MADE FOR EACH OTHER

Mil gracias por leer, es mi primer fic y por cierto CCS pertenece a CLAMP aunq todas las loqueras y cursilerías que aquí se cuentan son mías Ahora sí! A leer y ojala lo disfruten!!

:-:-:-:- cambio de escena

Capitulo 1

Era un día del mes de abril, el viento soplaba con fuerza, refrescando la tarde… El sol estaba a punto de ponerse, y a lo lejos, en un gran jardín se podía observar una pareja admirando el bello paisaje.

El chico era bastante alto, media poco más de un metro ochenta y cinco, la chica no se quedaba atrás, aunque al lado de él se veía mucho más pequeña… El joven no parecía tener más de 20 años al igual que la hermosa señorita que lo acompañaba, ambos con el cabello oscuro de un tono negro azabachado, solo que el de él tenían unos reflejos azulados y en cambio el de ella unos color violeta.

Cualquiera que los viera así, juntos, pensaría que son una pareja muy feliz, que disfrutan compartir su tiempo y que no tienen ningún obstáculo para que así fuera, pero desafortunadamente las cosas no eran así… Por supuesto que se querían mucho y disfrutaban de estar juntos, pero su relación si tenía obstáculos difíciles que vencer…

Se conocieron cuando tenían 11 años, Tomoyo estudiaba en la primaria de Tomoeda junto con su queridísima amiga Sakura y su reciente amigo Li Syaoran… Acababan de iniciar el segundo semestre del sexto grado, el profesor les avisaba que habría un nuevo alumno en su grupo y les pedía que fueran amables con él…

-Soy Eriol Hiragizawa… Vengo de Inglaterra. Espero que seamos buenos amigos- dijo con una gran sonrisa en su rostro.

Parecía un chico muy serio y educado, sin dejar atrás que era bien parecido.

-Al lado de Li hay un asiento libre- le indicó el profesor.

Mientras se dirigía hacia su lugar, todas las niñas lo miraban con curiosidad, y cómo evitarlo, era un chico esbelto, de piel blanca, con cabello corto y de color negro con unos ligeros reflejos azules, tenía los ojos más bellos que habían visto, de un azul profundo, como la media noche y enmarcados por unos elegantes anteojos, una nariz recta y varonil, y para rematar unos labios delgados y antojables que mostraban una bella sonrisa.

A punto de llegar al lugar asignado se detuvo súbitamente entre las bancas de dos lindas niñas, se acercó a la pequeña de cabello castaño y se presentó nuevamente:

-Soy Eriol Hiragizawa…Espero que seamos buenos amigos.



Cualquiera hubiera pensado que era amor a primera vista, pero en realidad la que había captado su atención era la chica de al lado que los miraba con sus bellos ojos color amatista y esbozando una gran sonrisa…

:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

Conforme fueron pasando los días, él comenzó a hacer amistad con las dos chicas y el pequeño que se sentaba al lado de él.

A pesar de que se lleva bien con todos ellos, no se atrevía a acercarse a esa persona que lo había cautivado desde el principio.

Era una niña muy bella, delgada y con una piel tan blanca como la nieve, tenía el cabello muy largo, debajo de las rodillas, y de un color negro con unos pequeños toques (de) violeta, los cuales hacían juego perfectamente con sus ojos que eran del color de las amatistas, y a su parecer aun más hermosos que estas… Y por si fuera poco al estar cerca de ella siempre percibía un delicioso aroma a lilas salvajes, su flor favorita.

Aunque llevaba casi 4 años conviviendo con sus nuevos amigos, a la única que llamaba por su nombre era a la pequeña Sakura, con Li siempre fue muy educado al igual que con Tomoyo y aunque se muriera por pronunciar ese bello nombre, sólo se limitaba a referirse a ella por su apellido: Daidouji.

Ella en cambio le había pedido permiso para llamarlo por su nombre y no por su apellido y Eriol se alegró mucho al responderle que sí. Pensó que su nombre jamás se había oído mejor que cuando lo escuchó por primera vez con esa melodiosa voz.

