-Capítulo 1-

En la oficina Hokage, naruto, el séptimo Hokage, revisaba informes de misiones realizadas. A su lado su mano derecha, Shikamaru, le leía algunas necesidades de la aldea. Su usual rutina, trabajando arduamente hasta que un Anbu interrumpió en la oficina, hizo una reverencia pidiendo perdón por su intromisión para tomar una postura seria, hasta un poco temerosa. Esta última les hizo alzar una ceja.

—Hokage-sama nos ha llegado un mensaje de un grupo de gennin y un chunnin, al parecer su misión se complicó y están siendo perseguidos por varios ninjas

—Mm ¿quiénes son los integrantes?—cuestiono planteando enviar algunos chunnin junto a un Jounnin

—kenji Hashimoto, Akiro Inuzuka y... Himawari Uzumaki— pronuncio el último nombre con lentitud, aterrado por lo siguiente que hiciera su Hokage, bien se sabía que para el hombre rubio su familia era lo más preciado

Tal como se esperaba los ojos de naruto se llenaron de pánico, puede que su hija fuera una ninja, una chunnin a sus 16 años, fuerte y habilidosa, pero eso no quitaba que su pequeña princesa en estos momentos era perseguida con motivos desconocidos. Se suponía ser una misión sencilla, pero en cuanto su pequeña había partido un extraño presentimiento se instaló en su pecho, de eso hacía 3 días. Estaba por saltar alarmado cuando la mano de su consejero se apoyó en su hombro, giro a verlo, deduciendo que su mirada pedía que no perdiera los estribos; respiro profundamente, tenía razón, es el Hokage, no puede darse el lujo de armar escandalo a pesar que quisiera ir el mismo a salvar a su pequeña.

—De acuerdo. Necesito que llames a los siguientes Shinobis...—así comenzó a dar indicaciones al Anbu que tras un par de minutos desapareció en una nube de humo en busca de los solicitados

—Todo estará bien— trato de calmarlo Shikamaru cuando lo vio derrumbarse en la silla; era consiente como debía sentirse su amigo, después de lo que paso con... sacudió la cabeza intentando darle apoyo

Cerca de cinco minutos pasaron cuando un grupo de jóvenes se presentó en la torre Hokage, cada una con su atención fija en el Hokage que tenía una expresión afligida.

—¿Que sucede viejo? —Un rubio de ojos azules y piel ligeramente más clara que la del Hokage hablo, un poco exaltado por la expresión de su tonto padre. No paso mucho para que recibiera un golpe por parte de la pelinegra a su lado que le recrimino por no tratar con respeto al Séptimo

—Shinobis —los presentes jóvenes tomaron una postura erguida, extrañados por el tono tan serio del Hokage, usualmente era alguien de habla amable y calmada —Están encargados de ir en ayuda de kenji Hashimoto, Akiro Inuzuka y Himawari Uzumaki

—¡¿QUE?! —Boruto tomo una actitud alarmada, se acercó al escritorio de su padre—¿estas bromeando, no? —le pregunto temblando

—Sabes que no bromearía con esto —expuso serio, debatiéndose en su interior por no perder la cordura —su misión será de rescate, nos ha llegado un mensaje que están siendo perseguidos desde el día anterior por una cantidad considerable de Ninjas, deben ir en su ayuda lo más rápido posible

—Hai Hokage-sama —respondieron cada uno de los presentes, excepto Boruto que no lograba articular palabra. Haciendo una reverencia cada uno salió disparado para preparar lo necesario.

Boruto, que había sido el único en no retirarse tenía la mirada en el suelo, sus puños apretados, conteniendo ese dolor en su pecho que no había logrado desaparecer hace 2 años pero que había aprendido a sobrellevar. Lo único que lo hizo despegar la vista del suelo fue la leve presión en su hombro.

—Encuéntrala y protégela— le pidió naruto a su hijo. Este asintió y salió de la oficina

Naruto vio a su hijo desaparecer de su oficina, camino directo al ventanal, todo bajo la atenta y preocupada mirada de Shikamaru.

—Por favor, protégela...—susurro al aire, perdiéndose su voz en el horizonte

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Su respiración era agitada, apenas podía controlar los estrepitosos latidos de su corazón, su cuerpo sudaba a mares tratando de curar la herida de su compañero a un costado de su abdomen.

