Mi primer sasuhina, espero que les guste y si es o no así, espero sus comentarios.

Discleimer: Los personajes de Naruto le pertenecen únicamente a Masashi Kishimoto yo solo los tomo prestados para darle vida a este fic.

Resumen:

Hinata y Sasuke al fin están juntos. Tras la aprobación de sus padres nada les impedirá tener una relación tranquila y feliz ¿o sí? Pues este impedimento tiene nombre y apellido: Uchiha Nana, la gemela de Sasuke y su adorable cuñada. OC. AU. Sasuhina.


Desaprobada.


Se sentía nerviosa, indispuesta tanto que sentía que si se acercaba a un balcón se lanzaría al vacio para acabar con todo. No, no podía, hoy era un día especial, importante y no debía dejar que el miedo invadiera su cuerpo. Hinata se encontraba en su habitación dando vueltas y vueltas sin saber qué hacer, miro el reloj en su pared: 5:40 pm. Faltaban veinte minutos para que la hora de la cena se cumpliera, retocó su vestido, sencillo de tirantes delgados, de color blanco que se entallaba en su cintura en la cual había una delicada cinta de color violeta pálido que entallaba aún más; el vestido llegaba hasta sus rodillas, lo cual la hacía lucir fresca según las palabras de su madre; observó sus zapatos bajos de color blanco con un pequeño lacito de color violeta.

Se observó en el espejo, su largo cabello de un exótico color negro azulado, estaba muy bien cepillado y caía cual cascada sobre su espalda haciéndola ver elegante y su rostro estaba levemente maquillado, no le gustaba verse atrevida o muy llamativa aunque con sus ojos color perla cómo no podría resaltar en una multitud.

Se veía bien pero aún así se sentía demasiado nerviosa y es que hoy iría ella con su familia a una cena en la mansión Uchiha, en la cual también estaría reunida toda la familia de él por un asunto muy importante: su relación sentimental con Uchiha Sasuke. El solo pensar de nuevo en ello hizo que comenzara a hiperventilar pero al rato logró regularizar su respiración.

Hacia una semana atrás se había vuelto la novia oficial de Sasuke, recordaba la manera con la cual sus ojos brillaron y como la propia vida había tomado un camino diferente y mágico. Siempre había pensado que el Uchiha era una persona amargada y orgullosa, recordaba que solo había notado que Sasuke existía solo por el hecho de que su mejor amigo era Uzumaki Naruto, su amor de la infancia. Desde comienzos de la secundaria había intentado acercarse al rubio, pero sus intentos siempre terminaban fallidos y logró obstinarse, no solo eso desde, relativamente, siempre había sido invisible, pero, descubrió que alguien la notó en las sombras incluso siendo invisible.

Todo ocurrió por un trabajo que les habían asignado en educación cívica, el cual era en parejas y duraría quince días; ella mantenía la esperanza de que le tocara con Naruto, así podrían conocerse mejor tal vez, tan solo tal vez, él la conocería como realmente era, pero tan anonadada que estaba que no puso atención cuando dijeron su nombre, sino que reaccionó cuando dijeron" Uchiha Sasuke" y sintió la mirada asesina de la mayoría de sus compañeras.

"Los quince días más largos de mi vida" pensó e inevitablemente sonrió, el amor por Sasuke la había tranquilizado de gran manera y se alivio.

La relación no sería realmente oficial hasta tener el consentimiento de ambas cabezas de familia, es decir, que aceptaran la relación el padre de Hinata, Hyuga Hiashi, y el padre de Sasuke, Uchiha Fugaku, los cuales eran los jefes de dos de las más poderosa empresas de todo Japón: Hyuga Corporation y Uchiha Corp. Las cuales eran empresas aliadas. Aunque Hyuga Hana, la madre de Hinata, y Uchiha Mikoto, la madre de Sasuke, son grandes amigas de niñas.

Cabe destacar que cuando Hinata anunció su noviazgo, claro que reuniendo una gran cantidad de valor, la señora Hyuga había gritado encantada saltando de alegría diciendo que por fin había sucedido tomando el teléfono y llamando de inmediatamente a Mikoto y aunque el volumen del teléfono estaba bajo se podían escuchar los gritos de ambas, como si fueran jóvenes colegialas: "¡Tendremos nietos!" las había escuchado gritar por lo cual, acostada en su cama se tapó con su cobija intentado calmar su sonrojo.

