Esta es una historia de South Park que remonto alrededor de la segunda guerra mundial (1939 -1945) en la que narro el transcurso de sucesos inesperados en la vida de los personajes en especial de la chica principal mi (OC favorito) y como se relaciona con otros personajes; Mientras personajes como Eric Cartman entre otros asumen roles importantes del poder en el mismo plazo de tiempo. Un poco de ficción mezclada con realidad acerca de la segunda guerra mundial.

Esta es mi primera historia, y este es el prólogo espero que lo disfruten.


Prólogo

27 de Septiembre de 1939 1530 horas – Moscú, Rusia

Era una fría tarde Rusa de invierno y a duras penas el sol se asomaba por entre la nubosidad y la niebla; Una joven se encontraba echando un vistazo a través de un formal ventanal de un enorme edificio, en las manos sostenía una carpeta con marcas de agua de (clasificado) y examinaba meticulosamente su contenido; Se detuvo en seco para razonar la situación:

-Estaré realmente lista para esto; Creo que podría hacerlo es todo un trabajo para un asesino profesional, si lo logro mis gloria no tendría limites…eliminar al líder nazi…fantástico; Aunque tal vez no tengo razones suficientes en realidad; Mi ayuda es solicitada por toda la alianza…será suficiente… pero… Rusia me paga mejor que Gran Bretaña. Pertenecer a la K.G.B sería espectacular, no puedo rechazar esta oportunidad. Pero necesito argumentos convincentes para que considere tomar mis servicios como espía, mi belleza y hablar alemán…por supuesto no es suficiente.

En la mitad de su razonamiento fue interrumpida por unas fuertes pisadas en el metálico suelo que la antecedía; Apartando su mirada de la carpeta, alzo la vista hacia la chica que se acercaba veloz e imponentemente.

- Y bien, ¿qué has decidido al respecto? –Preguntó hostilmente la joven.

-He decidido ayudar a la alianza, más tratar conmigo es como tratar con un contrato tengo mis términos y condiciones –Respondió la chica de la ventana.

-Parece que no leíste lo que te he mandado a entregar –Dijo la joven malhumorada.

-En efecto lo he leído, y he mandado a que entregarán una carta en la que diligencie las dudas que planteaban en la carpeta acerca de mí, bueno casi todas –vaciló- por desgracia veo que no se la han hecho llegar, por suerte tengo una copia aquí mismo–Dijo examinando su bolso - Puede leerla ahora mismo si usted desea.

La joven tomó la carta de mala gana y la examino muy lentamente:

-Veo que es cierto que respondió casi todas mis dudas; que me puede decir usted acerca de porque no diligencio su nombre completo, fecha, lugar de nacimiento y estado civil.

- Pues verá, me pareció poco relevante; Usted no parece una mujer estúpida –la otra joven se sobresalto con el cometario- ¿cómo pretende usted que yo siendo espía profesional en infíltrame le voy a dar mi nombre completo (y real)?- murmuro con fastidio en sus adentros – cuando solo mis padres y algunos familiares lo saben –Dijo desvergonzada.

- Bueno si no me dará su nombre me obliga a buscarlo en su historia clínica.

-Me temo que pierde su tiempo, no tiene el dato de mi lugar de nacimiento y viajo constantemente por el mundo en todo momento ¿cómo va hallar mi historia clínica?

- Pero cuando fue niña debió tener un lugar fijo de vivienda con un hospital y lo hallaré.

-Me temo que no, mis padres conservan esos archivos en un lugar que a menos de que sea una suicida profesional no intentará llegar – Rió la joven de la ventana.

-Llegaré hasta el rincón más recóndito de la tierra para hallarlo cueste lo que me cueste – Gruñó la otra joven- aunque ahora que es un poco mayor debe tener un hospital de confianza ¿no? –Dijo de forma perversa.

(El rincón más recóndito de la tierra…jmmm pero de la tierra no del inframundo)-Rió en sus adentros -La verdad es que no, acudo a mi doctor particular de confianza- Le dijo.

-Bien como sea- dijo la joven desesperada- Bien hablemos de su fecha de nacimiento, no le pongo más de 19, ¿cuántos años tiene?- Pregunto.

-Unos déjeme pensar….160 tal vez-Dijo convincentemente entre sus titubeos.

