Este fic tratará de ser una precuela al fic "Cuanto queda para la felicidad". La historia va a transcurrir desde que Shikamaru es salvado por Temari por primera vez hasta que empieza Naruto Shippūden.
El motivo por el cual publico ahora esta historia es porque los acontecimientos que están por conocerse de los Hidens influyen en cierta manera la segunda parte del fic.
Espero que os guste este fic!
Los personajes de esta historia pertenecen a la serie Naruto & Naruto Shippūden © Masashi Kishimoto
Capítulo 1.
Temari era la mujer más problemática que él había conocido. Tras el combate de los exámenes chunnin y a pesar de que Shikamaru se había rendido y por tanto, ella había ganado, se sentía frustrada. Se sentía peor que si hubiera perdido.
Él tenía trece años. Ella dieciséis. A pesar de la diferencia de edad ella parecía tenerle muy en consideración. No le gustaba admitirlo, pero Shikamaru la había impresionado con su actuación en el examen. Quizás por eso era ella la que estaba ahí plantada, delante de él, dispuesta a luchar contra la tal Tayuya.
- Somos los aliados de Konoha. Somos los shinobis de la Arena. – dijo la rubia.
- Había oído que los traidores de la Arena habían firmado una alianza con la Hoja, pero no pensaba que vosotros os dierais tanta prisa para ayudarnos – dijo Shikamaru.
- No invadimos Konoha por gusto. Fue una orden. Y también por eso estoy aquí.
- Ya veo… así que la Godaime le pidió ayuda a la Arena… estamos salvados… - pensó el shinobi.
- Por cierto – dijo la kunoichi de Suna - ¿se ha deteriorado ese cerebro tan bueno que tenías?
- ¿Eh? – Shikamaru se sorprendió por el comentario de la rubia. Parece que las noticias de su super inteligencia volaron rápido.
- ¿Vas a rendirte de nuevo? En esta ocasión yo me encargaré de ella.
- Lo siento, pero no puedo rendirme aquí. – dijo Shikamaru cayendo en el intento de Temari por llamarle la atención. Ella lo había conseguido, lo había picado. – No puede ser que un hombre sea protegido por una mujer.
- Siempre estás con esa mierda de hombres y mujeres – dijo la rubia – aunque intentes disimularlo se nota que estás hecho polvo, ¡idiota!
- Así que ahora sois aliados de la Hoja. Cuánto trabajo tenéis… - dijo Tayuya.
- Utiliza las notas de la flauta para realizar sus técnicas ilusorias – informó Shikamaru a Temari.
- ¡Lo sé! – asintió la rubia – DAI KAMAITACHI NO JUTSU!
- Es capaz de repeler el sonido de la flauta y a la vez causar daño físico al enemigo. Ataque y defensa en un solo movimiento. Al contrario que yo, ella posee técnicas muy buenas – pensó Shikamaru.
…
- Se ha escondido… – dijo Shikamaru.
- ¿Habrá huido? – dijo Temari.
- No, lo dudo mucho – dijo él.
- Acabo de llegar, infórmame resumidamente de la situación actual con el análisis que has hecho de sus habilidades y de su estilo de ataque.
- Primero, su táctica principal es utilizar el sonido de la flauta para meter al enemigo en una ilusión y luego someterlo a daño físico. Lo suyo es la larga distancia y genjutsu. Lo más probable es que en cuanto te ha visto se ha dado cuenta de que sus técnicas no funcionarán contra ti. Además, es un dos contra uno. Hasta que no nos lleve a una ilusión no volverá a mostrarse.
- El sonido, ¿eh?
- Sí…
- Las técnicas ilusorias van dirigidas a los cinco sentidos de las personas: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Confunden uno o todos. Dejando esto de lado, el que causa más problemas es el que tiene que ver con el oído porque ella puede estar a una gran distancia y si se mantiene sin ser vista no tendremos ni idea cuando ni desde donde ejecutará su técnica ilusoria para acabar con nosotros. Cuando hayamos descubierto de donde viene el sonido de la flauta ya estaremos dentro de la ilusión. – Shikamaru trató de recolocarse el dedo que se había roto. – A mi juicio, nos encontramos en una situación completamente desfavorable. A este paso tarde o temprano nos acorralará, deberíamos retroceder y…
- ¿Quién ha pedido tu opinión? Sólo he pedido que me hicieras un resumen de la situación… No subestimes mi poder. – dijo la kunoichi mordiéndose el dedo para realizar una invocación – Al enfrentarse a mí, si piensa que se puede sentir segura sólo por esconderse a una distancia desde la que poder alcanzarnos con la flauta, ¡qué inocente!… KUCHIYOSE: KIRIKIRI MAI!