La impresión de su padre distaba mucho de ser así de animada, solo le comunicó que tendrían una reunión de los dos lados para hablar de la situación. Y por eso así estaba, en esta reunión se hablaría de ellos y aunque no se lo dijeran sabía que en la cena todo podía pasar, sería un interrogatorio minado.

—Onee-san —su hermana menor Hanabi de doce años había entrado con un hermoso y avivado vestido floreado, a diferencia de ella, si le gustaba llamar la atención— ¿ya terminaste de dramatizar el fin del mundo?

— ¡H-Hanabi-chan! — La pequeña siempre hallaba una manera de molestarla diciéndole que era porque era tan fácil de leer como un libro— n-no estoy dramatizando…

—Bueno entonces, madre dice que es hora —al decir esto la mayor tragó con fuerza, era ahora o nunca.

Al bajar las escaleras sintió que había acumulado suficiente fuerza toda la semana, no podía fallar y no lo haría, ella no se rendiría.

—Te ves preciosa Hina-chan, a Sasuke le encantaras —al decir esto Hana, Hinata se sonrojó de inmediato y el patriarca solo aclaró su garganta haciendo notar su presencia— tú también te ves bien cariño.

La menor rió ante el comentario de su madre, siempre de buen humor y Hinata observó a sus progenitores, su madre lucia un hermoso vestido color ciruela, sencillo de corte recto pero elegante, con su cabello negro azulino colocado como un moño y su padre vestía un traje formal con corbata y todo y entonces sintió que más bien parecía que iban a una gala.

—Concuerdo con Hana-sama, se ve esplendida —tras el cumplido de Neji, quien también andaba vestido de traje, otro sonrojo apareció en su rostro pero sonrió al recordar que Sasuke se ponía algo amargado cuando se sonrojaba por alguien más, incluso por su primo.

—Muchas gracias Neji-niisan —tras haberse sentido todos listos, salieron de la casa tras la despedida de todos los empleados y sus buenos deseos.

Montaron la limosina pero antes pasaron por la casa de Enma Tenten, la novia de Neji quien también participaría de invitada en la cena. Cuando la vieron, estaba completamente arreglada con un vestido de color avellana con toques amarillos, con un girasol adornando su cabello, y sandalias combinadas. Después de recogerla y de los saludos se dirigieron hacia su destino, ella se preguntaba porque era necesario irse en un auto de este tipo si se dirigían a una cena entre amigos, "será una cena casual" recordaba haber escuchado de su madre, esto en realidad no tenía nada de casual de hecho todos estaban vestidos como si se tratara de una reunión de negocios, suspiró, intentó relajarse un poco, debía dar una buena impresión a la familia de Sasuke, no lo perdería por nada.


Llegaron a su destino, la mansión de la familia Uchiha, pasaron al jardín en el cual había una hermosa fuente adornada de rosas, muchas rosas de color rojo y blanco. Ni siquiera pudieron tocar el timbre cuando las imponentes puertas de roble se abrieron y al entrar, dos filas de sirvientes los saludaban respetuosamente para dar una leve reverencia.

Un mayordomo, que por su etiqueta en su esmoquin supuso que se llamaba Charles, los condujo hacia el enorme recibidor, a diferencia de la mansión en la que ella vivía, esta era muy moderna sin perder la elegancia, mientras que la de ella era clásicamente tradicional.

Entonces vio que por las escaleras comenzaban a bajar personas, esa persona y sintió que el corazón se le quería salir por la garganta pero se obligo a si misma a tragárselo cuando vio a la esplendida señora Uchiha bajar de la mano junto con su esposo, el imponente señor Fugaku. El vestía de traje formal y ella con un vivaz vestido turquesa con toques azules.

También bajaron de la mano Itachi, el hermano mayor de Sasuke y segundo en la empresa, y su esposa Akamura Konan, una joven bella con cabello azul y un piercing por debajo de su labio inferior, eso le sorprendió pero notó el hermoso vestido de color celeste de tirantes ajustado en su torso que la hacía lucir como lo que era, toda una mujer.