-No sea ridícula, usted no puede tener esa edad.

-Bien entonces confórmese con su espectro de 16 a 19 – Respondió mofándose de la indagatoria.

- ¡Bien lo haré!-dijo burdamente la chica- bien ¿dónde nació?

-Muy abajo en tierras bajas.

-Déjeme adivinar en Europa ¿Holanda?

(Que tenga ojos claros en este instante no lo significa pero bueno)-Pensó –no –Respondió.

-¿Bélica?

-no

-¡¿Bruselas? – Grito desesperada.

-no.

- ¡Asiática ¿já? –Grito histérica- ¿japonesa?

-no

-¿China?, ¿Coreana?

-no

(Un momento razonó, se cubre la cara y todo el cuerpo) –Ya sé usted es musulmana o islámica; ¿península arábiga o Israel?

La joven de la ventana abrió los ojos como luna llena:

-¡¿Ah? Yo no soy islámica ni musulmana y no estábamos hablando de ¿dónde venía?

-No eres lo suficientemente morena para ser Hindú –Dijo la otra joven- ¡o ¿sí? – Le grito abalanzándose sobre su mesa de oficina.

-no de hecho tampoco soy budista por si las dudas.

- ¿Viene de algún país de la alianza?

-No responderé porque me parece irrelevante.

-¿Eres griega? –pregunto cómo último recurso.

(Que pecado con esta mujer le va a dar un ataque cerebro vascular si la sigo estresando de esta manera ya dejémosla en paz) Puede ser –Respondió.

-Bien escribiré que eres griega; ¿te llamas afrodita o algo a si?

-Pues… no ¿porque?

-Solo lo pensé porque es griega y pues por lo menos está en buena forma entre lo poco que puedo distinguir de usted y pues lo soldados que hacen guardia en este lugar no dejan de hablar de usted, bueno de su físico… hombres… usted comprende.

-No se preocupe estoy acostumbrada.

-Bien, ¿está casada? ¿Hijos?

-Parezco una persona irresponsable y madura.

-¿Por qué lo pregunta?

-Pues cree que yo siendo espía y viajando por todo el mundo todo el tiempo dejaría a mis hijos desamparados y solos.

-Pues no lo sé no estarían solos a menos de que no se casara o sé divorciara-La joven de la ventana dio un brinco- hay muchas mujeres jóvenes con hijos que no los cuidan

-No me compare con ellas por favor, no estoy casada y no tengo hijos cambiemos de pregunta.

(¿Porque se habrá fastidiado tanto? ¿Acaso le dije algo malo? Tal vez era malo para su religión)-pensó –bien, volviendo a su religión usted es politeísta o monoteísta; musulmana, budista, islámica, judía, cristiana, católica, satánica, agnóstica, atea…

-¿Porque necesita saber eso?

-Sí es judía por ejemplo corre más riesgo, pero está más dispuesta a trabajar con nosotros.

-No responderé, eso es todo.

-Supongo, ¿un nombre para ubicarla? ¿Quizás?

-L.S.D -Dijo riendo.

-¿Me está tomando del pelo o verdaderamente quiere que la busque con esa sigla?

-No, de verdad; Además esta jodida si creyó que le daría mi apellido, no le facilitaré el trabajo.

La joven del escritorio adquirió una expresión sorprendida:

-Bien como mujer misteriosa hace bien su trabajo, a toda esta situación no es un hombre ¿verdad?

-No.

-Eso espero, ya he avisado a la alianza que una mujer va camino; Mañana tomará un vuelo con destino a Francia y allí estarás tal vez unos meses hasta que te avise que vayas a Alemania.

-Comprendo gracias por encomendarme esta labor presidenta.

-Confió en su juicio y desempeño por favor no nos falle.

-Claro que no.

-Ya he citado a los batallones a los generales y a los directores de estado y de toda la alianza, acudirán a la ceremonia formal en la que hará el juramento de lealtad esta noche a las 21:00 horas.

-Acudiré encantada.

-Nos veremos allá mismo.

