El Omega


Mi primer Thorki, espero hacerlo bien.

-Buenos días, mi nombre es Loki Laufeyson y estaré al frente de este departamento- el Omega de cabellos negros y piel nívea se presentó, el mismo dueño de la compañía lo trajo para que elevara las ventas pues su antecesor era, básicamente un inútil. Así que el mejor de todos tuvo que ser llamado, en este caso, el Omega que lucía ese elegante traje oscuro que resaltaba su porte.

Thor observaba al Omega iniciar con el trabajo, hablar con las personas que conformaban el departamento y ponerse al día, su padre fue quien lo contrató y Thor únicamente se limitó a leer su expediente, sin embargo ahora que veía al hombre sintió algo animal despertar en él. Solía ser así, era sabido que Thor era una bestia insaciable, Omegas y Betas soñaban con que les dedicara una sonrisa y si llegaba a desearlos, ellos aceptaban inmediatamente. Aunque Thor estaba comprometido con la señorita Jane Foster, hija de un afamado empresario, la unión la habían decidido sus padres cuando eran jóvenes y apenas se conocían. Thor no lo tomó en serio y sí que se la había tirado un par de veces, no era mala en la cama pero todo lo demás en ella le resultaba despreciable. Ella solo quería llevar un buen apellido y no le molestaba que Thor tuviese acostones de una noche con sabrá Dios quién, ella también lo hacía.

Para el rubio, el Omega que se movía con toda la altivez del caso, era su nueva presa, aún si haber cruzado palabra ya deseaba tenerlo en su cama. Aunque su política decía que jamás se acostaba con personas del trabajo, pero en esta ocasión quería doblar al dueño de ese delicioso trasero sobre la primera superficie plana que encontrara y hacerlo gemir su nombre. Ese era Thor Odinson, el Alpha más codiciado del área Editorial. Pero pronto se llevaría una decepción sobre aquel hermoso hombre que apenas se había instalado en la compañía.

-Señorita Black, necesito ver los planes de publicidad- decía Loki a su secretaria sin darse cuenta que Thor se acercaba a ellos.

-¿Poniéndose al día Señor Laufeyson?- dijo Thor con ese tono caballeroso que ponía a todos a sus pies.

-Señor Odinson, es un placer conocerle- dijo ofreciendo un apretón de manos, muy formal. Así era Loki.

-Un placer, mi padre dijo que eres el mejor, así que espero grandes avances bajo tu gestión, como verás estamos en algunos aprietos- Thor sonrió aspirando el aroma dulce del moreno. Le resultó delicioso, tanto que inmediatamente supo lo que debía hacer. Ese Omega sería suyo.

-Lo haré, aunque para ser honesto, este sitio es un desastre- Loki dio un suspiro señalando una torre de archivos que debía revisar.

-Por eso te trajimos- sonrió Thor encantador y Loki soltó una risita superior.

-Guarde sus trucos para otro- sonrió superior el Omega -No soy de los que acostumbra, si me permite debo trabajar. -el moreno tomó una pila de papeles y comenzó a leerlos.

Para Thor aquel rechazo dolió, le dio directamente en el ego, nadie se negaba a sus halagos y atenciones, pero ese Omega se había ganado su atención, quería doblegarle ese espíritu altivo, le enseñaría quien era y de lo que era capaz. Haría que esa deliciosa boca se perdiera pronunciando su nombre. Lo conseguiría. Pondría a ese hombre a sus pies.

-Quiero resultados- murmuró pegándose al joven lo suficiente para hacerlo sentir su presencia Alpha. -Mañana tendremos una reunión para conocer el estado del departamento. Agradeceré tu presencia. Diez de la mañana. - y Thor se retiró dejando a un Loki controlando sus instintos.

Loki sabía de su fama, sabía que infinidad de personas pasaban por la cama de ese hombre, pero para desgracia del rubio, Loki tenía puestos sus ojos en otra persona.

