Holaaaaa! Ayer estaba aburrida y pensé a imaginarme a un Momoko escribiendo Fanfics, y al final todo se transformó en una historia para mi.

En principio esto iba a ser un One-shot, pero me salió demasiado largo y al final intentaré que sea un Two-shot. En el siguiente capitulo ya será el final señoras, señores, niños, niñas, bebés, bebás (?. Por cierto, perdonen el asqueroso nickname de Momoko, ni ella ni yo teníamos lo suficiente imaginación para hacer un nickname más original xD

En fin, espero que les guste.

Summary: Momoko tiene un gran secreto. Toda la prueba estaba en ese cuaderno, pero, ¿qué pasaría si Brick sonsiguiera ese cuaderno? ¿Llegará a enterarse de que la pelirroja escribía Fanfic sobre ellos en una página llamada Fanfiction? Momoko esperaba que no.

Desclaimer: Las PowerPuff Girl Z y sus personajes no me pertenecen.


Momoko miró hacia ambos lados. Era un instinto. Tenía que asegurarse de que nadie le estaba espiando por su ventana o lo estaba observando a través de alguna estantería. Esto último era imposible, ya que se encontraba en la biblioteca. Sola. Nadie iba allí, ni siquiera había alguien en el mostrador. Todos las que ella conocía no leía. Ella era la única de su clase en el que si leía. Miyako no tenía tiempo, pues está apuntada a clase de arte, y Kaoru... A Ella no le gusta ni leer, ni los estudios, ni nada de sus hobbies.

Había insistido a la pelinegra que leyera al menos un solo libro para que pudiera darse cuenta de cuan maravilloso era el mundo de la lectura, pero nada. Su amiga Kaoru había pasado totalmente del tema, alegando que leer era para empollones como ella.

Bah, es sido una tonta al pensar que se interesaría en leer, pensó.

Se acercó hasta su mochila y sacó un pequeño cuaderno de color rosa, donde en letras grande ponía ''Momoko''.

Lo colocó en su escritorio, justo al lado del ordenador y, después, lo encendió. Puso la contraseña, y en Google, escribió ''FanFiction''. Tardó un poco en salir la página, pues su ordenador tenía un virus, y el Internet le iba fatal, a si que esperó pacientemente, y sonrió cuando vio la página principal del sitio Web que tanto adoraba. Le dio a Sing Up. Escribió su Email y su contraseña. Escribió el código de seguridad y entró a su perfil.

Vio que tenía un mensaje, y le dio. Se rió al ver el mensaje de una de sus amigas en FanFiction. Le respondió y le dio a Doc Manager. Se le había ocurrido una gran historia sobre su amiga Miyako y Boomer.

La fuente de la historia fue cuando vio como Boomer le pasaba una nota a Miyako. Esta se sonrojó, y la pelirroja pudo adivinar (Más o menos) que ponía en esa carta, sospechando que esos dos tenían un romance secreto. En ese caso, si alguna vez su amiga rubia descubría que ella escribía historias amorosas sobre ellas y los hermanos Him no tendrían nada que echarle en cara (Al menos la oji-azul, porque seguramente Kaoru se pondría echa una furia y rompería una o dos cosillas).

Momoko sabía que había gente que también hacía historias amorosas sobre Brick y ella, pero no le molesta. Es más, ya le gustaría a ella que ocurriera eso que escribe las personas en su fic, porque si, Momoko estaba enamorada de Brick Him.

Muchas veces había intentado hacer una historia de ellos dos, pero ella escribe sus historias en su cuaderno, y si Brick se enterara que había echo una historia de ellas dos, moriría.

Centró toda su atención en lo que escribía, y se paró hasta que ya no vio más letras en su cuaderno. Había llegado la hora de estar parada delante de su teclado, para ver si se le ocurría algo, como siempre hacía.

Suspiró.

- Pues nada. A por un dulce - Se dijo con alegría y salió de la biblioteca.

Se levantó y salió corriendo de la habitación chillando ''Dulceeeeees''.


Brick se encontraba en la biblioteca buscando algún libro para poder terminar su estúpido trabajo de ciencias que tenía que hacer con la pelirroja loca, pero esa estúpida pelirroja no aparecía por ningún lado y el trabajo era para mañana, a si que el ahora estaba intentando hacer el trabajo solo... ¡Solo! ¡Se supone que la pelirroja era la heroína y el es el villano! Los vilanos no les preocupa suspender materias, pero la pelirroja le había amenazado con matarlo si suspendía.

Y, vale, lo admitía, le había dado un poco de miedo en ese momento. Nunca le había visto así. (Aunque nunca lo diría en voz alta).

Entonces, la vio ahí, parada enfrente de un ordenador con el cuaderno abierto. Brick se dio cuenta que era el mismo cuaderno que no dejaba que nadie tocara, ni mirara, ni pensara en el. Vio como soltaba un suspiro, dijo algo y salió corriendo mientras chillaba.

