Después de la muerte de mi padre me quede completamente solo, el era mi única familia. Pero para ser sincero fue un alivio. Desde que murió mi madre, ya nada era igual. Cada vez que intento recordar esa época de mi vida, todo lo que veo es negro…
"¿Ya viste a ese mocoso raro?", "¿Ya viste su cabello?, ¡Tiene canas!", "Seguro es marica" esos y algunos mas eran los comentarios que provenían de las bocas de mis nuevos compañeros, los huérfanos de Wammy's House, mi nuevo "Hogar". No esperaba una calurosa bienvenida, pero tampoco esperaba esto. Pocas veces había tenido tanta prisa por llegar a un lugar, ¿Qué tan lejos puede estar el comedor?, después de caminar unos metros más llegamos. Al parecer los nuevos ingresos aquí son un suceso. La mayoría de los asientos del comedor están llenos.
-"Este es su nuevo compañero Near. Espero que le den la bienvenida y lo ayuden a integrarse a las actividades del orfanato."
-"Near, ahora ve a sentarte" acto seguido el director me dio un pequeño empujón, sentí un escalofrió.
Empecé a caminar por entre las mesas, la mayoría ya estaba llenas, además de que sus ocupantes no se veían muy dispuestos a hacerme un lugar en ellas. Al final del comedor pegada a la pared había una mesa vacía, así que sin dudarlo me dirigí lo más rápido que pude hacia ella, y me senté en una de las esquinas recargando mi cabeza en la pared. Después de algunos minutos interminables los demás niños parecieron olvidarse de mi presencia y volvieron a sus actividades. Ahora que nadie me observa puedo tomar una posición mas cómoda, subo mi pierna izquierda al asiento y dejo la otra sobre el descansa pies.
-"¿Quién eres tu y que haces en nuestra mesa?" susurro en tono amenazante un chico de unos 13 años, que ahora estaba recargado sobre sus antebrazos que descansaban en la mesa.
-"Lo siento, no sabia que las mesas estaban asignadas." Cuando estaba apunto de levantarme alguien más se unió a nuestra conversación.
-"Mira que cosa tan linda, Mello esta haciendo nuevos amigos. Y ¿Cómo te llamas pelusita?" dijo el otro chico pasando el brazo por los hombros, con una gran sonrisa en la cara.
-"Near" inconscientemente baje la vista.
-"Bueno Near esta es nuestra mesa, así que ¿podrías ser tan amable de largarte?" al parecer no le agrado al rubio.
-"¡No seas malo, Mello!, Que se quede con nosotros, ¡es una cosita muy tierna!, ¿Verdad que quieres quedarte con nosotros, pelusita?"
-"No gracias, es mejor que me valla"
Mientras me alejaba sentí la mirada del rubio clavada en mi espalda. Definitivamente no le agrado. Al salir del comedor me detuve un momento y saque de mi bolsillo un pequeño croquis, después de todo aun no conozco el instituto. Mi habitación se encuentra en el tercer piso, un poco retirada del comedor.
-"¡Hey, pelusita!, espera un momento. Mira, perdona a Mello, puede llegar a ser un poco brusco, pero estoy seguro de que no fue su intención molestarte en tu primer día. "
-"Esta bien. Yo no debí sentarme en su mesa…"
-"Ya olvida eso, pelusita ¿ya te asignaron tu habitación?"
-"Si, es aquí" indique con mi dedo un punto en el croquis.
-"mmm, ya veo. Vamos, te acompaño"
Comenzamos a caminar, empezaba a anochecer y la oscuridad les daba un toque macabro a los grandes ventanales que se extendían a través del pasillo.
-"Y… ¿Cuántos años tienes?"
-"7, ¿Y tu?" No se por que pero a pesar de su apariencia desalineada, este chico me inspira confianza.
-"15, Vaya que eres pequeño, fácilmente podrías aparentar unos 5"
-"¿Tu crees?" Sinceramente no se si debía tomar esto como un alago o como una ofensa.