—Solo... aguanta... un poco— intento que su respiración se normalizara por lo menos un poco tomando grandes bocanadas de aire—casi esta...—la luz resplandeciente de sus manos desapareció, la herida de su compañero había sido curada parcialmente, pero no podía hacer más, sus reservas de chakra estaban demasiado bajas

—Gracias —musito como pudo el chico de cabello castaño y marcas rojas en sus mejillas

—Descansa un poco— le pidió. El chico asintió al instante recargándose al tronco del árbol a su espalda. Los azules ojos de la muchacha se posaron en la figura de su otro compañero que se mantenía en guardia ante cualquier peligro, suspiro pesadamente, la misión había tomado un cambio drástico, pasaron de ser los perseguidores a ser los perseguidos. Por un pelo habían logrado escapar, pero no estaba segura que durara más que unas cuantas horas en las cuales había aprovechado hace 3 atrás mandar un mensaje con una de sus invocaciones, solo rogaba que llegaran a tiempo, tanto ella como sus camaradas estaban agotados, si no fuera por la adrenalina y las ganas de escapar los hubieran atrapado hace tiempo, pensó en usar su Kekkei Genkai sin embargo en su condición no sería aconsejado. Estuvo unos minutos en silencio hasta que su cuerpo se alarmo—¿qué ocurre?— hablo en voz baja a su compañero que había tensado sus facciones mientras ella ayudaba al otro a levantarse

—Siento una presencia... son ¡Cuidado!— Himawari lanzo un kunai desviando el que iba en dirección a su compañero

—Huyamos, no podemos luchar apropiadamente.— demando alterada, entre ella y su compañero tomaron al Inuzuka empezando a correr, de vez en cuanto miraba atrás, a pesar de no tener activado su Byakugan su vista lograba enfocar su alrededor bastante bien

Corrieron lo más que pudieron hasta que las piernas de los tres fallaron. Desde el suelo Himawari observo el claro donde llegaron, de los tres era ella la que al menos tenía un poco de chakra, si los alcanzaban, cosa que sería en unos minutos, debía luchar, sus compañeros no estaban en condiciones, sus cuerpos estaban demasiado débiles por todo el esfuerzo que han hecho hasta ahora.

—Escúchenme— miro con seriedad reflejada en sus ojos azules heredados por su padre a los dos muchachos— deben ir y buscar ayuda, escapar sin ser vistos

—¡que! pero...—quiso replicar Kenji pero la mirada desaprobatoria de Himawari no se lo permitió

—Por favor, de lo contrario no saldremos vivos— suavizo su expresión—deben ir de inmediato antes que nos alcancen, no quiero escuchar replicas ¡vallan!.— los dos muchachos se miraron entre sí con indecisión pero al ver nuevamente los ojos suplicantes y determinados de la ojo azul asintieron

Himawari suspiro un poco más aliviada cuando vio las siluetas de sus compañeros desaparecer entre los árboles. Se dejó caer al suelo fatigada, podía sentir las presencias acercarse, era cuestión de segundos, y como había pensando no tardo en verse rodeada por una cantidad de Ninjas enmascarados.

No se hizo esperar para lanzarles un Kunai, sabía que no tenía posibilidad en su estado pero procuraría darles suficiente tiempo a sus compañeros. De inmediato dos ninjas se lanzaron a ella, logro esquivar los golpes con dificultad, su cuerpo no resistiría mucho. Salto hacia atrás evitando un jutsu de Fuego, sin embargo no previo que era lo que planeaban atrapándola. La sujetaron de los brazos con fuerza evitando algún movimiento de su parte, sus piernas no aguantaron más su peso cayendo de rodillas mientras su vista se nublaba. Observo borrosamente una figura envuelta en ropas negras, quiso verle el rostro pero este estaba cubierto por una extraña mascara de dragón blanco; dedujo que se trataba de una mujer por las curvas que se apreciaban bajo la ropa. Contemplo la espada que desenvainaba con horror. Cerro los ojos preparada para su inminente final, cuando pasaron varios minutos se atrevió abrir los ojos preguntándose si ya habría muerto. Sus ojos se abrieron sorprendidos cuando lo hizo, dando paso a lágrimas.

—Onii-chan— murmuro con voz quebrada viendo como su hermano se lanzaba contra varios Ninjas. Sintió su cuerpo libre, giro un poco sus ojos topándose con unos verdosos

—Ya estamos aquí— susurro shikadai acariciando con delicadeza la mejilla de la Uzumaki— Tus compañeros están a salvo, los dejamos con chouchou e Inojin—le comunico cuando vio su mirada llena de preocupación

El Nara la ayudo a levantarse, por supuesto necesito de su apoyo de lo contrario volvería a caer. Sus ojos viajaron a la lucha de su hermano junto a sarada y Mitsuki contra los Ninjas; algo llamo su atención, la mujer enmascarada ya no estaba.

—Debes resguardarte— le indico preocupado Shikadai, ella lo miro fijo a los ojos y negó

—No puedo... debo ayudarlos

—Estas demasiado débil, serias un estorbo— sonó tosco pero su intención era que ella entendiera que lo único que lograría es ponerse en peligro. La uzumaki bajo la vista, entendía porque shikadai le decía eso pero simplemente no podía dejar que sus amigos lucharan mientras ella se escondía

Saltaron a tiempo cuando una horda de shurikens fueron en su dirección, lamentablemente el impacto fue tan fuerte que sumado a lo débil que se encontraba Himawari quedo inconsciente; al ver el estado de la peliazul los ojos de shikadai entraron en pánico a la par que la tomaba en brazos con la intención de ir por ayuda, sin embargo unos ninjas se metieron en su camino impidiéndole el paso; sus verdosos ojos recorrieron el lugar hasta toparse con el equipo 7, al parecer los habían acorralado, no tardo en toparse con los azules de Boruto que cuando vieron a Himawari en sus brazos se llenaron de terror.