Pero lo que ella esperaba ver desde un principio la hizo sentirse feliz y segura, Sasuke venía bajando muy seguro de sí, como siempre, con un traje que lo hacía lucir maduro y elegante y no pudo evitar sonrojarse como un tomate, pero desvió un poco la mirada de él y notó a alguien más, ahí estaba, la gemela de Sasuke, Uchiha Nana, la cual vestía un elegante vestido sin mangas con una leve entrada que mostraba el inicio de sus pechos, el vestido era ajustado en el torso y el resto era de volados, de color rojo intenso hasta un poco más arriba de las rodillas con un cinturón negro y botines rojos con tacón de color rojo con detalles negros.

Nana caminaba con la frente en alto muy segura de sí, era como ver una versión femenina de Sasuke, los anfitriones se colocaron en línea e hicieron una leve reverencia como saludo y los invitados les siguieron igual.

—Buenas noches, Hiashi —saludó el patriarca Uchiha.

—Lo mismo digo, Fugaku —expresó el Hyuga mayor.

—Para presentarnos, mi esposa Mikoto, mi hijo mayor, Itachi y su esposa Konan, mi hijo menor Sasuke y mi hija menor Nana —al decir cada uno de sus nombres, el correspondiente daba un leve asentimiento a modo de saludo.

—Un placer, ellos son mi esposa Hana, mi sobrino Neji y su novia Tenten, mi hija mayor Hinata y mi hija menor Hanabi —cada uno saludó.

Todos estaba completamente calculado, hasta se podía sentir el aire helado y la tensión que creaban a su alrededor ambos patriarcas, el cual fue interrumpido por Charles.

—Señor, la mesa está servida, pasen adelante por favor —todos se movilizaron hasta el gran comedor el cual estaba puesto como se debía, para darle la bienvenida a los importantes invitados.

Tomaron sus lugares que estaban ordenados así: en un extremo del comedor se encontraba Hiashi, a su mano derecha estaba Neji y a su mano izquierda se encontraba Hana, al lado de Hana se encontraba Tenten, al lado de Neji se localizaba Hanabi. En el otro extremo se encontraba Fugaku quien tenía a su derecha a Mikoto y a su izquierda a Itachi, Mikoto tenía a su lado a Konan e Itachi tenía a la par a Nana; quedando así Hinata en medio de Tenten y Konan pero de frente a Sasuke, y este en medio de Hanabi y Nana. Estaban ordenados apropiadamente teniendo a sus presas en medio, ahora que empezara el duelo.

Hinata suspiró cansinamente, no había podido siquiera hablar con Sasuke, deseaba que la abrazara y le mostrara una de sus tantas sonrisas de medio lado al verla sonrojarse por su comportamiento, tal vez así dejaría de sentir deseos de tomar uno de los tantos tenedores que tenia de frente y clavárselo a sí misma en la pierna para liberar estrés.

Sintió vibrar su teléfono el cual estaba en una pequeña bolsa en su vestido, revisó y era un mensaje, un mensaje de Sasuke. Lo abrió y leyó "Tranquila, todo estará bien no te preocupes, ya podre devorarte en otra ocasión…".Se sonrojó de sobremanera, guardó su teléfono y miró de frente, Sasuke la volteó a ver y le sonrió de lado lo que consiguió que se sonrojara aun más y apartara la vista, a él le encantaba sonrojarla.

Se les fue servido a todos un pequeño plato de Ensalada Capresse como entrada la cual sería ligera, suave y fresca lo suficiente para mantener una conversación, era hora del interrogatorio.

—Y bien Sasuke-kun —la voz de la señora Hyuga hizo que todos prestaran atención, la matriarca de los invitados había hecho el primer movimiento— ¿Eres virgen?

Ante la pregunta tan inesperada más de uno casi escupe su plato, Hanabi intentó no sacar una risa al ver como Hinata se sonrojaba en extremo y la cara incomoda de muchos pero Hiashi mostraba una sonrisa interna, confiaba en su esposa para sacar la verdad en este interrogatorio de tal importancia, podía ser un gran socio y amigo de Fugaku pero no dejaría que su heredera anduviera con cualquiera, eso era obvio.

