Capitulo I.-
Era una soleada tarde del verano de 1996 era su último año en Hogwarts y logró graduarse con los EXTASIS más altos y un Premio Anual, delante de ella se formaba una prometedora carrera como auror y aún así este se había convertido en uno de los días más tristes de su vida, miró a su alrededor tratando de encontrar una cara que expresara algo distinto a la alegría que invadía su entorno.
Caminó más rápidamente, desesperada por llegar a su habitación y poder echarse a llorar libremente en su almohada sin ninguna interrupción, no quería ver a nadie... ni siquiera a él, justo en el momento en que creía que él podría llegar a quererla, vio como sus ilusiones se desmoronaban frente a ella. Y ya no podía hacer nada, no podría hacer nada.
Él mientras la felicitaba por sus logros, le presentó, sonriente, a su novia, sin saber ni conocer los sentimientos que guardaba Agnieska hacia su persona.
Al fin, ahí estaba la entrada a su sala común, dijo la contraseña en silencio y se dirigió hacia sus aposentos, las primeras lágrimas asomaban en sus ojos contenedoras de un dolor inaguantable, la vida le dió muchas cosas pero no lo que deseaba, tenía todo lo que cualquier persona podría querer, sin embargo nunca fue lo que necesitaba ni lo que le hacía falta, ella necesitaba a alguien a alguien que la quisiera, alguien a quien le profesaba un amor increíble desde hacía años. Se sentó en su cama dejando salir el llanto contenido. Era extraño como todos sus recuerdos se agolpaban en su mente, las lágrimas le empañaban la vista y bañaban sus mejillas.
Cerró las cortinas de su cama sin dejar de sollozar y se quedó ahí para luego caer dormida.
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La lluvia caía incesantemente sobre su pelo y su ropa, iba de la mano de su madre, tal como cada mes a visitar a su padre. Siempre lo hacían, aunque ella nunca hablaba con él, a Agnieska nunca le gustó estar con su padre, tras ser víctima de maltrato, mientras vivía a su lado, prefería escaparse de su madre y recorrer el lugar, aunque éste no fuera propicio para que una niña vagara sola, eso no le importaba, no le atemorizaba pasearse frente a hombres que habían cometido horribles crímenes, ni pasar junto a los dementores que les hacían guardia. No, nunca temió visitar Azkaban, siendo muy pequeña conoció a los dementores y a mortífagos como su padre, vió como éstos torturaban a magos y muggles sin ningún tipo de compasión.
A veces mientras se escurría por los pasillos de la oscura prisión divisaba alguna cara conocida. Casi siempre veía a mortífagos que visitaban su casa en años pasados, aunque era muy pequeña, aún así los reconocía, como a los Lestrange, un par de asesinos servidores del señor tenebroso. Nunca les hablaba.
Esa tarde se aventuró a ir a la zona de máxima seguridad, donde había dementores por doquier. Vió a un hombre, joven, seguramente llevaría algunos años encerrado en ese lugar. Al pasar frente a su celda, la saludó.
-hola...
-ho-hola -nunca algún preso la había saludado todos estaban medios locos o ensimismados
-que haces aquí?
-visitaba a mi padre
-ah nunca te había visto -añadió el reo más para si mismo
-nunca antes vine a esta parte, es la primera vez que me alejo tanto de mi madre
-oh
-por que te encerraron?
-bueno.. dicen que mate a 13 muggles y a un mago, también aseguran que yo traicioné a mis mejores amigos y que era la mano derecha de Voldemort pero yo no lo hice
-todos dicen que son inocentes
-ja! pero yo no soy todos, yo nunca habría traicionado a James
-hace cuanto estás aquí?
-no lo sé, desde el '81 creo
-5 años -dijo la niña revisando su cuenta con los dedos
-por qué no vas con tu padre? seguro él quiere verte
-él no me quiere
-y creo que no es cierto lo que dices
-él me pegaba
-si? entonces cuando vengas podrías venir a visitarme ¿sabes?
-bueno, tú me caes bien
¡Agnieska! hija! se escuchaban los llamados de su madre. El reo le tomó la mano a través de la reja que los separaba
-vendrás a verme??
-aquí estoy mamá!
-vendrás a verme?
-si
-como te llamas?
-Agnieska
Su madre al ver que aquel asesino tenía la mano de su pequeña entre las de él corrió hacia su primogénita y la tomó en brazos violentamente.
-cómo te llamas? -gritó la niña mientras su madre la alejaba del lugar
-Sirius Black -alcanzó a responder el hombre antes de que Agnieska desapareciera de vista.
