Nota: Hola…aaah, b-bueno…es la primera vez que publico un fanfic aquí aunque no sea de mi propiedad y sea solamente una traducción autorizada pero, ya que.

Como sea, lamento mucho haberme ausentado pero mi computadora portátil está rota, mi tío la está reparando…ya la reparó mejor dicho, el domingo viene a mi casa y me la va a entregar, solo espero que funcione bien :'( estoy preocupada, además tuve que re subir todos los archivos de la universidad a un pen drive, tanto los del año pasado como los de ahora.

En fin, para no desviarme del tema…el fanfic no me pertenece, es una traducción autorizada del fanfic de LadyOfDecember "How you remind me" honestamente quise quedarme con el título original porque cuando lo traduje a español sonaba horrible u_u los personajes que aparecen tampoco son míos si no de American dad y esta serie no me pertenece si no al troller de Seth MacFarlane pero la traducción es de MI propiedad.

No tengo nada más que decir, solo ¡A trabajar!


Capítulo 1.

"Never made it as a wise man, I couldn't cut it as a poor man stealing. Tired of living like a blind man
I'm sick of sight without a sense of feeling, and this is how you remind me, Of what I really am"

How You Remind Me- Nickelback

Era una noche de sábado, 2:46 a.m y Steve finalmente estaba consiguiendo acomodarse en su cama. Los brazos y las piernas se extendían bajo las sábanas, con los lentes puestos a un lado, Steve exhaló de forma agradable y cerró los ojos dejando que el sueño lo alcanzara rápidamente. Se oyó un golpe en el vidrio junto a él y cuando se volteó para parpadear somnolientamente hacia la ventana, vio el perfil borroso de su mejor amigo apoyado afuera.

Apoyándose en su mesa de noche, rápidamente encendió la lámpara.

-¿Snot? ¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó Steve al mismo tiempo que destrababa y abría la ventana, dejando a Snot entrar y acomodarse en su cama.

-¡Ugh! ¡Te estuve llamando toda la noche! ¿Por qué tu teléfono está apagado?

Steve miró hacia su Smartphone descansando en la mesa de noche.

-Creí que había muerto, lo siento-estiró su mano para colocarse sus lentes de nuevo en su rostro, en su lugar apropiado otra vez.

Snot se movió de la cama de su posición arrodillada a una posición más cómoda junto a su amigo.

-Mira, ¿puedo quedarme aquí esta noche? Mi mamá tiene algunos tipos y son muy asquerosos, algo así como...Brady Bunch bruto.

-Claro, Snotters. No hay problema-Steve sonrió.

Sacó a su amigo de su trance, aún vestido con sus shorts normales, su camiseta negra con el chaleco azul rasgado de mezclilla. Haciendo su camino hasta su cómoda, rápidamente encontró unos pantalones y una camiseta de repuesto y se las entregó a su amigo.

-Oh no, estoy bien, en serio-dijo Snot devolviendo las cosas.

Steve levanto una ceja hacía él, arrojó la ropa a su regazo.

-Snot, no puedes dormir con eso. Solo tienes que cambiártelo por esto, deben encajar.

Mirando con reticencia, Snot suspiró y se levantó de su lugar en la cama.

-Está bien, supongo...-abrió la puerta de la habitación lo más silenciosamente posible y miró hacia el oscuro pasillo.

-No te preocupes, mis padres tienen el sueño pesado-dijo Steve sonriéndole a su amigo. Con eso, Snot hizo su camino por el pasillo hacia el cuarto de baño usando el mapa mental de la casa de su mejor amigo para guiarse a través de la oscuridad sin ningún problema.

Steve se dirigió de nuevo hacia su cama y retiró las sabanas, antes de volver a sentarse recordó su teléfono muerto y la necesidad de conectarlo a su cargador.

Snot regresó unos minutos después para encontrar a Steve que se deslizaba ociosamente por su teléfono. Los pantalones de camuflaje se ajustaban bien, pero la camiseta negra se sentía cómoda en todos los lugares incorrectos, lo sujeto con cansancio tratando de sacudirlo un poco para respirar. Cerrando la puerta detrás de él en silencio, se dirigió hacia Steve quien estaba tendido en su cama.

Alzando la vista, el chico de lentes le sonrió con aprecio mirándolo de arriba abajo.

-Parece que la ropa encaja...

