Mi enfermero predilecto.
Chokehold.
La leve gripe.
Y estaba a solo una nefasta clase de terminar la jodida jornada escolar y después marcharme a casa, y quizás, con suerte, tendría algún laborioso plan para este magnifico fin de semana junto a un señor extremadamente perfecto, en todos los sentidos. Si es que, su traviesa hermana duende no tenia una premonición de las próximas veinticuatro horas que restaban de un magnifico wekeend.
Pero como decía anteriormente, aún quedaba una hora y media para que el reloj terminara puntualmente a las tres de la tarde.
Me resigne, mientras mentalmente ideaba algún plan para no realizar aquella clase, caminando a lado de mi pedazo de novio. (Claro, no podría pasar por alto – nunca – las miradas furtivas de algunos elocuentes compañeros de clase).
— ¿En que piensas? — Pregunto él, entrando a la fachada del gimnasio.
— ¿Hay alguna oportunidad de no hacer educación física por hoy? — Le pregunte rápidamente, apreciando sus dorados ojos.
— Sabes que siempre esta fugarse, ir a una tarde alocada en las Vegas, contraer matrimonio tipo Britney Spears y volver sana y salva el domingo por la noche, fresca como una lechuga para otra semana de educación magistral. — Comento él, con cierta risa en los ojos.
— Como que de repente me dieron ganas de caerme al piso más de cinco veces por segundo.
— Sabia que funcionaria — Sonrió, al fin y al cabo, con su aterciopelada voz — Estaré aquí puntual, de recompensa, haremos lo que tu quieras — Una traviesa sonrisilla se le escapo por sus lineales y fríos labios.
— Lo tendré en cuenta — Suspire, mientras con un corto beso, se despedía rápidamente y salía cogiendo para no llegar tarde a su clase magistral de aritmética.
Entonces, reconsidere seriamente eso de 'Las Vegas'.
— ¿Edward? — Murmuré, antes que abriera la puerta para salir a la intemperie. El freno en seco y se volvió rápidamente hacia mi — ¿A cuanto estamos de 'Las Vegas'.
El carcajeo sin gracia, posando su nívea mano en la perilla de la puerta.
— Será para otra ocasión, Bella.
El viento azoto fríamente mi cara mientras la puerta se cerraba suavemente.
Sin más, partí a mi martirio personal, la clase de física.
En el camino a los camarines, me encontré con Angela, con quien hable amenamente un rato hasta que el profesor nos llamo la atención, explicando el deporte a practicar todo el maldito semestre: Basquetball.
— …¡Se necesita dedicación, perseverancia, adestramiento! — Vociferaba… ¿Solo yo noté como me miraba cuando nombraba esas palabras? — Algunas personas no tendrán el talento, pero si no lo logran, reprobarán — Hm, tal vez debería sentirme ligeramente, identificada.
Mi mente viajaba a la velocidad de Edward por el magnifico prado que sabia, después de todo, que después de clase Edward me llevaría aquel magnifico lugar. Inconcientemente reí como una tonta, solo era cosa de paciencia hasta que ya este acostada encima del pasto, ver las nubes grisáceas…
— ¡Swan, a la canasta! — Grito el entrenador, seguidamente de sonar el silbato que colgaba de su cuello.
Despabile… no como otras personas, si no más bien lento. Corrí rápidamente a la parte que creí que era 'canasta'. La paranoia se apodero de mi. ¿Michael Jordan, de verdad, media dos metros para encestar eso?. Definitivamente le pediría ayuda a Charlie en ese aspecto, quizás, ver un poco más el ESPN.
Obviamente, correr no esta en una de mis facultades.
Caí estrepitosamente al piso mientras varios compañeros de clase se reían de mi, ¡Genial!, y por otra parte, el entrenador parecía cada vez más rojo, seguramente de ira.
Mike, como siempre, llego trotando a donde estaba yo, me ayudo a levantarme mientras Angela llegaba hacia nosotros con cara de preocupación, con el balón de Basquetball en las manos.
