Holocausto Sekirei

Capitulo 1: El descubrimiento.

¿Crees en las profecías?, probablemente no…, es lo que pensaba la mayoría de los mas de 6 mil millones de habitantes del planeta hasta que la catástrofe ocurrió… quizás fue cosa del Destino, quizás pura casualidad, lo cierto fue que durante el año 2012, el año mágico de la predicción del fin del mundo, un gigantesco terremoto de una magnitud nunca antes sentida en la historia humana sacudió al mundo llevándolo casi hasta el borde mismo de la destrucción y con ello el casi exterminio de la raza humana.

Luego de eso, el planeta mismo quedo doliéndose, los continentes se fragmentaron por completo creándose muchos otros más pequeños, en tanto grandes porciones de tierra quedaron hundidas bajo el agua.

El aire se vicio, haciendo imposible el respirarlo causando muchas más muertes y enfermedades.

El calor infernal precedía al frío más crudo y el frío al calor, una y otra vez… todos los días.

La vegetación se perdió, quedaron muy pocos animales.

Los pocos (en promedio ya que aun quedaban varios millones) humanos que sobrevivieron estaban destinados a acompañar al resto hasta que ''la tecnología'' regreso para salvarlos… no se supo de donde ni quienes lo habían hecho simplemente aparecieron de la nada… siendo llamadas ''las arcas de Noe'' por los sobrevivientes.

Estas eran gigantescas islas flotantes capaces de albergar cada una a varios millones de habitantes que de esa forma fueron capaces de seguir existiendo sin tener que soportar más los temblores que sacudían a diario al planeta.

Por supuesto, el ser humano es el ser humano, lo que significa que ni aun en las mayores desgracias serán capaces de cooperar unos con otros y llevarse bien, debido a lo cual se desato la primera guerra de recursos, en donde cada ''arca de Noe'' intentaba desesperadamente arrebatarle los recursos de otro grupo llevando todo eso a una nueva disminución de la población.

De estas ciudades tan solo quedaban un escaso numero de 14 de ellas, una de ellas llamada New-Tokio en donde residían la mayoría de los habitantes de Japón, China, Corea y otros países del Este de Asia y la Polinesia y era en donde vivían gente especial, tan especial que ni aun ellos mismos lo imaginaban, así como tampoco imaginaban todo lo que estaba a punto de ocurrirles en su camino de encontrar la felicidad y el amor de una familia que siempre habían ansiado.

Y esta es la historia, de cómo comenzó… el principio… del final del Planeta Tierra.

MSEALys11S

En una extensa región de tierra desolada, con temperaturas superiores a los 40º C y fuertes vientos que levantaban sin cesar la arena del árido suelo, una figura, vestida con una larga capa de color gris que ondeaba salvaje con el viento, se apareció.

La figura, de largo cabello gris que llevaba atado en una larga cola de caballo que le caía por la espalda, permanecía impasible en lo alto de un pequeño cerro observando en silencio la interminable planicie marchita que se extendía a su alrededor.

-¿Así que es este no es así?- Murmuro con voz aguda delatando su condición femenina- mhu hu hu hu… el maravilloso mundo que buscábamos hu hu hu… aunque ciertamente… es mucho mejor de lo que me esperaba…

Los ojos grises de la mujer se encendieron con un brillo maligno abarcando con ellos toda la vasta tierra estéril sonriendo de forma extrañamente suave levantando la mirada al cielo unos segundos antes de volver a descender dejándola enfocada a lo lejos en lo que parecía un pequeño levantamiento de polvo.

Dilatando sus pupilas, la peligris agudizo su vista encontrándose con un vehiculo motorizado que viajaba a una velocidad impresionante desplazándose con facilidad incluso por aquella tierra seca y sin vida dejando tras de si todo un camino de polvo de arena que levantaban las ruedas.

-Ho- Se impresiono la mujer- incluso en este mundo… aun quedas algunos, mhu hu hu hu, me pregunto, ¿Qué debería hacer?, ¿debería de informarlo o me lo callo para mi y veo como resulta todo?, mhu hu hu… elijo lo segundo… si, de todas formas no soy su perra mensajera, ella puede tomar la responsabilidad de todo… hu hu… si, un poco mas… solo un poco mas y seré libre… y junto a el… dominare sobre este hermoso planeta… si, ya que... después de todo… un mundo vacío… es un mundo hermoso…

Tras esas palabras, la mujer se giro sobre si misma, desapareciendo dentro de una pequeña tormenta de arena dejando tras de si su huellas que fueron inmediatamente borradas del camino por acción del mismo clima.

MSEALys11S

A varios cientos metros de allí, el vehiculo motorizado que la peligris había divisado continuaba avanzando sin muchos problemas, evadiendo con gran facilidad las fallas de la tierra así como cualquier otro obstáculo que pudiera ser peligroso para la moto.

Pasaron los minutos, en los que el individuo que conducía la moto recorrió varios kilómetros más yendo siempre a la misma endiablada velocidad que asustaría a cualquier novato, aunque claro, el no era ningún novato puesto que a pesar de su juventud ya llevaba varios años conduciendo, exactamente 8 años, la misma cantidad de tiempo que tenia ''El Nuevo Mundo''.

Sin detenerse en ningún momento, el conductor diviso mas delante de su camino una gran falla en la tierra, que según supuso debía de tener unos 50 metros de un extremo al otro, lo que en promedio la hacia bastante pequeña de las otras fallas que conocía.

Tomando el volante con una sola mano, el hombre saco un pequeño aparato del bolsillo de su chaqueta encendiéndolo y observando las imágenes, las cuales le mostraban un pequeño punto que según se indicaba quedaba del otro lado de la falla.

Resignándose con un profundo suspiro, el individuo apago el aparato y se lo guardo encendiendo a continuación el botón de la velocidad turbo sacando la máxima velocidad de la que disponía su vehiculo y absolutamente sin ningún temor se lanzo sobre la falla quedando unos instantes suspendido en el aire con solamente el vacío debajo suyo, el cual se dio el tiempo de observar notando que era imposible divisar el fondo de la falla, preguntándose que profundidad tendría imaginándose que de caer seria una muerte mas que asegurada.

Con un fuerte impacto, amortiguado por las llantas de su moto, el hombre finalmente salvo la distancia alcanzando el otro extremo y continuo tranquilo como si no hubiera saltado sobre lo que bien podría considerarse la boca abierta de un titán.

Varios kilómetros mas adelante, el hombre freno finalmente su moto y se detuvo a un lado del camino bajándose de su vehiculo y quitándose el casco que portaba, revelando a un hombre joven de apenas 19 años, de cabello corto negro y ojos de un tono violáceo llamado Minato Sahashi.

Separándose unos metros de su motocicleta, Minato volvió a sacar el aparato de su chaqueta observando nuevamente las imágenes.

-¿Aun no eh?, ahhhhh- Suspiro agotado- detesto estos viajes largos… -guardándose el aparato rastreador, el pelinegro saco a continuación una cantimplora llevándosela inmediatamente a los labios solo para descubrir apesadumbrado de que estaba completamente vacía- ¿ni una gota?, dioooos ¿Qué hare?, incluso si completo mi misión son al menos cuatro días hasta que regrese a la ciudad sin contar los que aun tengo por delante, no podré resistir tanto tiempo sin agua… mucho menos con este calor…

Y mientras permanecía allí, lamentándose de su mala suerte un fuerte temblor sacudió la tierra que a punto estuvo de tumbarlo.

-¿Otro sismo?, tch, hoy en día son tan comunes como los mosquitos- Mascullo el pelinegro mientras la tierra volvía a calmarse.

Cerrando sus ojos unos segundos, el chico los volvió a abrir alarmado cuando sintió repentinamente un peso sobre su espalda y un par de manos asirse con fuerza sobre su cuello.

Reaccionando instintivamente, Minato llevo las manos hacia atrás sujetando el cuello de la ropa de su enemigo tirando de el por encima de su hombro y arrojándolo al suelo con fuerza saltando sobre el caído apoyando una mano en su pecho manteniéndolo abajo y apuntándole a la cabeza con una pistola que saco de su cinturón.

-¿¡Quien demonios er…!- Totalmente perplejo, el pelinegro enmudeció al ver debajo suyo a una linda chica de corto cabello negro y ojos también violáceos como los suyos- Yu… Yu… Yu… ¿¡YUKARI!-

-¡Yo!, Onii-chan- Lo saludo Yukari Sahashi, nada mas ni nada menos que su propia hermana menor quien levanto una de sus manos libres a modo de saludo.

-¿¡Que diablos estas haciendo aquí!- Le grito Minato incrédulo.

-Je je, mama me envió como tu respaldo- Le respondió la chica sonriendo de forma despreocupada.

-¿En serio?- Dudo el chico en tono escéptico- no dudo que ella sea capaz de mandarme hasta el final del infierno si es para buscarte a ti pero ¿al revés?, no me lo creo ni en un millón de años…

-¡Me escape por mi cuenta!, ¿¡satisfecho!- Le confeso la chica cambiando rápidamente de humor.

-Aaaaaah! Lo sabia… dios si te llega a pasar algo mama me asesinara…- Casi lloraba el chico.

-Por cierto Onii-chan…-Continuo su hermana volteando el rostro con las mejillas sonrosadas-…¿hasta cuando seguirás tocándome el pecho?.

-¿Eh?-.

Dándose cuenta que aun seguía aprisionando a su hermana contra el piso, sujetando para eso uno de los pechos de la chica, al cual apretaba con fuerza por sobre la ropa que llevaba, Minato se incorporo velozmente pidiendo disculpas apresuradas al tiempo que ofrecía su mano para ayudarla a levantarse.

-Vaya, nunca imagine que mi Onii-chan tuviera tantos deseos de tocar los pechos de su linda e inocente hermanita- Murmuraba Yukari, dando una sonrisa que pretendía ser seductora- de haberlo sabido antes quizás… - A continuación la chica comenzó a bajarse el cierre de su chaqueta enseñando un poco de su busto…

-¡SOLO FUE UN ACCIDENTE!- Le grito su hermano molesto antes de darle la espalda.

-Tch, cobarde…-

-Bien, no tengo mucho tiempo así que continuemos- Mnato llego a la moto y se subió esperando a su hermana que se monto rápidamente detrás de el abrazándolo por la cintura y repegando sus cuerpos apoyando su cabeza sobre los anchos hombros de él- por cierto… ¿en que demonios has llegado hasta aquí?- Inquirió muerto de la duda al no ver cerca suyo ningún vehiculo en el que su hermana pudiera haberse transportado, sin mencionar de que no había escuchado ningún ruido que la maquina hubiese provocado.

-Pues en el baúl de tu moto en donde mas- Le contesto Yukari.

-¿¡Huh!- Ciertamente, su moto era relativamente grande comparada con las motos del ''Viejo Mundo'' y el baúl era también bastante espacioso pero, aun así, un cuerpo humano allí…- ¿Cómo…

-Practico algo de Yoga así que no es realmente tan difícil para mi jo jo jo jo…-

-Eh… lo que sea… continuemos…-

Irritado en parte por el tono burlón de su hermana, Minato prefirió cortar la conversación y arranco de nuevo su maquina reemprendiendo su viaje a toda velocidad.

-Por cierto Onii-chan, ¿hacia donde estamos yendo?- Quiso saber Yukari

-¿¡Me seguiste hasta aquí sin saberlo!-.

-Yo solo quería estar contigo…- Refunfuño la chica- y mama nunca me dice a donde te mandan siempre…

-Eso es por que se preocupa mucho por ti… al igual que todos en la familia…- Le dijo Minato excusando a su madre.

-¿Incluso tu?-

El pelinegro hecho levemente la cabeza hacia atrás observando el rostro ilusionado de su hermana menor.

-…Incluso yo…- Respondió girando nuevamente su vista al frente- eres mi linda hermanita menor después de todo…

-Geh!, ¿solo por eso?- La chica puso mala cara.

-¿Qué esperabas que respondiera?-

-Nada… Onii-chan idiota…-

Como siempre que no era capaz de entender los berrinches de su hermana, Minato prefirió ignorarla centrándose nuevamente en su primer pregunta.

