Version mejorada y editada
Mikochan92Reencuentros
La tarde de ese día estaba cubierta por la neblina, era normal que en verano se viese obligado a trabajar y él ya estaba acostumbrado. Lo que le mantenía intrigado era la razón de que la vieja Tsunade le hubiese enviado de vacaciones en pleno Agosto con los gastos pagados.
"A caballo regalado no le mires el diente" se trataba de convencer, pero todo el mundo sabía que la jefa era una tacaña y nunca prescindiría de su mejor detective en pleno verano. La verdad es que prefería hacerse el tonto y aparentar que no sospechaba nada, tarde o temprano todo saldría a la luz.
Si ella decía blanco, era blanco, no dudaría. Quizá esa era la razón por la que era la mano derecha de Tsunade.
Naruto, aunque no lo parece, es un joven inteligente. A los doce años se graduó del instituto, le habían adelantado varios cursos. No hizo bachiller, en cambio, realizó una prueba de admisión y pasó directamente a la universidad, en la que estudió japonés, español y francés. A los diecinueve años decidió ser investigador tras graduarse con mención honorífica en su curso.
Empezó como investigador privado realizando trabajos simples hasta que un año después, Tsunade, la jefa de policía de New York, se interesó por su trabajo y le consiguió convencer para que entrase a formar parte de su equipo "íntimo" de investigadores. Naruto aceptó después de varias insistencias y a los poco meses resolvió casos abiertos de hace más de diez años.
Uno de sus compañeros, Shikamaru, iba a acompañarle, solo que en el último momento, su novia Temari cayó enferma y decidió quedarse.
A Naruto no le hacía mucha gracia regresar a Tokio, que es a donde iba de vacaciones. No había querido pisar ese país desde que a los once años tuvo una visión donde se encontró con un zorro de nueve colas que predijo su destino atado a la desgracia además de añadir que moriría a manos de su alma gemela.
Siempre había sido un chico normal: vivía en Konoha, un pequeño pueblo en la región de Kantou, con su abuelo Jiraiya ya que sus padres habían muerto nada más nacer él. A los once años, una par de meses después de la "predicción del zorro" se marchó a vivir con Iruka y Kakashi, unos conocidos de sus padres, a New York.
Desde aquel día todo cambió. Comenzó a desarrollarse física y mentalmente pocos años después.
A los trece años Naruto y Kyuubi mantuvieron el primer contacto donde el zorro le contó parte de su historia. Que se había reencarnado con el propósito de algo que él no sabía, que tenía chakra… no le contó todo porque Naruto aún era pequeño y sería demasiado confuso. Después de que Naruto y el Kyuubi se comunicaran por primera vez, se mantenían en contacto, de vez en cuando.
Si Naruto había podido superar los estudios de ese modo fue gracias a Kyuubi.
Ya se había despedido de todos sus amigos y compañeros; Shikamaru su compañero, Tsunade su jefa, Shizune la secretaria, Iruka y Kakashi, Kiba y Akamaru de la sección de búsqueda y localización, Chouji de cafetería, Ino reportera local y novia del Chef y Lee junto a Gai del dojo chino de artes marciales donde Naruto iba en la universidad .
Ahora solo le faltaba embarcar por la puerta correcta y aguantar nueve horas de vuelo. Menos mal que no había paradas, si no moriría de aburrimiento. Gracias a dios, con la paga extra se había comprado un IPod nuevo en el que podía escuchar Heavy Metal a toda potencia.
Para el viaje había decidido vestirse de modo casual pero llamativo; Converse rotas, vaquero desgastado ancho con cadenas, la camiseta de Metallica y chaqueta de cuero hasta las rodillas.
De equipaje de mano llevaba una bandolera de Simphony X, con el móvil, la cartera, un encendedor y su preciado Black Devil Chocolate. Sabía que el tabaco era malo para la salud y para las artes marciales, pero ya sabía que no moriría de cáncer. Era algo bueno teniendo en cuenta su destino.
Justamente y por razones de la vida le tocó sentarse en el único sitio donde no quería sentarse, delante del servicio trasero del avión.
