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La pequeña Fairchild
Un rumor se había esparcido, el señor tenebroso había caído y todo gracias a un pequeño bebe del que decían tenia poderes inimaginables y había quedado huérfano. Todo el mundo mágico festejaba y en el número 4 de Privet Drive estaban por encontrarse con una sorpresa.
Pero en esta historia no hablaremos de eso, hablaremos de las familias Fairchild, una de las familias más antiguas que existía. Los Fairchild tenían dos generaciones, los que seguían sus ideales y los que no, a los que llamaban traidores. Una familia Fairchild le servía fielmente al señor tenebroso y la otra pertenecía a un grupo que lo combatía. Cabe decir que ese mismo día una pequeña de poco más de un año también había quedado huérfana, su nombre era Isabelle hija del matrimonio de dos años de los Fairchild, Joseph Fairchild y su esposa Agatha, fieles servidores de Lord Voldemort.
La beba quedo a cargo de su otra familia que la recibió con los brazos abiertos, el matrimonio de Merylin Fairchild una mujer mestiza y su esposo Arnold Morrison un impuro, ellos tenían una pequeña niña de dos años llamada Rosemary.
Isabelle creció alejada de las creencias de su verdadera familia y creció amada por sus dos tíos, ella no se llevaba bien con su prima y cuando Rosemary cumplió los 9 recibió una carta para asistir a la Academia de Magia de Beauxbatons, esto ciertamente sorprendió a toda la familia ya que después de la guerra mágica se habían mudado a la ciudad de Bruselas en Bélgica. La pequeña Rosemary decidió asistir a Beauxbatons. Cuando Isabelle cumplió 9 la familia esperaba que le llegara su carta, pero solo llego la del segundo año de Rosemary. Su prima se burló durante dos años de ella, lo cual hizo que Isabelle empezara a odiarla. En su cumpleaños número 11 Rosemary se burló diciéndole que tampoco recibiría la carta de Hogwarts, Isabelle se puso tan furiosa que a su prima le empezaron a salir granos por todas partes.
Isabelle se había encerrado en su cuarto, no quería salir. Se sentía tan triste por lo que le había pasado a su prima. Sus tíos la habían ido a llevar a San Mungo. Cuando le dio hambre bajo a la cocina y escucho un picoteo en la ventana de la sala, cuando se asoma entro una lechuza con una carta, cuando la tomo esta se fue volando. Isabelle observo la carta que iba dirigida a ella y cuando la volteo se encontró con un sello con el símbolo de Hogwarts, Isabelle sonrió y se puso muy feliz. Se apresuró en abrirla, pero tuvo mucho cuidado de estropear lo menos posible el sello. La tinta era verde esmeralda el color favorito de Isabelle.
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA
Director: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.
Querida Señorita Fairchild.
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.
Muy cordialmente,
Minerva McGonagall
Subdirectora
Uniforme
Los alumnos de primer año necesitarán:
Tres Túnicas sencillas de trabajo.
Un sombrero negro puntiagudo para uso diario.
Un par de guantes protectores.
Una capa de invierno.
Libros
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
El Libro Reglamentario de Hechizos Miranda Goshawk
Una Historia de la Magia, Bathilda Bagshot
Teoría Mágica, Adalbert Waffling
Guía de Transformaciones para principiantes, Emeric Switch
Mil Hierbas y hongos mágicos, Phyllida Spore
Filtros y Pociones Mágicas, Arsenius Jigger
Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, Newt Scamander
Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentim Trimble
Resto del equipo
1 varita.
1 caldero de peltre número 2.
1 juego de redomas de vidrio o cristal.
1 telescopio.
1 balanza de latón. Los alumnos también podrán traer una lechuza, un gato, una rata o un sapo.
SE RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS
Leyó Isabelle con emoción y sonrió. Cuando horas después sus tíos y su prima llegaron, ellos la felicitaron y se sintieron orgullosos de ella, en cambio su prima fingió no saber que existía y sostuvo su palabra diciendo que no conocía a ninguna Isabelle y después se fue a su cuarto. Isabelle al leer de nuevo su carta se dio cuenta que mañana era 31 de julio y estaba atardeciendo, se volvió a poner triste y empezó a llorar.
