Ranma ½ y todos sus personajes son propiedad de Viz Comunications y de Rumiko Takahashi.
Nota: La primera parte de esta historia toma lugar entre los volúmenes 35 y 36 del manga.
La mayor parte de la historia se desarrolla en China y por lo tanto, todos los diálogos están en Chino y debido a eso, Shampoo casi no utiliza su Japonés "quebrado" al hablar.
La saga de Shampoo y Mousse
Por
Dr Facer
- Primera parte -
El Dragón de Jade.
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Capítulo 1
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Shampoo no estaba feliz en lo absoluto; la carta que su bisabuela acababa de recibir… ¡era terrible! Y lo peor era que había llegado en el peor momento posible. La joven amazona había estado planeando ir a presentarse con la madre de Ranma en los próximos días, pero debido a esa carta sus planes se habían arruinado.
—Me temo que no hay forma de salir de esto, mi niña—, le dijo Cologne a Shampoo, quien estaba a punto de trepar por las paredes presa de la desesperación—. Ustedes dos tendrán que hacer lo que dice la carta."
—¡No ser justo! — Se quejó la muchacha—, ¡Shampoo no hacer eso!"
—Es una petición del concejo de ancianas, no hay manera de que ignores esta orden.
—¿Por qué deber Shampoo hacer esto? — Preguntó la amazona adolescente, gruñendo mientras intentaba limpiar las mesas del Neko Hanten.
Cologne cerró los ojos y suspiró; en realidad era culpa suya que Shampoo estuviera metida en este lío. Si tan sólo hubiera sido más fuerte…
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…Hace 180 años…
Cologne, aún una hermosa y joven mujer, barría tranquilamente la entrada de su casa. Estaba de un humor excelente y tenía razones para ello. Este era su último día como una mujer soltera. Justo la semana anterior había sido vencida por un guapo soldado imperial que formaba parte de la guardia privada del emperador.
Sólo había una nube que manchaba su horizonte. El hombre que la derrotó antes que su soldado: el hombre llamado Happosai, o Happy como ella solía llamarlo. Pero Cologne amaba a su soldado, debía hacerlo pero… Happosai era tan... tan increíblemente desconsiderado. Tan increíblemente arrogante. Tan increíblemente estúpido. Tan increíblemente atractivo. Ella estaba consciente de que él siempre sería su único error ante los ojos del concejo de ancianas.
Happosai había sido el primer hombre de Cologne en todo. Quizás fue porque a ella le atraían los hombres peligrosos y estrafalarios pero… ¡Por Dios, si Happosai era literalmente un enano y era bastante feo! Y aún así… esos ojos de perrito enfermo cuando estaba triste y esa sonrisa torcida… recordar eso era todo lo que ella necesitaba para suspirar mientras se preguntaba qué estaría haciendo Happosai en ese momento.
De pronto, una piedra cayó a sus pies. Había una nota atada a la piedra. Cologne la recogió y leyó el mensaje con rapidez, su corazón saltó cuando leyó quien la había enviado.
Happosai.
Su pecado.
Su error.
Su primer amor.
La estaba llamando. Pidiéndole que se vieran por una última vez. ¡Pero no podía ir! Cologne no pudo evitar recordar todas las veces que había ignorado a Happosai, todas las ocasiones en las que lo había sacado a patadas del pueblo y fuera de su vista, cuántas veces lo había dejado plantado y todo fue inútil. No podía resistirse. Cuando recordaba las pocas veces en las que había estado con él, toda su fuerza de voluntad desaparecía. Tendría que ir a verlo, por una última vez y… tal vez, por un ultimo… beso.
Más tarde ese día, Cologne entró al bosque que rodeaba Joketsuzoku. Sabía que no debía estar allí, pero no podía evitarlo. No tenía la fuerza para resistir el encanto que él tenía sobre ella. El encanto de todo lo que para ella estaba prohibido.
La joven amazona sonrió cuando lo escuchó llamar su nombre; e incluso mantuvo su sonrisa cuando vio que se acercaba rodeado de su aura de combate, esa aura que era tan envolvente y hermosa para ella. Cologne lo amaba de verdad, pero él era un mal hombre para el futuro de la aldea de las amazonas; por lo tanto, debía de casarse con un hombre que era el opuesto total de Happosai.
—¿Así que te vas a casar con un soldado aburrido?— Acusó Happosai, acercándose con pasos pequeños—, ¡después de todo lo que hemos hecho, te casarás con otro!— Gritó—. ¿Sabes cómo me hace sentir eso?"
