Disclaimer: Los personajes y trama original del libro son propiedad de Stephanie Meyer.
¿Que hubiese ocurrido si después de todo Edward no hubiese podido evitar el morder a Bella? Este es otro punto de vista e inicia cuando Edward va a pedir que lo cambien de clase para no tener que cruzarse otra vez con Bella, pero ella aparece nuevamente cuando esta hablando con la Señora Cope.
PREFACIO
POV Edward
-Bueno, no importa. Ya veo que es imposible. Muchas gracias por su ayuda.
Giré y me lance fuera de la habitación al tiempo que intentaba no sentir la calidez de la sangre dentro del cuerpo de Bella cuando pasé a escasos cm de ella.
-Espera! - escuché que dijo en mi dirección ¿Es a mi? ¡¿Por qué me llama? esta loca?!
Seguí caminando por el pasillo, maldecí tener que mantener un paso humano. Sentí sus pasos por detras. ¿Qué demonios hacía siguiéndome ella a mi? ¡Ningún humano en su sano juicio lo habría hecho! aún menos luego de todo lo ocurrido.
Apreté aún más el paso, ya llegaba al estacionamiento, estaba desierto. Deseaba correr con todas mis fuerzas, peo ella seguía tras de mi.
-Edward, no? -insistió algo irritada- Claro que sabía mi nombre, Jessica Stanley se lo había dicho, pero es una extraña forma de dirigirse hacia alguien que no conoces...
No podía comprender! Mi garganta estaba en llamas, sentí el sabor amargo de la ponzoña ¿Qué clase de broma del destino era esta? ¡Trataba de hacer lo correcto, de no ser un monstruo, pero ella seguía atormentándome, persiguiéndome para guiarme al mismo infierno!
Sin darme cuenta había volteado a verla. Frenó en cuanto me vio girarme hacia ella, lucía..¿molesta? No asustada como debería estarlo, huyendo de mi. No tenía aire para hablar, no tenía porqué contestarle tampoco, solo debía irme antes de que no pueda contenerme más. Comencé a girar para seguir mi camino.
- Pero... acaso te hice algo? - dijo enojada
Si por cierto! solo amenazas con destruir todo por lo que he trabajado en el ultimo siglo! - rugí en mi cabeza. Tomé una bocanada de aire limpio que venía del bosque y le contesté aún más enfurecido.
-Solo vete!
Quedó atónita e hizo un paso hacia atrás pero tropezó y perdió el equilibrio. Atrás de ella había una pila de escombros de las recientes reparaciones. Podía verlo con claridad, podía ver el trayecto que iba a seguir su cabeza, golpeando directo en una viga de la que salían unos fierros.
No lo pensé, solo corrí y llegué a sostenerla solo a un cm que eso se le incrustara en la base del cráneo. Quedé con su rostro a escasos centímetros del mio, sosteniendo su cabeza, su cuerpo. Abrió los ojos como platos, ¿que hice? me había expuesto! pero no acababa ahí mi tormento, no bastó con sentir el calor de su cuerpo, sentir su corazón acelerarse y ver como se ruborizaba; en mi desconcierto lo olvidé y respiré. su aroma me golpeó como una bola de demolición y no pude evitarlo...