Steve repasó con la mirada a su buen amigo Thor y se echó a reír, lo conocía bien y aunque eran dos polos opuestos en muchas cosas, se llevaban bien y sabía cuando se traía algo entre manos. -Vamos Thor, ¿tanto te afecta un no?- decía entre carcajadas.

-Ese Omega, si lo vieras, es altivo, orgulloso, huele delicioso... quiero tenerlo ya, pero él se hace el difícil- decía Thor como un niño caprichoso, sí, podía ser un maldito seductor, pero realmente tenía una faceta bastante infantil e idiota que solo dejaba ver a su familia y amigos.

-Casi estas describiendo a alguien que conozco- dijo Steve y sus sentidos se alertaron, si de casualidad su amigo había osado los ojos en Tony le partiría el cuello. Aunque claro, Tony aún no le hacía caso, pero eso era cuestión de tiempo.

-Dudo mucho que lo conozcas- se apuró a aclarar el punto notando el tono de su amigo -Es nuestro nuevo publicista.

-Seguramente no- comentó aliviado Steve, Tony de publicista tenía lo que él de genio. Ahora podía respirar en paz. -Eso trae otro problema amigo, no puedes ir tras él sin que te señale de acoso sexual, por mucho que te guste tienes que respetar su espacio. No es para ti, déjalo ir.

-Steve, ¿acaso no me conoces? Ese Omega podría ser mi salida de ese estúpido arreglo.

-¿Hablas del matrimonio arreglado?

-¿De qué otra cosa? Me quiero librar de esa arpía, no la soporto y para ser honesto no se me para con ella.

-¡Thor! ¡Ese lenguaje! aún no sé como terminaste la universidad.- suspiró cansado Steve.

-Vamos amigo, dime que nunca usas palabras como esas, te pasas de santo. Por eso sigues virgen.

-¡Que no soy virgen! Y para tu información soy un caballero, lo que haga con mi vida privada no le compete a nadie.

-Blah, blah- rió Thor -Eres un puritano, así nadie te va a tomar en serio y menos Stark, no me mires así, es obvio, hueles a él.

-¿Cómo conoces el aroma de Tony?- habló Steve a la defensiva

-Por negocios, su aroma es muy peculiar.

-¿Qué clase de negocios?

-Tranquilo, amigo, jamás le he puesto un dedo encima, aunque quise cuando era más joven, él no es precisamente fácil y su padre lo tenía blindado.

-Jamás toques a Tony- dijo Steve con un gruñido y su amigo se echó a reír.

-Prometido, pero volviendo a mi asunto... ¿Crees que si embarazo a alguien más me libre de esa zorra?

-Thor, no puedes hacer eso. Solo rompe el compromiso.

-Ya lo intenté y sabes que ella amenaza con un escándalo. Está loca, así que debo idear una forma de que me deje en paz.

Steve lo vio con pena, conocía bien la situación de su amigo, y solo deseaba apoyarlo, pero seducir personas no solucionaba nada, y menos obsesionándose cuando alguien decía que no. -Vamos, tengo una reunión cerca de tu restaurante, ¿te llevo?- preguntó Thor

-Claro- Y ambos amigos salieron, justo a la hora en que salían los empleados que se habían quedado tiempo extra, entre ellos iba el nuevo publicista, Thor lo señaló tuvo que admitir que quizás si lo conocía. Pero no recordaba de donde. El joven caminaba tranquilo leyendo alguna cosa en un libro cuando se topó con un hombre rubio un poco más alto que él, era un Alpha, los vio sonreírse y saludarse con un beso casto antes de irse juntos, Steve volteó a ver a su amigo y el rostro que encontró podría asustar a cualquiera. Thor estaba furioso, ese Omega se había dado el lujo de rechazarlo, además se iba con otro. Thor estaba decidido. Iba a tener a ese hombre, quisiera o no. Terminaría rendido a sus pies.

-Tranquilo- dijo Steve intentando ser la voz de la consciencia de su amigo.

-Va a ser mío- gruñó Thor y un escalofrío recorrió a Steve, ahora sí que se había obsesionado con el pobre Omega, eso no sería bueno.