La joven de la ventana se colocó de pie y se dispuso a salir de la manera más discreta posible, observo que la venta estaba abierta y sin pensarlo dos veces se sentó en el borde de la ventana y observando fijamente a la chica del escritorio realizo una señal militar de respeto y se lanzó al vacío tras ella sin la menor preocupación. La joven del escritorio adopto una conducta de preocupación absoluta y corrió lo más veloz posible hacia la ventana sosteniendo el aliento casi al borde del colapso; En un santiamén al observar fuera del edificio habría de percatarse de que la joven había desaparecido.


27 de Septiembre de 1939 2100 horas – Moscú, Rusia

Los comensales ya se encontraban en la puerta del lugar, todos formales y representantes de su lugar en los gobiernos; Como era de esperarse la presidenta Rusa dirigiría la formal y elegante velada. Los comensales quedaron paralizados al ver a una joven que sin afán alguno se acercaba hacia la entrada, llevaba el vestido más bello y elegante que jamás abrían visto todos en sus vidas no tenía un estilo Europeo, Asiático, Americano o de Oceanía; Aunque para ser tan innovador y desconocido era precioso; Aunque había algo muy extraño en ese portentoso vestido, cuando los comensales se preguntaban o comentaban de él todos lo veían de un estilo diferente; Unos alegaban que era rosa, otros que era azul, morado, gris; Pero para la chica era simplemente negro; Con la elegancia de un cisne, la agilidad del viento, la dulzura de una rosa y el atrevimiento de un gato se desplazo sigilosa a través del salón, no era una mascarada más ella llevaba bien puesto un hermosísimo antifaz cuyos decores de joyas brillaban espectacularmente con las luces del lugar. ¿Cuánta envidia femenina pululaba en el lugar? Era difícil de calcular, ella por su parte se posiciono neutral frente al asunto y busco un lugar en una de las mesas. Se sorprendió al ver que su silla estaba personalizada y contramarcada al lado de la presidenta y garabateo una sonrisa, pensando divertida:

-Que curioso seré la dama sentada en la silla de la sigla extraña- Pensó sonriendo para sí misma.

Tomo asiento delicadamente y de inmediato empezó a reconocer caras conocidas últimamente, enemistades y algo tan simple y sincero como amigos; De repente dirigió la mirada a un joven de más o menos 18 años calculo vagamente, blanco con un cabello rubio muy claro y una simpática chivera; Al principio le resulto divertido le parecía una cabra y casi no podía contener la risa, trato de tomarse el asunto con seriedad imaginando que fuera un soldado conspirador que trataría de matar a todos, más lo único que vino a su cabeza fue el chico calvo con chivera balando mientras cargaba un arma sentado entre más cabras y no se pudo contener, por un momento pensó que si seguía riendo de esa manera tan bestial le iba a hacer honor a como estaba marcada su silla en el espaldar, después de todo estaba muy fuera de lo común y pensó que debía poner todo en orden antes de que la gente hiciera deducciones impositivas apresuradas, tomó una de las copas que había en la mesa y examino su contenido tratando de ignorar todas las ideas graciosas y extrañas que revoloteaban en su cabeza, miro de reojo a su alrededor y descubrió que el muchacho de la chivera se dirigía a ella.

Pensó a cabeza fría:

-Que tal venga a matarme porque si es un soldado infiltrado y me burle mentalmente de su chivera y lo sabe, más freno en seco su loca teoría para pensar como habría sabido que pensaba en su chivera era ridículo hasta para ella.

La joven lo miraba inquieta y se dio cuenta que el joven metía una mano entre su bléiser para sacar algo, sin pensar dos veces la chica vacio el contenido de la copa y se la lanzó con mucha puntería y toda su fuerza, todavía estaba a una distancia considerable para aturdirlo lanzársele encima y luego herirlo con su propia arma y sacarle toda la información pensó salvaje e instintivamente pero en el fondo le parecía un tanto irracional más tendría el plan craneando por si el joven cambiaba de estrategia para matarlos a todos. El joven esquivo la copa con unos reflejos impresionantes y saco la mano de su bléiser; La chica se ruborizó de pena al ver que era una tarjeta e identificación para espías y que el contenido de la copa que vacio fue a parar en la cara de la presidenta y el escote de una de las damas de atrás. Entre los murmullos la chica se sentó con la cara del color de un tomate y una vergüenza indescriptible; El joven se sentó a la mesa con ella e intento platicarle, pero la chica necia a sus intentos de conversación desviaba o escondía su cabeza entre sus brazos.

