El encuentro:

Bella's POV

Eran las once de la mañana y estaba recostada en mi cómoda y blanda cama. Así que decidí levantarme e ir a la cocina a prepararme un café y el desayuno. Faltaban varias horas para ver a Charlie, pues me quería decir algo importante así que me apresure a ir a bañarme y lavarme los dientes.

Charlie es el general de la milicia casi no pasaba tiempo con él pues nunca llegaba temprano a casa, raras veces llegaba temprano pero era para prepara sus cosas pues iría a un viaje de trabajo.

Me cambie rápido y me enliste para ir al súper, pues faltaba comida y algunas cosas más, pero tenía todavía tiempo de sobra. Llegue al súper y empecé a poner cosas en el carro cuando de repente sentí un golpe en la espalda, me limite a voltear y me topo con unos hermosos ojos verdes que me hipnotizaron inmediatamente. No me lo podía creer parecía un dios griego ¡Oh dios! Me dije a mi misma.

Perdone cuanto lo siento ¿Se encuentra bien señorita?

S. . .si, fue mi culpa no lo vi pasar – dije y su mirada poso de mi a mi cuerpo, lo cual me hizo sentir un poco incomoda.

Mi nombre es Edward – me dijo alzando su mano para estrecharla.

Isabella pero dime Bella.

Que bello nombre – me sonroje ante su mirada y el rio. Su sonrisa era tan bella que me sonroje aun más.

¿Qué. . . t-te parece si te invito un café? – pregunto cortésmente y titubeante a la vez.

Claro, solo deja pago los productos – el asintió y espero a que la cajera me cobrara. La cajera se percato de la presencia de Edward que por un momento me pareció verle coquetear a el. Deje las cosas en la cajuela del carro y nos dirigimos al café de enfrente.

Al llegar al café el me abrió cortésmente la puerta de la entrada y el entro detrás de mí. Al llegar al mostrador la chica se paro velozmente y nos atendió, bueno bien dicho atendió a Edward pues no apartaba la mirada de él. Me sentí un poco incomoda y enojada ante la mirada de la chica en Edward y no sabía por qué.

Hola, Mi nombre es Katy ¿En qué le puedo servir? – pregunto sin apartar la mirada de Edward.

Me puede dar dos capuchinos por favor – dijo con una sonrisa.

Cloro. Tomen a ciento ahorita se los llevo – Edward inmediatamente me condujo hacia una mesa un tanto alejada y arrinconada – bueno, cuéntame de ti ¿A qué te dedicas?

Pues soy escritora, me fascina la literatura.

Qué bien y ¿has escrito algún libro? Tu nombre me suena.

Si. Dos de mis libros han sido best sellers.

¿Cuántos años tienes? – pregunto un tanto nervioso

Tengo 23 y ¿tu?

24 años

A que bien y ¿A qué te dedicas?

Pues soy el segundo al mando d. . . – inmediatamente sonó su celular – perdona tengo que atender.

Claro – en ese instante llego la chica con los cafés.

Lo siento me tengo que ir surgió un problema en el trabajo –dijo triste

Claro, yo entiendo. También me tengo que ir- dije y os dirigimos hacia la caja para pagar nuestros cafés. El pago el mío lo cual no estuve de acuerdo en eso, pero al final me persuadió no sé cómo ni cuándo o porque. Pero lo hizo.

Tal vez nos podamos ver en otra ocasión – sonó esperanzado.

Claro –dije y me fui directamente al carro.

Edward's POV

Cuando la vi por primera vez en el supermercado, creí que iba a morir; pues me pareció ver a un ángel, cuya belleza no tiene descripción. Pero tenía que irme de su lado, pensé con tanta cólera, pues había un problema en el que mi mejor amigo Jacob Black me necesitaba. Tenía que ir yo pues Jacob y yo éramos los segundos l mando.

Me dirigí al despacho del General Swan y lo vi ahí sentado en la silla sosteniendo la mirada en el monitor de la laptop. Me y le dije:

Buenos días General Swan – me limite a saludarlo

Descanse, Teniente Cullen quería informarle que mañana habrá un baile que hemos estado planeando durante meses y me encantaría que usted y el teniente Black estuvieran a mi lado en la ceremonia del baile – dijo sin hacer pausa – y así para presentarle a mi hermosísima hija Isabella.

Claro, para mi seria un verdadero honor. Gracias – le dije entusiasmado

Ah y por cierto el baile es de mascaras y por cierto ya le comente de esto al teniente Black – dijo un poco despacio, como si le doliera algo pero trato de esconder el dolor con una sonrisa – ahora. Puede retirase.