—Lo puedo imaginar—, respondió Cologne.
—¡No, no puedes!— Exclamó Happosai, su aura de combate creciendo mientras hablaba—. ¡No tienes ni la menor idea!
Cologne suspiró y cerró fuertemente los ojos—, Happy, yo sólo te amo a ti.
—¿Qué fue lo que dijiste?... Creo que no te escuché.
—¡Dije que te amo, idiota! — Le gritó Cologne—. ¡Nunca quise sentir esto por ti, pero no puedo evitarlo!
El aura de combate de Happosai desapareció mientras se sentaba en una piedra, —¿Entonces por qué?— Preguntó—, ¿por qué te casarás con ese estúpido soldado?
—Porque él es todo lo que mi madre y mi abuela siempre han querido en un hombre.
—¡Como si en verdad debiera importarte lo que tu madre y esa momia loca piensan! — Se quejó Happosai.
—¡Mi abuela no es una momia! — Exclamó Cologne.
—Bien, entonces no lo es—, dijo él—. Escucha Cologne, eso no es importante en este momento.
—¿Entonces qué es importante?
—Nosotros—, respondió él.
—¿Por qué? — Le preguntó ella.
—Porque…— Comenzó Happosai—, hay ocasiones en que es bueno romper las reglas—. Dijo el diminuto artista marcial—, ya las rompiste conmigo una vez… ¿Por qué no quieres continuar?
—Tengo mis razones—, respondió Cologne, sentándose junto al joven Happosai.
Cologne tomó las manos a su compañero y las apretó gentilmente—, pero… si lo dices y lo dices de verdad, quizás lo haga; quizás rompa las reglas por ti.
Happosai comenzó a sudar nerviosamente—, ya lo he dicho antes…— Le respondió—. ¿No lo recuerdas, la noche en el granero cuando hicimos el am…?
—Eso fue hace una semana—, le interrumpió Cologne—. Quiero escucharlo ahora.
Happosai parpadeó y comenzó a temblar como una hoja al viento—, Yo… Cologne, yo…
—¿Sí?
—Yo… te…
—¡Dilo ya! — Pensó Cologne—. ¡Nuestro futuro depende de esas tres palabras!
—¡Bisnieta, detente!
Cologne y Happosai se alejaron de un salto uno del otro. Cologne estaba asustada y Happosai estaba en guardia, ya imaginaba lo que pasaría, recibiría una paliza a manos de la bisabuela de Cologne.
—¡Bien hecho bisnieta, te agradezco que me trajeras a donde se ocultaba esta sanguijuela!
Happosai miró a Cologne sin poder creer lo que escuchaba—, ¿me tendiste una trampa? — Preguntó.
La bisabuela de Cologne respondió la pregunta—, ¡claro que lo hizo, tenemos que deshacernos de ti antes de que mi bisnieta pueda casarse! — Gritó la anciana—. ¡Largo de aquí, plaga!
El joven Happosai estaba furioso, no había nada que pudiera hacer; aún era muy débil como para vencer a la vieja amazona y llevarse a Cologne. Sólo tenía una opción: escapar y volver a la villa más tarde.
Girándose para ver a Cologne, Happosai no intentó ocultar su furia al sentirse traicionado—. ¡Debí saber que tus estúpidas leyes te importaban más que yo! —, gritó mientras corría a ocultarse en el bosque—. ¡Pero tu preciosa villa se hundirá en el caos total muy pronto, lo juro!— Y esa amenaza fueron las últimas palabras que escucharía de Happosai en mucho tiempo.
Cologne se quedó inmóvil y a pesar de sus esfuerzos, comenzó a llorar—, no te tendí una trampa… yo no te traicioné—. Murmuró—, si lo hubieras dicho antes… habría ido contigo.
—Volvamos a la aldea, mi niña. Tenemos mucho qué hacer— dijo la bisabuela de Cologne—. Tu vida empieza ahora.
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—¿Bisabuela, en qué pensar tú? Preguntó Shampoo, mirando a Cologne con gran curiosidad. No era seguido que Shampoo veía a la anciana tan pensativa acerca de algo—, ¿tener plan para sacar a Shampoo de estúpida misión?
—No—. Replicó Cologne—, yo también quiero que hagas esto Shampoo, es muy importante.