— ¿Estas bien? — Pregunto mi amiga, mientras me tendía el balón, ¡Maldito Mike, suelta mi mano ya!.
— S-si — Titubee. Pues, de ahora en adelante veía dos Mikes y dos Angelas.
— No te ves muy bien — Comento él, mientras me arrebataba el balón de las manos.
— Me duele la cabeza.
Instintivamente, mamá Angela poso su mano en mi frente, traspasando la débil barrera del flequillo – Made in Alice – tomando mi temperatura. Su tacto, de verdad que se sentía muy bien. Estaba frió.
— ¡Dios, Bella, ardes en fiebre! — Grito, traumática, mamá Angi.
Justo cuando ya dejaba de ser el centro de atención, el entrenador – con su marcha de reclutamiento de algún centro militar – llega hasta nosotros con cara de pocos amigos. Angela y Mike se tensa, pero yo estoy demasiado en la onda hippie de ver colores como para enojarme con él, ahora.
— ¿Qué le pasa, Swan? — Murmuro, fríamente.
— T-tiene…F-fiebre, entrenador — Contesto el blandengue de Mike. — Será mejor que la lleve a la enfermería, quizás se trate de una gripe.
¿Es que no te cansas de faltar a clases, para llevarme a enfermería en cada oportunidad que se te presente?. De eso se puede encarga Edward, tonto. — Pensé, detrás de todos esos colores y esas nebulosas en el gimnasio.
— ¡Weber, llévela a enfermería, ya! — Pronuncio el entrenador, mientras Angela levantaba uno de mis brazos y lo posaba por encima de sus hombros — Usted, Newton, siga con el precalentamiento.
Subí, baje, tropéese, camine, corrí por las escaleras, la cera, pase por el estacionamiento. ¡Oh!, ¿Las nubes de Forks siempre lucían tan encantadoras?.
De repente, me dio el atacaos de The Beatles y empecé a tararear 'All you need is love', mientras Angela replicaba en todo momento 'Hay no, se esta poniendo cada vez peor'.
Y, ahora, sin siquiera darme cuenta, después del tercer verso de esa pegadiza canción, estaba recostada en algo. Escuchaba voces vagamente conocidas.
—…Es solo una gripe, tendrá que descansar por un semana, al menos… ya es el quinto caso que presenta el instituto… le he comentado esto al director pero siempre hace oídos sordos…es un virus que anda por todos Forks, seguramente el sistema inmunológico no pudo con él… por suerte tiene cura…tendrá extraños síntomas, sudoración, visiones…
¡Wo, me sentiré como Alice después de practicar Yeah yeah con Jasper!
— Esta bien, muchas gracias. — Murmuro su aterciopelada voz.
Desperté viendo monitos, luego una que otra manchita, me pregunte mentalmente si estaba en un loquero o algo por el estilo, pues las manchas parecían algo así a las preguntas de '¿Qué ves aquí?', seguida de una hoja en blanco con una mancha sin principio ni final.
Mi tercera teoría fue pensar que estaba en la enfermería de mi amado – nótese sarcasmo – instituto. Una teoría completamente cierta, o por lo menos, muchos más creíble que despertar en un edificio psiquiátrico.
— ¿Bella? — Me llamo, una suave voz, pero a la vez bastante varonil. — ¿Cómo te sientes?.
— Como después de un concierto de Kiss — Murmure, un tanto ida.
El rio suavemente, mientras mis ojos se acomodaban lentamente a la luz natural que se filtraba por las ventanas, apreciando…varias siluetas, algunas totalmente desconocidas.
— ¿Qué paso? — Le pregunte, incorporándome en la antigua cama del pequeño salón.
— Te desmayaste cuando llegaste aquí, tienes gripe, Bella, estas enferma. — Comento Edward, posando su mano en mi frente — Tienes fiebre, además.
¿Qué no se supone que uno puede medir la temperatura cuando dos personas comparten la misma temperatura y no cuando un sexy vampiro tiene, por lo menos, cinco grados menos que la temperatura normal de un muerto?. ¡Ugh!, genial doctor Edward.