El chico le dio una mirada antes de ir por las pesadas mantas y tratando de instalarse, acomodó su almohada contra la cabecera de la cama para apoyarse en ella.

-Y... ¿Quieres hablar sobre eso?-Steve dejó el teléfono a un lado y miro a su amigo.

-¿Hablar sobre qué, Steve?

Había otra vez un hueco en su voz, la voz que le advertía que lo dejara, cualquier cosa que lo estuviera molestando al tratar de incitarlo a hablar. Era esa ira implacable que de vez en cuando amenazaba con salir al exterior.

-Bueno, sobre el hecho de que aparecieras a las 3 a.m en mi casa debido a tu madre. Quiero decir, parece que de verdad quieres hablar de eso...

Snot rodó sus ojos y tomó las mantas rápidamente escondiéndose debajo de ellas apartándose de su mejor amigo.

-Buenas noches, Steve.

El chico observó pacientemente a su mejor amigo por detrás, con los ojos trazando el contorno de su cabello rizado mientras su cabeza descansaba en la funda de almohada color crema. Tomando una profunda respiración, se inclinó sobre el otro chico para apagar la lámpara en la mesa de noche y quitarse los lentes una vez más. Acomodándose a un lado y de frente a la espalda de su amigo, dejó que el silencio al igual que la oscuridad de la habitación los rodeara.


Después de unos minutos de mirar el tejido que cubría su piel y de memorizar el contorno de su silueta, Steve sintió de repente que no podría callarse por mucho más tiempo.

-¿Snot?-susurró él-¿sigues despierto?-

-¿Qué, Steve?-Snot suspiró sintiendo que parte de su ira lo dejaba. Steve se detuvo, dejando su mano quieta mientras buscaba lo que quería decir, finalmente.

-Lo siento.

El chico se movió y se acomodó hacia el otro lado, haciendo que la mano de Steve cayera torpemente sobre el colchón. Ahora, estando uno frente al otro, Snot aprovechó esta oportunidad para ver a su amigo.

-¿Por qué?

-No lo sé, por todo-dijo Steve inseguro-por la forma en que tu madre te trata, por la forma en que literalmente no tienes a quien acudir...excepto yo, por supuesto-

Añadió la última palabra un poco más tranquilo, que las anteriores y Snot supo que no debía estar tan molesto por la natural curiosidad de su amigo.

-No es gran cosa. Estoy bien, en serio.

-¡No estás bien!-gritó Steve un poco más fuerte de lo que había pensando, entonces decidió hablar un poco más tranquilo-quiero decir...estoy preocupado por ti. No creo que sea correcto que tengas que pasar por esto-

-Steve...-advirtió Snot tensamente mientras su amigo lo ignoraba.

-Tu mamá solo tiene algo de nervios. En serio, quiero decir, estás aquí luchando por mantener buenas notas en la escuela y a ella no le importa y ni siquiera intenta ayudarte con tu...

-¡Steve! ¡Ya fue suficiente!-dijo el chico mientras se sentaba en la cama y miraba a la pared lejana a ellos. Miró en la oscuridad, apenas era capaz de distinguir el patrón en la pared en plena oscuridad. Steve se sentó también, alarmado por la ira de su amigo. Frunció el ceño y miro hacia el mismo lugar cubierto de papel tapiz-mi mamá es...ella solo tiene algunos problemas, es todo-murmuró Snot en voz baja.

Steve miró al chico con preocupación, no dijo lo que quería saber. Si era por eso que había empezado a ir de repente a la escuela con moretones en los brazos y en las piernas, no dijo lo que quería, que él siempre estaría ahí para él sin importar que y que no podía soportar la sola idea de perder a su mejor amigo.

No dijo nada más esa noche. En lugar de eso, él acercó silenciosamente al chico junto a él obligándolo a colocar su cabeza sobre su pecho, como el torpe que era y lo rodeó en un cálido abrazo. Snot cedió rápidamente a su resistencia, acomodándose para abrazarlo mientras las lágrimas caían por sus ojos.


No hablaron de esa noche al día siguiente, por lo cual Snot tuvo que irse incluso antes de poder tomar siquiera el desayuno. Por otro lado, él no quería ser descubierto por los padres de Steve, así que el desayuno no habría sido una buena idea de todos modos.