Shampoo gruñó su descontento—, ¿por qué deber ser él, no poder yo ir con Ranma?
Cologne saltó a la mesa para poder mirar a Shampoo directo a los ojos—, No. Tiene que ser él—, Indicó la anciana—. ¡Ahora ve y encuentra a ese cegatón inútil, debo explicarles de qué se trata todo esto!
Shampoo asintió y salió del Neko Hanten, pero por su expresión era fácil saber que no estaba disfrutando hacer esto, para nada.
—¿Por qué demonios tengo qué hacer esta estupidez? — Se preguntó Shampoo mientras caminaba lentamente por las calles. ¿En dónde diablos se había metido Mousse?
Poco después, Shampoo alcanzó ver a Mousse saltando de un techo a otro mientras sostenía algo que parecía una caja. El muchacho se movía a una velocidad increíble. Shampoo había visto a Mousse moverse así de rápido sólo un par de veces antes. Su velocidad la impresionaba, sólo un poco.
Frunciendo el ceño, Shampoo saltó a la azotea más cercana y esperó a que Mousse estuviera cerca y entonces, con otro salto y un rápido giro, la muchacha aterrizó justo frente a él.
—¡Alto Mousse!"
—¡Shampoo! — Gritó Mouse sorprendido—, ¿qué haces tú aquí?
—Mi bisabuela querer verte.
—¿A m-m-mi? — Preguntó él ligeramente asustado—. ¿Por qué?... No he hecho nada para hacerla enfadar últimamente."
—¡Eso no importar! — Dijo Shampoo—. Ella sólo querer decirte algo sobre una misión.
Los ojos de Mousse se iluminaron—, ¿una misión, no tendrá algo que ver con esto?—. Dijo mientras abría la caja para que Shampoo pudiera ver su contenido—. Me lo dio una mujer hace un rato, me dijo que era importante para una misión.
Shampoo miró con curiosidad a la cosa que había dentro de la caja y después la tomó para examinarla bajo el sol.
Era un pequeño dragón. Un dragón hecho de Jade que brillaba hermosamente bajo el sol. La estatua, sin embargo, estaba en una pose extraña, agachada como una esfinge, con su largo cuello apuntando hacia el cielo y el rostro del dragón era bastante raro. No parecía la cara de un dragón común, se parecía más al rostro de un lobo que sonreía con maldad. Ver esa cara logró que a Shampoo le dieran escalofríos y con un poco de asco, devolvió la estatua a la caja.
—Estaba siguiendo a la mujer que me dio la caja cuando tú llegaste, Shampoo—, explicó Mousse mientras se acomodaba los anteojos—. Pero la he perdido.
—¡Silencio Mousse, este dragón no ser una estatua normal!— Dijo ella pensativa—. No agradarme.
—A mi tampoco—, comentó Mousse al tiempo que guardaba la caja en una de sus mangas—. ¿Por qué me lo darían a mi?
—Mi bisabuela debe saberlo, será mejor preguntarle—, dijo Shampoo, que bajó de la azotea y caminó hacia el Neko Hanten.
Mousse se limitó a seguirla, esto era muy misterioso y él en verdad odiaba los misterios. Con algo de suerte, la vieja momia sería capaz de explicarles qué era lo que estaba pasando.
De vuelta en el restaurante, Mousse y Shampoo se sentaban en silencio mientras observaban cómo Cologne bebía su té y fumaba de su pipa. El Dragón de Jade estaba en una mesa cercana.
—¿Bisabuela, tú saber qué ser esa cosa?— Preguntó Shampoo, apuntando hacia la estatua de jade.
—Sí, lo sé.
—¡Entonces díganos qué es! — Pidió Mousse
Cologne bebió un último trago de su té y suspiró—. Muy bien, les explicaré. La estatua es el dragón malvado. Seguramente ustedes dos han escuchado sobre él, ¿no es cierto?
Shampoo y Mousse asintieron.
—¿Bisabuela, tú hablar de malvado dragón de viejo cuento de la aldea amazona? — Preguntó Shampoo.
—Así es, mi niña—, respondió Cologne, que llegó junto al dragón de un salto—. El dragón malvado que poseía tal lujuria que intentó casarse con todas las mujeres de nuestro pueblo.
—Shampoo recordar resto de historia. Cuando Dragón malvado acorralado y herido por amazonas, robarse todo el tesoro de Joketsuzoku en venganza.