—De todos los pasajeros del avión ¿por qué narices me ha tenido que tocar a mí sentarme aquí? —protestaba mientras acomodaba el asiento- por lo menos tengo ventanilla…
En ese momento, una chica de pelo corto rosa que vestía unos jeans, botas negras y una camisa de tirantes de color hueso, se sentó a su lado. Naruto no pudo dejar de mirar los ojos verdes de la chica que rondaría su edad. Extrañamente esa chica le era familiar, como Shika o Tsunade. Un sentimiento extraño; nostalgia y… algo más.
La pelirrosa sintió algo extraño, el mismo sentimiento que cuando se cruzó por primera vez con su actual pareja. Los dos se miraron un rato hasta que Naruto decidió presentarse:
—Hola, me llamo Naruto ¿y usted? —dijo en un inglés americano bastante entendible, por si ella no hablaba bien..
—Sakura, encantada —respondió con igual desenvoltura— ¿Manhatan?
—Casi —contestó sonriendo amablemente-—New York City ¿no tengo acento verdad?
—Muy poco —sonrió amablemente— ¿de vacaciones? —preguntó sin poderlo evitar al ver que viajaba solo.
—No… —sonrió algo nervioso— bueno, algo así —decidió al fin.
—Ya veo —le devolvió la sonrisa— yo vuelvo a Tokio, había venido por asuntos de trabajo.
Un móvil sonó [Shoting Star de Naruto Shippuden], Sakura sacó el móvil del bolsillo y miró el mensaje que acababa de recibir:
Cuando llegues a Tokio hazme una llamada perdida para saber que has llegado bien. Por cierto, Kyuubi se va a pasear por allí un tiempo, échale un ojo si le ves. Mamá
—¡Tsunade okachan! ¿Por qué no me puedes dejar tranquila? —refunfuñó en voz alta— ¡ya no soy una niña!
—Disculpa pero… —Sakura no se había dado cuenta se ruborizó y giró la cabeza mirando con vergüenza al rubio. Estaba incómodo— ¿Has dicho Tsunade okachan? —preguntó con el vello erizado.
—Sí, aunque debería llamarse vieja malaleche —dijo entre risas sin sospechar nada. A Naruto se le congeló el corazón y sintió que muchos problemas se vendrían encima si aquello que sospechaba era cierto. "¿No me habrá mandado la vieja con su hija a posta? Prefiero no saber que estará tramando" pensó con un goterón resbalando y aura pesimista— ¿te pasa algo? —se había quedado blanco.
—Bueno… —dijo sacudiendo la cabeza para darse valor— ¿No será Tsunade-baachan, la inspectora jefe de la policía de New York City? —preguntó viendo como el rostro de Sakura cambiaba de color haciendo su suposición correcta.
—¡¿Cómo conoces su sobrenombre?! —preguntó alterada cogiendo el cuello de la camisa del rubio— ¡se supone que solo dos personas la llamamos así…! -le soltó dejando que este pudiese respirar y tosiendo- un momento, no serás por casualidad Kyuubi, ¿verdad?
Al preguntar lo evidente, Naruto empezó a atragantarse con su propia saliva. Cuando se consiguió relajar, pensó que aquella chica era la hija de la jefa y que por lo tanto, el temperamento sería el mismo o peor…
—Sí —contestó dudoso— ¿Cómo conoces mi sobrenombre?
—Soy su hija —dijo como si ello lo arreglase— me encargo de coordinar su trabajo con el de el jefe de Tokio, Sarutobi-sama —aclaró. Pronunció el nombre con mucho respeto.
—Ya veo —se pasó la mano por el pelo y puso cara seria, dejando sorprendida y ruborizada a la pelirrosa— me presentaré de nuevo; soy Uzumaki Naruto, alias Kyuubi —dijo presentándose al modo japonés.
—Haruno Sakura, coordinadora de EEUU y Japón —se presentó siguiendo su ejemplo. Ambos se sonrieron sinceramente.
Naruto y Sakura hablaron un buen rato sobre sus vidas. Más bien Sakura de su vida, ya que Naruto escondía muchos secretos y su vida "publica" Sakura ya la conocía.