-Mi acrónimo es L.B.S, mucho gusto señorita- Dijo el joven amistosamente.

Con la cabeza aún escondida entre los brazos murmuro lo más fuerte que pudo para que él la escuchara:

-Mucho gusto caballero, mi acrónimo se encuentra tras la silla.

-¿Qué ocurre agente Daemon?- Pregunto el joven.

-Yo de verdad lamento mucho caballero que… (Un momento me dijo agente Daemon)-Pensó.

Hubo silencio por unos minutos en la mesa más luego la conversación sería larga.

-¿Leopold? -Pregunto tímida.

-Sí, soy yo.

La chica dio un salto y se abalanzó sobre el muchacho dándole un caluroso abrazo.

-Siento mucho lo de la copa.

-No te preocupes gajes del oficio.

-No sabía que ahora tenías una chiv…una chiv…; Más no pudo pronunciar la palabra sin que todas esas locas ideas volvieran a su cabeza y estallo en risa de nuevo, trato de ser discreta esta vez pero no le fue nada sencillo.

-¿Una chivera?, sí, sabes que todo el tiempo hay que cambiar de apariencia en este trabajo.

-Lo sé- dijo entre lo poco que podía pronunciar – pero quiero contarte algo muy gracioso.

-Por supuesto soy todo oídos.

En lo que ella le relataba su graciosa fantasía de él siendo un chico calvo balando como una chiva loca con un arma entre cabras y otros disparates, la presidenta conversaba con su concejera de confianza.

-Te parece poco, es una mujer estresante y sombría –Decía la presidenta con arrogancia.

-Tendrás que aprender a querer a los espías, todos los gobernantes pasan bajo mucha presión y responsabilidad, pero debes entender que ellos igual más para ellos es un juego de cartas siempre a su favor en sus locas ideologías, cálmate y aprende a tomarte las responsabilidades como ella.

La presidenta refunfuño:

-No me hace falta aprender nada de esos incultos rufianes.

-Rufianes que trabajan para la alianza y que si se van con los nazis no nos ayudan–Rió la concejera.

-Lo comprendo a la perfección, pero me dijo que no estaba casada.

- ¿de qué hablas?

- Pues mira como habla de abierta y alegremente con ese muchacho al que casi mata con esa copa.

-No quiere decir que este casada, que tal si solo esta prometida o es su novia.

-No lo sé, oh mira que horas son debo hablar con ella para que realice el juramento en media hora, hablare contigo luego.

-Muy bien.

La presidenta se dirigió a paso firme a la mesa donde conversaban Leopold y la agente.

-¿Cómo has estado últimamente?- Pregunto la muchacha.

-Bien supongo.

-¿a qué te refieres con bien?

-Pues no mucho la verdad.

(¿Qué le habrá sucedido? Noto un deje de tristeza en su voz)-Pensó- ¿Por qué?

-Recuerdas que te hable de que tenía una prometida y nos íbamos a casar.

-Sí, si lo recuerdo –dijo un poco celosa.

-Quería pedirte ayuda la verdad.

-¿Por qué?

-Ella fue asesinada por otro espía, supongo que era nazi.

-¡¿qué? –Exclamo horrorizada.

Leopold bajo la cabeza y dijo entre sollozos -No sé bien por qué sucedió, de verdad me siento muy mal por ello.

-Tal vez alguna vez le comentaste alguna información indebida.

-No estoy seguro de que no lo hice.

-¿Cómo se llamaba tu prometida?

-Elisa Spoon.

La chica quedo congelada estaba totalmente desconectada de la realidad, sus ojos parecían dos uvas, la palidez se trepo con la agilidad de un lémur a sus mejillas, su respiración se agito tal cual un garañón emprendiendo huida y sintió su corazón dar brincos casi fuera de su pecho.

-Pero ella ¿no era...no era…Nazi?

-No la K.G.B le pidió hacerse pasar por una de ellos.

(-Elisa Spoon, Elisa Spoon; No, no puede ser yo no... no podría, fue en defensa propia, yo le pedí que se alejara, sino me mataría y…y… el blanco era ella era Nazi definitivamente, aunque en cualquier caso me dijeron que llego viva al hospital, debe ser un chiste.)-Pensaba con desesperación.

