Atención:

Los personajes no son de mi autoría, esta historia puede tener contenido ofensivo, lenguaje inapropiado y escenas de violencia. El que avisa no traiciona, disfruten de la lectura.


El hombre se removió nervioso en su asiento, los papeles revueltos por todos lados y el olor a tabaco inundaba el lugar. Dio una larga calada al cigarro y lo apagó en el cenicero donde ya descansaban más de diez colillas.

Suspiró fastidiado y miró a su alrededor hasta toparse con la mirada de su secretaria.

-Entonces, está viniendo para acá?-Preguntó nuevamente.

-Señor, ya está dentro del edificio.-La muchacha rubia le informó con esa voz profunda característica de ella.

Él asintió.

-Ustedes tres!-Llamó a los tres oficiales que se encontraban tras de su espalda y que permanecían parados allí desde hacía varias horas.

-Si señor!

-Se aseguraron de toda la custodia en el edificio?-Interrogó el hombre mientras encendía otro cigarro.

-No va a haber forma de que escape, Señor.-Dijo la uniformada líder de los otros dos y de muchos más.

-Cuento con vos Ackerman.

-Si, Señor.

La joven asiática hizo el ademán de agradecimiento ante las palabras de su jefe, aunque este no la viera.

-No quiero cuestionarlo, pero…

-Entonces no lo hagas Annie.-Le habló con caballerosidad observando a la secretaria mientras esta solo asentía. Suspiró.-No se si esta es la mejor manera, pero es la única que se me ocurre momentáneamente.

El silencio reinó nuevamente en la oficina aquellas, que se mantenía en penumbras a la espera del gran suceso que iba a acontecer.

-Va a querer cosas a cambio.-Arremetió la joven rubia nuevamente, tratando de que su rostro no mostrara sus verdaderos sentimientos. Estaba asustada.

-Son cosas con las que tenemos que lidear, Annie, para mi todavía estas a prueba, si esto es mucho podés retirarte, sin problema alguno.-Le aseguró el hombre mientras que con la mano la invitaba a irse del lugar.

-No Señor, me quedo.-Le aseguró bajando la mirada, como subordinada que era.

El radio de la oficial sonó informando de la llegada al último piso, donde se encontraban ellos, él pudo asegurar que sus manos transpiraron y que si no bebía algo su voz temblaría durante su negocio. No tenía miedo, no…eso había sido un sentimiento que en sus primeros pasos había sido su fiel compañero. Pero ya no era el mismo, para nada, ahora solo era una mente fría preparada para conseguir lo que necesitaba. Aunque eso requiriera perder una mano por un mal cálculo.

La puerta se abrió otros tres policías entraron, crudamente armados, claro…todos ahí poseían armas, hasta la casi descompuesta Annie. Tras ellos entraron dos mujeres uniformadas que traían de los brazos a la esposada mujer.

Esa sonrisa sínica, pedante, casi omnipotente. La odiaba, se odiaban. Nunca había entendido como una chica, ahora mujer había logrado hacer lo que hizo y nunca mostrar una pizca de arrepentimiento alguno.

La sentaron, ella los observó a todos y soltó una carcajada seca y burlona. Luego se giró y enfrentó al hombre.

-Hola Renz, tanto tiempo…estas más viejo, no?-Preguntó mientras tiraba con sus manos esposadas el pelo que se le venía a la cara.

Era la hija del diablo, esa era la mejor forma para describirla y, a veces, Renz sentía que se quedaba corta esa descripción.

-Ymir.-Asintió mientras le extendía un cigarrillo encendido y ella lo tomaba entre sus labios con habilidad.

La morena sonrió mientras dejaba salir de su boca el humo y tomaba con sus finos dedos el cigarro.

-Se puede saber que me trae de nuevo hasta acá?-Dijo con sorna.-No creo que sea necesario tanto operativo, no podría escapar.

Renz la observó en silencio y ella rompió en una carcajada.

-Se nota que me conoces.-Ymir se acomodó en el asiento.-Qué necesitas?

-Tu ayuda.-La voz le salió de lo más profundo de su ser, ya que pedirle eso…a ella…era lo último que en su vida había deseado.

-Mi ayuda?-Preguntó fingiendo incredulidad.-Y para qué?

-No estas enterada?

-No. No me interesa nada de las noticias.

-Están siguiendo tus pasos.-Le informó con todo el odio del mundo.

-Me halaga eso.

-No hace falta que seas tan irritable.

-No lo soy, me halaga de verdad.-Torció el gesto tratando de parecer niña buena.

-Nadie entiende mejor la obra que su propio creador.-Dijo Renz mientras comenzaba a sentir un fuerte dolor en su nuca, ese que comenzaba por el simple hecho de no poder jalar del gatillo y reventarle la cabeza de un disparo.

Era un monstruo. Y esas palabras no alcanzaban.

Pero cuando no se podía contra el enemigo, había que unírsele.

-A cambio de qué?-Ymir se inclinó hacia adelante mostrando genuino interés.

-De lo que pidas y sea medianamente razonable.

Sonrió de costado mientras soltaba el humo y tiraba el cigarro al suelo para pisarlo.