Sakura vivía en la parte lujosa de Tokio con su prometido Sasuke. A Naruto se le hizo familiar el nombre, ¿Como no hacerlo cuando tiene el mismo nombre? El Sasuke que él conocía fue su mejor amigo de infancia.
Sakura le propuso instalarse con ellos ya que la casa era muy grande y Tsunade, la había aconsejado que le cuidase. Naruto lo rechazó educadamente ya que no le parecía bien meterse entremedias de una pareja que recientemente había empezado a vivir junta además de que ya tenía el hotel pagado.
Naruto se puso rígido, Sakura en un principio no supo porqué, pero después de oír los ruiditos y gemidos que se escapaban del baño lo entendió.
—Por eso no me gusta sentarme aquí —explicórefunfuñando Naruto— voy a ponerme música —le avisó a la pelirrosa, pero antes de que pudiese meterse los cascos en la orejas ella le comentó algo.
—Por lo que veo te gusta el Heavy Metal —señaló con la vista su camiseta. Con todo lo que habían hablado y saltaba ahora con esas— A mi Sasuke-kun también le gusta, sobretodo Sex Pistol's
El -kun enlazado a Sasuke hizo que Naruto sintiese un escalofrío. Cada minuto que pasaba con esa pelirrosa le recordaba algo que no recordaba, como si la conociese desde hace mucho tiempo... Algo que le pasaba con la mayoría de sus amistades.
—Bueno, yo prefiero Slayer o Metallica, no me va el punk —dijo
—Sasuke antes era Skinhead -otro escalofrío recorrió la espalda del rubio- pero su hermano Itachi le metió en el mundillo del Metal —agregó alardeando de su cuñado.
Itachi, solo pensar en ese nombre hacía que una tristeza, rabia y envidia le invadiese, todo mezclado y confuso. Además ¿no era ese el nombre del hermano de su amigo Sasuke? Comenzaba a pensar que estaban hablando de la misma persona pero de eso hacía mucho tiempo así que no estaba seguro.
—Bueno, a ti no parece que te agraden mucho.
—Me intento poner desde su punto de vista, pero lo que hacen me sigue pareciendo una perdida de tiempo, aunque cada cual con sus gustos —en ese momento, un gemido mayor a los anteriores salió del baño e interrumpió la conversación— Ahora si que me enchufo los cascos
Odiaba de veras el sentarse justo ahí, cualquier sitio hubiese sido mejor que ese, aunque claro, de haber sido así, quizá no hubiese conocido a Sakura.
—Yo también —dijo Sakura sacando algo de su bolso.
Naruto despertó a las cuatro horas, ya estaban sobre Tokio, en apenas unos minutos aterrizarían por fin. Sakura también estaba dormida. Al espabilarse un poco y ver que ya iban a aterrizar, sacudió levemente a Sakura y la despertó.
—Ya hemos llegado —dijo un amodorrado Naruto.
—Está bien, voy al servicio —dijo mientras se estiraba.
—Yo que tú no iría, acuérdate de lo de antes, además ya vamos a aterrizar —dijo mirando la pista. Al segundo las azafatas acosaban a los pasajeros para que se colocasen el cinturón y despertaran.
—Tienes razón —dijo abrochando el cinturón.
A Naruto le pareció ver a un antiguo amigo saliendo del servicio, aunque enseguida desechó la idea ya que Sai estaba en Francia estudiando arte. El avión aterrizó adecuadamente y no hubo muchos problemas para encontrar la salida, el problema era un taxi.
—No te preocupes —dijo ella marcando por teléfono— tengo un taxi reservado, lo compartiremos.
—Pero… —iba a protestar él.
—Nada de peros, hoy por ti mañana por mí —dijo con una sonrisa coqueta— a propósito ¿Dónde te hospedas?
—A ver… —dijo sacando la nota del bolsillo trasero del pantalón— en el hostal Hyuuga —respondió descifrando sus propios garabatos. "Valla, me suena"
—¡No me digas! —exclamó feliz— ese hostal está a tan solo treinta minutos andando desde mi casa además es de la familia de una buena amiga mía.
-¡Genial!-Naruto se alegró.
El Taxi llegó en pocos minutos y subieron agradecidos por la calefacción del mismo. Era verano pero hacía frío. El hombre que conducía el taxi tenía el pelo corto y los ojos afilados, además de que no dejaba de observar a Naruto con mala cara.
