Unforgettable.
By Aiolos.
No puedo dejar de pensar en ella. Un día más he vuelto a irme. Un día más necesitaba estar lejos de ellos y, más aún, de él. Ya se que es muy fácil echarle la culpa de no poder verla más, y que en realidad es el camino que he elegido. Pero, es en estos momentos, cuando más necesito cargar mis errores sobre él para poder sentirme mejor. Desde luego, soy más hipócrita de lo que pensaba. Siempre escondiéndome detrás de esta sonrisa.
Va a llover. La humedad llena el ambiente. Siempre que llueve me acuerdo de esos días. Cuando éramos pequeños y aún podía estar con ella sin preocuparme por nada. Cuando nos consolábamos mutuamente. Fue un día como este, cuando me enamoré de ella.
Las primeras gotas comienzan a caer en el suelo polvoriento. Los dos niños miran al cielo y echan a correr para llegar rápido a su pequeña cabaña. La lluvia arrecia y los niños corren más aún. Van cogidos de la mano riendo. Hace mucho que no ven llover en aquel paraje desolador. Al fin, llegan a su destino y entran en la cabaña rápidamente.
Se sientan en el futón improvisado y miran la lluvia caer, juntos. Sus cuerpos se rozan y sus manos se entrelazan. Al final el cansancio vence a la pequeña que se tumba al lado del chico, todavía agarrada a su mano. Él la mira mientras poco a poco va cayendo en un sueño profundo. No puede dejar de mirarla. El cabello rubio le cae sobre la frente. El chico alarga su otra mano y con un gesto delicado retira las hebras doradas para poder observarla mejor. Ella suspira en sus sueños. Sabe que con él está segura, que nada podrá hacerle nunca daño. Que siempre lo tendrá a su lado. A…
…Gin – suspira ella entre sueños.
Le acaricia la mejilla con suavidad y se recuesta a su lado. Pronto cae en las redes del sueño. Siempre con sus manos enlazadas a las de ella.
Matsumoto…te quiero.