Se hizo un silencio incomodo en el cual todos estaban esperando esa respuesta inclusive Hinata, ella respetaba la privacidad de Sasuke pero se sintió sorprendida al sentirse curiosa por tal respuesta, ella era virgen y que tal si él no, ¿estaría en desventaja? ¿O?

—Sí —la pregunta había salido directa cortando inmediatamente los pensamientos de Hinata.

Todos vieron a la señora Hyuga la cual asintió mostrando que aprobaba esa respuesta, por ahora todo iba bien, mientras no le mandaran preguntas fuertes a la heredera todo estaría bien entonces se permitió suspirar.

—Y bien Hinata-chan —un mini grito ahogado salió de los labios de la mencionada, pero levantó la cabeza para mostrar educación pero por dentro moría de pánico— ¿Cuántos hijos te gustaría tener?

Dos risas ahogadas se escucharon por ver cómo el rostro de Hinata de blanco hueso a rojo carmesí en cuestión de segundos, ella estaba comenzando a hiperventilar pero reunió valor, suspiró y habló.

—Dos o… —agachó su rostro sintiéndolo arder, ese tipo de preguntas no eran su fuerte, momento, ¿qué clase de preguntas eran su fuerte? se preguntó a sí misma, respiró profundamente y contesto— tres…

Había salido prácticamente como una escupida de aire, pero perfectamente entendible, aunque para varios de los presentes el simple hecho de que pudiera hablar a pesar de estar notablemente avergonzada los impresionaba en sobremanera, Hinata estaba demostrando valentía.

— ¡Oh! Hina-chan me haces muy feliz, ¡Tendré varios nietos! —Mikoto le mandó una mirada cómplice a Hana y las dos rieron elegantemente, a costa del color de piel natural de Hinata.

Tras el riguroso y para Hinata tortuoso encuentro familiar "casual", las cosas se veían bien, Hiashi había dejado de parecer tenso y Fugaku en estado de defensa ,mientras que las amas del hogar se mandaban miradas las cuales parecían de amigas adolecentes intercambiando chismes.

Ya habían comido el plato fuerte y en ese momento se encontraban comiendo el postre, helado de vainilla con almendras importadas, jarabe de chocolate suizo combinado con un ligero toque de vodka irlandés. "Si, simple" pensó irónicamente Hinata llevándose una cucharada a la boca degustando su sabor apareciendo un ligero sonrojo en su rostro al sentir su delicioso sabor. Le agradaba con solo el hecho de saber que la cena estaba por acabar y el que todos se estuvieran llevando tan bien, manteniendo una conversación amena. El ambiente fue interrumpido por el tintinear del golpe entre una cuchara y una copa. Todos dirigieron su atención al uno de los extremos del comedor, a Hiashi Hyuga.

—Ha sido una noche exquisita y agradable, Fugaku, debo admitir que no sabía el resultado de esta cena pero ahora me siento contento por el resultado —expresó sinceramente el patriarca Hyuga al levantarse y hacer ademan de brindar con la copa de champagne.

—Y la verdad debo decir que me siento aliviada al saber que tú, Sasuke, serás el novio de Hinata —el aludido la miró y le dirigió una minúscula pero presente sonrisa— tienes nuestra aprobación para salir con Hinata.

—Gracias, no los decepcionare —dijo el mencionado sinceramente y como él pudo notar, la mirada que le envió Hiashi decía claramente "Por supuesto que no lo harás, porque sino…".

—Lo mismo pienso yo —mencionó el patriarca Uchiha imitando el gesto de su igual—, claramente nos sentimos complacidos con los resultados de esta noche.

—Me agrada decirte, Hinata, que tienes también nuestra total aprobación —agregó Mikoto, haciendo que la aludida la mirara, a lo cual la mayor le guiño el ojo, Hinata se sonrojó.

Todos pudieron sentir por fin calma, todo había salido como se esperaba es más, todos estaban complacidos y agradecidos por la unión, bueno, casi todos.

Se escuchó como alguien se levantó de golpe de su asiento, poniendo ambas palmas en el comedor, con fuerza, azotando el roble. Nana se había levantado con la cabeza gacha dejando que sus largos y oscuros cabellos taparan su rostro. Los demás se mostraron sorprendidos ante tal hecho.