Steve no tuvo la oportunidad de hablar con su mejor amigo otra vez hasta el lunes por la tarde. Con las clases que los mantenían yendo y viniendo, estaban demasiado ocupados. Ahora mientras estaban en la casa de Steve junto a sus otros dos amigos una vez más, apenas aparecía un momento apropiado para hablar del tema. Mientras se sentaba junto a su mejor amigo, empezó a sentirse extraño, como si se estuviera despertando de un sueño. La forma en que Snot estaba gritando con alegría, rebotando arriba y abajo en el sofá, gesticulando frente a la pantalla...era algo entrañable, Steve sintió una sonrisa formarse en su rostro, tan grande como podía ser. Parecía estar realmente feliz, lo cual fue un alivio para él, sabiendo lo desesperado que había estado unos días atrás.

Toshi y Barry estaban inmersos en el videojuego y no parecían darse cuenta de que la mano de Snot había caído sobre la rodilla de Steve y lentamente se arrastraba hacía el norte. Estaban viendo a sus amigos jugar una partida contra el otro mientras se sentaban en el suelo de la sala de estar lo más cerca posible de la TV. Snot se apretó el muslo de Steve firmemente sobre sus vaqueros, aunque sus ojos seguían pegados a la pantalla y debió haber sido involuntario, sin duda. La enorme sonrisa en su rostro se debía a las tonterías de sus amigos y sus bromas, no por su cercanía con él, recordó Steve.

Entonces, ¿Por qué eso lo hizo sentir un poco decepcionado por dentro?

Steve tragó nerviosamente y echo un vistazo hacia él. La mano permaneció descansando ligeramente sobre su muslo ahora, sin abandonar el agarre que aplicó antes. Snot finalmente se encontró con la mirada de su amigo y se sonrojó de felicidad, de repente miró hacia abajo y se dio cuenta de la ubicación de su mano en la pierna de Steve. La retiró de inmediato ruborizándose, su sonrisa desapareció de su rostro y fue reemplazada por una expresión de culpabilidad en su lugar.

-Lo siento...-murmuró.

Volviendo su atención otra vez a la TV, fijó su mirada en el juego y en sus amigos riéndose y bromeando una vez más. La decepción de Steve se multiplicó, extrañaba la calidez del contacto y la forma en que se sentía tan...bien. él no podía ignorar las mariposas en su estomago por mucho que quisiera, mientras un gesto inocente aparecía, se sintió culpable por lo mucho que había disfrutado el contacto.

Steve miró fijamente a Snot por un largo momento, dejando a sus otros dos amigos en segundo plano. Si el chico se daba cuenta, intencionalmente trataría de ignorarlo.

Eventualmente, el juego había terminado. Toshi había ganado el partido y dijo que tenía que llegar a casa para la cena, Barry se fue de la misma manera dejándolos a él y a Snot solos, completamente solos, los padres de Steve se habían ido por ahora, a un viaje fuera de la ciudad como solían hacer, dejando a Jeff y Hayley a cargo. Por supuesto, esos dos no estaban por ninguna parte. Recordó que Hayley había mencionado algún tipo de pizza para la cena más tarde, pero para ella la cena siempre había sido a las nueve. Después de todo, ella no tenía un horario fijo, a menudo dormía casi todo el día, por lo menos hasta el mediodía.

Snot se levantó, sintiéndose incómodo con la situación y murmuró que tenía que llegar también a casa. Era mentira, por supuesto. Su madre seguiría trabajando hasta tarde esa noche, probablemente no llegaría a casa hasta las once de la noche, eso no era extraño para una enfermera en su línea de trabajo.

Steve frunció el ceño sin dejar su lugar en el sofá.

-No tienes que irte aún ¿cierto, Snot?

El chico más alto se encogió de hombros y miró impotente a la puerta de entrada.

-Bueno, tal vez debería ir. No quiero que mi mamá se moleste.

El enojo se hizo presente en Steve y se puso de pie, indignado frente a su mejor amigo.

-¡¿Molestarse?! ¡¿En serio?! ¿Qué te parece si voy contigo y le doy algo que la haga molestarse?

Snot se molestó con la repentina irritación de su amigo. Se acercó hacia él mirándolo de arriba abajo, nunca creyó haber visto al chico tan enfadado.

-Steve...

