Ni Glee, Ni Dianna Agron, Ni Lea Michele me pertenecen.
Capitulo 1: El inicio.
Sin dudas llegar de Nueva York a los Ángeles, no era lo que imaginaba respecto a su carrera. Si bien, siempre se caracterizo por su personalidad algo llamativa y sin dudas eléctrica, este casting significaba un gran cambio para ella. No solo por el simple hecho de que dejaría la ciudad que amaba y a sus seres queridos atrás, sino también porque se estaría presentando a un desafío que desconocía por completo, LA PANTALLA CHICA. Lea Michele era un talento, un talento puro y único, sus excelentes presentaciones en Broadway sorprendían a mas de uno y le daban ese brillo que la hacia especial. Mas allá de que sus padres no estuvieran muy de acuerdo con este casting, ella ya era mayor de edad y decidió seguir sus sueños, encarar este desafío y, por supuesto, superarlo a la perfección. Sabia que esto significaría un gran cambio, sobre todo por ser hija única, pero era algo que estaba dispuesta a descubrir.
Una vez allí, esperando su turno, no todo fue como lo esperaba. Su actuación fue un verdadero desastre. Como era de esperarse, se presento con una canción que sabia de principio a fin; "On My Own". Debido a su participación en Los Miserables con tal solo ocho años de edad. Esto será pan comido. Pensó.
"Lea Michele" – Llamaron desde adentro de la sala. "Adelante por favor". Lea se dirigía nerviosa, mas que eso, ansiosa, expectante por ver que tan capaz era de triunfar en la televisión.
"Buenos días, mi nombre es Lea Michele" – Se acerco a cada una de las personas presentes allí y les entrego su curriculum, prosiguió. "Voy a cantar el tema On my own de Los Miserables" – Dirigió su mirada al pianista y realizo un gesto para comenzar.
Todo salía a la perfección, tal y como lo había planeado, lo podía ver en sus caras, la amaban!, estaba brillando, estaba tan cerca de sentir como se hacia con ese papel en un abrir y cerrar de ojos… hasta que llego la catástrofe! Sus oídos estaban escuchando bien? El pianista se había equivocado de verso? No podía estar ocurriéndole esto a ella, justo a ella no! Tratando de controlar sus nervios, su ira, esa mezcla de sentimientos, se dirigió hacia el lo mas cordial posible.
"Hay que parar y hacerlo otra vez" – Realmente había dicho eso? En que estaba pensando, esto no era Broadway, nadie la conocía y no podía venir con aires de diva a un lugar al cual intentaba encajar.
El lugar exploto en risas automáticamente, lo cual no podía ser un mal síntoma, por lo que se dirigió a todos. "Voy a hacerlo de nuevo y todos van a llorar" – Lo cual despertó mas risas entre todos. Esto realmente no estaba saliendo tan mal.
Ryan Murphy había conseguido a su Rachel Berry, era perfecta, elocuente y talentosa como se lo había imaginado. Las audiciones siguieron su curso por lo que Glee empezaba a tomar forma. Solo le faltaba encontrarla a ella, a esa porrista que sea dulce y tierna a los ojos y una perra por dentro, que fuese capaz de hacerle la vida imposible a más de una persona, pero que a su vez fuese incapaz de despertar odio. Hasta que la vio, allí estaba, frente a sus ojos en la pantalla de su notebook. Dianna Agron. Necesitaba una porrista y quien mejor que ella? Habiendo actuado ya como tal, Ryan Murphy ni lo dudo. Automáticamente presiono play y se decidió a escuchar su angelical voz cantando, lo que termino por convencerlo. Tenía a su Quinn Fabray y a su vez a la antitesis perfecta para su Rachel Berry. Solo necesitaba concretar un casting en persona, pero sabía que eso solo afirmaría sus creencias.
Llego el momento, la ansiedad invadía el cuerpo de todo el mundo en los estudios de Fox. Empezarían los tan aclamados y esperados ensayos de la serie que prometía revolucionar la televisión estadounidense. Si bien todo estaba medio tirado de los pelos y el nerviosismo explotaba por cada rincón, todo marchaba bien. Se hicieron las respectivas presentaciones. Uno a uno, los chicos fueron entrando a un salón, donde se iban saludando y conociendo. Ahí estaba ella, Lea Michel, el talento del que tanto se hablaba y obviamente, del que tanto se esperaba.
"No lo puedo creer!" Dijo una voz hacia ella. Lea se dio vuelta sin reconocer la voz y sin estar del todo segura de que fuese para ella. Su cara se transformo inmediatamente.
"Jennaaaaaaa! Que haces aquí? No me digas que vos también quedaste? Esto es increíble, estoy tan emocionada, podes creer que…" Lea no paraba de hablar, Jenna la miraba con una sonrisa en su rostro, hasta que decidió interrumpirla.
"Veo que no cambiaste en nada! Seguís teniendo la misma personalidad explosiva" – Volvió a abrazarla y ambas rieron a carcajadas.
"No puedo creerlo, no sabes lo feliz que me hace saber que voy a trabajar con vos!" – Sus ojos se iluminaron, sujetándola de las manos, no podía borrar la inmensa sonrisa de su cara. Desviando su mirada al resto de sus compañeros – "Conoces a alguien?"
Jenna negó con la cara. Desvió su mirada hacia donde miraba Lea para notar a una rubia que entraba por la puerta. Jenna sonrió y agarro a Lea de la mano llevándola hacia allí.
La rubia levanto la vista y se encontró con las chicas que venían a su encuentro. Automáticamente sonrío al verla a Jenna.
Se dieron un abrazo profundo. "Te dije que quedarías!" – Dijo Jenna con una gran sonrisa. A lo que la rubia asintió con la cabeza. "Me alegro tanto de que estés aquí, fuiste de mucho apoyo en ese pasillo, la espera me estaba matando" – Le sonrió.
Lea se mantenía atenta a la conversación y como era de esperarse no podía quedarse fuera, por lo que emitió una tos un tanto falsa, incluso para ella que todo lo que hacia parecía tan real.
Jenna volteo a mirarla – "Ohhhh, perdón! Estoy tan emocionada que no me di cuenta de que no se conocen" – Se corrió para que la rubia pudiera ver a Lea y viceversa.
Lea tomo la iniciativa, coloco su mejor cara, con una sonrisa de oreja a oreja y dijo – "Hola, soy Lea Michele".
"Hola Lea, me llamo Dianna, encantada de conocerte" – Dijo con una sonrisa realmente encantadora.
Acepto cualquier tipo de comentario, siempre que sean con buena onda. Agradezco a los que se tomaron el tiempo de leerla y espero que les haya gustado el comienzo.