-Que me suelten.

-Eso no es razonable.

-No perdía nada con intentarlo.-Soltó una carcajada.-Que la sentencia se reduzca.

-Eso tampoco es…

-Me voy.-Dijo interrumpiendo al hombre rubio.

Suspiró.

-Podemos hablarlo…-Habló rendido y la morena se giró con una sonrisa pintada en el rostro.

-Me agradan esas palabras.-Se sentó nuevamente.-Pero además quiero otra cosa.

….

-Sasha.-Susurró.

La chica delante de ella pareció no escucharla.

-Sasha.-Vovió a susurrar pero esta vez tiró de uno de los mechones marrones del cabello.

La castaña se giró para observarla con cara de horror.

-No entiendo nada.-Murmuró pálida.

-Yo menos.-Dijo preocupada.

-Christa, estas segura que elegimos bien la carrera?-Preguntó su amiga mientras observaba la gran pizarra con miles de anotaciones y, que para las dos era como chino básico.

-Creo que nos volvimos a equivocar.-Dijo la rubia mientras suspiraba desganada y hundía su rostro entre sus brazos.

La castaña solo se quejó con un leve sonido y volvió para su posición anterior…a seguir fingiendo que entendía algo de lo que se hablaba.

Cuando la hora finalizó las dos jóvenes salieron a las corridas, arrojándose dentro del auto y respirando con fatiga.

-Tachá esta.-Le dijo la más alta a la rubia mientras que la misma tomaba un papel y tachaba.

-Entonces no vamos a ser bioquímicas.-Murmuró guardando la lista nuevamente.

-Cuantas carreras quedan?-Sasha encendió el motor del auto observando para todos lados así no atropellaba a nadie, que eso sería la frutilla para el postre.

-Quedan muchas…pero tenemos que decidirnos, tenemos veinte y el futuro estudiantil es demasiado difuso para nosotras.-Se quejó.

-No es culpa nuestra no saber que queremos ser!-Se quejó saliendo del estacionamiento.

-Técnicamente es nuestra culpa no decidir.

-Estamos probando!

-Ya lo sé…solo que ver a nuestras amigas ya en su segundo o tercer año…me pone mal y me hace sentir estúpida.

-Lo sos, pero no por eso justamente.-Le dijo su amiga prestando atención a la calle.-Que carrera sigue?

-Técnico nuclear.

-Es un chiste Christa?-Preguntó deteniendo el auto de golpe haciendo que los de atrás las insultaran.

-No…por qué?

-Porque ambas sabemos que la cabeza no nos da para eso…borrala. Es ridículo.

-Bueno.-La pequeña rubia tomó el papel y tachó.

-Cual sigue?

Pero cuando la más baja iba a contestar, su celular comenzó a sonar.

-Es mi papá.-Le informó atendiendo.-Hola pá-Saludó. Quedándose en silencio por unos minutos, Sasha que ya había arrancado nuevamente la observaba de vez en vez con preocupación, notaba que los ojos azules de su mejor amiga demostraban que las cosas, por el otro lado de la línea no andaban muy bien.-Está bien pá, ya estoy yendo para allá.-Cortó.

-Qué paso?-Braus preguntó con intriga.

-Necesita hacerme una pregunta y quería saber si ya había llegado a casa.-Le contó mientras se removía incómoda en el asiento.

-Estas en problemas?-Dijo sorprendida.

-Parece…pero no sé de qué. Si no recuerdo haber echo nada malo.-Pensó tratando de recordar haber cagado algo en su casa, o algo por el estilo.

-Entonces vamos a tener que esperar hasta que lleguemos allá.-La castaña se encogió de hombros volviendo a prestar atención a la conducción.

-Tendremos que esperar.-Respondió la pequeña, suspirando apesadumbrada y volviéndose aún más pequeña en el asiento.


Holaaaa *aparece lentamente para no ser violentamente asesinada*

Como estén, espero que bien! No volvemos a encontrar pero esta vez con otra historia (wijuu)

Yo se que tal vez quieran golpearme por no seguir el otro fic es que, verdaderamente mi inspiración está en un paro con respecto a esa historia...no la voy a abandonar, insisto.

Pero les voy a contar que una noche así como muy amena en mi vida, esta idea golpeó a la puerta de mi mente y desde ahí no pude evitar pensarla y pensarla-

Voy a contar que esto es un verdadero desafío, ya que al ser un genero policial voy a tener que guiarme mucho por detalles y mínimas cuestiones, estar super ordenada y tratar de que nada se salga de control. Supondrán que para una persona completamente atolondrada, torpe y despistada como yo, va a ser mega difícil.

Y están en lo correcto.

Pero si no lo hago mi cabeza no me va a dejar tranquila.

No voy a prometer días en que actualice, ni nada por el estilo. Pero voy a prometer una buena historia, divertida, mórbida, psicópata y dramática...así como me gustan escribir las cosillas a mi.

Un Rv no le hace mal a nadie y es más me pone contenta a mi :D

Desde ya muchas gracias y espero que disfruten mucho de este nuevo proyecto.

Un beso grande.

La atolondrada, torpe y despistada L.