Diosa del Viento
La primera vez que la vio ya lo pensó, su forma tan altanera de tratar a los demás como si todos fueran inferiores a ella. Su forma de tratar a sus hermanos, el modo en que hacía que ambos la atendieran y se controlaran.
Su voz… esa voz tan dulce a sus oídos eran un bálsamo para él, como una suave brisa arrullándole suavemente con dulzura.
Su pelo, dejando al viento jugar con él, dejando que formase ondas, dejando que el viento jugase con ellos cada vez que se soltaba las coletas.
Sus ojos como el mar que de una sola mirada provocaban que nadie le rechistara, que todos cumplieran sus órdenes y un cierto temor a quien le plantase cara.
Su piel dorada que relucía con los rayos de sol bajo esas mayas de red, su piel tan perfecta, tan dulce…
Sus labios, tan perfectos, tan suaves, tan tiernos, tan atrayentes…
Su cuerpo tan sumamente perfecto, tan sumamente ágil…
Ella una kunoichi fuera de su alcance, ella la hermana del Kazekage, ella su igual en combate, ella tan problemática, ella cuyo carácter era evidente, ella que por las noches se mostraba tan dulce, tan juguetona… Ella era su Diosa del Viento, su importantísima Temari…