La técnica de Temari arrasó con todos los árboles que tenían alrededor y con Tayuya que pudieron verla herida y sepultada bajo unos árboles.
- Bueno, ¿qué te ha parecido? Se ha acabado. – dijo Temari.
- Qué fuerte es… da más miedo que mi madre…
- ¿Impresionado? – dijo Temari dedicándole su mejor sonrisa. Shikamaru cambió su expresión, ella era terroríficamente bonita.
- … pero parece que esta vez tengo que darle las gracias… - pensó Shikamaru sin darse cuenta la cara de estúpido que estaba poniendo embobado con la sonrisa de la kunoichi de Suna.
…
- ¿Por qué te quedas aquí? – inquirió Shikamaru.
- ¿Así es como agradeces que alguien venga a hacerte compañía? – dijo la rubia de Suna.
- ¿Y tus hermanos?
- Están por la aldea, he venido yo sola.
Shikamaru no dijo nada más. Sólo se quedó ahí callado, moviendo sus manos nervioso, haciendo círculos con sus dedos pulgares. Tenía heridas leves y un dedo roto pero sus amigos no habían tenido la misma suerte.
- De nada sirve que te desesperes – dijo la kunoichi. Shikamaru levantó la vista y se encontró con una joven de piernas cruzadas dejando ver gran parte de su muslo.
- Qué problemática… - pensó él ligeramente alterado por la postura de la rubia.
- Los sacrificios son inevitables en una misión – continuó ella - Has recibido entrenamiento emocional, ¿verdad?
El Nara cambió su rostro y la miraba molesto por aquel comentario.
- El entrenamiento es diferente al combate real. Yo puedo saber en qué consiste una misión. Y también puedo entender como es el mundo shinobi. Esta ha sido la primera misión en la que he estado como capitán y ahora lo entiendo… creo que no estoy hecho para esto.
- Eres inesperadamente aburrido y a veces actúas como un adulto – dijo la kunoichi enfrente de él.
- Yo no debí haber sido capitán de este equipo – siguió explicándose Shikamaru mientras se ponía de pie – Todo lo que hice fue confiar en los demás. He sido demasiado ingenuo, no soy lo suficientemente fuerte… ¡Todo esto es por mi culpa!
- ¿Tienes miedo de ser lastimado? – dijo Temari. Shikamaru no la miraba y se puso a caminar en dirección contraria a la puerta donde estaban curando a su amigo Chōji. No estaba dispuesto a escuchar las reprimendas de una chica, su orgullo se lo impedía.
- Shikamaru – dijo su padre que estaba apoyado contra la pared que no veían desde el pasillo - ¿Una mujer te regaña y huyes?
- Esto es problemático, no quiero seguir hablando de esto. No soy una mujer. – se quejó el joven Nara.
- Sí… - continuó Shikaku – pero tampoco eres un hombre, sólo te comportas como un cobarde.
Temari observaba desde su asiento con cara de lástima como el padre de Shikamaru le regañaba.
- Incluso si renuncias a ser shinobi siempre habrá misiones y alguien más tendrá que hacerlo. Tus amigos serán asignados a otro líder. Y puede que de repente todos mueran, pero si tú eres su capitán tus amigos no acabarán de esa manera. Si te fijas esta vez has adquirido experiencia que te servirá para madurar y serás capaz de realizar tus misiones a la perfección. Si realmente tus amigos son importantes para ti, piénsalo bien antes de abandonarlos… ¡Considérate agraciado por tener a tu mando a tus amigos! ¡Eso es lo que significa ser un verdadero amigo! ¡No seas cobarde!
De repente salió Tsunade de la sala de urgencias.
