Nota del autor: Esta es mi primer historia y seguramente por ser la primera tenga varios errores de redacción o el tema no les resulte muy "emocionante" pero voy a mantenerme optimista! Que lo disfruten!

Disclaimer: Lo personajes de este fic no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.


Capítulo 1: Una idea firme.

Ya habían pasado dos meses desde la celebración del casamiento de Shikamaru y Temari y, por supuesto, ya se encontraban viviendo juntos como marido y mujer.

Luego de muchos años de arduo trabajo en los exámenes chunin y las misiones ninja, habían logrado recaudar suficiente dinero para comprar una hermosa casa de estilo tradicional con un enorme patio trasero lleno árboles y flores súper coloridas. Podría decirse que esos dos vivían en el paraíso, y claro, se habían esforzado muchísimo para conseguir tan bello hogar, en especial Shikamaru que quería darle una buena vida a su esposa.

Todas las tardes Temari salía al patio trasero de su casa para apreciar el hermoso paisaje y tomar aire fresco, algo normal en ella siendo que provenía del País del Viento. En esos ratos, sus ojos verdes se perdían en la inmensidad de la vegetación. En su jardín había hortensias azules, azaleas rosadas y crisantemos amarillos como el sol, también había unas cañas de bambú altísimas y árboles de cerezo enormes. Ella misma había plantado todo aquello con mucha dedicación. ¡Amaba su jardín! Y lo amaba aún más en los días de lluvia, cuando ese olorcito a tierra mojada perfumaba toda la casa. Era tan feliz en su nuevo hogar. Pero a menudo algo de tristeza se asomaba en su carita.

Las razones eran muy obvias. La lluvia y las flores coloridas, eran cosas que jamás encontrarías en la Aldea Oculta de la Arena. La culpa la invadía. ¿Acaso prefería la vida en Konoha antes que en su tierra natal?. Le gustaba su nuevo estilo de vida pero jamás dejaría de amar el lugar de donde vino. Antes de mudarse a Konoha para vivir con su marido había llenado un pequeño frasco de vidrio con arena de Sunagakure. Ese frasquito con arena yacía en una repisa al costado de la cama por lo que Temari lo miraba antes de irse a dormir y al despertar por las mañanas. Aún extrañaba su antiguo hogar, aunque ya habían pasado unos meses de la mudanza. También extrañaba a sus hermanos. Temari había pasado una infancia muy dura, lejos de su hermano Gaara al cual no podía ver porque su padre se lo prohibía. Fue luego de que Gaara se convirtiera en Kazekage que su relación se hizo más estrecha. Verdaderamente, fue muy poco lo que habían disfrutado como verdaderos hermanos.

A Temari se le ocurrió una buena idea para seguir en contacto con su Aldea y con sus hermanos…

- Quiero volver a mis labores como kunoichi – dijo Temari, con la voz un tanto temblorosa.

- ¡¿Qué?! – Exclamo Shikamaru, bastante sorprendido.

- Ya sabes, organizar los próximos exámenes chunin, representar a Sunagakure, llevar y traer papeles de aquí para allá. Nada nuevo, lo mismo que hacia hace unos meses atrás. – Dijo ella con una sonrisa en su rostro.

- No lo sé Temari, no veo necesario que trabajes. Yo tengo un buen sueldo y nos alcanza para vivir bien. – Dijo él muy serio.

- No es por el dinero. Simplemente que así estaría en contacto con la poca familia que me queda. – Dijo Temari.

- Puedes ver a tus hermanos cada vez que se reúnan los kages en el Konoha. – Dijo Shikamaru.

- No es lo mismo, también extraño a mi Aldea. – Dijo ella.

- Entonces iremos cuando me tome vacaciones. Yo te acompañaré. – Dijo Shikamaru, sonriente, pensando que lo había solucionado todo con sus palabras.

- Para tus vacaciones falta mucho tiempo, además, solo sería una semana. Yo quisiera ir a Sunagakure algunos días al mes. – Dijo Temari un poco irritada.

- De ninguna manera, una mujer casada no anda sola de viaje. – Dijo Shikamaru nervioso mientras buscaba sus cigarrillos.

- ¿Acaso tienes miedo? ¿Piensas que durante mis viajes te seré infiel? – Preguntó ella.

- Claro que no. No desconfío de ti en absoluto. – Dijo el.

- ¿Entonces? – Preguntó Temari.

- Tengo miedo que te pase algo, que te lastimes, que recibas el ataque de algún shinobi, no lo sé, me parece muy peligroso – Dijo Shikamaru mientras fumaba un cigarrillo.

- Tonterías, he viajado toda mi vida siempre sola y jamás me ocurrió nada. No deberías preocuparte, además, ¿Tan poca fe me tienes? ¿Crees que en dos meses que llevo de casada ya he perdido mis habilidades como ninja? – Dijo ella enojada.

- Sigo pensando que es peligro. Además…- Shikamaru se quedó mirando el cielo.

- ¿Además? - Pregunto Temari.

- Bueno, la realidad es que… me parece que ya es hora de hacer lo que hacen todas las parejas después de casarse. – Dijo el, bajando la cabeza y mirando fijamente a su esposa.

Temari se le quedo mirando a Shikamaru atónita, tenía una idea de lo que su marido estaba por decir.

- Yo creo que ya es hora de buscar un bebé. – Dijo Shikamaru seriamente.

Temari quedo en silencio absoluto.

- Temari, no sé porque reaccionas de esa manera, lo que te estoy diciendo no es algo raro. Naruto y Hinata apenas de casaron encargaron un niño y también así lo hicieron nuestros padres cuando eran jóvenes. – Dijo el.

- Me parece muy pronto. – Dijo Temari evitando la vista de su esposo.

- ¿Muy pronto? ¿Y vas a esperar a ser una ancianita para embarazarte? – Le preguntó el, de manera algo burlona.

- No lo sé, no es algo que haya planificado aún. ¿Podemos seguir hablando del tema anterior? ¿Cuándo puedo retomar mi trabajo como kunoichi? – Pregunto ella seriamente, quería evitar el tema del bebé a toda costa.

- No me cambies de tema por favor, esto es algo serio. Mi clan pertenece a uno de los más importantes de Konoha y debo tener al menos un hijo para poder transmitirle mis conocimientos y mis técnicas ninjas, así el Clan Nara seguiría subsistiendo. – Dijo Shikamaru, levantando un poco la voz.

- Dame tiempo Shikamaru, aun no me siento lista. Por lo pronto puedes llenarte del amor de Mirai, eres como un padre para ella y te quiere mucho. – Dijo Temari.

- También adoro a Mirai y me encanta pasar el rato con ella, pero no es lo mismo. Quiero un bebé que sea nuestro. – Dijo Shikamaru.

- Pues tendrás que esperar y fin de la discusión. Iré a hablar yo misma con el Hokage para que reanude mis tareas lo más pronto posible. Adiós Shikamaru. – Dijo Temari, cerrando fuerte la puerta. Estaba muy decidida.


Dependiendo del grado de aceptación de este fanfic iré subiendo el resto de los capítulos. Quiero leer sus críticas, obviamente acepto todo tipo de sugerencias! Espero que les haya gustado. Nos vemos muy pronto!