-Estoy buscando algo-

-¿Algo?- Se sorprendió la pelinegra- ¿Qué cosa?.

-En realidad no lo se… solo… vi uno de esos un día en las manos de papa cuando hablaba en privado con Asama-san y luego el me dijo que tenia que encontrar el resto… eso es todo- Termino el chico algo pensativo.

-Entonces si sabes lo que es-

-Se su forma, pero desconozco lo que es o para que es lo que mi padre y Asama-san lo necesitan- Le contesto.

-Y entonces… ¿Qué forma tiene?-

-… lo sabrás en cuanto lo encontremos…-

MSEALys11S

-¡Aaaaah!- Suspiro el joven Minato Sahashi rodeado de un aire depresivo- ¿esto no termina nunca eh?, aquí estoy yo… solo… en un desierto ubicado en el medio de la nada… y con un calor de los mil demonios… por cierto hacer tres días que no como nada y uno que no veo una mísera gota de agua… ¿será este mi fin?... aaaaaaah!... el sol se ve tan lindo…

-¿¡DEJA DE SOLTAR PULMONIAS POR LA BOCA Y CONCENTRATE ESTUPIDO ONII-CHAN!- Le grito por el auricular su pequeña hermana Yukari Sahashi.

-¿Yukari?- Se extraño Minato- ¿no te dije que te quedaras en la moto?...

-Estoy junto a la moto- Le devolvió la chica.

-¿Huh?- Incrédulo, Minato se volteo hacia donde había llegado viendo a lo lejos a su hermana recostada boca abajo sobre el suelo apuntándole con un fusil de francotirador súper sofisticado de largo alcance.

-¿De donde sacaste esa cosa?-

-La tuve conmigo todo el tiempo- Le respondió su hermana- Es mi arma de combate así como son las tuyas esas tontas espadas que llevas.

-Si pero… esa cosa es enorme… - En efecto, el fusil era por lo menos dos veces del tamaño de su portadora, que de hecho tenia que apoyarlo en el suelo para poder disparar- ¿en donde…-

-¿A quien diablos le importa eso?- Se quejo la chica

-Cada vez eres mas y mas malhablada ¿lo sabias?- Inquirió el pelinegro.

-¡Cierra la $%&$ boca!-

-Como sea, mantente oculta entiendes, no quiero que seas asesinada por levantar demasiado el cuello-.

-Tú serás el asesinado en estos momentos si no prestas atención- Le advirtió Yukari observando por la mira de su rifle.

-¿Nh?- Minato se volvió a tiempo de esquivar la afilada hoja de una espada que paso a milímetros de su rostro- ¡Woa! ¿Qué diablos?.

Delante del chico, un sujeto con ropas extrañas y derruidas blandía una espada con actitud amenazante.

-Entrégame lo que tienes y te dejare vivir chico- Murmuro el sujeto que llevaba un turbante sobre su cabeza de modo que tan solo se le podían ver los ojos.

-Hmm, ¿un Numei eh?- Suspiro el chico algo cansado.

En el mundo en el que vivían, prácticamente toda la raza humana, por temor de los continuos sismos y constantes cambios en la placa tectónica del suelo terrestre capaces de partir literalmente un continente en cuestión de minutos, había sido clausurada en las gigantescas ciudades flotantes, mas sin embargo existía aun gente que vivía sobre la superficie misma de la tierra, esta gente, era un cúmulo de personas que o bien, por tradición o costumbre, no deseaban permanecer en la nuevas ciudades, o bien era su intención aislarse de la sociedad generalizada escapando con ello de las reglas y leyes que odiaban acatar, un tercer grupo eran aquellos que habían sido desterrados de las islas flotantes, en cualquiera de los casos estos grupos (autodenominados Numei) eran declarados enemigos de las nuevas naciones, atacando siempre a todo aquel que saliera de ellas en busca de recursos arrebatándoles todo lo que llevaran.

Sin embargo y a pesar de eso, Minato estaba al corriente también de que, por lo general, debido a su independencia y a que no tenían familiares, este tipo de personas eran contratados por los líderes de las ciudades pasando a formar parte de sus fuerzas armadas y llegando a conformar un buen porcentaje de las mismas.

Desde luego, eso no significaba que los dejasen vivir en las ciudades, de lo contrario dejarían de ser nómadas, tan solo los utilizaban en momentos de guerra dándoles a cambio comida y otras cosas con las que cubrir sus necesidades, por ejemplo armas con las que podían atacar a una ciudad enemiga.

La razón, o al menos la excusa que los lideres cedían, era que no tenían suficiente gente viva en sus ciudades para enlistarlos en sus tropas, de las 14 ciudades flotantes existentes, New-Tokio era la única que no contaba con este tipo de refuerzos ni hacia negocios con ellos, razón por la que quizás era la mas odiada y atacada por lo Numei.

-¡Dame todo lo que tengas!- Le exigió nuevamente el sujeto levantando su espada.

Sin pestañear, Minato saco una de sus pistolas y disparo al sujeto en mitad del pecho matándolo en el acto.

-…-.

-… Onii-chan… ¿haces eso todo el tiempo?-

-Casi siempre…- Fue la escueta respuesta de su hermano- bien Yukari, necesito que me cubras desde tu posición, según el radar lo que buscamos esta cerca de aquí y a juzgar por la aparición de este tipo debe de estar en manos de algún grupo de nómadas.

-¿Eh?, ¿eso significa que se los quitaras?…-

-Solo si no desean entregármelo…-.

-¡Eso es mas que obvio!, para empezar nuestra ciudad no…- Yukari no pudo terminar debido a la repentina aparición de varios sujetos que al ver el cadáver de su compañero tirado en el suelo y a Minato de pie sobre el se llenaron de ira y se lanzaron inmediatamente sobre el.

Si bien, a algunos grupos de Numei se les daban armas de fuego, la posibilidad de que la usaran en su contra siempre existía debido a lo cual solo se los proveía de las armas del ''viejo mundo'' que necesitaban municiones constantes para poder ser utilizadas, las cuales eran gastadas completamente durante la guerra entre ciudades, dejándolos siempre sin armas luego de la misma, razón por lo cual los nómadas solo poseían armas blancas para atacar o defenderse haciéndolos verdaderamente débiles ante un individuo que portase un arma de fuego.

-Tch, mas problemas- Mascullo Minato sacando su otra pistola y disparando con ambas eliminando rápida y fríamente a sus enemigos.

Sin embargo, y para gran fastidio del pelinegro, sus armas dejaron de disparar a los cinco minutos.

-Energía baja… energía baja… comenzar nueva recarga… esperar 24 horas para nueva utilización...- Las pequeñas voces provenientes de sus pistolas de recarga automática solo irritaban al chico- Tch, malditas armas de ultima generación ¿¡en que mundo se vio armas que necesiten de 24 horas para recargarse!

-Je je je, vaya, vaya, parece que el niñito se ha quedado sin sus pistolitas- Se burlo uno de los que aun quedaban en pie- bastardo… te haremos pagar por todos los que has matado… ¡ATAQUEN!

Inmediatamente dos encapuchados se arrojaron sobre el pelinegro que ya sin opción, soltó sus pistolas dejándolas caer al suelo inclinándose un poco flexionando sus rodillas tras lo cual sujeto las empuñaduras de sus dos espadas colgadas en su cinturón.

Desenvainado velozmente, Minato desvío las espadas enemigas y corto sus cuellos todo ello en un abrir y cerrar de ojos que dejo anonadados a sus enemigos.

-Antes que nada les advierto que dentro de New-Tokio soy un soldado de Elite- Murmuro el chico observando a sus oponentes con un brillo peligroso en sus ojos- gente desentrenada como ustedes no son rivales para mí…

-Niñato engreído- Hablo de repente un hombre alto y fornido apareciendo de golpe detrás de sus hombres- ¿realmente te crees capaz de ganar contra todos nosotros?.

-¿Quieres apostar?-

-Kggg, ¡mátenlo!-

Intimidados por el tono agresivo de su líder, el resto de los nómadas volvió a lanzarse sobre Minato quien al verse en tan grande inferioridad numérica retrocedió un par de pasos.

-Yukari- Le hablo a su hermana por el intercomunicador- es en momentos como estos en los que tu ayuda seria realmente muy apreciada.

-¿Eh?, ¿en serio?- Le contesto la chica en tono indiferente- y dime, ¿Qué gano a cambio de ayudarte?.

-¿¡Huh!, ¿¡Estas bromeando!-

-Por supuesto que no, estoy siendo muy seria…-

-Tu…- Minato se interrumpió al esquivar un sablazo de un enemigo que paso a milímetros de su cuello, rápido como el rayo le tiro una estocada que le atravesó la garganta, tras eso, fue atacado por otros dos de los que se defendió hábilmente con sus espadas con las que logro desarmarlos y cortar sin piedad sus pechos de lado a lado- realmente nunca espere el día en el que seria traicionado por mi propia hermanita…

-Idioooota, nunca dejaría a mi precioso Onii-chan morir delante de mis ojos… sin embargo… aun estaré esperando mi premio-

-Esta bien, lo tendrás- Le dijo Minato al tiempo que tajaba la espalda de un enemigo y desviaba la espada de otro con su katana izquierda y le hundía la derecha hasta la empuñadura.

-En ese caso Onii-chan, te recomiendo que agaches un poco tu cabeza- Le sugirió Yukari.

Con eso dicho, la menor de los Sahashi, tomo su arma y apunto al grupo de hombres que se disponía a atacar a su hermano.

-Seleccionando objetivos…- La misma voz mecánica de las armas de Minato resonó proveniente del rifle de Yukari- 01, 02, 03, 04, 05, 06, 07, blancos fijados- Continuaba la voz al tiempo que la mira se dividía en siete círculos encerrando cada uno la cabeza de un enemigo diferente.

-¡Fuego!- Con un gran sonido, la pelinegra disparo su fusil del cual salio un proyectil que se fragmento en 7 haces de luz fosforescentes dispersándose en diferentes direcciones y alcanzando casi en simultaneo a 7 hombres que cayeron muertos instantáneamente al suelo- ¡Si!, ¿¡Que te pareció eso Onii-chan!

-Nada mal para ser una novata- Juzgo el chico que, y aprovechando el momentáneo desconcierto que la inesperada caída de la mayoría de sus compañeros les había causado, elimino de forma rápida a los últimos que faltaban, dejando únicamente al líder con quien quedo encarado uno frente al otro- Bien, ya solo quedas tu, ¿Qué piensas hacer?, has visto lo que soy capaz y además mi hermanita te esta apuntando directamente a la cabeza en estos momentos así que, ¿te rendirás pacíficamente?.

-¡Prefiero la muerte!- Rugió el hombre abalanzándose sobre Minato.

-Bueno… al menos lo intente…- Murmuro el chico segundos antes de que el líder cayera al suelo con la cabeza perforada por un disparo del arma de Yukari.

-¿Esos eran todos cierto?- Inquirió su hermana acercándosele.

-Así parece- Le respondió Minato volviendo a sacar el mismo aparato de antes.

-Hmm, eh querido preguntártelo antes eh… ¿Qué diablos es eso?.

-Es un rastreador que me dio Asama-san, el mismo lo hizo…-

-¿Y para que sirve?-

-Para rastrear… por eso es un rastreador-

-¡Lo que pregunto es, ¿¡Qué demonios rastrea esa cosa!-

-Nuestro objetivo- Le contesto lacónicamente dando un par de pasos adelante hasta posarse sobre la espalda del cadáver del líder- y según este aparato esta… ¿debajo mío?...¿?¿?¿?¿?...

Mirando hacia abajo, Minato se bajo de la espalda del muerto volteándolo boca arriba con la punta de su pie, a continuación se agacho y empezó a rebuscar entre las ropas del sujeto hasta que finalmente lo hallo.

-¿Qué… ¿Qué es eso?- Susurro Yukari completamente alelada al ver el ''objetivo'' de la misión.