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::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
-Holas este fic nació de un ataque de inspiración espero contar con su apoyo para seguirle, acepto sugerencias y reviews si creen que los merezco.
llSiriArweNlllBlackll
Era una soleada tarde del verano de 1996 era su último año en Hogwarts y logró graduarse con los EXTASIS más altos y un Premio Anual, delante de ella se formaba una prometedora carrera como auror y aún así este se había convertido en uno de los días más tristes de su vida, miró a su alrededor tratando de encontrar una cara que expresara algo distinto a la alegría que invadía su entorno.
Caminó más rápidamente, desesperada por llegar a su habitación y poder echarse a llorar libremente en su almohada sin ninguna interrupción, no quería ver a nadie... ni siquiera a él, justo en el momento en que creía que él podría llegar a quererla, vio como sus ilusiones se desmoronaban frente a ella. Y ya no podía hacer nada, no podría hacer nada.
Él mientras la felicitaba por sus logros, le presentó, sonriente, a su novia, sin saber ni conocer los sentimientos que guardaba Agnieska hacia su persona.
Al fin, ahí estaba la entrada a su sala común, dijo la contraseña en silencio y se dirigió hacia sus aposentos, las primeras lágrimas asomaban en sus ojos contenedoras de un dolor inaguantable, la vida le dió muchas cosas pero no lo que deseaba, tenía todo lo que cualquier persona podría querer, sin embargo nunca fue lo que necesitaba ni lo que le hacía falta, ella necesitaba a alguien a alguien que la quisiera, alguien a quien le profesaba un amor increíble desde hacía años. Se sentó en su cama dejando salir el llanto contenido. Era extraño como todos sus recuerdos se agolpaban en su mente, las lágrimas le empañaban la vista y bañaban sus mejillas.
Cerró las cortinas de su cama sin dejar de sollozar y se quedó ahí para luego caer dormida.
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La lluvia caía incesantemente sobre su pelo y su ropa, iba de la mano de su madre, tal como cada mes a visitar a su padre. Siempre lo hacían, aunque ella nunca hablaba con él, a Agnieska nunca le gustó estar con su padre, tras ser víctima de maltrato, mientras vivía a su lado, prefería escaparse de su madre y recorrer el lugar, aunque éste no fuera propicio para que una niña vagara sola, eso no le importaba, no le atemorizaba pasearse frente a hombres que habían cometido horribles crímenes, ni pasar junto a los dementores que les hacían guardia. No, nunca temió visitar Azkaban, siendo muy pequeña conoció a los dementores y a mortífagos como su padre, vió como éstos torturaban a magos y muggles sin ningún tipo de compasión.
A veces mientras se escurría por los pasillos de la oscura prisión divisaba alguna cara conocida. Casi siempre veía a mortífagos que visitaban su casa en años pasados, aunque era muy pequeña, aún así los reconocía, como a los Lestrange, un par de asesinos servidores del señor tenebroso. Nunca les hablaba.
Esa tarde se aventuró a ir a la zona de máxima seguridad, donde había dementores por doquier. Vió a un hombre, joven, seguramente llevaría algunos años encerrado en ese lugar. Al pasar frente a su celda, la saludó.
-hola...
-ho-hola -nunca algún preso la había saludado todos estaban medios locos o ensimismados
-que haces aquí?
-visitaba a mi padre
-ah nunca te había visto -añadió el reo más para si mismo
-nunca antes vine a esta parte, es la primera vez que me alejo tanto de mi madre
-oh
-por que te encerraron?
-bueno.. dicen que mate a 13 muggles y a un mago, también aseguran que yo traicioné a mis mejores amigos y que era la mano derecha de Voldemort pero yo no lo hice
-todos dicen que son inocentes
-ja! pero yo no soy todos, yo nunca habría traicionado a James
-hace cuanto estás aquí?
-no lo sé, desde el '81 creo
-5 años -dijo la niña revisando su cuenta con los dedos
-por qué no vas con tu padre? seguro él quiere verte
-él no me quiere
-y creo que no es cierto lo que dices
-él me pegaba
-si? entonces cuando vengas podrías venir a visitarme ¿sabes?
-bueno, tú me caes bien
¡Agnieska! hija! se escuchaban los llamados de su madre. El reo le tomó la mano a través de la reja que los separaba
-vendrás a verme??
-aquí estoy mamá!
-vendrás a verme?
-si
-como te llamas?
-Agnieska
Su madre al ver que aquel asesino tenía la mano de su pequeña entre las de él corrió hacia su primogénita y la tomó en brazos violentamente.
-cómo te llamas? -gritó la niña mientras su madre la alejaba del lugar
-Sirius Black -alcanzó a responder el hombre antes de que Agnieska desapareciera de vista.
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-Holas este fic nació de un ataque de inspiración espero contar con su apoyo para seguirle, acepto sugerencias y reviews si creen que los merezco.
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