- ¡Todo irá bien! – dijo a los que había en el pasillo. Se acercó a un banco y se sentó enfrente de Temari. – La continua destrucción celular por el efecto de las píldoras ha sido detenida por un antídoto que he creado. Gracias por tu ayuda Shikaku. El manual médico del clan Nara ha sido muy útil. Seguro que ha sido muy difícil reunir todos esos datos, ha sido el resultado de continuos estudios.
- Gracias – dijo Shikaku asintiendo contento por la noticia.
…
- ¡Tsunade-sama! – gritó Shizune que se acercaba corriendo – Hyuuga Neji está fuera de peligo. Y tengo más información, hace un momento Hatake Kakashi y Uzumaki Naruto han regresado… está siendo tratado, su vida no corre peligro.
- ¿Sólo dos…? – dijo Tsunade.
Shikamaru seguía ahí plantado en mitad del pasillo sin saber a dónde ir. Temari miraba con aun más cara de lástima –si eso era posible- al joven Nara parado ahí en medio. Ella no hacía más que pensar en lo que estaría pasando por la cabeza del chico. Él estaba a punto de derrumbarse.
- Shikamaru, parece que tu misión fue un fracaso. Pero todos están vivos, eso es lo más importante.
Y lloró. Lloró mucho, lloró con mucha rabia por haber puesto a sus amigos en peligro.
- La próxima vez cumpliré la misión a la perfección – dijo Shikamaru entre enormes lágrimas que ahora se precipitaban hasta el suelo.
…
Shizune y Tsunade se fueron y Shikaku fue detrás. Shikamaru se secaba las lágrimas.
- Hey… – dijo la kunoichi de Suna acercándose a él por la espalda – ya está, todo ha salido bien.
Shikamaru vio que la rubia le ofrecía un pañuelo.
- Gracias – dijo él cogiéndolo con resquemor.
- No te preocupes, no has fracasado – dijo Temari poniéndole una mano en el hombro – seguro que la próxima te irá mejor.
Shikamaru y Temari salieron del hospital a paso lento. La verdad es que Shikamaru no entendía por qué ella lo seguía así que trató de acelerar el paso. Cuando llevaba unos minutos andando se paró en seco y le dijo:
- ¿Por qué me sigues? – dijo con un tono demasiado brusco. La kunoichi frunció el ceño y se mostró sorprendida por la actitud del chico.
Temari se puso cabizbaja y le respondió con tristeza en la voz:
-… es una suerte que tengas tantos amigos, yo no tengo amigos en Suna. Tampoco conozco a nadie de Konoha… la gente siempre huye de mí por lo de mi hermano… - le explicó la rubia a Shikamaru.
Al joven Nara le vino a la cabeza el sufrimiento que pasó Naruto para ser aceptado por la gente por su condición de jinchūriki. Gaara también lo era y eso era un detalle que él estaba pasando por alto. Él siempre pensó que los únicos que sufrían en casos así eran los propios jinchūrikis pero nunca se imaginó que todo ese tema también salpicara a los hermanos de Gaara.
Shikamaru sintió pena por Temari como la sintió por Naruto. Entonces le dijo:
- Bueno… yo seré tu amigo en Konoha, ¿eso te parece bien?
Temari levantó la mirada y casi boquiabierta lo miró con ojos ilusionados. Shikamaru sintió un poco de rubor en sus mejillas al ver la expresión de la kunoichi:
-… así no podrás sentir nunca más que no tienes amigos. – trató de explicar él ahora rascándose la parte posterior de la cabeza en señal de sentirse ligeramente avergonzado.
El rostro de Temari cambió al instante y se formó en su boca una sonrisa deslumbrante, aun mayor que aquella que vio cuando ella le salvó la vida. Shikamaru se puso rojo como un tomate esta vez porque se dio cuenta de que ella era, en realidad, una mujer muy dulce.
La Temari que él conoció la primera vez fue una mujer muy ruda así que Shikamaru no alcanzaba a entender cómo era posible que aquella chica sonriera de esa manera.
- Gracias – le dijo ella y se acercó a él con esa sonrisa suya, pellizcó sus mejillas y le dio un besito en la frente.
Shikamaru creyó que su cabeza iba a explotar cuando ella posó sus labios en su frente y para colmo dejó visible ante sus ojos el escote que le enmarcaba el vestido lila...
