Detestaba vivir en lo que prácticamente era un desierto, maldito fuera el día en que se mudaron a México, exactamente Mexicali, nunca es fácil mudarse, menos si no hablan tu maldito idioma. ¿En qué momento su padre pensó que sería razonable mover a toda su familia de Japón a México? Bueno, cualesquiera que fuera la razón ya estaba hecho, no era tan malo, al menos no era la peor de la clase aquí.
-Sawada- Ah, ese era su nombre, Sawada Tsunami. Que decir que la miraron como un bicho raro los primeros años que estuvo ahí, pero se acostumbraron rápido, por lo visto la población asiática era algo grande en ese lugar, solo que eran más chinos que otra cosa.
Se volteó para ver quien le hablaba, era Tom, su nombre era Tomas pero no le gustaba que lo llamaran así, su apellido es un secreto para todos, el novio de su (única) amiga; era alto ,1.90 media el maldito rascacielos humano, con la piel broncea y un millón de pecas en los brazos y la cara, debía de tener más en todo el cuerpo pero eso era algo ella no iba a preguntar, cabello y barba negra, se negaba a muerte a rasurarse, y ojos cafés casi negros.
Ciertamente Tom también era su amigo, solo que hablar con él era prácticamente pedir una crítica hacia tu persona bañada en burlas. No se quejaba, ella era igual.
-¿Ocurre algo, gigante de hierro?- Se me quedo viendo un minuto en silencio y luego sonrío, mierda.
Nada, pequeño desastre natural, estaba pensando a cuantas personas inocentes les has roto la quijada de un golpe hoy, según mis cuentas ya deberían de ser 10, pero con tu estatura dudo que alcances sus caras- Él amaba burlarse de la estatura de los demás incluso de la de los profesores, o eso decían, él ya estaba en sus 20 años así que nunca lo había visto en un salón de clases.
-Cállate que no es mi culpa medir 1.57, y si rompo quijadas es porque se lo merecen- Ser bajita no es divertido, sobre todo si eres tan pálida y delgada como lo es ella, la gente suele pensar que estas enferma y si vas a la casa de alguien sus madres te obligan a comer más, aunque eso ultimo no esta tan mal.
-Lo que digas pitufo, pero ya, hablando seriamente, oí que hay un imbécil te quiere sacar pelea detrás de tu escuela.
-¿Y tú como sabes eso?
- No por nada mi novia es tu mejor amiga.- dijo sacando su teléfono, calculaba que Bernadette de lo había dicho.
- bueno, si quiere pelear que venga aquí, tengo mucha flojera como para caminar.
- Eres un perezoso, ¿Así son todos los extranjeros?- El muy maldito se estaba volviendo a burlar de ella.
- ¿Cómo mierda es que Bernadette se fijó en alguien como tú?- Frunció el ceño, era bien conocido que meterse con su novia o su relación era cavar tu propia tumba, pero ella tenía inmunidad por lo que ella llamaba el circulo de la amistad, por mucho que eso molestara a Tom.
- Y yo me pregunto cómo es que no la mordiste cuando se conocieron.
-Muérete.
- Algún día, pero no hoy.
Hoy no tenía ganas de ir a romperle la nariz a cualquier idiota que se le plantara enfrente, así que se levantó, se sacudió la tierra del uniforme gris que traía puesto y se dispuso a caminar directo a casa, se despidió de Tom y le pidió que llamara a su novia diciéndole que no pelearía hoy, ella siempre sufría de un mini infarto cada vez que Tsuna peleaba.
Mientras caminaba a casa pensaba en calor que hacía, siendo sinceros era lo único de lo que se podía quejar, aquí muchas cosas encajaban mejor de lo que hacían en Japón, un ejemplo era el mal carácter con el que se cargaba, si bien en Japón todos huían de ella, aquí parecía que tener un mal carácter podía ser hasta de nacimiento, algo con lo que barios se cargaban y un repertorio de groserías no te podía faltar si eras mal geniudo.
Otra cosa era la escuela, si bien si te pedían buenas notas no te pedían ser perfecto, no querían que todo el grupo sacara un 10 (porque aquí era como máximo un 10 y no un 100), si pasaba era bueno y si no pues ni modo, y el participar no era una forma de burlase de los demás, si un profesor te pedía participar (por mucho que tu no quisieras) era para apoyarte, de vez en cuando, otras eran solo porque nadie quería pasar al pizarrón y solo te señalo al azar.
Mientras caminaba pensó en que no quería volver nunca a Japón y ese fue su pensamiento hasta llegar a casa.
Sé que ya tengo un fic en proceso y no he actualizado como para ponerme a escribir otro pero YOLO.
No tengo mucho que decir solo:
Gracias por leer.