-¡No! ¡No me digas nada! ¡No me gusta la forma en que te trata! ¡Y no voy a soportarlo más!-gritó Steve, su voz incrementaba con cada palabra hasta el punto de gritar tan alto como le era posible.

Por primera vez, Snot se encontró increíblemente en paz en lugar de estar enojado. La sensación familiar de amargura le fue reemplazada por algo suave y cálido. Le sonrió cálidamente, tocado por la compasión de su mejor amigo.

-Tú... ¿Realmente te importa tanto?

-¡¿De verdad yo...?! ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que sí! ¡Tú eres mi mejor amigo!-Steve seguía chillando de rabia pero en este punto era más en incredulidad.

Se movió para mirar a su amigo, sujetándolo por los hombros y luego los brazos acercándolo a él, tan cerca que sus pechos casi chocaron cuando empezó a sacudirlo ligeramente.

-Snot ¿Qué no lo entiendes? Somos mejores amigos ¡hemos estado ahí para el otro durante años y años! No voy a dejar que esto siga así hasta que pueda asegurarme de que estés bien, seguro, provisto y...y...

Snot parpadeó ante su amigo, realmente sorprendido. Steve frunció el ceño, su agarre hacia el chico aumento casi a un doloroso pellizco.

-Yo solo...quiero que seas feliz.

Snot sonrió cálidamente a su amigo aunque una expresión de dolor reemplazo ese gesto rápidamente. Se quitó cuidadosamente los dedos del menor de sus brazos y se alejó ligeramente, se frotó las contusiones que cubrían su bíceps y que Steve había estado agravando. Cuando notó los ojos ensanchados de Steve, enseguida sonrió amargamente.

-Esos ya estaban ahí, no los hiciste tú, no te preocupes.

Steve continuó mirándolo fijamente, todavía sin palabras y con la boca abierta. Snot se sentó en silencio en su sitio en el sofá, miró fijamente hacia la ahora pantalla negra de la TV. Steve se sentó también y tras un momento de vacilación, se acercó para acomodar al chico junto a él. Snot lo dejó y pronto su rostro quedo escondido en la camiseta naranja del menor, Steve pasó su mano por los rizados cabellos marrones de su amigo tranquilizándolo mientras sentía que el chico movía sus brazos para abrazarlo.

Se quedaron así en lo que parecían ser horas, pero en realidad no fueron más de veinte minutos. Fue entonces cuando Roger entró por la puerta, vestido como una especie de piloto de caza de los años 40. Los vio pero no dijo nada mientras subía las escaleras hacia el ático, Snot pudo quedarse dormido al no moverse de su lugar, se aferró contra el pecho de Steve.

Steve lo abrazó más fuerte contra él, preocupado por el bienestar y el futuro de su mejor amigo.


Era realmente tarde cuando Snot llegó a casa esa noche, más tarde de lo usual de todos modos. Estaba oscuro afuera y Snot tuvo que convencer a Steve de no ir con él a su casa o de persuadir a su hermana para que los llevara hasta allá. Hayley y Jeff llegaron a casa relativamente temprano y Steve tuvo que obligar a su amigo a quedarse por pizza, así él tendría algo bueno para comer esa noche. Alrededor de las 10 p.m, Snot destrabó la puerta de su casa con su llave y entró.

Estaba oscuro y silencioso, como era de esperarse hasta que dobló la esquina hacia la cocina. Su madre estaba en casa. Eh, eso fue extraño... ¿su turno no debía durar hasta las 11 p.m?

Actualmente ella estaba en el refrigerador probablemente buscando un poco de licor, sin duda. Consideró pasar furtivamente a su lado y no decirle nada pero decidió que al menos debía decirle la hora.

-Oye, mamá-murmuró, haciéndola mirar hacia arriba y cerrar la puerta.

-Y ¿dónde estabas?-ella lo miró con recelo. Snot tragó saliva, se sentía culpable-¿por qué llegaste tan tarde?-

-Bueno, no pensé que llegarías a casa hasta más tarde y...

-¿Por qué? ¿Porque trabajo para vivir y mantener este techo sobre tu cabeza?-respondió ella comenzando a moverse hacía él, tenía una botella de whisky en su mano izquierda.

-Bueno, sí. Solo pensé...-Snot retrocedió rápidamente.

