Vendida al Enemigo
Capítulo 1... El secreto
-No lo sé Ron!... Las muchachas están muy raras últimamente... ¿Que ocurrirá?- Le decía Harry a su amigo. Ambos se encontraban sentados en un par de butacas de la sala común.
-¿En que sentido?
-Tu hermana por ejemplo
-Oh!... Ya le has echado el ojo... Sabía que te darías cuenta tarde
-¿Que?... ¿Que me quieres decir?
-Vamos! Hace siete años que podrías haberla notado, pero tu eres lerdo hasta para eso!
-Hablo en serio... De todas formas, no me refería a eso, si no que... ¿No la notas distante?
-No
-Es decir... Le hablas y se pierde... Desaparece con cualquier excusa. La mayoría de las veces que la veo, casi nunca, se encuentra sola y... triste. Esa no es la Ginny normal.
-Debes entenderla, ella está en su sexto curso, esta cambiando por dentro como por fuera, seguro lo has notado
-Y que lo digas!
-Yo, en cambio, la veo más madura... Es más independiente
-¿Tu crees?
-Claro que si!... Y eso es lo que verdaderamente me preocupa- Sonrió- Igualmente, me preocupa más Hermione
-Ah si?... ¿y por que es eso?
-No lo sé, ahora anda todo el tiempo con sus amigas mujeres...
-Noto cierto tono de envidia... Creo que no dudarías cambiar tu sexo con tal de pasar más tiempo a su lado, ¿o me equivoco?
-Harry!... Te hablo en serio!... ¿Es que no sabes cuando bromear y cuando hablar en serio?
-Pero si no estoy bromeando... ¿Y, que hay de malo en que esté con sus "amigas"?
-¿Amigas?... Ella no tiene amigas, nos tiene a nosotros!- Se quejó.
-Creo que alguien está celoso de sus compañeras!
-Al demonio contigo!
-No te enojes!... Es solo que, no entiendo tu punto, ¿quieres que deje de tener vida social?
-Claro que no!... Solo quisiera que volvamos a ser el trío dinámico como antes ¿sabes?
-Aún lo somos!
-Cuando los tres nos enfrentamos contra Flufy, contra el Grim, cuando te ayudamos en el torneo... En el ministerio!... Extraño esos días!- Dijo melancólico.
-Esos días acabaron por que Voldemort se acabó!... Pero nosotros aún estamos juntos y somos amigos, eso es lo que de verdad importa!
-Si... Bueno supongo que no es suficiente para mi- Dijo levantándose- Bien!... Hora de dormir... Si que estoy agotado!, tu no?
-Si... vamos!- Subieron las escaleras y se perdieron tras la puerta del cuarto.
Había amanecido. Harry y Ron ya estaban listos para tomar el desayuno, así que bajaron a la sala común, allí se encontraba Hermione.
-Hola chicos!... ¿La han visto a Ginny?
-No- dijeron ambos
-Es que anoche no durmió en su cuarto y tampoco está aquí...
-¿no durmió en su cuarto?- se extrañó Ron
-De seguro se ha levantado temprano- Se despreocupó Harry- Últimamente está algo sonámbula- sonrió.
-Puede ser, pero, yo también me desvelé y he estado aquí desde las cinco de la mañana y no la vi ni pasar...En fin... Vamos?... muero de hambre!
-Si...
El día de clase había sido realmente agotador, tanto que Harry desistió de ir a la práctica de quidditch que tanto le gustaba, para descansar.
Ron, en cambio, había estado esperando toda la tarde por ella y cuando Harry le dijo que lo suplantara, ese día, por capitán, el chico saltó de emoción.
Hermione, por otro lado, rechazó con pena, la invitación de Ron de ir a verlo jugar, ya que debía estudiar para dos materias y realizar dos pergaminos enteros sobre Runas Antiguas. Ron simplemente se fue a los vestidores.
Harry irrumpió en la sala común, atravesando el retrato de la dama gorda. Entró arrastrando los pies. Su mochila, que en un principio colgaba de su hombro, ahora se encontraba barriendo el piso. Al llegar a la butaca más cercana, se dejó caer. Hubo una gratificante y cálida pausa en la cual, el cuarto se infestó de silencio. Comenzó a mirar para todos lados. Un suspiro entrecortado y dulce se dejó escuchar en ese inmenso silencio, y no era suyo.
Con gran dificultad, se levantó de la butaca y se dirigió al sillón que se encontraba frente a la chimenea. A medida que se acercaba, una figura de contextura pequeña, se dejaba ver. La melena rojiza comenzaba a notarse, esparcida por la cabecera del sillón. Al ver el rostro tranquilo de la chica, Harry se dejó llenar por una inmensa tranquilidad.