Ella le había pedido que también la llamara por su nombre, pero él sentía mucha pena al hacerlo y por ese motivo siguió llamándola por su apellido durante casi toda su estancia en Tomoeda.

Una tarde mientras los cuatro amigos estaban en el Parque Pingüino, la pequeña Sakura le dijo a su amiga:

-Oye Tomoyo ¿te has dado cuenta de la forma en la que Eriol te mira?

-¿De qué hablas pequeña Sakura?

-¡Mira!¡Ahora mismo lo está haciendo!

Pero cuando Tomoyo volteó no notó nada raro, Eriol las saludaba desde la banca en la que se encontraba charlando con Li.

-Li,¿Tu crees que Daidouji esté interesada un algún chico?- preguntó Eriol con algo de pena.

-¿Daidouji?- Preguntó el ambarino con una gran sorpresa en su rostro, ya que todo ese tiempo Li había pensado que Hiragizawa estaba interesado en Sakura y no en Tomoyo.

-Sí,¿tú crees que ella podría ver algo más en mí que sólo un amigo?

-No sabría qué decirte Hiragizawa, la verdad yo no he tratado mucho a Daidouji, pero si hay alguien que te pueda dar una respuesta, esa es Sakura.

Mientas tanto, las pequeñas hablaban de algo muy similar…

-Vamos Sakura, deberías armarte de valor y decirle a Li lo que sientes por él.

-¡Mira quién lo dice!- contestó Sakura con una sonrisa burlona- Tú ni siquiera te atreves a hablar con el chico que te gusta.

Este comentario provocó que Tomoyo se sonrojara hasta la raíz del cabello…

-¿De qué estás hablando Sakurita?

-Vamos Tomoyo, te he visto, he visto la cara que pones cuando hablamos de él, cuando lo miras… seguramente yo pongo esa cara cuando miro a Syaoran… Y es la misma cara que pone Eriol cuando te mira…

-¿De verdad?- Peguntó la chica de cabellos largos con una emoción que no pudo ocultar.

-¡Ya lo ves!- Dijo la pequeña castaña cerrando un ojo. -Deberías hablar un poco más con él, podría pensar que no te agrada…

- ¡Pero claro que me agrada!- contestó Tomoyo casi instantáneamente- Es sólo que… no sabría de qué hablar con él, parece tan serio…

- Y lo es, pero también es una persona muy amena para charlar- dijo la pequeña flor de cerezo mientras se mecía en el columpio.

- Hagamos un trato, ¿OK? Yo… trataré de acercarme más a Eriol, si tú prometes decirle la verdad a Li.

- ¡Trato hecho amiga!- Será mejor que nos vayamos, está empezando a oscurecer y no quiero que mi hermano me sermonee otra vez.

Se levantaron de los columpios y se dirigieron hacia los dos jovencitos.

-Creo que es hora de irnos chicos- Dijo Sakura con la misma amabilidad de siempre.

-Tienes razón Sakura, si quieres… si quieres puedo acompañarte a tu casa…-Dijo Syaoran poniéndose rojo como un tomate.

Ella le respondió igual de roja y con una gran sonrisa:

- Es…está bien, gracias Syaoran.

Mientras tanto Eriol miraba nervioso a Tomoyo y por fin se armó de valor y dijo:

-Me gustaría poder acompañarla hasta su casa señorita Daidouji.

Tomoyo se quedo muy sorprendida, ya que ella había pensado en pedirle a Eriol que la acompañara a su casa, pero al parecer este pensó lo mismo y se le adelanto.

-A mí… a mí también me gustaría que me acompañaras Eriol- respondió con su bella sonrisa.

Así que los cuatro jovencitos emprendieron su camino hasta llegar a una esquina donde Sakura Y Syaoran debían ir a la derecha y Tomoyo y Eriol hacia la izquierda. Entonces se despidieron.

:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

De camino a casa de Tomoyo, ella iba muy callada y seria, Eriol lo notó y preguntó cortésmente.

-¿Le incomoda mi compañía señorita Daidouji?

