¡Hola! Hace varias semanas que me empeñé en hacer un Rose/Scorpius. Y en fin, aquí estoy. Será un fic de siete capítulos, un capítulo por año. Nada más, que decir, sólo que los personajes ni nada de ésta historia me pertenece, todo fue inventado por J.K Rowling.

Éste fic está hecho por: María

¡A LEER!


-¡Gryffindor!-exclamó el sombrero seleccionador desde la cabeza de cierta pelirroja.

Todos aplaudían cuando la profesora McGonagall retiró el sombrero de la cabeza de la pequeña Rose. Ésta, enseguida corrió por el pasillo del Gran Comedor hacia Ted Lupin, que le esperaba con los brazos abiertos, y saltó, recibiendo un fuerte abrazo por parte del chico de pelo azulado.

-¡Sabía que estarías aquí!-le dijo él, mientras su cabello se volvía verde, pero no sin antes pasar por un tono rojizo. No compartían sangre, pero eso para ellos no tenía importancia. Teddy era un miembro más de la familia, tanto para los Potter, como para los Weasley. Y para Rose era mucho más que un primo, en ocasiones, incluso le veía como el hermano mayor que nunca tuvo.

-¡Otra cerebrito más en Gryffindor!-dijo su primo James mientras alborotaba su melena pelirroja-Como si no tuviéramos suficientes...

Rose le hizo una mueca, y el mayor de los Potter le sacó la lengua, burlón.

Hablaba con Albus, sobre las asignaturas de primer año, cuando, McGonagall dijo un nombre que captó su atención.

-Scorpius Malfoy.

Todas las cabezas se giraron curiosas al instante. Un niño alto, rubio, de rasgos afilados, y mirada grisácea, apareció de entre la multitud, que cuchicheaba y le miraba sin descaro alguno.

-No puedo creer que después de lo que pasó dejen estudiar aquí a familias como los Malfoy...-dijo James fulminando al chico con la mirada-Si por mí fuera, ya estaría en un tren de vuelta a casa.

Rose abrió mucho los ojos al escuchar las palabras de su primo, indignada.

-¡James!-le dijo en voz baja-Ni siquiera le conoces...

-Pero sí conozco a su familia-dijo con una voz fría, viendo cómo el sombrero tomaba su tiempo para asignarlo en una de las cuatro casas-Y tú también-dijo ahora mirándole a ella.

La pelirroja no pudo evitar agachar la mirada. Sabía que Scorpius venía de una familia de mortífagos y también sabía de sobra que su padre era el famoso Draco Malfoy. Le habían contado mil veces el daño que toda esa gente causó en su tío Harry, y en sus padres. Todo el daño que causaron en el mundo mágico. Pero, ¿tenía él la culpa?

-¡Por Merlín!-dijo alguien en la mesa-¿Por qué tarda tanto en decidir?

-Ni idea-respondió otra persona-Pero no debería pensar tanto, está claro que es Slytherin.

Unos segundos más tarde...

-¡Gryffindor!-exclamó el sombrero.

Entonces, un silencio inundó la sala. Las miradas de todos llevaban escrita la frase ``Tiene que ser una broma´´ Y de hecho, esperaron unos segundos para ver si el sombrero recapacitaba su decisión. Pero para la sorpresa de muchos, no fue así. La profesora retiró el sombrero de la cabeza del muchacho, y éste, se dirigió hacia la mesa de la casa. Los cuchicheos aumentaron a medida que se acercaba a la mesa. Y la pelirroja no pudo evitar sentir un nudo en su interior al ver que nadie le dio la bienvenida, y que todos le rehuían la mirada. Como si no existiera. Sintió unas ganas enormes de pegar un golpe en la mesa y gritar a todo el Gran Comedor que él no vivió la guerra, ni presenció la batalla final. Y que no podía ser un mortífago, porque sólo era un niño.

Albus fue el único que sonrió al pequeño Malfoy y le hizo un hueco para que se sentara.

-¿Quieres ranas de chocolate?-le dijo, como si no hubiera escuchado bien el nombre del chico-Tengo un montón, mira-dijo vaciando los bolsillos de su recién estrenada túnica.

Rose sonrió sin que nadie se diera cuenta. En momentos así, entendía por qué Albus, a parte de ser su primo favorito, era su mejor amigo.


¿Qué os ha parecido? Bueno, no estoy muy orgullosa de éste capítulo, pero es lo que hay. Prometo que en los siguientes, Rose y Scorpius tendrán encuentros y demás. También serán más largos.

Muchas gracias por leer... ¿Qué les deparará el segundo curso al rubio y a la pelirroja?

Por último, quería avisar de que éste cap. sólo ha sido una especie de introducción.

¡Un besito!

María.