-No te preocupes nena, hablaremos con Dumbledore- le dijo su tía abrazándola.
-Sí, pequeña, el entenderá que no tuvimos tiempo de responder- dijo su tío.
Cuando Isabelle estaba por decir algo alguien llamo a la puerta, su tío fue a abrir.
-Buenas noches Arnold, lamento venir a esta hora, pero tenía un gran asunto con un buen amigo llamado Nicolás- Había un hombre en la entrada, era alto, delgado y muy anciano, a juzgar por su pelo y barba pla teados, tan largos que podría sujetarlos con el cinturón. Lle vaba una túnica larga, una capa color púrpura que barría el suelo y botas con tacón alto y hebillas. Sus ojos azules eran claros, brillantes y centelleaban detrás de unas gafas de cris tales de media luna. Tenía una nariz muy larga y torcida, como si se la hubiera fracturado alguna vez. El nombre de aquel hombre era Albus Dumbledore.
-Profesor Dumbledore, pase. Justo queríamos hablar con usted- dijo Arnold el tío de Isabelle.
-Oh, sí claro. Precisamente para eso vine. - el anciano parecía saber mucho a los ojos de Isabelle. - Hoy fui informado de que la carta a la señorita Fairchild no se le había hecho llegar- dijo Albus
-Sí, profesor. Le llego justo hoy, debió haber algún retraso en el correo- dijo su tía, Isabelle ya no lloraba, estaba atenta a la conversación.
-Oh, no. Las lechuzas siempre están a tiempo, llegan incluso tres al día, hasta ser abierta por su dueño. Pero hubo un asunto que requirió muchas más lechuzas de lo esperado y no fue posible enviar más al día- dijo el director.
-No había llegado ninguna lechuza con la carta antes- dijo Arnold.
-Yo estoy seguro que si- dijo Albus que observaba a Isabelle con una sonrisa, después sus ojos se dirigieron a las escaleras donde su mirada cambio a una de seriedad. Todos siguieron su mirada y observaron a Rosemary parada al pie de las mismas.
- ¿Rosemary? - Dijo su padre, su prima sonrió como solo lo hace cuando quiere ocultar algo.
- ¿Qué ocurre padre? - siguió sonriendo ignorando al anciano.
- ¿Tienes algo que decir? - dijo su madre mirándola seriamente. La única que no entendía era Isabelle, e
-Rosemary Morrison, ¿Robaste las cartas de tu prima? No te atrevas a mentirnos- dijo su madre parándose muy enojada, sorprendiendo a su hija e incluso a Isabelle con esa pregunta y miro fijamente a su prima.
Rosemary levanto alto la cabeza tratando de excusarse, pero no encontró nada.
-Si- dijo después de un rato - ¿Por qué ella iría a Hogwarts si yo no iré? - dijo muy celosa.
-Señorita Morrison usted contaba con un puesto en el colegio, pero fui informado de que ya asistía a la Academia de Beauxbatons y su carta no se le hizo llegar ya que el país es territorio de esa escuela. - dijo Albus muy respetuoso.
-Rosemary ve a tu cuarto, donde te quedaras el resto de las vacaciones- dijo su padre, Rosemary hizo una rabieta, pero obedeció. Cuando se hubo ido Isabelle se atrevió a preguntar.
-Señor, si este es territorio de esa escuela ¿porque mi carta no llego? - Isabelle estaba muy curiosa.
-Bueno, en Beauxbatons hay una regla, que no permite que los hijos de magos con malos antecedentes entren, en la cual me eh esforzado para que muy pronto cambie- dijo el director a la pequeña.
- ¿Entonces esos hijos de magos van a Hogwarts? - pregunto ella.
-Hay muchas más escuelas, pequeña Isabelle, pero la mayoría si- le informo- Bien aclarado este asunto, te esperamos el 1 de septiembre. Creo que tus tíos ya saben a dónde ir, me marcho tengo que encargarle dos cosas de vital importancia a un muy buen amigo mío- El director salió por la puerta y a unos pasos desapareció.
-Entonces… Iré a Hogwarts- Dijo Isabelle con una gran sonrisa.