-¡Por supuesto que no Eriol! Y por favor, llámame Tomoyo, creo que en todo este tiempo nos hemos vuelto buenos amigos ¿no?

-Sí…sí, buenos amigos- contestó Eriol con algo de desgano y un ligero toque de tristeza…

-¿Dije algo malo?- peguntó Tomoyo algo preocupada.

-No, para nada- y el chico volvió a sonreír.

Al llegar a la gran mansión, Tomoyo invitó a Eriol a pasar para invitarle un poco de té y él aceptó gustoso.

Mientras bebían ese delicioso té en la estancia, Eriol repentinamente dijo:

-Yo…yo quisiera decirle algo señorita Daidouji… Tomoyo-y se sonrojó casi al instante.

-Dime Eriol,¿de qué se trata?- preguntó con calma, aunque por dentro su corazón latía rápidamente esperando con ansias lo que el apuesto jovencito tenía que decir…

-Quiero decirle que…- pero en eso, su voz tembló y no pudo continuar con lo que tenía planeado decir.

-¿Pasa algo malo?- pregunto una visiblemente angustiada Tomoyo.

-Yo…yo debo volver a mi país en cuanto terminemos el curso.

-¿Pero qué…?- Contestó Tomoyo con las lagrimas a punto de desbordarse de sus ojos…

-Quería despedirme de ti, y también… y también decirte que… Te agradezco mucho por toda la hospitalidad que me has mostrado-Dijo el ojiazul un poco afligido, ya que eso no era todo lo que quería decir.

-¿Pero por qué?¿Cuándo volverás?¡Es muy pronto!... Yo…yo no quiero que te vayas...- dijo la pequeña con una desesperación poco común en ella.

Eriol estaba muy desconcertado, no esperaba esa respuesta, no sabía qué decir, el quería confesarle sus sentimientos, pero pensó que no era el mejor momento así que sólo dijo:

- Mis padres me han llamado, quieren…- las lagrimas amenazaban con desbordar de sus bellos ojos azules así que hizo una pausa para tranquilizarse un poco y prosiguió- … quieren que continúe con mis estudios en Inglaterra, puesto que soy el único heredero, tengo que empezar a familiarizarme con el negocio de mi padre, ya que algún día estará a mi cargo y pues… pues yo sólo quería agradecerle por todo lo que ha hecho por mí desde que llegué a Japón. Gracias por todo señorita Dai… es decir Tomoyo- y terminó fingiendo una gran sonrisa.

-Entonces ¿no hay nada que puedas hacer?- preguntó una muy triste Tomoyo.

-Por el momento no, y… no sé si algún día pueda regresar, pero te prometo que estaremos en contacto, te escribiré cada semana. Claro si a ti te parece bien- contestó el jovencito.

¿Una carta cada semana? Eso no era suficiente para Tomoyo, ella quería tenerlo a él, estar cerca de ese chico, recibir una carta cada semana era nada comparado con lo que ella quería, deseaba más que nada que él no tuviera que irse, que se quedara con ella, así que un pensamiento cruzó como un rayo por su mente… ¿Y si le decía que lo quería? Si le confesaba sus sentimientos y eran correspondidos, tal vez él no se iría, pero ¿y si él no sentía lo mismo? Todos estos pensamientos sólo causaron más incertidumbre en la bella jovencita así que optó por sólo decir:

-¡Te voy a extrañar mucho Eriol!- Después de decir estas palabras la linda niña se puso de pie y se dirigió hacia él para abrazarlo.

Él correspondió el abrazo y se puso de pie para despedirse.

-Creo que… que ya es hora de irme Tomoyo, ya es un poco tarde y mañana tenemos escuela, además aún tengo que arreglar algunas cosas antes de marcharme.

-Está bien- contestó la amatista mientras una pequeña lágrima se deslizaba por su mejilla.

