Ahora es turno de un poco de actualidad, se que no soy la primera que adapta la relación Zutara en la vida actual (y tampoco seré la ultima), puede que parezca muy trillada y eso, pero de todas maneras les dejo un Fic con ese estilo.

Después de mi primer Fic "Zutara y Topg en las sombras" me dieron ganas de seguir con eso, pero no en el mundo del Avatar.

Ahora solo les pido que disfruten, -….

La emoción la tenia totalmente dominada, después de 7 años volvía a su país de origen, volvía a su ciudad, a su casa…

-¿Cómo? ¿Cuándo ocurrió eso?...oh… entiendo, veré que hago entonces…

El tono de voz de su padre la preocupó, no solo a ella, también a su hermano mayos.

-¿Qué sucede papá?

-tendremos que cambiar los planes

-¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Ya no volveremos a Japón?- su hermano sonaba preocupado y molesto, porque él era el mas interesado en regresar, de echo, cuando tuvieron que viajar su hermano se opuso rotundamente…

Flash Back

Apenas tenían 8 y 12 años, cuando su padre llegó con la noticia

-nos vamos a EE.UU.- su hermano se alarmo, ella aun era muy pequeña y no entendía pero la actitud que tomo su hermano claramente era señal de algo malo

-¡¡NUNCA!!- esa fue la respuesta inmediata de él, y para evitar marcharse se encerró en su habitación, no salió por una semana, pese a su protesta su padre no cambio de parecer, apenas logró tranquilizar a su hijo se los llevo a ambos a EE.UU. y puso en venta la casa

Fin Flash Back

Ella se apoyó en el marco de la ventana, estaba dentro del 4X4 de su padre, un poco apenada

-¿Cómo que no podemos volver a Nuestra Casa?- su hermano intentaba controlarse, lo que sucedía era que su padre había perdido las reservaciones en un hotel, su hermano le pregunto por que un hotel se suponía que volverían a casa, su casa, fue entonces cuando se enteraron de que la casa donde había vivido y muerto su querida madre estaba vendida desde hace 3 años -¡¿hasta cuando tenias pensado ocultarnos esto?!

-¡¡no me hables en ese tono jovencito!!

-¡¡¿y que quieres si estoy molesto?!!

-¡¡Pues trata de tranquilizarte! ¡No pienso llevar en mi auto a un niño impertinente!

-¡¡como quieras!!- subió al auto molesto, echo una furia, se tiró sobre el asiento cruzando los brazos y frunciendo el seño, no quería ver ni oír a nadie. Katara comprendió que lo mejor era mantenerse en su rincón, cuando su hermano se ponía así era peligroso acercársele, bajó la ventana para sentir la brisa, se estaba ahogando después de tantas horas de viaje, finalmente se atrevió a hablarle a su padre

-¿A dónde vamos?

-buscaremos un hotel donde pasar la noche

-pero ¿nos quedaremos aquí verdad?

-prometí que volveríamos, compraré una casa nueva para reinstalarnos- Sokka miro con odio a su padre a través del retrovisor luego dirigió su furiosa mirada hacia fuera

-¿será cerca de nuestro viejo barrio?- pregunto inquieta Katara

-oh… intentare encontrar una buena casa por esa zona –Katara se alegró, que ganas de volver a su viejo barrio, quería ver cuanto había cambiado, reencontrarse con viejos amigos, con su vieja escuela, se sentía feliz, tan feliz que logró tranquilizar a su enfurecido hermano con su tierna sonrisa.

Llegaron a la ciudad, su padre hizo unas reservaciones para dos semanas, aun necesitaba tiempo para buscar una casa y de reinstalarse en el trabajo.

Durante la noche Katara no lograba conciliar el sueño, quería volver ya mismo a su viejo barrio, tenia una ciega esperanza de que su padre encontraría una casa por esa zona, finalmente el cansancio logro dominar a la jovencita de azules ojos.

En su primer anoche en Japón, tuvo un extraño sueño, se veía en su casa, veía a la gente que ahora la habitaba, al parecer ella era invisible porque ninguno se percataba de su presencia.

Examino el lugar, se encontraba en el recibidor, miró las escaleras, arriba estaba su vieja habitación, sintió tanta nostalgia que no pudo evitar correr hasta ella, al abrir la puerta y pasar a su viejo cuarto vio en el a un joven de unos 16 o 17 años, estaba de espalda, buscando algo en el piso, Katara logró visualizar una tabla suelta y el la mano del chico un collar

-¡¡El collar de mi madre!! –exclamo sobresaltada la jovencita de morena piel, al parecer el chico la había oído, por que rápidamente se volteo hacia ella, pero ninguno de los dos logró ver el rostro del otro, justo en ese momento Katara se despertaba

-¿el collar de mi madre?- Katara estaba agitada, rápidamente pasó su mano izquierda por su cuelo, siempre lo hacia, desde los 8 años, tenia ese hábito desde que se habían mudado a EE.UU.