—Que sorpresa, los mismísimos hijos de tan grandes ninjas— una oscura voz resonó en el lugar, desde las sombras la figura de un hombre con una larga cicatriz a lo largo de su rostro se hizo presente, a su lado iba la misma enmascarada de dragón— ¿uh? Pero mira nada más, los hijos del Hokage— el hombre estallo en carcajadas—son adorables ¿no?— hablo dirigiéndose a la enmascarada a su lado que no dio señal de responder

Boruto miraba alerta, sin embargo esa extraña sensación que sintió al ver a la enmascarada lo confundió, le hizo... estremecerse. Haber llegado donde su hermana fue más agonizante de lo que espero, ni un solo instante su cabeza dejo de torturarse con un terrible escenario donde su hermanita era protagonista; cuando vio a los compañeros de su hermana sintió su alma regresar a su cuerpo, estado que no duro cuando se percató de su ausencia y como le comentaban que ella les pidió ir por ayuda. Insulto un millón de veces el corazón tan grande que poseía su hermana para ser capaz de sacrificarse por los demás, aunque ciertamente el haría lo mismo. Después de un par de segundos de volver en busca de Himawari su cuerpo empezó a rememorar los sentimientos de aquella vez sumiéndolo en un miedo incontrolable que aumento cuando vio como una espada iba directo al cuerpo de su hermana al lograr dar con ella, no había pensado dos veces antes de lanzarse a salvarla.

—¿Qué quieres?— gruño viendo con furia al hombre

—oh, nada en particular, solo a ustedes dos— señalo a Boruto y a Himawari que había despertado hace unos segundos pero que seguía en brazos del Nara. Esa respuesta puso en alerta a los jóvenes— vengan con nosotros y la muerte de sus amigos será rápida

—Esa no es una opción— repuso Boruto preparándose con un kunai, a su espalda sarada repudiaba los ninjas que intentaban atacar

—lastima, tendrá que ser a las malas

Con una impresionante velocidad se apresuró a Boruto que no tardó en responderle de la misma manera. Boruto lanzaba golpes y los esquivaba, apenas había acertado uno, por lo menos el tipo no lo había tocado hasta que su atención se distrajo en dirección a su hermana y shikadai cuando este último soltó una queja al haber sido clavado un kunai a su hombro provocando que cayera al suelo junto con la uzumaki en brazos.

Sarada y Mitsuki se apresuraron en ir con su compañero cuando lo vieron siendo derribado, se pusieron delante de el para protegerlo. Sarada lanzo una bola de fuego logrando así que el hombre se alejara un poco.

—son demasiados— Mitsuki esquivo una ráfaga de viento que creo uno de los Ninjas

—Tienes razón, aparecen cada vez mas— Boruto estampo un rasengan a otro

—necesitamos un plan— llego shikadai junto a ellos, su hombro sangraba pero no le tomaba importancia, después de deshacerse de aquel causante ninja se apresuró en reunirse con los demás acompañado de Himawari que ya lograba estabilizarse y que por cierto, fue envuelta en los brazos de su hermano apenas la vio— haremos...—el Nara empezó a explicar rápidamente

El hombre de la gran cicatriz busco con la vista a los mocosos pero solo logro toparse con la Uzumaki, no lo pensó mucho antes de ir en su dirección, antes de llegar a tocarla estando a escasos centímetros desapareció en una nube de humo, estaba por darse la vuelta cuando una patada conecto con su rostro. Maldijo mil veces al rubio frente suyo que sonreía con suficiencia, solo había bajado la guardia, por lo que bloqueo el golpe de la chica pelinegra pero eso no predijo los largos brazos que lo atraparon por los pies; en poco tiempo se vio rodeado por los estúpidos mocosos y un kunai en su cuello.

—Ríndete y pide que bajen sus armas— ordeno shikadai haciendo presión en el cuello

El hombre viraba los ojos en toda dirección buscando con que escapar hasta que su última opción llego a su mente.

—No lo creo...¡Jutsu espacio tiempo-elementos Ying Yan!—con trabajo formo unos sellos con sus manos

De inmediato shikadai lo soltó cuando una luz cegadora lo atrapo, alcanzo a ver como el hombre se escabullía de ellos antes que la luz lo opacara por completo, lo último que escucho fue un grito proveniente de chouchou llamarlos.

...

Despertó confundida, miro a su alrededor, no tenía idea de donde estaba, se levantó con pesadez aun observando su alrededor; empezó a caminar hasta salir de lo que supuso era un bosque. A escasos metros de su distancia contemplo con confusión y alegría la entrada a su aldea, corrió de prisa sin pensarlo dos veces; al instante de cruzar no tardo en percatarse que se veía diferente y en cuanto sus azules ojos se toparon con la montaña Hokage quedo atónita… ¿dónde está el rostro de su padre?.