Y era que sobre la palma derecha extendida de su hermano descansaba lo que parecía un pequeño cristal con una base puntiaguda.

-No lo se… Asama-san y nuestro padre lo llaman… Jinki… pero, al igual que tu ignoro lo que son o para que sirven- Los dos se quedaron un momento obnubilados por el objeto hasta que el chico despertó un poco a la fuerza- bien, será mejor que regresemos- Le dijo a su hermana volviendo a su motocicleta seguido de Yukari.

Una vez junto al vehiculo, Minato busco nuevamente su cantimplora olvidándose que estaba vacía lo cual volvió a recordar una vez que al ponérsela en los labios no saliera ni siquiera una gota.

-Oh, es verdad, ya no tengo mas agua, tch, harán falta cuatro días para regresar… a este paso moriré de sed antes de llegar…-

-¿Eh?, ¿necesitas agua?- Pregunto Yukari sorprendida antes de esbozar una gigantesca sonrisa- haberlo dicho antes- Muy sonriente, la chica abrió el baúl de la moto metiendo medio cuerpo dentro y sacando a continuación su propia cantimplora que a juzgar por el sonido estaba repleta del liquido tan deseado por el pelinegro- toma Onii-chan, refresca tu garganta con esto ah, pero no tomes todo que yo también quiero tomar un poco.

-En ese caso toma tu primero- Le ofreció su hermano.

-¡NO!-

-¿?-

-E… este… no Onii-chan, to… toma tu antes yo… yo no tengo apuro- Balbuceo la chica un poco sonrojada.

El pelinegro dudo un poco mas su sed era tanta que simplemente se encogió de hombros y acabo aceptando.

-Esta bien, como tu digas…-

Minato tomo la cantimplora de manos de su hermana y rápidamente se la llevo a sus labios resecos disfrutando inmensamente del líquido que era un verdadero bálsamo para su cuerpo.

Cuando termino de beber se lo regreso a Yukari que lo acepto con manos temblorosas comenzando a llevárselo lentamente a sus propios labios.

``E… e…. e… e… es… esto no es… eh… eh… ¿¡un beso indirecto!´´ Pensaba la adolescente con la mente en puro estado febril ``un… un… un beso indirecto con mi O… Onii-chan´´.

-Waa, vaya cara se te ha puesto- Se impresiono Minato al verla- ¿Qué demonios es lo que esta pasando por tu cabeza en estos momentos?.

-No… ¡No estoy pensando nada raro!- Le grito su hermana enrojeciendo vivamente al tiempo que le daba la espalda para intentar tomar ella también, mas su deseo no pudo hacerse realidad como un nuevo temblor apareció de la nada enviándola al suelo de rodillas cayéndosele la cantimplora de sus manos.

-¡Maldita sea!- Rugió muy molesta mientras recuperaba el objeto viendo aliviada de que aun quedaba algo de liquido dentro (y sobre todo de que la boca no se hubiese contaminado con tierra o arena)- ¡odio los temblores!.

-Sabes muy bien que eso pasa a cada rato- Le recrimino su hermano- y has sido tu la que quiso venir, así que no te quejes.

-Hmph!, no necesitas decírmelo Onii-chan idiota- Le contesto mientras finalmente, se llevo el objeto a los labios y pudo degustar ella también el ''agua'' de su cantimplora.

-¿Tan deliciosa estaba el agua?- La interrogo el pelinegro al ver como su hermana se relamía los labios.

-Eh… estaba muy deliciosa- Murmuro esta con un brillo extraño en los ojos que hizo sudar frío al pobre chico.

-Se… será mejor que regresemos- Se apresuro a decir este subiéndose a la moto.

-Si… será lo mejor- Murmuro la chica montándose detrás de él y apretándose nuevamente con fuerza.

-Yukari… no te me pegues tanto-

-Tu solo conduce… Onii-chan idiota-.

MSEALys11S

-Bien, ya llegamos- Dijo Minato feliz al tiempo que elevaba el rostro observando ante si la gigantesca isla flotante que se extendía ante sus ojos.

Luego de llamar por un inter comunicador, presentando su nombre y rango militar una compuerta de hierro ubicada en la parte inferior se abrió bajando de ella una plataforma a la que los hermanos Sahashi se subieron antes de que esta volviese a ascender devolviéndolos a la seguridad de su ciudad.

Una vez dentro, fueron llevados a un cilindro en el cual fueron ''descontaminados'', lo cual significaba que los rociaron con varios gases de composición dudosa, haciéndolos sentirse como autos dentro de una lavadora de las viejas estaciones de servicio.

-¿Sabes Yukari?- Murmuro Minato- …siempre eh odiado esta parte…

-También yo…-

Afortunadamente para ambos el proceso solo duraba 30 segundos luego de lo cual entraron a un elevador que los subió a la parte superior de la isla pudiendo ingresar finalmente a la ciudad mezclándose inmediatamente con los demás habitantes.

La ''isla'' tenia en total unos 50 Km de diámetro contando con una ciudad de múltiples rascacielos, la ciudad central como le llamaban, en donde vivían los mas ricos e importantes, rodeada de varios pequeños poblados en donde vivían la gente común y sin mucho dinero, la isla también poseía un gran lago artificial que les proveía del agua potable que necesitaban, este lago se ramificaba internándose en la ciudad rodeando en un perfecto circulo la parte edificada de la ciudad separándola del resto creando otra isla pequeña dentro de ''la isla''.

-¿A dónde iremos ahora Onii-chan?- Inquirió Yukari.

-Pues para empezar iremos con papa a entregarle el Jinki- Le dijo Minato- después de eso… Hmm si… creo que iré a visitar a Chiho…- Musito lo ultimo con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-¿¡Chiho!- Se alarmo su hermana- oh si, tu novia…- Mascullo irritada.

-¿Qué sucede Yukari?, eh notado que no te agrada mucho ¿Por qué?, Chiho es una persona muy bondadosa y agradable, ¿acaso no fue tu mejor amiga durante el instituto, realmente no entiendo por que de un día para el otro dejo de caerte bien, ¿Por qué no simplemente haces las pases con ella eh?-

-No me interesa- Le respondió dando vuelta el rostro.

El chico soltó un largo suspiro, rindiéndose de tratar de convencerla, siempre era lo mismo, cada vez que hablaba de su novia, Yukari se ponía de malhumor y el no tenia idea del porque.

``¿Por qué será?, no logro entenderla´´.

Pocos minutos después arribaban a la ''isla de los millonarios'' como le decían en broma a la parte mas central de la ciudad, a la que ingresaron atravesando un largo puente luego de lo cual fue cuestión de otro par de minutos hasta que finalmente llegaron al edificio mas alto de todos, el edificio principal del M.B.I.

-Es curioso que le pusiera el mismo nombre que su antigua empresa ¿no es así?- Pregunto Yukari.

-Bueno, mientras el presidente viva, el M.B.I seguirá existiendo… eso creo- Respondió Minato.

-Ho… ¿acaso planeas asesinar a nuestro padre?-

-¿Eh?-

-Ahhh, como el drama histórico… el hijo matando a su padre y quedándose con todo lo que era suyo…- Decía Yukari en tono dramático.

-Deja de delirar… y además, ¿te olvidas que tu también eres su hija?... su muerte también te beneficiaria a ti…-

-¿En serio?... Hmm… interesante…- Murmuro la chica ensombreciendo su rostro de forma maléfica.

-Yukari…-

-So… Solo bromeaba Onii-chan jo jo jo no me tomes enserio jo jo jo…-

-¡YUKARI!- Rugió de golpe una voz aterradora asustando en igual medida a los hermanos Sahashi.

De pie, delante de las puertas principales del edificio del M.B.I, estaba una mujer de aproximadamente 40 años, de corto cabello gris y ojos del mismo color envuelta en una larga bata de laboratorio que los miraba, en especial a la pelinegra, con un aire intimidante.

-Ma… ma… ¿¡mama!-

-¿¡En donde diablos te habías metido!- Volvió a gritar Takami Sahashi, la madre de Minato y Yukari- no espera, no me digas nada, con solo ver este cuadro ya me doy cuenta… ¿Te volviste a escapar de la ciudad verdad?...

-No… yo… yo…- Balbuceaba la chica muerta de miedo.

-Este, ella estuvo conmi…-

-¡Tú mantente callado Minato!-

-¡Si!- Por muy excelente guerrero y eficaz soldado, el miedo a su madre aun seguía vigente dentro de su cuerpo y mente, por lo que muy a su pesar cerro su boca y se abstuvo de continuar defendiendo a su hermana.

Por su parte Yukari, mas aterrada que nunca se escondió detrás de la espalda de Minato acción que fue rápidamente notada por su madre.

``Esta niña y su complejo de hermano, ¿será esto algo de familia?´´ Se preguntaba la mujer `` bueno, recuerdo que mama siempre le tuvo un cariño muy especial al tío Yusuke y yo misma estuve enamorada de mi hermano, sufrí mucho cuando murió, y de hecho la única razón por la que me case con Minaka era por que se parecía mucho a el tanto física como mentalmente´´.

-Hablaremos de esto luego- Murmuro Takami luego de suspirar con pesadez- por ahora, Minato, Takehito y tu padre están esperándote para que les entregues eso que fuiste a buscar.

Aliviado de que, de momento, el regaño de su madre hubiese acabado, el chico se interno en el edificio junto al resto de los miembros femeninos de su familia subiendo a un ascensor hasta el ultimo piso en donde se encontraron con dos hombres.

Uno de ellos, de corto cabello gris al igual que sus ojos, iba vestido muy similar a su madre con su bata de laboratorio, tenía una mirada suave con una tenue sonrisa que a primera vista lo hacia parecer bondadoso, su nombre era Takehito Asama, la mano derecha del presidente.

El otro, de cabello blanco y anteojos, vestido completamente de blanco era Minaka Hiroto, el presidente del M.B.I, el Primer Ministro (auto elegido) de New-Tokio, el esposo de Takami y el padre de Minato y Yukari.

-¡Minato-kun!- Exclamo este al ver entrar a su hijo mayor- ¿¡Le has traído a tu padre lo que te pidió que buscaras!.

Minato no respondió, simplemente saco el extraño objeto puntiagudo y se lo entrego a Takehito del cual estaba mas cerca, quien a su vez se lo dio al presidente.

-¡Si!, ¡por fin!- El hombre saltaba feliz como un niño al que le daban un regalo nuevo- Esto es grandioso! HA HA HA HA HA… cada vez falta menos ¿verdad? ¿Asama-kun?.

-Si, solo nos quedan cinco mas…- Murmuro este asintiendo con una sonrisa feliz- …solo cinco… ya no puedo esperar.

-¿Puedo preguntar algo?- Intervino Minato elevando su voz.

-Ya lo has hecho pero adelante, puedes hacer otra pregunta- Le concedió Minaka.

-¿Para que… ¿para que son esas cosas?- Quiso saber el chico- durante los últimos cinco meses has estado enviando grupos selectos de tropas a buscarlos pero, nunca has informado que utilidad podrían tener…

-¿Has pensado que podrían no tener ninguna utilidad?- Le dijo Takehito con una sonrisa despreocupada.

-¿Estas diciendo que arriesgan las vidas de los pocos soldados que tenemos por que les parecen bonitos o algo así?-

-Esa podría ser una posibilidad- Admitió el hombre sin borrar su sonrisa.

Desde luego, Minato intuía que esa no podía ser la verdadera razón, no obstante y conociendo como conocía a su padre cabía la sospecha de que realmente solo las buscaran porque le atraía lo brillosos que eran los cristales.

-Bien, si no quieren decírmelo esta bien…- Murmuro el chico dándose vuelta- en ese caso me retiro.

-Seguro Minato-kun, nadie merece un descanso mejor que tu- Le dijo su padre despidiéndolo con la mano- tu también Yukari-kun.

-Eh, cla… claro- Tartamudeo la chica algo incomoda debido a que nunca le había agradado mucho la personalidad estrambótica de su padre- entonces yo… yo también me despido…

-No te olvides que tenemos una charla pendiente- Le recordó su madre haciendo que la pelinegra se pusiera aun mas nerviosa.