—Vaya, Hinata… —Nana levantó el rostro viendo directamente a la mencionada y enviándole una intensa mirada que hizo que la joven de mirada perlada se removiera nerviosa en su asiento, sintiéndose atrapada— es impresionante que otō-sama y oka-sama te hayan aprobado, eres la primera —Hinata se sintió alagada por el comentario pero su sonrisa desapareció al verla fruncir el seño—, pero…yo no te apruebo.

Ante el desconcertante comentario más de uno casi se atraganta, sí que era atrevida.

—Nana, siéntate de inmediato y… —la señora Uchiha decidió intervenir pero se vio interrumpido su cometido.

—No he terminado, oka-sama —miró a su madre y nuevamente a Hinata— te preguntaras por qué, simple, no me convences, eres torpe, callada, demasiado inocente, débil en toda la expresión de la palabra, con solo verte puedo saber que eres como un pequeño ratoncito —el silencio sepulcral en el comedor se hizo extenso, dejando que ella continuara— pero además, no; mi hermano no es segunda opción de nadie —su tono se endureció, se cruzó de brazos y mostró una mirada despectiva, analizándola de arriba abajo con una sonrisa burlona y un seño aún más fruncido— no creo que me hagas cambiar de opinión.

Al decir esto lo que quedaba de color en el rostro de Hinata desapareció y sus ojos se abrieron desmesuradamente mostrando vergüenza y miedo en cada parte de ellos.

—En fin, me despido —diciendo esto, Nana se dio la vuelta y se marchó siendo seguida por las miradas de todos hasta que ya no se escuchó más el sonido de sus zapatos ni se vio el vuelo de su vestido.

Siendo esto así todos dirigieron sus miradas a Hinata, quien permanecía con la mirada gacha, apretando ligeramente su vestido con sus manos en su regazo, viendo su copa de helado, perdiendo su mirada en el helado derretido en el cual, las pálidas almendras se hundían hasta el fondo.


Y por eso así se encontraba, acostada en su cama, en su silencioso cuarto, sin poder dormir, siendo acosada por los recuerdos de esa noche. Hinata se sentó en el borde de su cama viendo hacia la puerta de vidrio del pequeño balcón de su habitación. La luna estaba llena y le daba algo de vida al escenario sombrío en el que creía estar. Dirigió una mirada hacia un rincón de su cuarto viendo su anterior vestido hecho bolita y luego miró su pijama y suspiró cansinamente "Ni siquiera en el vestuario me vio correcta".

Se levantó y se asomó a la puerta, las noches con esta luna siempre la ayudaban a pensar.

Después del incomodo y frío momento que pasó, los señores Uchihas pidieron disculpas y prometieron darle un castigo severo por su comportamiento pero…

—… — "Eso que importa si al final…seguirá teniendo la misma opinión, ¿tan mala soy para Sasuke-kun? Solo llegué a darles problemas y un momento incomodo entonces yo… ¿qué tendría que hacer…?"

Entonces recordó lo que le dijo Sasuke antes de despedirse "Sin importar qué, yo siempre te amaré"

Recobró el ánimo y la fortaleza, no habría hecho lo que hizo si al final iba a dejar que todo se fuera al drenaje al final "Yo amo a Sasuke y sé que la opinión de sus seres queridos es importante para él… y si su hermana no me aprueba e-entonces… ¡yo hare que me apruebe!"

Apretó sus puños y con un sonrojo miró con determinación a la luna que se encontraba en su punto más brillante, siendo testigo de esta promesa.

"Mañana empieza la misión: Ganarse la aprobación de mi cuñada"se sonrojó en sobremanera al pensar lo ultimo pero sonrió "Por ti, Sasuke-kun…"


¡Hola! Yo aquí dándome una vuelta por el lugar y dejándoles este fic con una idea 100% mía, que llego un día mientras pensaba en vez de ponerme a estudiar (xD) hace tiempo tenía ganas de publicar un sasuhina ya que últimamente me he vuelto loca por ellos y de repente ¡Boom! Esta idea apareció, qué puedo decir, mucho tiempo de vaga.

Espero les guste y acuérdense de dejar sus comentarios con sus opiniones y demás. ¡Nos vemos loquillos! xD

EDITADO 07/04/14

06:54 PM