Capítulo 1. ¿¡Castigados!?

Una chica pelirroja de pelo liso con unos preciosos ojos verdes estudiaba sentada en uno de los sofás de la Sala Común de Griffindor. Se llamaba Lilian Evans, pero todo el mundo le llamaba Lily. Estaba a mitad de 6º curso en Hogwarts y al día siguiente tenía un importante examen de Transformaciones, ya que, al quedar poco menos de un mes para la navidad, estaban teniendo muchos exámenes.

Poco a poco, el sueño la fue venciendo hasta terminar completamente dormida y con el libro abierto en sus manos.

Eran las siete de la mañana cuando un ruido le despertó. A través del cuadro de la Dama Gorda, tres chicos entraban. Para su desgracia, los conocía muy bien a los tres. Uno, moreno con el pelo revuelto de ojos marrones y con gafas, era James Potter otro, moreno con unos penetrantes ojos azules, era Sirius Black y el tercero era Petter Pettigrew (n/a: a este lo de describo). Tres de los cuatro inseparables merodeadores. No supo si por miedo o porque fue, continuó haciéndose la dormida.

-Mira, Cornamenta, ahí está tu pelirroja.-murmuró Sirius al verla.

-¿A que se ve linda cuando duerme? Y también cuando camina, cuando habla, cuando me grita, cuando sonríe, cuando respira…-un suspiro escapó de la boca del chico.

-Definitivamente te hemos perdido…-comentó Sirius riendo.

-¿Le debería despertar?

-No se…aun es pronto… ¿Qué hora es?

-Las 7.-cuando Lily escuchó esto, se removió inquieta y poco a poco fue abriendo los ojos, como si acabara de despertar.- Oh no, la he despertado.-murmuró el merodeador. Ella se limitó a mirar a los tres chicos.

-¿Se puede saber que hacéis aquí a estas horas?-preguntó.

-¿Y tu?-contraatacó Sirius.

-Yo me quedé dormida estudiando para el examen de hoy ¿y vosotros?

-Esto…pues…díselo tú Canuto.

-No, no, que se lo diga Colagusano.

-¿Yo? No, que se lo diga Cornamenta.

-¿¡Me lo vais a decir de una vez o que!?

-Hemos bajado a buscar la varita de Petter, que ayer se le cayó y no sabemos donde está.-mintió rápidamente Sirius.

-Ah…pues adelante, buscadla.-diciendo esto, la pelirroja se levantó, cerró su libro y se encaminó escaleras arriba hacia las habitaciones de las chicas.

Los tres merodeadores pudieron respirar tranquilos una vez desaparecida la chica.

-Poco mas y nos pilla.-dijo Sirius.

-Bueno, vamos a dormir un poco antes de que empiecen las clases. Al mediodía iremos a visitar a Lunático a la enfermería. Las noches de luna llena son cada vez más agotadoras…

Acto seguido, los tres chicos subieron a su habitación.

En la habitación de las chicas, Lily intentaba estudiar tumbada en su cama. Aun tenía sueño, así que de nuevo se quedó dormida. El libro resbaló y cayó al suelo, causando un estruendo que consiguió que le pelirroja y Rocío Dawson, una chica morena con el pelo liso de ojos negros que era amiga de Lily y también su compañera de habitación, despertaran sobresaltadas.

-¡¿QUÉ HA PASADO?!-gritó la morena.

-Tranquila, es solo que se me ha caído el libro.-contestó Lily.

-Maldito libro…con lo bien que estaba yo durmiendo…-murmuró Rocío, causando la risa de su amiga.

-Que raro que Paloma no se haya despertado por el ruido.-comentó la pelirroja refiriéndose a Paloma Holder, su otra amiga y compañera de habitación, una chica de pelo castaño ondulado y ojos marrón verdoso.

-Lils parece mentira que aún no sepas que Paloma no se despierta fácilmente.-contestó Rocío.

-Pues deberíamos de ir despertándola porque si no se nos va a hacer tarde.

-Si, vamos.