Agitada tomo una copa de champaña, mientras gotas de sudor recorrían velozmente sus sienes y manos, su pulso se puso muy impreciso y sus dedos fríos; Decidió no indagar más y ahogarse en alcohol de desesperación. Muy nerviosa llevo de un golpe la champaña a sus labios y la ingirió toda inmediato. El muchacho la miraba desconcertado y algo asustado.

(-Debe saber lo que pienso, que voy a hacer, sabrá que yo la maté, me culpará, todavía tengo una pastilla de cianuro en el bolso debería usarla)-Pensó.

La joven llevo la mano hasta su bolso y lo abrió lentamente aún temblando.

-yo quería preguntarte si tu…tu me podrías ayudar a resolver su homicidio.

La chica palideció de muerte solo lo miraba fijamente, era demasiada presión no podría hacerlo tendría que mentirle. Velozmente saco la pastilla de cianuro y justo cuando estuvo a punto de ponerla en su boca, Leopold sostuvo su mano y la besó. La reacción de ella fue golpearlo con el bolso y alejar sus labios de los de él.

(Supo a champaña)- Pensó Leopold divertido.

-¿Por qué demonios hiciste eso? –Pregunto en un tono bajo la chica fuera de casillas.

-No dejaría que otra dama inocente muera, pero ahora respóndeme tú ¿Por qué ibas a hacer eso?

La chica quedó paralizada, él freno la muerte de la asesina de su casi esposa sin saberlo acaso le interesaba; Luego de ello cayó en cuenta del escandalizador suceso y se sintió invadida por un millón de sentimientos; Más en lo que esto ocurría la presidenta tomo asiento en la mesa.

-No sabía que tenía un novio señorita-Dijo la presidenta.

-Yo…yo… el… él no somos… no es mi novio por supuesto que no –Titubeo.

-Como digas, en cualquier caso preparada para pasar allá al frente a hacer el juramento.

Leopold se sorprendió y la observo fijamente.

La chica pasmada bajo tanta presión estaba al borde del colapso sentía que ya era demasiado.

-¿Qué ocurre el muchacho te comió la lengua? –Rió la presidenta.

Leopold y la chica estaban supremamente ruborizados, ninguno sabía que contestar. La presidenta tomo partido en la situación y la llevo de un brazo arriba de la tarima.

Damas y Caballeros me honra ser la primera persona en presentarles la chica la cual se encargara de asesinar al Fuhrer, en este momento hará el juramento de realizar la labor por la cual la alianza prende de un hilo o morir en el intento y dar la vida por la alianza.

Matar al Fuhrer, acabar con los nazis yo sola, solo me había dicho que debía ir a Francia unos meses; Es demasiado que hacer, demasiadas noticias, demasiada presión yo no…no…

-Juras solemnemente que acatarás todas las….-Prosiguió la presidenta Rusa.

Mientras ella solo pensaba me duele el pecho, me duele mucho el pecho, gemía de dolor mientras la presidenta la tenía del brazo; Leopold se dio cuenta del asunto y se adelanto corriendo hacia la tarima.

-No puedo, hablar –Dijo a la presidenta con un suspiro ahogado.

La presidenta se impacto al ver que la chica tenía los labios azules y estaba muy pálida pero antes de reaccionar poder adecuadamente cayó una granada de humo tanto en la tarima como en el salón como tal que asusto a todos los comensales y entre ellos a la presidenta; Leopold se abrió camino a la tarima por entre las personas que huían y gritaban de histeria.

Tomo a la chica de la forma más delicada entre sus brazos; Ella solo lo observo y con un débil suspiro le pregunto ¿qué hacia? Pero él no contesto a su pregunta únicamente antes de que ella se desmayara le dijo:

-Adiós Comunismo, hola Nazismo.

Y en ese mismo instante la chica cerró los ojos y quedó inconsciente.


(Eric Cartman, Patty Nelson, Kyle Broflovski, Bebe Stevens, Wendy Testaburger, Leopold Butters Stoch, Stanley Randal Marsh, Kenneth Mc Cormic, Rebecca (red), Craig Tucker; Son personajes propiedad de Matt Stone y Trey Parker, bajo el manejo de la compañia Comedy Central, EEUU.