Se sentó en una pequeña porción de espacio libre que había al lado de las piernas de la pelirroja, y la observó con detenimiento. Luego colocó su mano en el hombro de ella y la jadeó suavemente.
-Ginny- susurró. Ella produjo otro suspiro, pero más rítmico y suave- Ginny...- Volvió a ladearla. Ella abrió los ojos lentamente. Al verlo se extrañó.
-Harry...- Se sentó despacio y peinándose con las manos.
-¿Qué hacías durmiendo aquí?
-Ah!... es que, no dormí muy bien anoche y... no llegué a mi habitación- sonrió.
-Hermione me dijo que ni siquiera dormiste en tu cuarto anoche... ¿qué ocurre?
-Nada...
-¿Por qué anoche no estabas aquí Gin?
-Yo... si dormí en mi cuarto!
-Gin!...
-De verás!
-¿De que le serviría a Herms mentirme?
-Yo que sé!
-Vamos!... Se que me mientes y me ocultas cosas, pero no sé por que!... ¿qué es lo que ocurre contigo?
-No me ocurre nada- Se irritó
-¿Por qué siempre estas sola?... Cuando te veo siempre estas triste, y además... Sé que no estás yendo a clase...
-No te entrometas Harry!...Es mi vida!
-No me entrometo... entiende que me preocupo por ti!!
-¿por qué deberías?... sé cuidarme sola!... gracias!
-Seguro que si!... y no lo cuestiono!... Solo quiero saber que te pasa!
Ella desvió la mirada. Sus ojos se humedecieron con sorprendente rapidez. De sus ojos comenzaron a caer gruesas lágrimas.
-Ginny- se apenó- ¿por qué lloras?
-Por que ni tu ni Herminio ni mi hermano me entienden!!... Estoy sola por que no tengo tiempo de hacer amistades... Estoy triste por que mi vida no me pertenece... y no voy a clase, por que no estoy en condiciones!!-Dijo y respiró una gran bocanada de aire. Sus lágrimas fluían. Él con su mano, acariciaba el pelo de la chica. Esta se apartó. A Harry no le importó, simplemente volvió a apoyar su mano en el rostro de ella, y la acariciaba con suavidad.
-¿Por qué te pones así?- Continuó mientras la acariciaba.
-No lo entenderías!
-¿Por qué no lo intentas?
-No!... no puedo!... él se enteraría y de saberlo... no Harry, no insistas!
-¿Qué ocurre?... me preocupas de verdad!
-No me pasa nada!... – Hubo una pausa
-¿Sabes que te quiero?- Ginny se separó, por lo que Harry detuvo sus caricias.
-No me hagas esto!
-¿Hacerte que Ginny?- Volvió a acariciar su rostro.
-Vamos!... déjame!... por favor!
-Solo te digo lo que siento...- Miró su boca sin dejar de acariciar su mejilla- Si solo pudiera... quisiera- miraba su boca- podría...?- Con su pulgar comenzó a acariciar sus labios- Cielos Ginny!... quiero besarte!...- Se acercó despacio pero decidido y sin dejarle cabida para que ella se corriera, la besó.
Ginny no se percató de ello si no hasta notar que ella lo besaba con tanta desesperación como él. Se detuvo y se separaron. Él la miró extrañada.
-Harry detente!!...
-Solo quería... Déjame besarte!, por favor!...- La besó de nuevo y la abrazó ejerciendo presión. Ella intentaba separarse sin éxito. Colocó sus manos en el torso de Harry empujándolo así, para alejarlo.
-Harry basta!- lloraba.
-¿Por qué?
-No puedo hacer esto!... entiende... es por el bien de todos!
-¿Qué ocurre?... ¿no me quieres?
-No es eso...
-Creí que me amabas!... Ahora que por fin aclaré mis sentimientos y vengo a ti, tu... tu no me amas- Dijo apenado.
-No es eso...
-¿Qué es entonces?
-Es que...
-Por favor... di que me amas... Al menos di que me quieres
-No puedo- lloró- Entiende que no puedo!!
-¡¿Por qué?!
-Por que él se enteraría, siempre se entera!!... Sabe exactamente todo lo que digo y hago!... Si algo pasara entre nosotros él... él enloquecería...
-¿Quién?... ¿De quien demonios hablas Gin?
-No puedo decírtelo!!...- lloraba más aún- Por favor... no me preguntes!... Si él se entera todo será peor que ahora, te lo aseguro!... Solo déjalo así por favor- Dijo, y se levantó. Subió las escaleras, y se perdió dentro del cuarto.