Las dos chicas se acercaron sigilosamente a la tercera chica, subieron a su cama y comenzaron a saltar en ella.

-Cinco minutos mas…-murmuró Paloma al notar a sus amigas saltando en la cama. Tanto pelirroja como morena estallaron en risas. Resignada, Paloma abrió los ojos.-¿siempre tenéis que despertarme así?

-Si, porque si no, no te despiertas.

-Bueno, está bien…ahora bajad de mi cama que necesito levantarme y con vosotras una a cada lado no puedo.

-Está bien.

Las dos chicas bajaron de la cama y, antes de que se dieran cuenta, Paloma había salido de entre las sabanas para correr y entrar en el baño, cerrando la puerta de un portazo.

-¡Me pido primera!-gritó la castaña desde el baño.

-¡No es justo!-exclamaron sus dos amigas.

-¿Quién dijo que la vida fuera justa?-comentó Paloma desde el baño, para seguidamente dejar escuchar el sonido de la ducha.

Una hora y media después, las tres chicas ya estaban listas y saliendo por el retrato de la Dama Gorda para dirigirse rumbo a el Gran Comedor.

-¿Entonces dices que los merodeadores estaban a las 7 de la mañana en la Sala Común?-preguntó Paloma, después de que Lily les contara lo sucedido.

-Si. Bueno, no todos, Remus no estaba.-contestó Lily

-A ese ni le nombres.-dijo Paloma.

-¿Aun sigues así? Paloma, ya va un año y medio…¡acéptalo!-exclamó Rocío.

-No quiero.

-A ver, comprendo que después de que estuvierais saliendo durante dos meses molesta mucho que corte contigo diciendo que le gusta otra, pero tampoco es para que ahora te lleves fatal con el.

-Déjalo Rocío, ya sabes lo cabezota que es esta niña…-murmuró Lily

-Dejemos de hablar de Lupin y vayamos más rápido. Tengo hambre.

Las chicas llegaron al Gran Comedor y se dirigieron a la mesa de Griffindor. Se sentaron en unos lugares libres que había cerca de la puerta y comenzaron a desayunar. Pocos minutos después aparecieron James, Sirius y Petter y se sentaron en frente de ellas.

-¡Hola chicos!-exclamó Paloma.

-Hola Paloma.-contestó Sirius.

-Si, eso, hola.-murmuró James, que estaba distraído mirando a Lily fijamente.

Al contrario que Lily y Rocío, Paloma se llevaba muy bien con los merodeadores, exceptuando a Remus, desde hacía mucho tiempo. Lo único que no sabia sobre ellos, era el "pequeño problema peludo" de Remus y, por consiguiente, tampoco sabía que eran animagos.

-¿Habéis encontrado la varita de Pettigrew?

-Si.-contestó James.

-Oh, bien.

Durante todo el desayuno, la conversación fue prácticamente nula. Cuando llegó la hora del comienzo de las clases, los seis se fueron. A primera hora les tocaba Transformaciones con los Slythering.

Estaban en mitad de clase, casi todo el mundo había terminado su examen. Las chicas y los chicos estaban sentados mas o menos por el centro de la clase, por parejas: Lily y Rocío, Paloma y James, Sirius y un asiento vacío que correspondía a Remus y Petter y Kevin, un chico de su mismo curso de Slytherin. Todos ellos excepto Petter habían terminado el examen.

-Paloma…-murmuró James a la chica, que dibujaba lunas en un trozo de pergamino.

-¿Que quieres James?

-¿Te ha contado Lily lo de esta mañana?

-Si¿por?

-No, por nada…

-Potter y Holder (n/a: mira si riman…xD)¿Qué es eso tan importante que se tienen que decir que no pueden esperar al final de la clase?-exclamó McGonagall.

-Nada profesora.-respondió James.

-Pues cállense.-Lily se dio la vuelta.

-Paloma cállate o te castigarán.-murmuró la chica. Rocío se giró también.

-Si, Lils tiene razón.

-¿Y quienes sois vosotras dos para decirle que se calle?-intervino Sirius desde detrás de James.