—Soy Zabuza, les transportaré esta noche, ¿A dónde les llevo? —preguntó ásperamente. Si algo odiaba el heavy era la gente que no tenía modales, poco después supo que él era así.
—Primero al distrito sur de Sogawa y luego al hostal Hyuuga -ordenó Sakura.
Sakura estaba nerviosa, no paraba de mirar el reloj de su muñeca izquierda y se alisaba el pelo con continuidad. Tardarían una hora desde el aeropuerto hasta su casa y ella no podía esperar para ver a Sasuke.
Sasuke estaba cansado, Orochimaru le exigía mucho, y el cansino de su hermano Itachi no paraba de achucharle en la oficina en cuanto Deidara, el secretario, desaparecía para llevarles papeles a Sasori o a Tobi. Y cuando volvía echaba a Itachi volviendo a su rutina.
Buffet de Abogados Akatsuki.
Todavía no sabía porqué había aceptado trabajar con su hermano por allí, desde que se marchó a vivir con Sakura y dejó la casa familiar, su hermano estaba así de pesado. No, eso es del todo incorrecto, antes era aún más pesado, obligando al pobre y avergonzado Sasuke a bañarse con él antes de cenar tuviesen la edad que tuviesen.
—¡Maldita sea! —protestó— se me olvidaba que mañana están cerrados los baños termales de Mizuko.
Sasuke había pensado en llevar a Sakura a los baños para que se relajase, ya sabía como era su suegra Tsunade porque Sakura era igual. Un día por casi atropellar un gato pierde un diente. ¡Ella y su mundo Green Peace! ¡Que no se hubiera cruzado el gato cuando el semáforo cambió!
Ofuscado terminó la tarea de revisar algunos casos de homicidio que tenía que defender. Lo peor de ser abogado es que, de vez en cuando, tenía que defender a criminales. Era tan bueno en su empleo que a veces y por culpa de ello, violadores y homicidas no iban a la cárcel. Por culpa de su éxito se habían incrementado las solicitudes por parte de criminales e inocentes, aunque por otro lado eso le había permitido ascender hasta un puesto solo un escaño inferior al de su hermano. ¡Su sueño pronto se haría realidad!
—¡Cada día estoy más cerca de tí! —gritó sobre la mesa del comedor riendo como loco. Otra vez uno de esos arrebatos en los que mostraba su verdadera personalidad. En el fondo era todo un ambicioso y por encima de eso un pervertido sádico— cuando Sakura llegué la voy a meter el p*** por la b*** y luego la taladraré por el c*** y para rematar…
Sasuke seguía fantaseando mientras reía como un pervertido sonrojado cuando recibió un e-mail de la aludida:
¡Hola cariño! Me he encontrado con uno de los subordinados de Tsunade en el avión y estamos compartiendo taxi en este momento. Es muy mono y le gusta el heavy metal como a ti. Te echo de menos. Estaré en casa en 10min
Sasuke sonrió aunque a la vez molesto: "¿qué era eso de que era muy mono?" Sasuke era un celoso enfermizo, la mayoría de novias con las que estuvo le dejaron por petardo. Encendió la calefacción y empezó a llenar la bañera con agua muy calentita. Encendió velas y echó sales de baño a la misma.
—Hm. cuando me lo propongo puedo ser romántico—se felicitó sonriendo con superioridad a la bañera.
Acababa de cerrar el grifo y de preparar las toallas cuando escuchó un coche. Supo que sería Sakura. Bajó las escaleras con el pantalón blanco de pijama y la camisa sin mangas ajustada que acababa de ponerse y cruzó el rellano.
Allí estaba Sakura con la maleta al lado derecho y siendo abrazada por un tipo rubio extrañamente familiar. Frunció el ceño con enfado y se dirigió hacia ellos.
Naruto miraba impaciente como Sakura cerraba el móvil y se lo guardaba en un bolsillo.
—Ya he avisado a Sasuke —dijo ella— ¿seguro que no te quieres quedar a cenar?