-Po… por supuesto, no… no me había olvidado je je…- Sonrío Yukari antes de salir presurosa detrás de su hermano dejando allí a las tres personas que manejaban los designios de toda la ciudad.

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Luego de salir del edificio principal del M.B.I, Minato y Yukari se dirigieron al bloque departamental en el que vivían, siendo recibido el pelinegro por una borrosa figura que se arrojo sobre el atrapándolo en un estrecho abrazo.

-¡Minato-kun!- Exclamo la figura muy feliz separándose un poco de Minato para acto seguido sujetarlo por el cuello de su camisa bajándolo un poco a su altura al tiempo que se ponía en puntas de pie y capturaba sus labios en un necesitado beso que llevaba días ansiando dar.

-¡GAH!- Al ver eso Yukari abrió incrédula sus ojos, mientras su mandíbula caía al suelo apretando furiosa sus puños con ganas de saltar sobre ''el atacante'', lo cual habría hecho de no ser por que su hermano, reaccionando en ese instante, rodeo con sus brazos la delgada cintura de su acompañante comenzando a corresponder el beso que duro varios segundos mas.

-Chiho-chan- Musito el pelinegro muy feliz luego de separarse de su novia, Chiho Hidaka, la cual era una chica de la edad de su hermana (de hecho fueron compañeras en el instituto), de cabello castaño liso largo hasta la cintura y ojos de un hermoso ámbar que habían cautivado a Minato desde la primera vez que la había visto.

-Minato-kun- Le devolvió la chica igual de contenta- estoy feliz de que hallas regresado.

-Si, acababa de hacerlo junto a Yukari- Le informo el chico sentándose en una silla y colocando a su novia en su regazo haciéndola sonrojarse.

-Oh, ¡Yukari-san!- Se sorprendió Chiho al ver a su ex-compañera de Instituto- me… me alegra que estés aquí…

-A mi también… me alegra estar aquí…- Mascullo la hermana de Minato observando a la chica con varias venas pulsándole el rostro.

-¿Eh?, ¿pa.. ¿pasa algo?- Pregunto Chiho nerviosa por la funesta mirada que Yukari le dirigía.

-Solo ignórala- Le aconsejo el hermano de esta sin darle mucha importancia mientras volvía a besar a su novia.

-Ustedes dos… vayan a un hotel…- Les dijo un chico acercándoseles, lo que hizo enrojecer a Chiho y sonreír a Minato que saludo al recién llegado con una sonrisa.

Este, era un joven de la edad de Minato y su mejor amigo, de cabello corto castaño y ojos del mismo color respondía al nombre de Haruka Shigi.

-Tche, ustedes siempre tan entusiasmados- Murmuro detrás de el otro sujeto, de corto cabello gris y ojos marrones, que saludo a Minato y luego a su hermana con una sonrisa picara.

-Yasaka, ¿también estabas aquí?- Inquirió el mayor de los Sahashi algo sorprendido.

El chico, compañero de Minato y Haruka, era un soldado al igual que aquellos aunque varios rangos menos que el pelinegro siendo junto a Haruka uno de los subordinados directos del mayor de los hermanos Sahashi.

-Por su puesto, ¿Por qué te sorprende?- Le respondió al tiempo que le dirigía una sonrisa mas que evidente a Yukari la cual solo lo ignoro, era sabido por todos que tenia un especial interés por la hermana de Minato, interés no correspondido debido al también obvio complejo de esta del cual solo su hermano y Chiho permanecían ajenos.

-Eso es por que eres repugnante- Respondió por el pelinegro una tercer figura detrás de Yasaka.

Esta era una chica, delgada y de aspecto menudo, tenia un largo cabello negro sujetado en dos coletas siendo lo mas resaltante el tatuaje en forma de flor que tenia por encima de su pecho izquierdo, su nombre, Yashiro Itsuki, ella también era de la edad de Yukari y una ex-compañera suya de la misma forma que Chiho.

-Yashiro-chan- Sonrió Minato al verla- es bueno verte de nuevo.

-Minato-san… …- Musito la chica mirando al joven con aire soñador.

-Tsk, otra…- Gruño Yukari cada vez mas molesta.

``Maldigo el día en el que les presente a mi Onii-chan´´ Pensaba la chica furiosa.

Tras terminar las chicas el instituto y debido a que Yukari deseaba vivir con su hermano mayor, los seis planearon irse a vivir juntos hasta terminar la Universidad yendo para eso con un conocido de Minato que les ofreció quedarse con el debido a que el lugar en donde permanecía era bastante espacioso y no le vendría mal un poco de compañía.

Y de esa forma, los siete comenzaron a vivir en ese bloque repartiendo los gastos y creando una buena armonía de grupo.

-Maldita sea, ¿¡por que demonios solo Minato parece gustarle a todas!- Se quejaba Yasaka casi arrancándose los cabellos.

-Ya, ya, tranquilízate- Trato de apaciguarlo Haruka- no tienes por que ponerte así… aun quedan muchos peces en el agua…

-¡Pero ese bastardo los esta pescando a todos!- Grito el chico llamando la atención del resto.

-Ah, ehh- Murmuro Minato- no entiendo muy bien de lo que hablan pero, ¿en donde esta…-

-Oh, el esta afuera…- Lo interrumpió Haruka refiriéndose al ''séptimo'' miembro del grupo- estaba aquí hace unos minutos antes de que ustedes llegaran pero de repente recibió una llamada de la base y se marcho… muy ofuscado…

-Je je, si, puedo imaginármelo- Sonrió Minato- después de todo el odia trabajar.

Luego de eso, los seis se quedaron conversando un tiempo mas tras lo cual se retiraron cada uno a la habitación en donde permanecían.

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Queriendo agradar a su novio, Chiho se dirigió al baño con la idea de darse una ducha, para luego cambiarse con ropas provocativas y sorprender a Minato durante la noche.

Con esa idea que la hizo soltar humo por las orejas, la castaña se desnudo por completo abriendo a continuación el grifo y metiéndose bajo el agua.

Y en eso estaba cuando sin que ella se percatara, una figura masculina abrió la puerta del baño sin hacer ruido y se metió sigilosamente observando con deleite la sombra del cuerpo femenino que se mostraba detrás de la cortina de la bañera.

Esbozando una sonrisa divertida y sin hacer el más mínimo ruido, el sujeto corrió lentamente la cortina siendo testigo de las delicadas curvas de la chica que en ese momento le daba la espalda, pudiendo ver su espalda y su firme trasero el cual capturo rápidamente con sus manos ávidas de volver a sentirlo rodeándole luego la cintura y dando vuelta a la sorprendida castaña dejándola frente a frente con su inesperado visitante.

-¡Minato-kun!- Exclamo Chiho mortalmente sonrojada al ver a su novio a su lado tan desnudo como ella y estrechándola fuertemente de la cintura.

-Hola Chiho-chan, ¿me extrañaste?- Sonrió Minato divertido al ver las mejillas rojas de su chica.

-Pe… pe… pero… so… so… so… ¡solo nos dejamos de ver hace cinco minutos!- Dijo ella muy atribulada al tiempo que, y sin poder evitarlo, bajo su vista hasta posarla sobre la orgullosa hombría del pelinegro, enrojeciendo aun mas por el espectáculo volteando su rostro como la remolacha.

-Créeme Chiho, después de estar mas de una semana sin verte y teniéndote tan cerca mío… eso se vuelve demasiado tiempo- Ronroneo el pelinegro al odio de su novia haciéndola estremecer.

Y lo cierto era que ella también lo estaba deseando, siendo que para esa noche ella también planeaba… ciertas cosas.

``Bueno… supongo que esto solo adelanta un poco mis planes´´ Pensó la castaña sonriendo y abrazando a su chico uniendo sus labios con los de el en un beso suave que pronto se convirtió en uno mas pasional.

Muy complacido por esto, Minato no perdió el tiempo devolviendo el beso y recorriendo con sus manos el suave y frágil cuerpo de Chiho volviendo a capturar las nalgas de la chica apretándoselas y separándoselas, lo que hizo reaccionar a su novia que gimió en sus labios excitada por el toque del pelinegro.

Mientras, el agua fría de la ducha caía sobre sus calidos cuerpos creando una electrizante contradicción de temperaturas que solo ayudaban a animar el momento.

Abandonando unos momentos los labios de la castaña, Minato recorrió con su boca el delgado cuello de la chica lamiendo y succionando con lentitud esa parte dejando un rastro de su saliva que el agua de la regadera quitaba casi al instante, enojando los sentidos del chico molesto por que el liquido quitara sus marcas del cuerpo de su dulce novia.

Volviendo a los labios de ella, los hizo suyo casi con premura y algo de desesperación, envolviendo sus lenguas en una batalla que siempre conseguía ganar.

Separándose nuevamente Minato miro a su novia a los ojos antes de atraparle ambos pechos con sus manos inclinando su cabeza para degustarlos uno por uno, primero el derecho luego el izquierdo, suavemente pero férreo al mismo tiempo, utilizando su lengua para martirizar sin descanso los pezones de Chiho y sus labios para chupar inclemente sus pechos llenos, consiguiendo arrancar mas de un gemido de placer a su chica.

-¡Minato-kun!...po… por favor!- Le suplico Chiho con un brillo especial en sus ojos.

-¿Ya estas lista?, eso fue rápido…- Se burlo Minato.

-Fue mu… mucho tiempo…- Se excuso la chica sofocada por la pasión que se había apoderado de su cuerpo.

-¿Tu también eh?…- Sonrió el chico volviendo a besarla.

Suavemente, el pelinegro hizo retroceder a su novia hasta que la espalda de esta quedo pagada a la pared tomando a continuación su pierna derecha y elevándosela por encima de su cintura avanzando unos pasos dejando su palpitante erección a las puertas de la intimidad anhelante de la castaña.

Pese a que no era la primera vez de la chica (puesto que habían perdido juntos su virginidad a la semana de ponerse de novios), el chico fue gentil como siempre, penetrando a Chiho con suavidad siendo recompensado por el incitante gemido de ella al sentirlo completamente en su interior.

-Minato… kun…- Musito la chica extasiada sonriéndole dulcemente a su novio- te… te amo, Minato-kun… te amo…

-También yo… Chiho- Le correspondió el pelinegro volviendo a besarla al tiempo que procedía a mover sus caderas profundizándose dentro del cuerpo de su amada.

-¡Minato!- Gemía la castaña sin poder contenerse.

-Chiho- Musito Minato embistiéndola cada vez mas fuerte y rápido.

Dejándose llevar, Minato continuo con las penetraciones aumentando el ritmo de las mismas, mientras ella le echaba los brazos al cuello dando libertad para que su novio hiciese lo que quisiera con su cuerpo.

-¡Ahhh!... ¡ahhh!... ¡ahhh!... ¡Minato!...- Chiho gemía, llena de puro gozo sintiendo feliz, cada una de las penetraciones del pelinegro revolviendo su interior.

-Chiho- Apenas pudo pronunciar el joven debido a la falta de aire.

Sin que la chica se lo esperara, Minato detuvo el movimiento de sus caderas retirándose de la húmeda cavidad de su novia y volteándola, dejándola de espalda a el y empujándola hacia delante abrazando su cintura, pegando su torso a la delicada espalda de la castaña con lo que esta quedo con sus pechos aplastados contra la pared, quedando atrapada entre el calido cuerpo de su amante y la fría superficie de cerámica.

-Eleva un poco tu cadera- Le ordeno Minato a lo que ella obedeció de inmediato, arqueando levemente su cintura dejando la entrada de su vagina a la altura justa para que el duro miembro de su novio la volviese a penetrar de un solo envión haciéndola gemir de puro deleite al sentirse nuevamente invadida.

Totalmente desatado, Minato siguió con las embestidas cada vez más y más rápido, sujetando con fuerza la estrecha cintura de su novia mientras entraba y salía a gran velocidad de su calido cuerpo.