Brick se percató de que el cuaderno de la chica seguía allí abierto. Esperó unos minutos para ver si la pelirroja volvía a por el, pero al ver que no venía, se fue acercando con curiosidad. Se preguntaba ¿qué había escrito? Debía de ser algo importante, pues ni siquiera Miyako y Kaoru sabían lo que Momoko había escribido ahí.

Agarró el cuaderno, dispuesto a leerlo, pero se vio interrumpido cuando escuchó unos pasos acelerados, como si alguien estuviera corriendo. Se alarmó enseguida, pues podría ser la pelirroja volviendo a la Biblioteca para coger su cuaderno olvidado... Que ahora se encontraba en sus manos.

Miró hacia todos los lados de la Biblioteca y, en ese momento, lo único que se le ocurrió fue coger el cuaderno y esconderse entre las estanterías de libros. ¿Por qué se escondías? Pues si Momoko lo veía ahí, seguramente le acusaría de coger su cuaderno (Cosa que es verdad) y no lo dejaría hasta que se lo devolviera y, francamente, no le entusiasmaba la idea de que la bipolar de las PowerPuff Girl Z lo siguiera a todas partes repitiéndole lo mismo.

Como el había supuesto, era la pelirroja, que se dirigió corriendo hacia la mesa donde minutos antes había dejado totalmente olvidado su cuaderno rosado.

Desde su escondite, vio como la mirada de Momoko cambiaba a una de desesperación y preocupación al no ver su querido cuaderno en el lugar en el que lo había dejado. Ella volteó hacia todos los lados de la habitación. Le oyó susurrar algo. Posiblemente estaba maldiciendo. Brick sonrió divertido.

Después de ver a la pelirroja salir de la habitación a toda prisa, se tranquilizó y sacó el cuaderno de su mochila.

Ahora estaba más ansioso por leer el contenido del cuaderno que antes. Se sentó en el su escondite y, dispuesto a leer el cuaderno, lo sacó de la mochila.

- Mmmm... ¿Brick? - El aludido se sobresaltó.

Guardó inmediatamente el cuaderno en su mochila.

- ¿Qué quieres, rubia?- Preguntó de forma brusca y algo molesto por haber sido interrumpido por segunda vez.

La joven de ojos azules rodó los ojos.

- Bueno, me preguntaba si habías visto a Momoko - Se cruzó brazos.

- No, no la he visto, y ahora largo. -

- Oye, no tienes que ser tan borde. - Susurró mientras inchaba sus mejillas de forma adorable.

Brick gruñó, cerró su mochila y se levantó dispuesto a largarse a su casa. La Biblioteca no era un buen lugar para leer contenido escrito por su mayor enemiga.

Ni la Biblioteca, ni ningún lugar en el que haya gente.


- ¿Qué crees que será?-

- No lo se, pero no debemos mirar. Esto es de Momoko-chan, no nuestro - Regañó la rubia.

- Pff. Somos sus amigas, debemos asegurarnos de que esté bien. ¿Y si esta carta es de un viejo enemigo de Momoko que ahora busca venganza?-

La rubia rió.

- Kaoru, si ese es el caso, llamaremos a la policía. O... A las PowerPuff Girl Z - Dijo esto último con diversión en su voz.

- ¡Venga Miyako, solo un poquito! -

- ¡Ya te he dicho que no! ¿Cómo te sentirías tu si Momoko o yo leyéramos algunas de las cartas que tus muchos fans te mandan? -

- De echo, ya la habéis leído. No soy estúpida. -

- Bueno, vale, nos has pillado, pero ¿cómo te sientes? -

- Me da igual.

- Un no es un no, y no se hable más.

Dicho y echo, Kaoru calló.

Observó la carta que su amiga rubia sostenía en sus manos.

Hace un rato, había venido un hombre preguntando por Momoko Akatsutsumi, y ellas le dijero que la conocían. Entonces el hombre le entregó esa carta y le dijo que se la entregaran a Momoko. Ellas habían ido buscando por todo el instituto a Momoko, pero no la habían encontrado. Kaoru al final se tuvo que ir, pues su madre la había llamado regañándola por que todavía no había llegado a casa. Miyako no tenía problema, pues su abuela había salido a comprar.

Después de buscar ella sola por una hora entera, decidió que lo mejor sería irse acasa y esperar hasta el día siguiente para entregarle la carta, pero, justo cuando ya se iba a ir, se le ocurrió buscar en la biblioteca. Si lo pensaba bien, la biblioteca era como el tercer hogar de la pelirroja (Porque sus segundo hogar es la casa de la rubia y de la morena, aunque para estudiar, prefería la de la rubia, pues los hermanos de la morena siempre se la pasaban armando jaleo). Era más probable que se encontrara ahí.

Con tranquilidad, caminó hacia la biblioteca.

Al llegar, no vio a la pelirroja, por lo que empezó a buscar entre las estanterías ( por si se encontraba buscando algún libro), por los sitios de los ordenadores (Aunque la pelirroja no le había mencionado nada de que le gustaba la informática, ella sabía que unos de sus hobbies era hacer-no-se-qué con el ordenador).

