Canchanchan... chanchanchán... CrisGranger´s productions presenta una nueva obra... o mierdecilla pinchada en un palo de dos capítulos... como queráis llamarlo... u.u

El caso es que estraba yo allá por mayo en una asignatura muy divertida y entretenida llamada Economía de la Empresa (que he aprobado :D) cuya profesora habla mucho más de lo necesario y las palabras que salían de su boca ya no tenían sentido... asi que me puse a escribir algo que me apetecía desde hace tiempo. Porque a veces nos atraen personas, pero eso no significa necesariamente que estemos enamorados.

Espero que os guste... si no lo siento, espero que tirarme tomates u otros productos vegetales os hagan sentir mejor... y si de paso me dejáis un review contándome en qué creéis que he metido la pata pues...


La mejor forma de librarse de la tentación...

Si tuviera que situar el comienzo de aquella situación en un punto concreto del tiempo sería en la primera clase de Transformaciones tras las vacaciones de Navidad de sexto curso.

Ella se sentó a su lado y, como siempre, le dirigió una mirada amable al tiempo que colocaba sus libros sobre la mesa, listos para cuando la clase comenzara.

-Buenos días. Te veo un poco adormilado... ¿unas vacaciones entretenidas?-sonrió.

Adormilado no era la expresión adecuada. Cinco minutos, mientras contemplaba los sitios vacíos de sus amigos, tal vez; pero en aquel momento su atención se centraba en un olor nuevo, agradable cuyo origen desconocía por completo.

-Un poco, quizás-le concedió-¿Nuevo perfume?-probó, pensando que tal vez si lograse sacar un tema de conversación ella continuaría prestándole atención.

La chica se sonrojó ligeramente y asintió.

-Un regalo de Navidad... en realidad era para mi hermana pero por lo visto no era lo suficientemente exclusivo para ella, así que he terminado quedándome yo con ella.

-Hermanos-esbozó una sonrisa mártir.-Créeme cuando te digo que te entiendo...

-La clase de hoy estará dedicada a la lectura de los capítulos 5 y 6 así que os rogaría que saquéis vuestros libros y trabajéis de manera individual estos temas.

Sirius gruñó al tiempo que comenzaba a revolver en su mochila para buscar el libro; no sin antes dedicarle una mirada de aversión a la profesora McGonagall.

Comenzó a leer, sin dejar de fruncir el ceño, pero no podía concentrarse por aquel estúpido olor. Se suponía que aquel pupitre estaba situado estratégicamente. James le había suplicado a principio de curso que se sentara allí para poder sacarle información a la pelirroja de sus amores sobre cuáles eran sus flores favoritas y, sobretodo, para evitar que se sentara allí cualquier otro que fuera a pasarse las clases desnudando a la chica con la mirada.

Cuando Lily sacudió la melena para retirarse un mechón de cabello de la cara el moreno sintió que había llegado a su límite porque se dio cuenta de que llevaba leyendo el mismo párrafo más de cinco veces, y no tenía ni la más ligera idea sobre qué trataba.

Observó a su compañera sin poder evitar admirarla por la increíble capacidad de concentración que parecía tener. La profesora había salido del aula unos minutos antes y, como era esperar, el caos se había adueñado del lugar, pero la chica seguía leyendo, ajena a los chicos que trataban de hacer desaparecer una de las patas de la silla de Severus Snape o a los cotorreos emocionados de Narcisa Malfoy sobre su última cita con su nuevo novio.

Podía adivinar solamente por la expresión de su rostro el proceso que tenía lugar cuando había entendido algo, porque se colocaba el cabello detrás de la oreja derecha. Cuando tenía que releer algún párrafo porque no estaba segura de haberlo entendido del todo se mordía ligeramente los labios en un gesto adorable, y si, definitivamente necesitaba preguntárselo a la profesora, arrugaba la frente en un gesto infantil.

El mayor error que Sirius Black cometió en aquel momento fue detener la vista durante tanto tiempo en los labios de Lily Evans.

"Sirius, contrólate" se dijo a si mismo.

Pero ¿por qué? Él no estaba interesado en salir con ella y, mucho menos, le pediría que fuera la madre de sus hijos, Sólo quería probar el sabor de sus labios y comprobar si su cabello era tan suave como parecía. También, para qué negarlo, averiguar si cierta parte de su cuerpo era natural o simplemente eran uno de esos sujetadores muggles que hacían milagros hasta en los casos más desesperados (como el de su prima Bellatrix, por poner un ejemplo).

"James no te lo perdonaría"

De todas formas no tenía porqué enterarse... Además ella no era ni siquiera su novia y el hecho de que llevara acosándola los dos últimos años no le daba ningún tipo de derecho.

La cosa está que arde, ¿verdad? Un chico guapo que os abanique si dejáis review xD