-Sus amigas ¿y quien eres tú para contradecirnos?-respondieron ellas.

-¡YA ESTA BIEN!-exclamó McGonagall. Lily y Rocío se giraron, Sirius se puso recto y Paloma y James se pusieron blancos.-¡Ustedes cinco castigados¡Entréguenme sus exámenes y márchense de la clase!-los cinco hicieron lo que les había dicho la profesora y justo antes de salir de allí McGonagall les dijo que les esperaba esa tarde en su oficina a las seis.

La mañana pasó rápida y así llego el mediodía. James, Sirius y Petter se dirigían a la enfermería a ver a Remus. Cuando llegaron vieron a su amigo un poco pálido pero listo para marcharse. Los merodeadores, ya al completo, se dirigieron al Gran Comedor para comer.

-Bueno, contadme¿Qué me he perdido?-preguntó Remus.

-Estamos castigados. Esta tarde a las seis tenemos que estar en la oficina de McGonagall.-contestó Sirius.

-¿Ahora que habéis hecho?-preguntó el merodeador de ojos color miel.

-Pues estuvimos hablando en clase y nos castigaron.

-Si, y también están castigadas Evans, Dawson y Paloma.-inmediatamente el rostro de Remus se entristeció.-Lunático dime que no sigues con eso todavía…

-Si Sirius…

-¡Pero si fuiste tú el que cortó con ella!-exclamó Sirius

-¡Pero fue porque no soy normal! Ella se merece a alguien mejor que un licántropo.

-¿Otra vez con eso? Remus tu eres completamente normal.-dijo James

-No, no lo soy, soy un hombre lobo ¿eso es ser normal?

-Mira Lunático, eso no te impide tener una relación así que yo no le veo la pega…-repuso Sirius.

-Yo si. Si ella supiera que soy un licántropo…la perdería para siempre. Prefiero esto a no poder verla siquiera.-murmuró el chico.

-¡No sabes como va a reaccionar! Inténtalo de nuevo…no la pierdas solo por no querer intentarlo.-a esas alturas los chicos ya estaban en las puertas del Gran Comedor. Entraron y se oyó un suspiro generalizado.

-Canuto tiene razón…díselo.-respondió James.

-¿Decirle qué a quien?-preguntó una voz detrás de ellos. Era Paloma y tras ella iban Lily y Rocío.

-Nada…es igual.

Todos se sentaron a comer. Lily enfrente de James, al lado de la chica Rocío y enfrente de esta Sirius, al lado de Sirius Remus y enfrente de este último Paloma. Petter se había sentado mas lejos porque en ese sitio no quedaba espacio.(n/a: muhahahaha que se aguante la rata asquerosa xD)

-Esto…Paloma, me pasas el plato ese.-preguntó Remus.

-Cógelo tú que para eso tienes manos.

-No seas así Paloma…el chico te lo ha pedido bien.-comentó Lily.

-Me da igual. Rocío dáselo tu.

-¿Y porqué tengo que dárselo yo? Que se lo dé Lily.

-Yo estoy muy lejos.

-Míralas, se contradicen ellas solas.-murmuró Sirius.

-¡Te hemos oído!-exclamaron las tres chicas.

-¡Cómo no! Igual que me oísteis en clase de Transformaciones.-contestó el moreno.

-Si, y ahora por tu culpa estamos castigados.-respondió Rocío.

-No, fue por vuestra culpa, que no os callabais.

-Fue Potter el que empezó.-repuso Lily.

-¿Ahora que he hecho yo?-preguntó el aludido. A esas alturas, todos los Griffindor miraban la pelea.

-Existir.-dijo Lily.

-Ja ja que graciosa.-comentó Sirius con sarcasmo.

-No lo aguanto…-murmuró Paloma poniéndose en pie.-Me voy, cuándo terminéis la pelea me avisáis.

-Emm…si, yo también me voy.-dijo Remus.

Paloma y Remus salieron del Gran Comedor.

-¡Eh, Paloma, espera un momento!

