¡Buenas tardes a todos y todas!
Aquí les traigo una serie de ONE-SHOTS dedicados a mis cuatro parejas favoritas dentro de este universo.
También quiero dedicarle este Fic a mi BETA, la hermosa lovelywoods, quién no solo me ha prestado a sus OC, Silke y Marie-Angelique para escribir estas historias, sino que también, a sido una guía y un sensei que me ha enseñado a ser mejor escritora.
Espero que te guste amiga!
Lo hice con mucho cariño por el día del amor y la amistad jeje :3
Para todos los demás, también quiero desearles un feliz día! Que reciban mucho amor y la pasen genial con sus seres queridos!
Ahora sí...
Que tengan una linda lectura! *.*
Robert y Leela
Por fin el día más ansiado llegó, muchas parejas se emocionan más de la cuenta al llegar el 14 de Febrero, específicamente, Día del Amor y la Amistad o San Valentín en muchos otros países. Y es que, este día es mundialmente famoso por celebrar las relaciones románticas, de amistad, hermandad, entre otras variantes.
Cada país se llena de adornos, flores y chocolates listos para ser vendidos y Alemania no era la excepción, si bien es cierto que una tercera parte de la población se niega a celebrar esta tradición por considerarla de origen puramente comercial, en otras zonas, como el pueblo dónde yacía un enorme castillo, celebraban este día colocando una pequeña feria de enamorados con un montón de puestos, ya sea de comida o juegos, dedicados a todos los amantes que estén interesados en pasarla un buen rato, festejando y divirtiéndose juntos.
Eran exactamente las seis de la tarde, la atmósfera era bastante agradable, se podía observar a muchas parejas agarradas de la mano paseando por todo el lugar, viendo que juegos estaban disponibles y algunas veces participaban con la intención de ganar los respectivos premios que variaban entre peluches, rosas y cajas de chocolate.
En un lugar algo apartado, se encontraba un joven de cabellos púrpuras charlando con alguien que parecía ser un hombre alto, delgado y con un ligero bigote color negro.
— "Entonces tenemos un trato, Señor Jurgens." — hablaba en alemán el hombre desconocido.
— "Muchas gracias por este gran favor, Señor Köhler." — respondía el joven en el mismo idioma, inclinando ligeramente su cabeza.
— "No hay de qué, espero que tanto sus amigos como usted disfruten de la feria." — decía el hombre estrechando la mano del contrario — "Ya sabe que la hora de cierre es a las nueve, sin embargo, como usted alquiló todo, podría quedarse hasta cuando lo deseé." — añadió con aire divertido.
— "Bueno, tampoco significa que nos amaneceremos en este lugar." — respondió Robert sonriendo ligeramente — "Seguramente no pasará de la una o….la hora que ella decida."
— "Usted es un joven muy responsable, confío en que mañana mi feria estará intacta." — dijo el hombre, al parecer era el dueño del lugar.
— "No tiene de qué preocuparse."
— "Excelente, entonces...nos vemos más tarde, Señor." — se despidió el del bigote saliendo por la puerta principal para seguir recibiendo a las personas que hayan decidido pasar su día en su pequeño parque.
Robert se dirigió al lugar en donde su limusina esperaba, topándose con Gustav, quien esperaba pacientemente junto a la puerta del vehículo ligeramente abierta.
— Todo está listo — informó el Jurgens dirigiéndose al mayordomo.
Gustav simplemente asintió y con su mano derecha, empezó a abrir la puerta de la limusina suavemente, mientras que su otro brazo se encontraba pegada a su espalda.
Una vez que la puerta se abrió por completo, Robert estiró su mano, como esperando que la persona de adentro la tomara para poder salir.
— "Schatzi" — dijo el Jurgens formando una sonrisa caballerosa.
Y efectivamente, segundos después, una mano femenina se asomó para corresponder la invitación del alemán y poco a poco su cuerpo fue saliendo del lujoso automóvil.
Una joven se encontraba de pie junto al bey-luchador, sus rasgos eran bastante finos, cosa que muy fácilmente podría hacerse pasar por cualquier hija de familia alta. Llevaba un hermoso vestido verde esmeralda que le llegaba hasta arriba de las rodillas, la prenda le cubría hasta el pecho, sin embargo, llevaba mangas con una tela de un verde más claro que le cubría todo el brazo, se apreciaban algunos adornos de flores, que formaba parte del mismo conjunto. El vestido era pegado al cuerpo, lo que resaltaba más su figura, a parte de eso usaba zapatos de tacón y una que otra pulsera elegante.
Su cabello, rubio como la paja, se encontraba ondulado como siempre llevando una diadema junto a una flor hecha en piedra jade, haciendo juego con sus ojos, igual verdes.