—No no, gracias —declinó de nuevo la invitación, "¿Por qué insiste tanto Sakura en llevarme a su casa? ¿Quiere montarse un trío o qué?" Pensó Naruto riéndose— ¡es que estoy deseando probar el Ramen de tu amiga dattebayou! —por primera vez en mucho tiempo salió a la superficie esa coletilla que tan bien se había esforzado en esconder durante mucho tiempo. se asustó, eso solo ocurría cuando Kyuubi despertaba de sus letargos de sueño, habían pasado cinco años desde entonces. Sakura rió.
—Supongo que estás cansado de tanto viaje y quieres dormir —su mirada se iluminó con una idea— dame tu móvil.
—Claro —Naruto sacó su agenda electrónica y buscó su propio número ya que no se lo sabía, después de casi un año— este es, apunta: 0023985146.
—OK, te hago una perdida —Sonó la melodía del móvil de Naruto [Hero's come Back de Nowbodyknows]
—Ya —dijo guardando correctamente a Sakura en el móvil.
—Ya hemos llegado —anunció Zabuza el taxista.
—Te ayudaré a sacar la maleta —se ofreció Naruto.
—Gracias —respondió ella abriendo la puerta a la vez que el rubio.
Sacó la maleta que pesaba más que Sakura, seguramente y se preguntó como una chica tan liviana como ella podía arrastrar ese armario, "Las mujeres son unas exageradas" pensó. Dejó la maleta aun lado y abrazó a Sakura viendo como se abría la puerta.
—PRESIENTO ALGO —dijo Kyuubi inesperadamente haciendo pegar un bote a Naruto.
—Entiendo, debe ser por Uchiha Sasuke—pronunció con el estómago unos dedos más arriba de lo que debería estar.
—DE TODAS FORMAS ANDATE CON OJO —le avisó el demonio de nuevo.
Naruto sintió una mirada asesina. Sasuke sintió ganas de agarrar a golpes al rubio que abrazaba Sakura, impidiendo que su Sakura no saltara a sus brazos."Más que un conocido parece otra cosa" pensó celoso.
Naruto soltó a Sakura, la dio un beso en la mejilla y se metió en el coche sin verle ni nada. Era incómodo y no sabía como reaccionarían después de tanto tiempo. Mientras Sakura besaba a Sasuke, este no apartaba la vista del rubio que le daba la espalda dentro del taxi. Empezaron a andar hacia la casa, Sasuke cargando la maleta disloca-hombros y Sakura esperando con la puerta abierta. Naruto se giró y miró hacia el portal sin poder aguantar más. Una descarga recorrió su cuerpo y empezó a bombear sangre como loco.
En ese momento Sasuke también miraba por última vez al taxi, donde se encontró con unos ojos abiertos por la sorpresa, unos ojos azules más profundos que el cielo y más brillantes que el mar. Una tez morena-dorada y un pelo rubio como el oro bañado por el sol. Esos bigotes en sus mofletes fueron la gota que colmó el vaso. El corazón se le paró y comenzó a bombear rápidamente, al ritmo que el de Naruto.
—Naruto —balbuceó Sasuke sorprendido mientras se acercaba al taxi.
—ESTO ES BUENO —dijo envolviendo cada palabra en oscuridad.
—No se yo —contradijo mentalmente el rubio.
—¿Nos vamos? —dijo Zabuza acelerando.
—Claro
Naruto siguió mirando a Sasuke, su Sasuke, había pasado tanto tiempo y sus ojos seguían igual, oscuros y profundos como en el pasado. Ahora Naruto no supo si lo podría esconder.
Sasuke corrió un poco detrás del taxi, mirando fijamente al Naruto que un día se marchó para no volver. Sakura observaba la escena sorprendida.
—¿Lo conoces? —preguntó ella mientras Sasuke cogía la maleta de nuevo. El taxi ya había desaparecido.
—No, le confundí con alguien —mintió Sasuke.
"Naruto, Naruto, Naruto" repitió su nombre una y otra vez. "será mejor que te olvide" pensó mientras abría la puerta del piso. Su infancia volvía para atormentarle, como si no tuviera suficiente.
Mikochan92: lo prometido es deuda, espero que disfruteis la historia de nuevo, Reviews?