Siempre que despertaba se tocaba el cuello solo para recordarse que no tenia el collar de su querida madre, no recordaba que había echo con el, solo que antes de mudarse lo había escondido pensando que su difunta madre volvería a buscarlo, y si estaba en EE.UU. no lograría dar con el, si, eran cosas de niña, pero pese a sus 15 años, aun pensaba y creía lo mismo

-Oh mamá, no te imaginas la falta que me haces- sollozo la triste jovencita aferrandose y mordiendo la almohada, no quería despertar a su hermano que, pese a estar los tres en distintas habitaciones, este siempre lograba escucharla cuando lloraba, se podría decir que era demasiado sobre protector, algo que Katara le agradecía, porque en EE.UU. siempre necesito de él

Katara estaba triste, intentado ahogar su silencioso llanto con la almohada, había recordado donde dejó el querido collar de su amada madre y también lo mal que lo pasó en EE.UU. …

Flash Back

La gente de allá nunca la trato bien, ni en la escuela, ni en el desagradable barrio donde vivían, todos se metían con ella, siempre la molestaban, ella era tan frágil, incapaz de defenderse, pasaba llorando todo el tiempo, nunca tuvo amigos, ni nada por el estilo…. Bueno, solo un chico la trató bien, era un amigo de su hermano, tenia cara de pocos amigos, Katara lo recordaba como un chico agresivo y problemático, era parte de una banda a la cual su hermano casi llegó a formar parte, también recordó que le gustaba jugar con fuego, era peligroso y misterioso. Parecía todo un delincuente y daba la impresión de que odiaba al mundo, nadie se metía con él y él no se metía con nadie

Sin embargo no era tan malo, en varias ocasiones, cuando ella era acosada por sus crueles compañeros de escuela, él aparecía y la protegía, nunca tuvo razones para hacerlo pero sin embargo lo hacia, Katara termino por enamorarse de él, con el tiempo logro establecer una amistad con el chico, pero un día, a los 12 años de Katara mas o menos él desapareció de su vida, cuando le pregunto a su hermano este solo le respondió -volvió a casa- y su cara se tornaba triste, muy triste. Katara lloró durante mucho tiempo por él, lo extrañaba, después de todo ese chico había sido su primer amigo, y su primer amor.

Después de que aquel joven desapareciera de su vida, ella cambio, se volvió mas agresiva, no podía depender de su hermano para siempre, logro formar carácter, ganar respeto, pero no consiguió amigos.

Cuando su padre anuncio su traslado de vuelta a Japón una jovial energía desaparecida volvió a restablecerse en el rostro de Katara

Fin Flash Back

Ahora estaba en Japón, donde sus viejos amigos seguían viviendo…

Se estiro sobre su cama destapándose por completo, no tenia sueño, miro la ventana, pese a estar en la ciudad no escuchaba ningún ruido molesto, se acerco para ver a través de ella, recordó a un amigo de su infancia, antes de mudarse, solía jugar con él en el parque que había cerca de su vieja casa, siempre estaban juntos, ella lo cuidaba como si de su madre se tratara, el niño era dos años menor y siempre se metía en apuros, solía decir que podía volar, algo gracioso y de locura pero que más de una vez lo metió en un lió, casi no recordaba su rostro sin embargo su nombre si

-¿Cuánto habrás cambiado Aang?

Katara suspiro y miro por la ventana, una jovencita de cabellera rojiza semi castaña le recordó a la amiga de Sokka, rió, no pudo evitarlo, pues Suki siempre la hacia reír, sobretodo cuando avergonzaba a su hermano, le ganaba en todo y solía besarlo en publico para humillarlo mas, en el fondo ambos se gustaban

Aun recordaba la expresión en el rostro de Suki cuando Sokka le dijo que se iban de Japón, ella lloró, Katara nunca la había visto llorar, Sokka no la consoló ni nada, solo apretó sus puños y le dio la espalda, sin embargo Katara sabía que su hermano estaba destrozado, porque, aunque era el secreto de su hermano, ella lo oyó llorar, esa fue la segunda vez que lo vio así, tan débil, lloró con la misma intensidad y desesperación como el día que su madre había muerto, Katara apenas tenia unos 3 años pero lo recordaba muy bien.

Y asta aquí hemos llegado…..¿cuando irán a su viejo barrio? ¿Cuándo se reencontraran los viejos amigos? ¿Cuándo Katara conocerá a Zuko?...

La verdad no lo se, tengo que ver como continuo este Fic…..XP

Manden review, review y más review…. -U