En su rostro se podía apreciar un ligero toque de maquillaje, resaltando sus labios y su sonrisa radiante.
— ¿Ya mencioné que te ves hermosa? — preguntó Robert colocando su brazo en una posición perfecta para que la joven se enganche a él y empezar a caminar.
La rubia simplemente asintió riendo — Lo hiciste, muchas veces ya. — respondió sonrojándose levemente.
— Bueno, pues te lo vuelvo a decir. — dijo Robert, repitiendo la muy ansiada frase, con una alegría muy poca vista en él.
Leela simplemente rió con más ganas — ¿Por si las dudas? — preguntó divertida, viendo como su compañero asentía.
Después de caminar un buen tramo, se detuvieron en una zona donde se apreciaba la mayor parte de la feria, Leela no dejaba de admirar toda la belleza que se encontraba a su alrededor. Muchos corazones, premios, chocolates, adornos, juegos, atracciones y por último pero no menos importante, las parejas que circulaban de aquí hacia allá mientras reían, se besaban o agarraban de la mano.
— Tenemos el tiempo necesario para que puedas visitar hasta el último extremo de la feria — mencionó Robert con orgullo en la voz — Todo sea por la cumpleañera.
La ojiverde estaba sorprendida — Entonces si lograste alquilar el lugar, ¡asombroso! — dijo dando pequeños saltos en el sitio — Mientras que los "otros mortales" se tienen que ir a la hora de cierre, nosotros podremos quedarnos hasta cuando se nos plazca.
— Leela no hables así, son personas como tú y yo.
— Si pero no todos tienen el dinero suficiente para hacer algo así y…..por mí. ¡Oohh...Robert te amo tanto! — exclamó la rubia besándolo sorpresivamente — ¡Bueno, vayamos a divertirnos! — añadió empezando a caminar sin nisiquiera saber hacia dónde mirar, dejando a un Robert sonrojado.
Pasaron por todos los puestos, Leela se divertía comiendo y jugando mientras que Robert la apoyaba y algunas veces, se unía a ella cuando el juego requería de dos personas. Incluso llegaba ocasiones en que la joven le daba de probar algunos bocaditos a su novio en la boca, para después darle un ligero beso y preguntarle que cual de los dos le gustó más.
Robert ganó unos cuantos premios para su rubia y esta le agradeció comprándole algunos regalos sorpresa para él.
A parte de ser día del amor y la amistad, también era cumpleaños de Leela así que la sopla de velas no podía faltar. Robert se encargó de conseguir una carpa lo suficientemente grande y cómoda para celebrar la pequeña fiesta, poseía una gran mesa con un pastel de vainilla, acompañado de muchos bocaditos y platos a la carta, al igual que todo tipo de bebidas.
A Leela se le iluminaron los ojos al ver tanta variedad, jamás había tenido un cumpleaños tan elaborado y elegante, pero a parte de las cosas materiales, los amigos eran una parte esencial de su celebración y no pudo sentirse más feliz al ver a su mejor amigo Tyson, sentado a su lado dándole apoyo, acompañado de Hillary, Kenny y Daichi.
Pero a parte de ellos, también se encontraban los Majestics: Oliver, Enrique, Johnny y el alma de la fiesta, la amiga que no puede faltar en ningún lado cuando se trata de este tipo de eventos, la chica que Leela apreciaba con todo su corazón, la Princesa Marie-Angelique Lemoine.
— ¡Chicos, que bueno que están aquí! — exclamó la ojiverde sin caber en su propia felicidad.
— Obviamente no podemos faltar a la fiesta de nuestra amiga. — decía Hillary lanzando un montón de serpentinas a través de un tubo.
— Así es, celebrar el cumpleaños de Leela Sturguess es considerada ley universal. — dijo Tyson colocando un gorro de fiesta en la cabeza de la ojiverde.
— Tampoco exageres Tyson. — respondió la susodicha con una gota en su cabeza estilo anime.
— ¡Amiguitaaaa! — exclamaba Marie-Angelique dándole un fuerte abrazo — Alguien que cumple años en el día del amor y la amistad, es sin duda un amor de persona. — decía sin dejar de abrazarla — ¡Felicidades!
— Gracias Marie-Angelique — respondió la ojiverde correspondiendo el gesto.
Todos empezaron a desearle los mejores deseos, a lo que Leela les agradecía desde el fondo de su corazón.
— Muchas gracias a todos, es una lástima que los demás no hayan podido estar aquí pero….aún así es un día asombroso. — dijo la cumpleañera limpiándose una lágrima que caía por su rostro.
— Silke se encuentra en Rusia encargándose de algunos asuntos de la empresa, era algo importante pero aún así te desea un feliz día. — respondió Robert colocando su mano sobre la de su novia.