-Llegue a casa a las cinco y no sabía dónde estabas, Snot. ¡No puedes irte así!-ella golpeó la botella de whisky en el mostrador con fuerza haciendo que el adolescente saltara sorprendido. Sacó un paquete de cigarrillos y encendió uno mirando a su hijo con una expresión de cansancio-¿qué voy a hacer contigo?-

-Solo...voy a ir a la cama...-dijo decidiendo evitarla como si de una plaga se tratara, rápidamente se giró sobre sus talones para dirigirse al vestíbulo e ir a su habitación. Su madre; sin embargo, tenía una idea muy diferente.

-Oh, no lo harás-dijo ella tomando al chico del hombro firmemente y girándolo para que la vea de nuevo a la cara-¡tú vas a limpiar este basurero! ¡mira este lugar tan desagradable!-

-Pero...tengo que ir a la escuela mañana.

-¡No me importa una mierda, Schmuely! ¡Tú harás lo que YO te digo!-ella sujeto fuertemente su brazo izquierdo y empezó a sacudirlo, haciéndolo llorar de dolor mientras su pulgar presionaba contra un moretón que ella misma había hecho ahí-¡escúchame, maldita sea!-

Ella continuó empujándolo hacia atrás, se balanceó un poco pero termino cayendo en el sofá más cercano. Acabando su cigarrillo, lo puso en uno de los ceniceros más cercanos, tomó la botella de whisky de la cocina y se sirvió en un vaso alto, casi bebiendo la mitad del vaso en un trago, entró de golpe a la sala de estar donde estaba su hijo.

Se hundió nerviosamente en el sofá y la miro.

-Bueno, ¡Limpia este lugar!

Comenzó a juntar los contenedores de comida en una pila, sin querer acercarse a ella para ir a la cocina y tomar una bolsa de basura para ponerlos. Mantuvo su cabeza gacha mientras recogía todo lo más rápido posible. Ella tomó un sorbo de whisky mientras echaba un vistazo alrededor de la casa débilmente iluminada, las luces se apagarían pronto, el trabajo perdido no era una buena forma de mantener las cuentas pagadas, especialmente cuando se trata de un padre soltero.

-Así que, dime…-dijo con enojo frente a su hijo otra vez-¿dónde estabas anoche?-

Snot consideró por un segundo la posibilidad de mentir pero sabía que ella vería la verdad a través de la historia, suspiró preparándose para lo que venía.

-Estaba en casa de Steve…

-¿Por qué siempre vas ahí?-ella lo interrumpió-¿crees que ellos viven mejor que nosotros? ¿Uh?-

-¡No! ¡Él solo…es mi amigo!-Snot dejó de recoger la basura para poder enfrentar a su madre.

-¿Ah sí? Tu amigo… ¿eh? Creo que solo quieres pasar tiempo allí porque tienen una casa tan grande y tanto dinero ¡Y la-de-da!

Ella se acercó amenazadoramente, se podía notar la rabia en sus ojos marrones. Snot trató de retroceder lejos de ella, pero ella arrojó el vaso medio vacío contra la pared sobre su cabeza haciendo que se rompiera en pequeños pedazos por todas partes. Gritó asustado mientras se acercaba hacia él y lo sujeto de nuevo de ambos brazos sacudiéndolo. Su agarre era aún más fuerte que antes, causando sin duda nuevos moretones en su piel.

-¡No quiero que vayas más allá! ¡¿Me oíste?!-Ella lo sacudió varias veces-¡aléjate de ese chico!

Snot intentó no llorar mientras retrocedía, su madre lo dejó caer haciéndolo chocar de nuevo en el sofá. Empezó a alejarse antes de cambiar de opinión cuando regresó, levantó la mano y lo golpeó fuertemente con la mano abierta en la cara.

-¡Limpia esa basura!-gritó, irrumpiendo en su habitación llevándose la botella de whisky con ella.


Un momento después la puerta se cerró de golpe y Snot la oyó cerrarla detrás de ella. Se arrodilló en el suelo, agarrándose la cara y sus brazos, no sabía qué hacer. Todo le dolía, miró amargamente el vaso roto, con una bebida que no solo se escurría por la pared, sino también por los muebles y la sucia alfombra. Oscuros pensamientos invadieron su mente, involucrando vidrio roto y una salida, pero él los apartó y se levantó para comenzar a limpiar.

Eran casi las 11:30 p.m. Mañana sería un infierno.