—Cierto, yo también recuerdo ese cuento—, intervino Mousse—. El dragón desapareció en una columna de humo, dejando tras de sí sólo una estatua idéntica a él para burlarse de las amazonas—, el muchacho se detuvo y parpadeó—. ¿Eso quiere decir que esta es la estatua que el dragón dejó en la aldea según dice la leyenda?
La anciana asintió—, sí, y el consejo de las ancianas me ha dicho qué debemos hacer con él.
—¿No poder Mousse hacer trabajo solo? — Preguntó Shampoo con la esperanza de recibir una respuesta afirmativa.
—No, también tú tendrás que cooperar en la misión Shampoo. Si tienes éxito, te aceptarán en la lista de futuros miembros del concejo de amazonas—, Explicó la anciana—. Yo, tu abuela y tu madre fallamos en esta prueba—. Cologne miró a Shampoo fijamente—. Ahora mi niña, es tu turno.
Mousse se rascó la nuca—, ¿qué tendrá que hacer Shampoo, acaso es tan difícil?
—Sí, es muy difícil—, respondió Cologne—. Tendrá que llevar la estatua hasta el centro del Laberinto Espiral y tú tendrás que ayudarla.
—¿Por qué yo?
—El dragón te lo entregaron a ti—, replicó Cologne.
—¡Shampoo no querer hacer esto con él! — Gritó la joven amazona al tiempo que estampaba sus manos en la mesa.
—¡Tendrás que hacerlo! — Exclamó Cologne—. ¡Si al menos no lo intentas, serás expulsada de Joketsuzoku!
Shampoo se congeló—, ¿e-expulsada?
—Así es—, dijo Cologne con una expresión muy seria.
Shampoo volvió a fruncir el ceño y convirtió sus manos en puños mientras respiraba profundamente para controlar su creciente frustración; cuando logró clamarse, habló—. Bien, haré lo que pedir el concejo… ¡Pero no ser justo, Mousse sólo ser estorbo!
—Es parte del trabajo—, dijo Cologne—. Ahora ve a tu cuarto y prepárate para el viaje, ya es tarde y ambos partirán mañana—. La anciana esperó a que los muchachos la dejaran sola y entonces miró al Dragón de Jade. Ella conocía su verdadera historia, pues había jugado un papel muy importante en ella.
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…Hace 180 años… (Otra vez)
Era el día de la boda de Cologne, se suponía que debía estar feliz, se suponía que debía sonreír, pero no podía hacerlo. Se había pasado la noche anterior preguntándose qué era lo que Happosai planeaba hacer. No tenía idea de qué venganza había planeado, pero tenía la sensación de que sería algo muy malo.
Algunas horas más tarde, Cologne, que ahora vestía su vestido de novia, esperaba que su futuro esposo llegara. Estaba de pie al centro del salón del concejo y todas las ancianas la observaban, muchas de ellas con duda en sus rostros. Su pequeña aventura con Happosai la había puesto en vergüenza, y sólo la palabra de su bisabuela, que había dicho a las ancianas cómo Cologne había tendido una trampa para Happosai logró que volvieran a confiar en ella, al menos parcialmente.
Fue entonces cuando los gritos comenzaron, todas las mujeres del pueblo gritaban y maldecían. Cologne se apresuró a salir a la calle, las ancianas le ordenaron que se detuviera pero ella no las obedeció. Lo que la joven Cologne encontró afuera fue a Happosai, quien estaba persiguiendo a todas las muchachas de la aldea, molestándolas, intentando tocarles los pechos e invitándolas a salir con él. Era, justo como él había prometido, un caos total. Pero eso no fue suficiente para él, ya que hizo una cosa más. Se robó el tesoro de las amazonas. TODO el tesoro.
Cologne fue parte de la horda de furiosas amazonas que persiguieron al ladrón y cuando lo tenían acorralado, el joven Happosai utilizó una cortina de humo para cubrir su escape, sólo dejando frente a las amazonas ese horrible Dragón de Jade. Pero esa no era toda la verdad. Happosai también dejó a una mujer embarazada en la villa de las amazonas.
¿El nombre de esa mujer?
Cologne.
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Esta historia continuará.
Como había anunciado, esta es la nueva traducción de mis fanfics en inglés al español. Consiste en tres historias separadas que se conectan entre sí, pero para la traducción decidí que será mejor unirlas en una sola, lo que me permitirá darles una mejor cohesión entre ellas. Espero disfruten de esta nueva historia.