-¡Ahhh!... ¡ahhh!... ¡Minato!... ¡Minato!... ya… casi…-

-Yo… también…- Consiguió decir el chico impulsándose aun mas rápido y duro en la intimidad de su chica.

Con un sonoro gemido, Minato se interno profundamente dentro de Chiho alcanzando juntos el clímax llenándola de su esencia.

Totalmente agotados, y aun pegados por sus respectivos sexos, los dos se fueron deslizando lentamente al suelo hasta quedar sentados sobre la bañera con Chiho sentada sobre el regazo de Minato, sintiendo como el miembro de su novio perdía un poco de su dureza saliéndose finalmente de su interior.

-Eso… eso fue…- Jadeaba Chiho sin encontrar las palabras adecuadas.

-Si… paso mucho tiempo…- Dijo Minato sonriéndole con dulzura a lo que ella respondió con el mismo gesto cariñoso dándose vuelta quedando cómodamente repantigada cuan larga era sobre el bien formado y duro cuerpo de su chico, al cual rodeo con sus brazos para acto seguido darle un tierno beso en sus labios.

-¿Siempre será así luego de una larga separación?- Inquirió entre curiosa y divertida.

-Bueno, eso depende de que tan largo sea el tiempo y por supuesto que tan dispuesta estés a hacerme feliz…- Le respondió el.

-En ese caso, entonces deberé prepararme para tus próximas ''recepciones''- Sonrió ella acariciándole el pecho con su mano recorriendo el amplio tórax de su chico, acción que hizo despertar a cierto individuo el cual ella pudo sentir sobre su abdomen sonrojándose nuevamente por eso.

-Creo… que no tendrás que esperar a mi siguiente ''recepción''- Dijo Minato con una sonrisa provocadora que encendió inmediatamente el cuerpo de su novia.

-Mi… Minato-kun…- Musito Chiho antes de perderse por otro largo rato en las mieles de la pasión junto a su amado pelinegro.

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-¡Yo se lo diré!-

-¡No!, ¡lo haré yo!-

-¡Yo soy su hermana!, ¡así que tengo mas derecho que tu!-

-¿¡A quien diablos le importa eso!-

-¡Yo iré!-

-Seré yo!-

¡PUM!

Con un fuerte sonido, la puerta de la habitación de Minato se abrió de golpe ingresando por ella Yukari y Yashiro atascadas en la entrada debido a que se estaban peleando fieramente por ver quien de las dos entraba primero.

-¿Yukari?, ¿Yashiro?- Inquirió Chiho al ver entrar a dos amigas de forma tan estrepitosa a la habitación que compartía con su novio.

-¿Chiho?- Se extrañaron estas al ver a su compañera de estudios parada en mitad del cuarto con solo una pequeña toalla tapando su frágil cuerpo.

-¿Chiho?, ¿Qué sucedió?, ¿Qué fue ese ruido?- Pregunto Minato saliendo en ese momento del baño mientras intentaba envolverse sus partes con una toalla.

Demasiado lento para eso, el pelinegro se dio vuelta hacia la puerta aun a medio cubrirse dejando que tanto su hermana como la amiga de esta lo vieran claramente como dios lo trajo al mundo.

Fue solo durante una fracción de segundo, pero Yukari y Yashiro desviando casi sin querer sus ojos a la parte baja contemplaron el miembro de Minato que hasta ese momento solo sus padres y su novia habían podido ver.

-¡KYAAAAAAAAAA!...- Más rojas que la sangre, las dos cayeron de una al suelo muy impactadas con la visión que a punto estuvo de causarles una severa hemorragia cerebral.

-¡Yu… ¡Yukari!- Grito Minato igual de rojo que las chicas tapándose inmediatamente y corriendo hacia el baño- ¿¡Que demonios hacen en la habitación de otros sin avisar antes!.

Minutos después, con Minato y Chiho ya vestidos y Yukari y Yashiro recuperadas pero aun incapaces de mirar al pelinegro a la cara, los cuatro se pusieron frente a frente preparados para lo que sea.

-¿Y bien?- Comenzó Minato debido a que su hermana y su amiga estaban tan avergonzadas que eran incapaces incluso de levantar la cabeza- ¿para que diablos han entrado aquí?.

-A… antes de eso O… Onii-chan…- Tartamudeo Yukari temblando- ¿Qu… ¿Qu… ¿Qué…, tu y Chiho… ¿Qué… ¿Qué… así sin ninguna ro… ro… ro… ¡ropa!... ¿Qué… ¿Qué… ¿Qué… ¿¡Qué diablos estaban haciendo!...

-¿Huh?-

-E… Eso!- Intervino Yashiro igual de temblorosa que Yukari- Mi… Minato-san, tu… y Chiho… ¿estaban… des… des… des… ¿¡desnudos no es verdad!, ¿po… ¿po… ¿po… ¿¡Por que!...

Ante las avergonzadas preguntas de su hermana y su amiga, Minato se empezó a poner algo nervioso en tanto Chiho se sonrojaba con cada insinuación de sus compañeras.

-¿¡Eso que tiene que ver con nada!- Grito Minato evadiendo dar una respuesta clara- ¿¡por que diablos entraron tan imprudentemente a mi habitaron!

-¡Primero responde a mi pre…- Intento reclamar Yukari levantándose y encarando a su hermano.

-¡Minato!- Interrumpió Haruka entrando en ese momento quedándose de piedra unos segundos al ver la curiosa escena ante sus ojos- ¿eh?, ¿Qué pasa aquí?...

-Nada, no pasa nada…- Le contesto Minato aliviado de que alguien rompiera la situación tan tensa que se había creado- ¿Qué sucede Haruka?, ¿es algo importante?.

-Eh S.. Si, acaban de llamar del cuartel diciendo que necesitan que te reportes- Le informo su amigo para la gran confusión del pelinegro.

-¿¡Huh!, ¡pero si acabo de llegar!-

-Si, lo se- Se disculpo el chico- pero… esas han sido las ordenes.

-Tch, maldita sea- Mascullo Minato irritado al tiempo que se volvía a los demás- lo siento Chiho, parece que tendré que volver a irme- Le dijo mirándola con algo de pena.

-Si no hay mas opción- Musito la chica algo decaída por la noticia solo para agregar con un pequeño sonrojo- espero que el tiempo no sea demasiado… o te veras obligado a cumplir con lo dicho antes…

-Si- Sonrió Minato muy a su pesar en tanto los demás los miraban con sendas ¿? En sus cabezas preguntándose internamente de que era lo que hablaban- y en cuanto a ti- Continuó el pelinegro señalando a su hermana- ni se te ocurra seguirme esta vez ¿has entendido?

-Tche… como si mama fuese a dejarme- Gruño la chica ofuscada.

-Si, eso es verdad- Suspiro Minato aliviado de que al menos uno de sus problemas estuviera solucionado- en ese caso, despídeme de Yasaka, Haruka.

-Cuenta con ello- Le aseguro su amigo.

Luego de eso y tras despedirse de Chiho con un largo beso cercano a lo pasional, Minato tomo sus cosas y se marcho.

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-¿Qué es lo que desea ahora Presidente?- Inquirió Minato ni bien llegara junto a sus padres y Takehito.

-Tan frío- Murmuro este haciendo un berrinche- ¿Cuándo me llamaras papa?...

-¿Qué es lo que desea ahora… Presidente?-

-Buh!, Buh!- Lo abucheo el hombre haciendo que a su hijo le salieran varias venas por la inmadurez de su progenitor.

-Hemos recibido los reportes de un nuevo sismo- Le informo Takehito acercándosele.

-¿Y?, ¿no son los sismos algo común desde el ''Apocalipsis'' de hace ocho años?- Se confundió Minato.

-Mhu, hu, se ve que no estas muy enterado Minato-kun- Hablo Minaka tras acomodar sus anteojos sobre el puente de su nariz.

-Quizás lo estaría si alguna vez se dignasen a participarme de lo que esta ocurriendo- Le devolvió el chico en tono irritado.

-Hmm eso puede ser verdad y créeme que de ser por mí ya estarías muy bien informado pero… detrás de ti esta la causante de que aun seas un completo ignorante- Continuo Minaka señalando a Takami.

-¡No me eches a mi toda la culpa de tu locura!- Se quejo la mujer- y además, Minato aun era muy joven… y eso que tu quieres es demasiado peligroso… no pienso poner en riesgo la vida de ninguno de mis hijos.

-Pero si es muy seguro Takami-kun-

-¡Eso es lo que tu dices!- Le rebatió su esposa- pero hasta que no tengas todos esos Jinkis en tu poder no estarás 100% seguro ¿no es así?

-Bueno, siempre abra posibilidad de algún fallo pero dime ¿Qué proyecto no lo tiene?-

-¡Ninguno en el que mis hijos se vean involucrados!- Le grito Takami.

-Aaaah… -Suspiro el presidente- ¿lo ves? Ahí tienes la razón de que no sepas nada, sin embargo con tu madre y Asama-kun aquí presente, hemos llegado a un acuerdo en que podemos darte al menos un pequeño dato sobre lo que ocurre.

-¿Y ese seria?- Se intereso su hijo.

-Los sismos- Intervino Takehito sonriendo con amabilidad.

-Hmm, si bueno, ustedes siempre nos mandan a buscar esas cosas cada vez que hay un sismo que sobrepasa cierta escala ¿acaso están relacionados?-

-¡Bingo!- Lo felicito Minaka- como se esperaba de mi hijo HA HA HA…

-En efecto Minato-kun- Siguió Takehito- esos temblores están siendo provocados por los Jinkis que estamos buscando.

-¿Cómo pueden saber eso?, ¿no han habido sismos constantes desde hace ocho años?-

-Estos sismos son diferentes a los que estas acostumbrado Minato-kun-

-¿Huh?-

-Y como son diferentes, nosotros los reconocemos con aparatos diferentes que son capaces de marcar esa diferencia-

-¿Cuál diferencia?- Interrogo Minato picado por la curiosidad.

-Todo a su tiempo- Interrumpió Minaka- tráenos el siguiente Jinki y a tu vuelta te contaremos mas cosas ¿Qué te parece? ¿Es un trato?

-Esta bien- Acepto el pelinegro- de todas formas no es como si tuviera otra opción… soy un soldado después de todo.

-Pero no eres un soldado común y corriente- Lo contradijo el presidente- eres mi hijo después de todo HA HA HA…

-Eso no me hace muy feliz…-

-Uh… tan cruel… ¡Takami-kun!- Exclamo corriendo hacia su mujer como un niño mimado hacia los brazos de su madre- ¿escuchaste eso?, ¿Por qué mi hijo es tan cruel conmigo?-

-Ah, ¡suéltame!, ¡no te me pegues!-

Minato estaba a punto de marcharse cuando fue detenido por Takehito.

-Espera Minato-kun, necesitas ir a la base 1- Le dijo.

-¿Huh?, ¿y eso por que?, ¿no iré solo como siempre?- Se extrañó el chico.

-Claro que no- Sonrió el científico de manera curiosa- esta vez el sismo ha sido muy grande… el mas grande desde hace ocho años de hecho.

-¿Eh?, eso quiere decir…- Se preocupo Minato un poco asustado.

-Oh no, despreocúpate Minato-kun, no estoy hablando de la magnitud sísmica que causo la catástrofe del 2012… solo de la magnitud que sea capaz de desenterrar un objeto muy grande enterrado a varios cientos de metros debajo de la tierra hu hu hu…

-¿No es eso… igualmente un enorme sismo?-

-Bueno, puede ser, aunque no te preocupes, en realidad este sismo ocurrió ya hace cinco meses- Le informo el peligris en tono despreocupado.

-¿Cinco meses?, ¿no es ese desde ese tiempo que comenzaron a enviarnos a buscarlos?-

-Ho, si que eres perspicaz Minato-kun…-

-Bueno, soy el hijo de mi padre- Sonrió el chico instantes antes de dejarse caer de rodillas al suelo con un aura oscura rodeándolo- no puedo creer que haya dicho eso…

-Je je, ¿realmente te desagrada tu padre verdad?-

-No tienes idea de cuanto…-

-Je je je, eres muy gracioso Minato-kun- Sonrió Takehito de forma afable- como sea y retomando el tema, para esta búsqueda debido a que puede ser la principal que hemos estado buscando durante tanto tiempo se decidió crear un equipo especial juntando a todos los lideres de los escuadrones mas fuertes de New-Tokio.

