.