Eriol lo notó y llevó su mano a la mejilla de Tomoyo para enjugar su lágrima y después posó su mano en la suave mejilla de la chica, la miró a los ojos y le dijo:

-Por favor, no llores, nada podría ser más doloroso que ver esos bellos ojos tuyos mostrándome la tristeza que veo ahora en ellos. Te prometo que si tengo la oportunidad volveré cuanto antes porque… porque hay algo que debes saber, pero aún no es el momento…

Después de decir esto ella se quedó sin palabras y sólo sonrió al decirle:

-Eres una persona muy especial para mí Eriol Hiragizawa, no lo olvides y estaré esperándote.

Se despidieron desde la puerta de la gran mansión y con cada paso que el jovencito daba el corazón de Tomoyo se sentía más sólo y vacío.

:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

Las dos siguientes semanas transcurrieron con gran tristeza para los cuatro amigos, ya que estaban consientes de que al término de estas uno de ellos se iría y no estaban seguros si lo volverían a ver.

Sakura se daba cuenta del gran dolor que sentía Tomoyo, de lo buena que era disimulándolo frente a Eriol, así que no se separó de su amiga en ningún momento apoyándola y tratando de animarla.

Una tarde las chicas estaban tomando el té en la casa Kinomoto cuando por fin la castaña rompió el silencio preguntando un poco alterada:

-¿Por qué no le pides que se quede Tomoyo?¿Por qué no le dices lo que sientes por él?-

Tomoyo la miró un poco sorprendida por el tono de voz de su amiga, ella nunca le había hablado de esa manera, pero entendía el por qué lo hacía esta vez, así que sonrió un poco y dijo:

-Pequeña Sakura, creo que eso no sería lo mejor por el momento, él… él tiene que volver por que han sido sus padres quienes lo han llamado y yo… yo no soy nadie para pedirle que se quede, además ¿de qué serviría decirle lo que siento si existe la posibilidad de que él no sienta nada por mi?- y al terminar de decir estas palabras las lágrimas comenzaron a surgir de esos divinos ojos violetas mientras trataba de cubrirse el rostro con sus pequeñas manos blancas.

Sakura solo se acerco a su querida amiga y la abrazo con fuerza mientras le murmuraba que no se preocupara, que todo estaría bien.

Por fin, el no tan esperado día llego y Eriol estaba listo para partir, el les había pedido a sus amigos que no fueran al aeropuerto, ya que de por si la despedida era dolorosa, no se sentía lo suficientemente fuerte para despedirlos de frente. Pero cuando estaba a punto de abordar escucho unas voces familiares cerca de él:

-¿No pensaste que en verdad dejaríamos que te fueras sin despedirnos de ti verdad Hiragizawa?- Dijo un chico de ojos ambarinos que estaba parado tras él, y al lado del joven estaban dos bellas señoritas que él conocía muy bien.

-¡Te voy a extrañar Eriol!¡Cuídate mucho y regresa pronto!- dijo la pequeña Sakura mientras lo abrazaba.



Tomoyo estaba muy triste, no quería dejarlo ir, así que no se acerco mucho hasta que el ojiazul dijo mostrando la más hermosa de sus sonrisas:

-Tomoyo ¿Tu no piensas… despedirte de mi?-

Sin pensarlo dos veces ella corrió a sus brazos y lo estrecho como si la vida se le terminara en ese instante, el también la abrazo fuertemente y al darse cuenta de que ella lloraba le dijo:

-No llores, prométeme que no lloraras, no puedo soportar verte así de triste, por favor, no quiero verte sufrir…

-No puedo evitarlo Eriol, me vas a hacer mucha falta, tu eres… eres un amigo muy especial para mi… Te voy a estar esperando así que prométeme que vendrás ¡por favor, prométemelo!- Dijo la chica entre sollozos.

-Haré todo lo posible- fue su única respuesta, con su mano limpio el rostro de la jovencita y tomo sus maletas para abordar el avión, pero no sin antes agradecerles por haber ido a despedirlo.

Minutos después el vuelo despego dejando a tres amigos muy tristes y entre ellos a una hermosa niña que lloraba desconsolada, y ese mismo avión se llevaba a un jovencito con el corazón roto.

CONTINUARA...