Puse los ojos en blanco, quizás, Edward se dio cuenta cuando saco rápidamente su fría – repito – fría mano de mi rostro. Debo admitir que el tacto se sintió bien, pero aun así, demasiado innecesario.
— Es muy fácil darse cuenta que tienes fiebre Bella — Murmuro Edward — Estas ardiendo.
¡Wo!, cada vez me acerco más a convertirme un vampiro. Quizás, Edward me convirtió y por eso, ahora siento los primeros síntomas de una neófita. ¡Al fin había sucumbido a mi plegaria!, de todos modos no era tan malo, casi se trataba de una simple gripe.
Rezongue fuertemente la nariz, Alice me tendió un pañuelo y se lo acepte, con mi esperanza derrumbada. Si, era una estupida gripe, ningún vampiro sexy había clavado sus blancos dientes en mi humano cuello. Seguramente mis anteriores teorías eran más lucidas que esta, tal vez alucinar estaba en uno de los síntomas del virus.
— Quiero irme a casa — Respondí finalmente, mientras Edward hablaba Con…¿Carlisle?, y Alice firmaba un permiso, mientras hablaba con Charlie.
Mi papá se acerco a mi, rápidamente, tomo mi mano en un gesto paternal y acaricio los nudillos. No se por qué, pero el gesto anti-paternal de mi padre me óleo a peligro.
— Bella — Comenzó. ¡Aquí vamos! — Como tienes que hacer reposo, y yo tengo que trabajar, el doctor Cullen amablemente — Enfatizo la palabra — se ha ofrecido a que te hospedes en tu casa en lo que dure tu gripe — Sonrió.
— Papá, me puedo cuidar sola…
— No — Rechazo mi propuesta — Si pudiese cuidarte físicamente sola…¿Cómo entonces te has enfermado?.
Seguramente esa fue idea de Edward, esas palabras tan bien memorizadas solo podría ser hechas por obra y gracias de una persona que ha vivido 107 años. Sin pensarlo, dirigí una fría mirada – O por lo menos lo intente – hacia él, quien agacho la cabeza, en señal de culpable.
— Esta bien — Suspire — Me rindo.
La sonrisa de Charlie, junto con la de Edward, no podrían ser más grandes.
¡Estupido vampiro con un poder de convencimiento demasiado alto y estupido padre por ser tan iluso!. Also (1), ¡Estupida yo por rendirme tan fácilmente!
Notas Autora:
(1): Also: Para todos mis chiquillos que no saben inglishki, significa tambien.
+ Otro fic más, seguramente se preguntaran. ¿No me aburro ya de sacar tantas ideas sin sentido en mi cabeza?. Pues, la verdad, aparecen como plaga una mañana cualquiera, y ¿Ven?, ¡Ya esta publicada en fanfiction!
+ Bueno, para la gente (hermosa,divertida,excentrica,brillante) que lee mis fics, quizás tenga la baga noción que este es otro de mis tantos intentos de una comedia…. Bue, veremos si al, menos, se rieron con lo cortisimo del primer capitulo.
+ Middle Of Nowhere y Inmortal están en construcción, no se preocupen, creo que puedo llevar una vida normal en mi computadora bajo tutoría de tres historia. Lo bueno de ser mujer (¿).
+ Y por si no lo han notado, hoy ando esplendorosa. ¡He aprobado tres materias en solo un día!, no saben lo dichosa que me siento, y justo hoy, empezó el aniversario de mi colegio – que por cierto dura un mes – y hemos tenido el primer partido de esta larga jornada. Y Adivinen que loca escuálida jugó Volley y gano?. Pues si, mi hermana, no. Yo. Me siento realizada (¿).
+ ¡Saludos a todos y ojala sigan leyendo mis locas…fantasías (?) Bye.
Chokehold
P.D.: El capitulo esta bien, escrito. La leve gripe hace noción a un sutil sarcasmo.