-¿Qué quieres Lupin?-preguntó la chica molesta, dándose la vuelta y encontrándose de frente al merodeador.

-Es que yo quería hablar contigo.

-Adelante, habla.

-Pues, verás, quería hablarte sobre lo que pasó el año pasado…

-El año pasado pasaron muchas cosas… ¿podrías concretar?

-Sobre lo que pasó entre nosotros.

-Ah...-murmuró la chica haciendo una mueca entre dolor y tristeza, pero que al chico le pareció de asco.

-Yo quería decirte que…bueno, que corté contigo por…

-¡EH CHICOS!-gritó Sirius saliendo del Gran Comedor, seguido de James, Lily y Rocío.

-Hablamos en otro momento.-diciendo esto Paloma se dirigió hacia sus amigas y Remus se quedó parado mirando el lugar donde instantes antes había estado ella.

-¿Hemos interrumpido algo?-preguntó Sirius al acercarse a su amigo junto con James.

-Si, sois muy inoportunos…

-¿Tan malo era lo que estaba pasando que llevas esta cara tan triste? Ni que te hubieran dicho que vas a ser un lobo todas las noches…-murmuró James.

-Me habéis interrumpido cuando intentaba explicarle a Paloma la verdad de porqué corté con ella.-contestó malhumorado el chico de cabellos castaños.

-Lo sentimos…-dijeron James y Sirius a la vez.

Todos se fueron a la Sala Común, a esperar a que llegaran las 6 para conocer su castigo.

El tiempo pasó rápido y a las 6 en punto los cinco se encontraban en la puerta del despacho de McGonagall, junto con Remus que les estaba acompañando. La profesora llegó enseguida y les dijo que pasaran. A Remus también le dejó ya que el dijo que como prefecto y amigo de los chicos, quería saber que castigo tendrían.

-Bien. Su castigo será organizar la decoración, la música, el tema, la comida, la bebida, etc. Del baile de navidad.

-¿Va a haber un baile para navidad?-preguntó James.

-Si Potter, y será por parejas. Y ustedes, lo van a organizar.

-Pero…pero…pero…

-Nada de peros Black. Si no le gusta, se hubiera callado cuando se lo dije. Ahora váyanse. Les quedan tres semanas para planearlo. Veamos…hoy es día 1 de Diciembre. Para el día 22 quiero que esté todo preparado ¿entendieron?-todos asintieron, exceptuando a Remus.-pues bien, ya pueden irse.

-Profesora.-dijo Remus-¿Puedo ayudarles?

-¿Para que quiere ayudarles?

-Son mis amigos…tendría remordimientos si no lo hago.-contestó el chico cabizbajo. (n/a¿no es tierno mi lobito lindo? )

-Haga lo que quiera…-contestó McGonagall.

Todos salieron del despacho de la profesora. Inmediatamente James habló.

-Genial…¿alguna idea?-preguntó

-No.-respondieron los demás.

-A ver, lo que está claro es que el baile va a ser con túnicas de gala…-repuso Sirius.

-¡Que listo!-comentó sarcástica Rocío.

-Por lo menos yo he dicho algo, no como tú…-dijo Sirius.

-¡Mejor quedarme callada que soltar una estupidez como la que dijiste tu!-exclamó la morena.

-¡Bueno basta ya!-gritó Remus.-Tenemos que organizar el baile, no pelearnos. Vamos a la Sala Común y allí hablamos. Venga.

Roció bufó, cogió a Lily del brazo y se fue de allí andando a paso rápido. Sirius gruñó un "vamos James" y los dos chicos se fueron de allí. Paloma miró a Remus y sin más comenzó a caminar, el chico, decidido, se acercó a ella y de un tirón la paró haciéndola girar y consiguiendo que los dos quedaran de frente.


Mi primer fic de más de un capítulo publicado en FF!! Es solo el primer capítulo, pero espero que os haya gustado!! Quero muchos reviews, a ser posible!! Cuantos más, actualizo más rápido...

Bueno, ahi lo dejo...besos!!

Isilme Lupin