-¿Eh?, ¿eso significa?-

-Sip, ese vago sin vergüenza séptimo miembro que vive contigo será también de la partida- Confirmo el científico mientras su sonrisa se oscurecía y una horrible cara de un Hannya se aparecía detrás suyo asustando mortalmente al pelinegro- por cierto, el será el líder del grupo así que ten cuidado y regresa con vida ¿si?... no quisiera enfrentar a tu madre si algo te llegara a suceder…

-Cla… claro… lo intentare- Murmuro el chico mas preocupado que nunca acerca de esta misión de búsqueda.

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Cansado de caminar, Minato llego a la base en donde estarían el resto de los miembros elegidos para esa misión y una vez allí suspiro con pesadez antes de armarse de valor y entrar de una vez.

Tal y como lo esperaba, allí reunidos ya estaban cuatro hombres, todos ellos de diferente edad (si bien solo conocía la edad de la mitad de ellos), y al igual que el todos ellos eran los lideres de los escuadrones mas fuertes que protegían la ciudad.

Enumerándolos uno por uno, se encontraban.

De cabello castaño y baja estatura que se correspondían adecuadamente a sus tan solo 15 años y el mas joven de todos, Hayato Mikogami, el líder del Escuadrón del Sur, convirtiéndose en su líder hacia apenas dos meses reemplazando a su anterior líder, (los rumores decían que se debió a la influencia económica y política que ejercía el padre del chico en dicha zona) siendo históricamente el segundo soldado mas joven en alcanzar ese puesto solo por detrás del propio Minato que había llegado a líder de Escuadrón a sus apenas 14 años llevando ya cinco años en ese puesto.

De cabello negro atado en una cola de caballo sobre su coronilla y una mirada salvaje, el siguiente era Nishi Sanada, el líder del Escuadrón del Oeste, Minato lo conocía de hace tiempo y a pesar de su apariencia de pandillero, sabia que era una muy buena persona siendo de todos los demás lideres con el que mejor se llevaba.

De estatura media y prolijo cabello castaño, estaba Izumi Higa, el líder del Escuadrón del Este, este era un chico amable o al menos era lo que demostraba en cada interacción que mantenía con los otros líderes incluyendo Minato.

El ultimo de ellos, de largo cabello castaño hasta los hombros y mirada suave y despreocupada, Natsuo Ichinomi, el Líder del Escuadrón Central, este era el mas tranquilo de todos los lideres y con quien cualquiera podía mantener una charla pacifica y sin descontrolarse como ocurría con los demás, a sus 28 años era también el mas veterano de todos los lideres de Escuadrón.

El último líder era por supuesto Minato, líder del Escuadrón del Norte, del cual eran parte, Haruka y Yasaka entre otros ex–compañeros de Minato.

Al entrar el pelinegro, los otros lideres lo reconocieron yendo Mikogami y Sanada inmediatamente a saludarlo.

-Oh, eres tu Sahashi, por alguna razón imaginaba que tu también vendrías- Sonrió Mikogami dándole una sonrisa socarrona.

-Por supuesto idiota- Se burlo Sanada- todos los lideres fueron convocados.

-¿¡A quien le llamas idiota!, ¡idiota!- Se ofusco el mas joven del grupo.

-Por cierto ¿aun no ah llegado…-

-Ese idiota aun no llego- Lo interrumpió Sanada que también parecía estar esperándolo- y espero sinceramente que ni se le ocurra no venir… me debe mucho dinero de la ultima vez.

-Aja ja ja, ustedes dos si que se divierten juntos eh… je je- Sonreía el chico algo nervioso.

-Hola Minato-kun…- Le hablo de repente Ichinomi llamando la atención del resto que, a excepción de Higa, se le quedo mirando de forma extraña- ¿Qué sucede con ustedes, Nishi-kun, Hayato-kun?.

-¡No nos llames por nuestros nombres!- Le gritaron esto al mismo tiempo.

-¿Eh?, ¿y eso por que?- Inquirió el hombre.

-¡Por que es desagradable!- Volvió a gritar el dúo, Minato no dijo nada pero en el fondo estaba muy de acuerdo con sus compañeros.

-Vamos- Intento convencerlos Ichinomi- exceptuado al pequeño Hayato, los demás ya llevamos tiempo conociéndonos entre nosotros así que no veo ningún problema con que no empecemos a llamar por nuestros primeros nombres como signo de nuestra gran amistad… ¿no es así Izumi-kun?-

-Por supuesto Natsuo-san- Le respondió este sonriéndole con amabilidad.

-Otro… dios esto empieza a ser contagioso- Mascullo Nishi dando un par de pasos hacia tras como si temiera contagiarse el también.

-¡SILENCIO TODOS!- Bramo una voz potente al tiempo que la puerta por la que Minato acababa de ingresar volviese a abrirse de un fuerte portazo y un hombre entrara observando a todos con un aire intimidante.

Segundos después, el recién llegado estaba en el suelo cubriéndose con sus manos en tanto Minato, Nishi y Mikogami yacían sobre el pisándolo con ganas.

-¿¡Donde diablos te habías metido!, ¡por tu culpa no tuvimos nada para comer durante cuatro días!-

-¡Será mejor que me devuelvas el dinero de la última vez maldito desgraciado!-

-¿¡A quien te piensas que le estas dando ordenes huh!-

-Auch, lo siento… auch, lo siento mucho… auch, auch…lo siento, lo siento, de verdad lo siento…- Se disculpaba el hombre, de corto y desordenado cabello negro y una mirada astuta en su rostro, que respondía al nombre de Kaoru Seo, quien era además el Séptimo integrante del grupo de Minato y el comandante en jefe de las fuerzas militares de New-Tokio, lo que lo hacia el inmediato superior de los lideres de Escuadrón- lo siento… lo siento…auch, de verdad que lo siento… auch, auch, oigan eso duele… auch, auch… ¡DIJE QUE LO SENTIA MALDICION YA DEJEN DE PATEARME!...

Un par de minutos después, los seis se hallaban sentados en un círculo con Seo en el medio.

-Ajam, bien, mas tarde hablaremos sobre las deudas que tengo con ustedes y sobre lo demás- Carraspeo el hombre algo incomodo debido a la mirada asesina de sus compañeros sobre el- por ahora nos centraremos en esta misión que proviene directamente de los lideres de la ciudad por lo que será de suma importancia que la llevemos a cabo con éxito, ¿alguna pregunta?.

-Si- Levanto la mano Sanada- …¿Cuándo me devolverás mi dinero?.

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Exactamente dos semanas habían pasado de la reunión de los líderes durante el cual recorrieron una extensísima cantidad de tierra en sus motocicletas de ultima generación que les permitían ir a aproximadamente una velocidad cercana a los 500 km/h sin utilizar la velocidad turbo con la cual podían duplicar el poder de sus maquinas.

Y en ese momento se encontraban conduciendo por encima de un terreno que a cada 20 metros o menos el suelo se abría dejando grandes círculos que los obligaba a saltar desgastando innecesariamente las llantas de sus vehículos.

-¿Falta mucho para que lleguemos a ese condenado sitio?- Pregunto Sanada arto ya de sentir su trasero dolorido rebotando en su asiento cada vez que saltaban una fisura de la tierra.

-¿Sahashi?- Inquirió Seo delante de todos observando al chico que iba solo ligeramente por detrás de él.

-Estamos cerca- Murmuro este mirando en su radar- hay una reacción bastante fuerte detrás de ese monte…

-¿Monte?- Dudo Mikogami- ¿no será la tierra que se levanto?.

-Quizás nosotros estemos en el hundimiento hu hu- Sonrió Ichinomi- esto se esta poniendo excitante ¿no lo crees?...

-Este tipo me da escalofríos- Tembló el mas joven del grupo alejándose con su moto.

Un par de minutos después el grupo de motociclistas arribo al lugar quedándose todos ellos con la boca por el piso al ver ante ellos una gigantesca nave de apariencia extraña.

-Esto… ¿esto no es…- Comenzó Mikogami aturdido.

-¿Una maldita nave extraterrestre?- Concluyo Sanada en el mismo estado.

-¿Esto es… lo que los jefes de la ciudad querían?- Inquirió Ichinomi en tanto Higa se mantenía en silencio.

``¿Qué demonio esta pasando aquí?´´ Pensaba Seo confundido ``¿Qué diablos pretendes hacer con algo como esto Takehito?´´.

-Hmm, Sahashi, ¿es este verdaderamente el lugar?- Pregunto el hombre esta vez en voz alta haciendo que los demás también lo miraran.

-No lo se- Respondió este- pero el radar indica que ''eso'' esta dentro…

-Te… ¿tenemos que entrar?- Se asusto Mikogami.

-No hay mas remedio… por algo New-Tokio ah enviado a sus mejores hombres- Dijo Seo- si nosotros no podemos, ¿Quién podrá?

-Je ese sonido me ah gustado- Sonrió Sanada.

-Cualquier cosa que sea emocionante la aceptare- Aporto Ichinomi.

-Por mi no hay problema- Murmuro Higa.

-Si todos están de acuerdo… entonces no puedo echarme atrás… además puede ser divertido- Sonrió Mikogami mostrándose un poco arrogante.

-¿Sahashi?- Inquirió Seo.

-No necesitas ni preguntármelo- Fue la simple respuesta de este.

-Je je, sabia que dirías eso…- Se alegro el hombre muy contento de contar con el apoyo de todo el grupo.

-Todo eso esta muy bien pero… ¿por donde entraremos?- Quiso saber Mikogami observando a todos lados por si encontraba alguna puerta- ¿algún brillante plan Sahashi?.

Este no respondió, tan solo saco sus pistolas y disparo creando un boquete en la nave dejando a sus compañeros con la boca por el piso debido a tan imprevista acción.

-Su… supongo que entraremos por ahí- Balbuceo el líder del grupo.

Sin embargo, el hombre no dio ni dos pasos cuando tuvo que echarse nuevamente atrás antes de que un sable lo partiera a la mitad.

-¿¡Que demonios!-

Al mismo tiempo, unos 10 o 15 sujetos encapuchados más aparecieron desde todos lados.

-¿¡Mumeis!- Mascullo irritado Seo- ¿tenían que aparecer justo ahora?

Tras esquivar un nuevo ataque de su enemigo el líder del escuadrón especial, le apunto a la cabeza con su rifle, más inmediatamente cambio de idea y en lugar de disparar espero a que el encapuchado se le acercara y lo golpeo duramente en la sien con la culata tirándolo al suelo en donde quedo inmóvil.

-No es necesario gastar las municiones en estos- Les dijo a los demás- y por otro lado son un grupo pequeño y no queremos llamar demasiado la atención si el grueso de los suyos se encuentran cerca de aquí.

Mientras hablaba detenía fácilmente a un segundo nómada, doblándole la muñeca obligándolo a soltar su arma para luego arrojarlo al suelo sobre su espalda y propinarle un golpe seco sobre su garganta que le destrozo la traquea y le corto la respiración acabando con su vida en cuestión de minutos.

-Eso es genial pero… ¿se te olvida que no todos en el grupo somos artistas marciales?- Se quejo Mikogami mientras veía como Minato degollaba con facilidad a dos de sus enemigos y atravesaba el estomago de un tercero.

-Pues en ese caso, quédate cerca de los que sepan pelear- Le contesto Seo desviando con su mano desnuda la espada del Numei que lo atacaba capturándolo rápidamente por la espalda aprisionándole el cuello y quebrándoselo, dejando caer el cuerpo inerte al suelo.

Y en tanto Minato acababa con dos más, Sanada e Ichinomi completaban la tarea terminando con el resto.

-¿Huh?, ¿ya se acabo?- Pregunto Sanada claramente desilusionado- je estos tipos no son la gran co…

¡BANG!...