Observó las filas de los ordenadores antiguos, no encontró ninguno melena pelirroja con un garn moño rojo sentada en frente.

De pronto, escuchó un ruido entre la estanterías y enseguida se dirigió allí. Vio una cabellera pelirroja, pero por desgracia, no era la cabellera naranga que ella quería. Se encontraba sentado, acurrucado y tapando algo que ella no alcanzó a ver.

- Mmmm... ¿Brick? - Vio como el chico se sobresaltaba.

- ¿Qué quieres, rubia? - Ella rodó los ojos. De verdad que ese chico no cambiaba.

De pronto, sintió pena por Momoko. Tuvo muy mala suerte al poner de pareja Brick.

- Oye, no tienes que ser tan borde - Susurró mientras inflaba sus mofletes.

Sabía que eso irritaba a Brick, pues había visto a la pelirroja hacerlo, y le había explicado que el motivo era eso; Molestar a Brick. Al parecer, siempre funcionaba, y Miyako pudo comprobar que tenía razón.

Brick gruñó se fue de allí.

La rubia lo observó y enseguida se lamentó... Había olvidado preguntarle donde estaba Momoko.

Miyako suspiró cansada y observó la carta. Era de un color rosa pálido. Ella reconoció enseguida el papel. Eran do los que daban los admiradores; Cartas de amor. Ella estaba acostumbrada a ver cartas de amor, pues ella recibía muchas, y siempre leía las cartas de Kaoru...

Ella se hubiera emocionado si un chico le hubiera dado una carta de amor para su amiga pelirroja, pero es que el que le había entregado la carta no era un chico... Era un hombre, y eso le preocupaba. Es decir, ¿y si era un pedófilo? No quería que su amiga tuviera a un hombre así detrás suya. Claro que no. Iba a abrir la carta, por el bien de Momoko... Negó con la cabeza. Maldita curiosidad. Ella sabía perfectamente que había muy pocas posibilidades de que fuera un pedofilo , pero había empezado a armar todo eso dentro de su cabeza, buscando un excusa para abrir la carta.

Tenía que encontrar a Momoko lo antes posible o si no abriría la carta... A la mierda.

Miyako agarró la carta y la abrió, por dentro había un papel blanco con palabras escritas en tinta negra. A su lado había una foto de una chica. Cogió el papel y empezó a leer la carta.


Brick se sonrojó al leer el contenido del cuaderno de la pelirroja.

Había encontrado millones y millones de historias románticas. Lo más extraño de todo es que los protagonistas era Kaoru y Butch, o Miyako y Boomer. Al principio le dio mucho asco, pero al seguir leyendo se fue interesando más y más. Resulta que la tontaina esa escribía bastante bien.

Pasó más páginas buscando algún otra historia que pareciera interesante. Un momento. Brick frunció el ceño. ¿Por qué la pelirroja escribiría sobre sus hermanos y sus amigas? Y lo más importante, ¿dónde estaba un historia sobre él? Si había historias sobre sus hermanos, el tenía derecho a tener una historia sobre él. Aunque, la verdad es que no le sorprendía nada que no tuviera una historia sobre él. Eran enemigo, y los enemigos no escriben historias románticas sobre ellos.

De cierta forma, eso le entristecía.

¿La pelirroja pensaba que él no merecía tener una historia romántica con ella? Pues a el no le importaba. Se la sudaba completamente.

Pero, claro, se lo reclamaría.

Aunque antes se iría a buscar una historia sobre el y la oji-rosa. Seguramente habría más personas obsesionadas con que ellos sean pareja.

Al igual que el.


Miyako observó a Kaoru, que se encontraba balanceandose en un rincón de su sucia habitación. Tenía una cara de espanto que, si ella no fuera una buena persona, hubiera soltado una gran carcajada y después se hubiera empezado a reír descontroladamemte. No lo hizo porque no quería que Kaoru la odiara. Era su mejor amiga (Junto con Momoko, claro).

La rubia había llegado a casa de Kaoru para enseñarle la cara y, después, Kaoru se había acercado a su ordenador buscando el nombre de ''Fanfiction''. Después buscó ''OtakuQueAmaLosDulces'', que es como se había llamado a Momoko la persona que le escribió la carta.

Al clickear la obción, encontró un montón de obciones, por lo que clickeó al azar. Resulta que era un historia. Una historia sobre Kaoru y Butch. Una historia de amor. Una historia que provocó que su amiga pelinegra deseara suicidarse.

Miyako también encontró historias sonbre ella y Boomer. La verdad no entendía que pasaba con Momoko. Ella había dicho millones de veces que esos tres hermanos eran asquerosos y que sentía pena por la futura esposa de cada uno... ¡Pero las futuras esposas, en sus historias, era ellas!

Definitivamente hablaría con Momoko... Oh si, claro que lo haría.


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