— Max y Ray están en sus respectivos países, pero ellos mandaron muchos saludos. — dijo Kenny mientras mostraba unas grabaciones de los mencionados, deseándole un feliz cumpleaños a la ojiverde.
— Y Kai pues…..ya sabes como es.. — dijo Tyson rascándose la nuca con cierto nerviosismo — Él no se quiere ni a sí mismo.
Leela simplemente se rió para luego responder — Pues….no lo se…..— decía recordando lo que pasó esa misma mañana.
Flash Back
Leela se acababa de despertar, desde que abrió los ojos la emoción se apoderó de ella debido a que sabía que ese mismo día era San Valentín y su cumpleaños, y qué mejor forma de pasarlo con personas importantes para ella.
Después de levantarse de la cama, estiró brazos y piernas para desperezarse cuando una notificación llegó a su celular.
Se trataba de un mensaje, en el cual no había nada escrito, sólo una imagen de un pastel junto a la frase "Feliz cumpleaños" de forma simple y sencilla.
Leela dobló el ceño pero se sorprendió al darse cuenta de que esa imagen se lo mando Kai. Segundos después sonrió ligeramente, no era un secreto para nadie que desde hace ya un tiempo, Kai y ella empezaron a entenderse mejor y ser más cercanos, gracias a ciertos acontecimientos, es que se logró este vínculo algo peculiar, sin embargo, no significaba que ahora eran los mejores amigos. Kai, como su personalidad lo indica, seguía siendo el mismo de siempre, con la única diferencia de que ya era capaz de entablar una conversación o incluso pasaba tiempo a su lado sin que haya un aire de incomodidad o algo por el estilo. Se compartían cosas, se respetaban, era una relación natural, como buenos amigos tratándose a su manera.
Es por eso que Leela no le contestó el mensaje, sabía que eso era lo que Kai preferiría, sin embargo, apreciaba mucho el gesto.
— Aunque sí pudo mandarme una imagen más bonita. — dijo la chica con burla, ya que parecía que el ruso mandó la primera imagen que le salió en la pantalla.
Fin Flash Back
La fiesta se celebró con mucha normalidad, Leela recibió su canción de cumpleaños para soplar las velas al instante. Todos los invitados disfrutaron del postre y la comida, bastante felices de que todo haya salido como debía ser. La más feliz obviamente era la festejada, veía a sus amigos celebrar con ella y se sentía alguien completo, deseaba que ese día jamás acabe, pero el reloj marcaba las once y media de la noche, en media hora dejaría de ser su cumpleaños pero no importaba, gracias a que Robert alquiló la feria, el grupo de amigos tenían la libertad de seguir disfrutando de las atracciones hasta la hora que deseen.
Una vez que salieron de la carpa, todo se encontraba vacío, las personas ajenas ya se habían retirado debido a que el lugar cerraba a las nueve, parecía un pueblo fantasma porque no se veía ningún alma cerca, pero eso no hizo más que animar al grupo ya que ninguno de ellos se sentía cansado como para irse, así que todos se separaron para seguir disfrutando de los puestos y las atracciones que aún les faltaba por conocer.
Robert se quedó con Leela, este se quitó su chaqueta y se la puso encima para que la joven no fuera víctima del frío de la noche.
— ¿A dónde te gustaría ir ahora? — preguntó el alemán tomando su mano.
La rubia lo pensó un momento, la verdad ya había recorrido la mayor parte de la feria y no sabía qué hacer ahora, de repente una idea fugaz se le vino a la cabeza — Tengo una idea, ven conmigo. — contestó mientras lo empezaba a guiar hacia la carpa en dónde se celebró su fiesta.
Robert estaba confundido, no sabía porque habían regresado a aquel lugar, y se sorprendió ligeramente cuando vió a Leela buscar algo en su bolso.
— Dónde está…..estoy segura que lo deje por aquí…..¡Eureka! — celebró sacándo un marco, el cual tenía una imagen dentro — Yo….esto…...espero que te guste, lo hice para ti. — habló con nerviosismo mientras le entregaba al germano el regalo.
El bey-luchador pudo ver que se trataba de un dibujo de él, peleando junto a Griffolyon en una arena de combate, Robert salía con una expresión de triunfo mientras hacía girar su beyblade y saliendo de él se apreciaba a la majestuosa bestia bit, compañera del Jurgens desde siempre.
Lo que más impactó al peli-morado, es que el dibujo era tan perfecto que parecía una fotografía, eso sin contar que poseía un bello portarretrato que lo adornaba.
— Leela….es hermoso….¿Acaso lo hiciste tú? — preguntó Robert sin poder creérselo.
Leela simplemente asintió con una sonrisa nerviosa. Con su dedo señaló su firma, la cual estaba en la parte de abajo de la hoja.