Tomado por sorpresa, el pelinegro se volvió a tiempo de ver caer a un Numei con un orificio en mitad del pecho.

-Aun quedaba uno- Murmuro Higa guardándose el arma con la que había disparado.

-Higa- Musito Seo antes de acercársele enojado- ¿¡no eh dicho que no utilizáramos nuestras armas de fuego!

-El nómada estaba a punto de arrojarle una daga a Sanada-san- Se excuso el líder del Escuadrón del Este- obviamente no iba a llegar a tiempo por mi mismo así que ¿Qué pretende?, ¿Qué deje a un compañero ser herido por la espalda?...

-No, claro que no…- Murmuro Seo mirándolo serio antes de darle la espalda y alejarse de el- ¡vámonos!, es posible que otros hayan escuchado el disparo…

-¡Si!-

Acto seguido se dirigió al boquete hecho por Minato por el que ingreso sin esperar a nadie siendo rápidamente seguido por sus compañeros a excepción del propio Minato que se quedo observando en silencio el cadáver de uno de los atacantes.

``¿Con que Numei eh?, es extraño, el anterior Jinki que encontré estaba en poder de un grupo de ellos y ahora estos están aquí… hmm, solo es una suposición pero… quizás estén siendo contratados para encontrar los Jinkis al igual que nosotros, pero de ser así… que grupo esta detrás de su contratación´´.

-¡Sahashi!, ¿¡que demonios estas haciendo!- Lo llamo Seo.

-Ya… ya voy- Saliendo de sus pensamientos, el chico se apresuro a ingresar por la improvisada puerta que el mismo había hecho y alcanzo al resto del grupo.

Los seis continuaron andando en medio de unos pasillos iluminados por una luz verde que dañaba sus ojos.

Unos minutos después se toparon con tres puertas que obviamente conducían por caminos distintos.

-¿Sahashi?- Recurrió Seo nuevamente al portador del radar.

-Hm, no estoy seguro, cualquiera de ellos podría ser el correcto- Musito este.

-¿Qué hacemos?- Pregunto Mikogami.

-Hmm, pues en este caso, lo mejor seria separarnos- Sugirió Seo observándolos a todos quienes para su sorpresa asintieron ante sus palabras- bien, en ese caso, nos dividiremos en tres grupos, Sanada…

-¿Si?-

-Tú vendrás conmigo- Le dijo Seo- por la puerta del medio.

-Ok, je si hay que ir siempre es lo mejor entrar por el frente ja ja ja-

-Idiota- Musito Mikogami.

-Mikogami- Lo llamo Seo.

-¡SI!-

-Tú y Sahashi avanzaran por la puerta de la izquierda-.

-De acuerdo- Murmuro el pelinegro en tanto su joven compañero asentía ante la orden.

-Y finalmente, Ichinomi e Higa irán por la puerta derecha ¿alguna queja con el compañero que le ah tocado?-

-¡Ninguna!- Exclamaron todos al mismo tiempo.

-En ese caso, ¡en marcha!- Ordeno- si no encuentran nada en 4 horas regresen a este punto, ¿han entendido?

-¡Si!-

Luego de eso, los tres grupos se separaron, sin saber que sus vidas ya no volverían a ser las mismas.

MSEALys11S

-¿Escuchaste eso?- Inquirió Mikogami nervioso levantando su ametralladora ligera a la altura de sus ojos pese a que la poca luz existente apenas le dejaba ver un par de metros delante suyo.

-¿Escuchar que?- Le devolvió el pelinegro y justo en ese momento, el suelo volvió a temblar teniendo que sujetarse a las paredes para no caerse hasta que termino tan rápido como solía aparecer- lo único que escucho desde hace horas es tu voz cargada de miedo.

-¿¡Huh!, ¿Quién es el que tiene miedo?-

-Solo continua- Murmuro Minato de forma desdeñosa volviendo a fijar la vista en su rastreador.

-Por cierto, ¿esa cosa sigue funcionando?, ya han pasado una hora desde que nos separamos del resto y no hemos encontrado nada-

-Afortunadamente- Sonrió Minato burlón- de haberlo hecho seguro hubieses salido disparando mientras gritabas como una niña

-¡No te burles de mi!- Grito el chico apuntándole con su arma.

Grrrrr…

Exactamente al mismo tiempo, Minato y Mikogami apuntaron con sus armas delante suyo.

-¿Y…¿¡y eso!-

-Yo también lo eh oído- Murmuro Minato avanzando un par de pasos apuntando con su linterna mas la oscuridad era tan densa que la luz no llegaba demasiado lejos.

-Tch, Mikogami, lanza una bengala- Ordeno el pelinegro.

-¿Huh?, ¿Quién te crees para darme órdenes?-

Grrrrr… Se volvió a escuchar y esta vez aun mas cerca que antes.

-De… de acuerdo- Accedió el castaño llevado por el miedo, sostuvo su ametralladora con una sola mano sacando una bengala de su chaleco encendiéndola y arrojándola con todas sus fuerzas, tras lo cual planto una rodilla en el suelo sujetando su arma con ambas manos y espero.

La bengala había ido a parar al menos unos veinte metros delante de Minato y Mikogami, iluminando unos cuantos metros mas halla, no obstante lo cual la luz se apago de repente cuando una especie de pata se poso sobre ella dejando todo nuevamente oscuro.

-¿Vi… ¿¡Viste eso!- Se asusto Mikogami nervioso- ¿Qué diablos era eso?, ¿¡un perro!.

-No, no se parecía en nada a un perro para mi…- Musito Minato sudando frío en la forma tan extraña que había alcanzando a ver antes de que la luz se apagara… y lo peor era… que sea lo que fuese… esa cosa… se estaba aproximando a ellos.

Y al parecer Mikogami debía estar pensando lo mismo aunque, mucho menos templado que su compañero, no pudo controlar sus nervios y comenzó a disparar a mansalva delante suyo con la esperanza de poder acertarle a algo.

-¡Deja de disparar a ciegas!, ¡solo estas gastando tus balas!- Le recrimino Minato.

-¡Cierra la boca!- Le grito el castaño- no voy a dejar que esas cosas me coman.

Y justo en ese momento, los dos pudieron escuchar el quejido de un animal herido.

-Le… le di, ¡le di a uno!- Festejo el chico muy contento.

Sin embargo, otros gruñidos se dejaron escuchar y por el sonido no se veían nada felices.

-Y tal parece que hiciste enojar a sus compañeros- Le dijo Minato guardándose el rastreador en su chaqueta y sacando su otra pistola.

-A… así parece-

Los gruñidos se escuchaban cada vez más y mas cerca, Minato y Mikogami se juntaron apuntando sus armas directamente delante suyo con solo la luz de las linternas colocadas en las miras de sus armas como única defensa frente a la oscuridad que ocultaba a lo que sea estaba detrás de ella.

-¿Al… ¿Alguna idea?-

-¿Ahora si estas dispuesto a escuchar mis ordenes?- Sonrió el chico- escucha, sea lo que sea que nos ataque no vayas a separarte de mi y tampoco dejes que superen nuestra posición.

-¿Huh? ¿y eso por que?-

-Estando solo y con la posibilidad de que te ataquen repentinamente en grupo y desde cualquier lado, es igual a considerarte hombre muerto-

-Oh, entiendo- Musito Mikogami con un pequeño hilo de voz.

Grrrrrr….

-Ya están aquí… a mi señal… enciende otra bengala y lánzala al aire… eso nos dirá su ubicaron exacta-

-De… de acuerdo…- Acepto el chico.

Lentamente, saco otra bengala y espero observando a Minato, este le devolvió la mirada unos segundos antes de dar el grito.

-¡Ahora!- Ordeno al tiempo que levantaba sus pistolas listo para disparar.

Al mismo tiempo, Mikogami lanzo la bengala iluminando complemente todo el sitio descubriendo al menos unas cinco criaturas extrañas semejantes a perros solo por el hecho de andar en cuatro patas, mas no eran exactamente cuatro las extremidades que apoyaban en el suelo.

-Estas cosas me recuerdan mucho a otras que vi una vez en una película del ''Viejo Mundo''-

-A quien le importa!, ¡dispara!- Rugió Minato haciendo vomitar fuego a sus pistolas acabando rápidamente con un par de ellos.

-¡Muéranse!- Grito Mikogami alcanzando a eliminar a otro mas los dos restantes eran increíblemente rápidos incluso para su avanzada metralleta y sus 300 disparos por segundo.

Uno de ellos se lanzo directamente sobre el líder del Escuadrón del Sur abriendo sus fauces listo para devorarlo cuando su cabeza estallo en incontables partes cuando las pistolas de Minato le destrozaron el cráneo sin piedad.

Segundos después, Minato guardaba sus pistolas tomando sus katanas y saliendo al encuentro del último espécimen al cual le rebano el vientre, el ser dejo escapar un quejido suave cayendo a los pies de Mikogami que tras mirarlo con asco lo remato con su propia arma.

-Mikogami, ¿estas bien?- Quiso saber Minato observando a su compañero.

-S.. si, lo estoy, estoy bien, si…- Balbuceaba el chico aun un poco conmocionado por lo sucedido- ¿Qué… ¿Qué se supone que eran esas cosas?.

-Ah, ah, esto no va a gustarle mucho a Karasuba- Murmuro de pronto una voz aguda alertando nuevamente a los dos soldados.

De repente una luz sobre ellos se encendió iluminando todo el corredor por el que se encontraban mostrando además a dos personas encapuchadas que se acercaban lentamente a ellos, una de las cuales venia arrastrando un enorme martillo en tanto la otra sujetaba lo que parecía una guadaña por sobre su hombro.

-Incluso con su horrible forma de ser… ella también es capaz de encariñarse con algo- Volvió a hablar la misma voz que se dieron cuenta pertenecía a la figura de la guadaña- ¿o acaso me equivoco?

MSEALys11S

-¡Aaaaaaaaaaah!- Gritaba Sanada disparando sin control sobre su enemigo, no obstante este era tan veloz que ninguno de sus disparos logro acertar de lleno en el- ¿Qué diablos pasa con este lugar?.

En su camino por ese sitio, se toparon de pronto con lo que parecían unos perros deformes salidos de algún comic antiguo a pesar de lo cual lograron encargarse de ellos, el verdadero problema vino luego, cuando al menos tres figuras encapuchadas se aparecieron y los atacaron, dejando rápidamente fuera de combate a Seo al cual se llevaron a no sabia donde dejándolo solo y luchando desesperadamente por su vida.

-¡A mi no me llevaran a ningún lado!- Grito el pelinegro maldiciendo la velocidad de sus oponentes, quienes desconocido para el se le acercaron por detrás alcanzando uno de ellos a golpearlo en la cabeza.

Sanada se insulto a si mismo por haber sido tan tonto de dejarse atrapar con la guardia baja, no obstante y antes de caer en la inconciencia pudo ver el rostro infantil de la niña mas linda que jamás hubiese conocido.

``¿Esto es verdad?, ¿o solo estoy alucinando por el golpe?´´ Fue lo ultimo que logro pensar antes de caer duramente al suelo.

En otra parte en tanto, Ichinomi e Higa habían llegado a una intersección lo que para ellos parecía un camino sin salida

-Y ahora, ¿hacia donde vamos?- Inquirió el mayor de los dos- ¿quizás debamos separarnos de nuevo?.

-Eso no será necesario- Respondió su compañero dando un par de pasos y oprimiendo un botón de la pared, acto seguido una puerta justo enfrente se abrió revelando un cuarto nuevo.

-Oh, bien hecho Izumi-kun- Sonrió Natsuo pasando delante del chico siendo inmediatamente seguido de este- ¿eh? Será… ¿será eso lo que estamos buscando?- Se sorprendió acercándose al objeto brillante colocado sobre una mesa justo en el centro de la habitación.

-No lo se, ¿por que no lo averiguas?-

-Buena idea- Murmuro el hombre mirando bien de cerca la especie de cristal- si es esto…

-¿Estas seguro?-

-Completamente, eh visto uno de estos en las manos del presidente- Afirmo Natsuo.