-"Ya llegamos, es aquí."
Era la última puerta de un largo pasillo lleno de ellas. Sobre la puerta ya había una placa plateada con mi nombre.
-"¿Puedo pasar verdad?" dice el pelirrojo abriendo la puerta.
-"Claro" respondo un poco tarde.
-"Tienes mucha suerte, no tienes compañero. Puedes juntar las dos camas, ¿quieres que te ayude a moverlas?"
-"No gracias, creo que por ahora las dejare así"
Fui interrumpido por mi estomago del cual escapo un gruñido que hizo mucha gracia a mi acompañante que empezó a reír. Su risa es muy linda, casi musical, no puedo evitar unirme a sus risas.
-"Tienes hambre, ¿verdad?, espérame un momento"
Antes de que pudiera decir algo, estaba solo. Me siento sobre la cama y observo la habitación, es de unos 4 metros por 4 metros, las paredes son blancas, el techo muy alto, unos 5 metros, el piso es de madera. La habitación esta escasamente amueblada, hay un closed, dos camas cada una pegada a una pared, dos mesitas de noche, dos escritorios con sus respectivas sillas, una ventana y eso es todo. Todo esta muy limpio pero en el aire hay un olor a "abandono", huele a viejo.
Abro el closed y ahí esta mi maleta, tal como me dijeron. La tomo de la manija y la saco con un poco de dificultad, no es que lleve mucho, de hecho esta prácticamente vacía, pero aun así es pesada. La pongo en el suelo y me arrodillo frente a ella, la abro y empiezo a sacar lo que hay en ella; un cuaderno y una caja de crayolas. Saco la crayola negra, la más gastada, si la cuido tal vez dure una o dos semanas… El repentino ruido de la puerta hace que la deje caer.
-"Ya volví, pelusita. Estas un poco pálido, ¿Te asuste?, lo siento, siempre olvido tocar"
Negué con la cabeza, si hubiera intentado hablar seguramente no hubiera podido pronunciar palabra.
-"Toma, pelusita"
Pone en mis manos un alimento empaquetado, un chocolate.
-"Gracias" Lo digo sinceramente.
-"Se que no es mucho… Pero supongo que te mantendrá vivo hasta mañana." Termina con otra sonrisa.
-"¿Quieres jugar conmigo?"Pregunto un poco inseguro. Me arrepiento antes de terminar la frase.
-"Si, pelusita ¿a que quieres jugar?"
-"No lo se" digo un poco apenado, vaya respuesta estúpida.
-"¿Has jugado Super Mario?"
-"No"
-"No sufras mas, arreglaremos eso esta noche".
…
El gran reloj de la capilla suena, avisando que la hora, las 12:00 am. Jamás había jugado con una PSP, debo admitir que es muy divertido, casi no sentí el pasar del tiempo, pero mi cuerpo al parecer empezaba a recordarlo…
-"Sabes… eres bastante lindo cuando bostezas" otra sonrisa.
-"Lo siento, es que tengo sueño…"
-"Mañana tenemos clases, es mejor que te deje descansar" de un movimiento ya esta de pie.
-"Se te olvida tu PSP"
-"No te preocupes, me la das luego"
Me quedo solo otra vez. Al mirar la PSP en mis manos no puedo evitar sonreír, después de todo hoy no a sido un mal día. Me meto en la cama y rápidamente me empiezo a quedar dormido. El sonido de una puerta, y un "Ah por cierto…Bienvenido" es lo ultimo que recuerdo.
Les gusto? Les gusto OwO? Este fic practicamente se escribio solo, se que la idea esta muy gastada, pero ni hablar de eso x3! Espero lo esten disfrutando tanto, como yo al escribirlo.
Por favor, comenten! En serio no saben lo que un review significa para mi...Si no quieres comentar, agrega esta historia a tus favoritas, agrega la alerta... Lo que quieras, solo dame señales de que estas esperando el siguiente capitulo ;3
Kumiko~.