— No-no sabía que tenías este tipo de talento…¡por Dios! es un dibujo fantástico. — dijo el alemán sin dejar de ver el dibujo — Dibujas como toda una profesional pero…¿Porque jamás me lo habías dicho?
— Pues, nunca llegué a tener la confianza suficiente como para admitir que sabía dibujar, era algo que lo usaba sólo para mí, pensaba que nadie tenía porqué saberlo. Después de todo lo que le pasó a mi Papá…..— la ojiverde suspiró mientras formaba una sonrisa — Pero me dí cuenta que eso no tenía sentido, después de todo, el arte siempre me ha gustado, aunque decía lo contrario, y me dí cuenta que quiero compartir esta fascinación con las personas que quiero y...obviamente quería que tú fueras la primera persona en saberlo.
— Leela…..
— Digamos que cambié mi perspectiva de la vida desde hace bastante tiempo y todo gracias a tí y los demás. Después de todo lo que pasamos...nada fue fácil pero...aquí seguimos, dispuestos a formar un futuro. Solamente quería empezar con buen pie. — añadió la ojiverde riendo.
Sin previo aviso, Robert le plantó un profundo y tierno beso, cosa que hizo a la japonesa temblar de pies a cabeza.
Al pasar los segundos ambos se separaron. El Jurgens se aclaró la garganta para empezar a hablar.
— Leela, no sabes lo orgulloso que me siento de todo lo que has logrado. Sé que nada fue fácil para tí pero siempre admiré que a pesar de todo, nunca perdiste esa chispa que te caracterizaba, nunca perdiste las esperanzas ni dejaste de ser tu misma, sin duda alguna eres muy diferente a todas las chicas con las que he tratado. Tu eres sencilla, inteligente, auténtica y llena de vida. Mientras que otras...hijas de Condes, Duques, Princesas, todas eran chicas superficiales y huecas que jamás me llamaron la atención.
— ¡Acaso estás hablando de mí! ¡Te juro Robert que si te refieres a mí, te daré una paliza! — exclamó Marie-Angelique saliendo de sorpresa, asustando ligeramente a la pareja.
— ¿Angelique? ¡Claro que no, tu sabes que eres la excepción! — decía el alemán con completa honestidad — Estoy hablando a nivel general, tanto tú como mi hermana, son completamente diferentes a cualquier niña rica de sociedad.
— Bueno….admito que tengo amigas que sí son bastante...emmm….CÚ-CÚ — decía la mencionada colocando una mano sobre su cabello — Aún así son gente importante y es vital tratar con ellos para no perder reputación. — y tras estas palabras, Marie-Angelique se retiró del lugar, no si antes tomar el abanico que había olvidado hace rato, al parecer fue por eso que regresó a la carpa.
Leela rió por la escena vista hace rato — Bueno…me gustó mucho lo que me dijiste antes de que te quitaran la inspiración. — exclamó colocando una mano sobre su boca.
— ¿Quién dice que me la quitaron? — preguntó divertido el bey-luchador para depositarle un beso a su pareja — Es curioso, tu eres la del cumpleaños, yo soy quien debería haberte dado algo….— exclamó viendo de nuevo su dibujo.
— Pero si ya me diste el mejor de los regalos. — contestó la japonesa abrazando a su pareja, con una gran sonrisa recordó todos los momentos que tuvo que pasar para llegar hasta ese momento, y sí que había valido la pena, ahora estaba lista para empezar una nueva vida junto a la persona que más amaba.
Estaba completamente segura de que todos sus anhelos llegarían a cumplirse, su nueva vida la imaginaba con muchas alegrías y estaba dispuesta a dar todo ella para cumplir todas sus expectativas. Le esperaba un futuro bastante prometedor, después de todo….¿Qué más podía significar el anillo de compromiso que se encontraba en su dedo?
— Robert…..¡Ich liebe dich! — dijo Leela mirándolo profundamente a los ojos.
El mencionado rió y acercó su nariz con la contraria.
— "Du bist das Beste was mir in meinem Leben passiert ist." — respondió con ese acento que a Leela le volvía loca.
Hasta aquí el primer ONE-SHOT! :D
Espero que les haya gustado, fue una mezcla entre San Valentín y cumpleaños, debido a que mi OC cumple justo en esta fecha XD
Quisiera aclarar algunas palabras que encontraron:
Ich liebe dich - Significa "Te amo" en alemán.
Du bist das Beste was mir in meinem Leben passiert ist. - Esa frase vendría a significar: "Eres lo mejor que me ha pasado en la vida" obviamente en alemán XD
Schatzi - Esta pequeña palabra quiere decir "Tesoro", investigué y es una forma cariñosa de llamar a tu pareja :3
Bueno eso es todo!
Nos vemos en el próximo ONE-SHOT
Los siguientes son Oliver y Marie-Angelique!