-Es bueno saber eso… Ichinomi-san- Murmuro Higa.

-Te dije que puedes llam…-

De repente, la detonación de una arma de fuego se escucho y el líder del Escuadrón del Centro vomito sangre en tanto se palpaba el abdomen manchado de sangre… lo ultimo que alcanzo a oír antes de caer al suelo fue la voz pausada de su compañero.

-No me odies por esto, pero en realidad yo nunca dije que fuese leal al M.B.I ni a sus intereses… adiós Ichinomi-san… fuiste un gran idiota por hacerme el trabajo mas fácil…-

MSEALys11S

-¡CUIDADO!- Grito Minato al tiempo que saltaba para evadir el pesado martillo de una de las figuras que se estrello contra el suelo dejando un gran agujero en el.

Inmediatamente levanto sus pistolas comenzando a disparar mas la otra figura se interpuso y lo golpeo con el mango de su guadaña mandándolo a volar.

-¡Sahashi!- Exclamo Mikogami disparando con furia su arma alejando momentáneamente a la segunda figura- ¿estas bien?.

-Si, solo… sigue disparando-

-Es fácil para ti decirlo, ¡pero estas cosas son demasiado rápidas!, ¡nuestras balas no las alcanzan!-

-¡Pero no son inmunes a ellas!-

-¿Eh?-

-El hecho de que necesiten evadir nuestras balas significa que pueden ser dañadas con ellas ¡así que sigue disparando como si tu vida dependiera de ello!-

-¡Pero es que mi vida realmente depende de ello!-.

Aun algo atontado Minato se incorporo solo para ver a la primer figura saltando al aire y golpear nuevamente el suelo con su martillo, solo que esta vez el piso no aguanto y se desmorono sobre el piso inferior si es que había uno.

-¡SAHASHI!- Grito Mikogami, Minato volteo al tiempo de ver como su compañero desaparecía entre los escombros que caían sobre el enorme cráter que la figura del martillo había creado.

-¡MIKOGAMI!- Demasiado a destiempo, Minato no pudo salvar a tiempo al castaño viendo con impotencia como este caía por el agujero del suelo- tch, ¡maldición…

En ese instante, las paredes que rodeaban el suelo colapsaron obligando a la del martillo a retroceder desapareciendo luego entre el polvo y los escombros.

-Ara, esa idiota no sabe controlarse- Dijo en tono divertida la figura de la guadaña que había quedado del otro lado junto a Minato.

Furioso por lo que había sucedido con su compañero, Minato le apunto con sus armas abriendo fuego casi instantáneamente, mas se llevo una desagradable sorpresa cuando sus armas se vieron abruptamente separadas de la nada además de algunos cortes en sus manos y brazos desgarrando en parte sus ropas.

-Jo jo jo jo, pero que humano mas divertido- Se reía su oponente mientras Minato se sujetaba sus brazos sangrantes apretando los dientes por el dolor- ¿realmente crees que serias capaz de vencer a una Sekirei como yo? Jo jo jo jo, pero que humano tan patético.

-``¿Huh?, ¿humano?, ¿Sekirei?, ¿de que diablos esta hablando este?´´ Pensaba el chico mas confundido que nunca.

-Aun así esto es aburrido así que… ¿acabamos ya con esto?- Pregunto la figura levantando su guadaña y lanzándose sobre Minato que la estaba esperando y antes de que su cuerpo fuera rebanado saco sus espadas deteniendo con ellas el arma de su oponente- ho, ¿aun planeas resistirte?.

-Por supuesto, no pienso morir aquí- Le respondió el pelinegro aplicando mas fuerza y haciendo retroceder a su enemigo lanzándose sobre el y atacándolo sin descanso logrando hacerle un corte en la capucha que se desgarro cayendo al suelo y revelando el bello rostro de una chica de largo cabello castaño y un brillo travieso en sus ojos- un… ¿¡Una chica!- Se sorprendió totalmente atónito ante eso.

-¿Huh? Por supuesto idiota, ¿Qué no te habías percatado por la voz?, tche, ¿los humanos realmente son tan patéticos?-

Sonrojándose por la observación tan obvia de la chica, Minato volteo el rostro avergonzado.

``Desde luego, su voz aguda la delatada como una chica, ¿Por qué diablos no me di cuenta antes?´´ Pensaba el chico.

-Aun así, el que seas una chica no cambiara absolutamente nada ¿verdad?-

-Eres perspicaz chico-

-Si, ya me lo habían dicho antes-

-¡Pues esta será la ultima!- Grito la chica.

Con un gran estrépito, espadas y guadaña chocaron una y otra vez sacando chispas con cada encuentro.

-No lo haces nada mal humano- Se reía la chica muy divertida.

``No, eso no es verdad ´´ Pensaba Minato deteniendo la guadaña de su enemiga ``esta chica… ¡solo esta jugando conmigo!´´.

Percatándose de eso, Minato se dio cuenta de que con cada choque de sus armas sus ropas eran desgarradas y una nueva herida aparecía en su piel.

-Jo, incluso un humano como tu… puede tener cosas interesantes…- Sonrió la chica lamiéndose los labios mientras observaba de forma perversa el torso denudo de Minato.

Ese gesto lleno de un inexplicable sentimiento al chico, esa tipa era extraña, y mas aun la forma en la que lo miraba, sus ojos tenían un brillo perverso que no había visto ni en los de su hermana, eran los ojos de alguien al que le gustaba torturar a su victima antes de asesinarla.

``Esta tipa es una sádica´´.

Con un gran esfuerzo de su parte, Minato volvió a detener el arma de la chica, pero, ya casi sin energías, no fue lo suficientemente rápido para evitar que su oponente ganara su espalda y se la cortara con su guadaña dejándole una gran herida.

A pesar de eso, el pelinegro no cayo, logrando mantenerse de pie aunque algo tambaleante con sus espadas delante suyo.

-Si, si, mantente ahí… será un placer para mi cortarte en pedacitos poco a poco jo jo jo jo…-

-¡Como si fuera a dejarte!- Grito Minato lanzándose sobre ella y atacándola.

-¿Huh?, ¿no crees que estas confundiendo un poco las cosas aquí?- Murmuraba la chica en tono despectivo- no es que tu hayas durado tanto contra mi… ¡simplemente estoy jugando contigo!.

Abriendo incrédulo sus ojos Minato fue testigo de cómo sus dos espadas eran fácilmente destruidas por un solo mandoble del arma de su enemiga que tras eso pateo al pelinegro en el pecho que cayo pesadamente al suelo ya sin energías para volver a incorporarse.

-¿Lo ves?, un simple humano como tu nunca será rival para una Sekirei como yo jo jo jo…-

``De… demonios, ya… ya no tengo fuerzas para moverme, ¿acaso… acaso este es mi fin?…´´ Pensaba angustiado el chico.

-Lo siento Chiho, no podré cumplir mi promesa- Sonrió el pelinegro a pesar de la delicada situación con su vida pendiendo de un fino hilo.

``Realmente me hubiese gustado… volver a hacer el amor contigo al menos una vez mas´´.

-¿Qué demonios significa esa sonrisa?, ¿acaso todos los humanos sonríen así antes de morir?- Cuestiono la chica sin mucho interés- bueno, eso no me importa en lo absoluto… tan solo muere…

Al ver ante el a la chica levantando la guadaña por sobre su cabeza, Minato creyó que como decían los rumores vería pasar toda su vida ante sus ojos, sin embargo eso nunca ocurrió, y no porque el rumor fuera falso, si no por que el arma de su enemiga nunca llego a tocarlo siendo a cambio algo mucho mas suave y calido lo que lo hiciera cuando de repente el suelo tembló producto de otro de los sismos tan comunes que pasaban a cada instante haciéndole perder el equilibrio a la denominada Sekirei que cayo sin poder hacer nada por evitarlo sobre el chico aterrizando sobre su cuerpo casi desnudo posando asombrada sus labios sobre los de el abriendo sus bocas por la sorpresa logrando un leve contacto entre sus lenguas.

Instantes después, los ojos de Minato Sahashi se dilataron aun más que antes cuando de la espalda de la chica florecieron unas bellísimas alas de luz dejándolo mas confundido que incluso durante el Apocalipsis de hacia ocho años.

Pasaron unos segundos en los cuales, la castaña, aparentemente tan asombrada como Minato, se incorporo levemente, quedando sentada a horcajadas sobre la pelvis del chico.

La joven elevo sus manos con la que se toco temblorosa sus labios.

-No es posible… no es posible- Susurraba una y otra vez cuando de pronto retomo su vista a Minato el cual trago duro creyendo que ahora si, la tipa iba a matarlo.

``¿Es… ¿ese no ah sido su primer beso verdad?´´ Se preguntaba mentalmente el chico un poco asustado ``po… por su mirada parece que lo fue… ¡demonios, ahora si realmente va a asesinarme!´´.

Sin embargo, la chica solo se lo quedo mirando sin hacer nada, sus ojos brillando de una manera distinta a como la había visto hasta el momento, ya no tenia nada del sadismo anterior, ni la burla ni las desquiciadas ganas de acabar con su vida… en su lugar lo miraba de una forma que al pelinegro le recordó las miradas que Chiho le dirigía solo que había una diferencia… una gigantesca diferencia… en los ojos de esta ''Sekirei'' Minato podía ver ''sed'', ''ansias'' y sobre todo un enorme sentimiento de posesividad dirigidos solo y exclusivamente para el.

-Sekirei Nº 43 Yomi… - Murmuro la joven echándole los brazos al cuello, haciendo que Minato cerrara involuntariamente los ojos creyendo que se proponía estrangularlo- será tuya ahora y para siempre… ¡ASHIKABI-SAMA! -

-¿¡HUH!- Mas aturdido de lo que alguna vez estuvo en su vida Minato abrió nuevamente los ojos al tiempo de ver como la chica llamada Yomi volvía a besarlo, esta vez de una forma muy pasional y casi salvaje pareciendo que quisiese devorarse al pelinegro a través de sus labios.

Y allí, sin entender absolutamente nada mientras recibía el beso más apasionado de toda su vida por una chica que hacia pocos instantes había querido asesinarlo, Minato tan solo era capaz de formar una palabra en su cabeza.

-¿¡HUUUUUUUUUUUUUUUUUUUH!-

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Hola, Hola, Hola, ¿Qué tal?, ¿todo bien?, acá estoy y con mucho entusiasmo les presento mi séptima historia en , tercera de Sekirei que tengo la ilusión de que les guste, lo cual se refleja en el hecho de que rompí con la tradición de los primeros capítulos cortos XO, siendo este (lejos), el primer capitulo mas extenso de entre mis historias.

Sobre la historia, bueh, hace rato la tenia en mente fue inspirada en un manga que (y como muchos otros) arrancaron para el campeonato pero terminaron en la D (o sea dejo de gustarme XO) a tal punto que ya ni recuerdo su nombre XO.

Para mi tercer historia decidí crear no solo situaciones nuevas si no ¡todo un mundo nuevo!... en este universo, Minato tendrá las cosas mucho mas difíciles que en mis otras historias comenzando desde luego con ¿que pasara con Chiho luego de esto? huy, huy, huy... ese se ve complicado para Minato ¿no lo creen?... y por cierto, la relación Minato/Chiho no la elegí al azar si no que tiene su muy buena razón de existir MWA HA HA HA HA... XO.

Pero, ¡atención!, esta no será la única historia nueva... actualmente estoy preparándome para entrar a un nuevo campo de batalla esta vez perteneciente al universo de To Aru Majutsu no Index, de la cual tengo al menos CINCO historias pensadas que iré subiendo aquí poco a poco.

Bien, hasta acá, hasta acá, ahora les toca a ustedes decidir si esta historia vale la pena o no y si debo continuarla o no, dejándome su impresión del fic en un pequeñito review que me hará muy agradecido con ustedes y que desde luego también les asegurara una actualización mucho mas rápida je je je.

Sin nada mas que decir me retiro por el momento, ¿nos vemos en el capitulo 2?, Sayonara.