Hola, antes que nada un saludo a ti persona que estás leyendo esto. Después de AÑOS de no pasarme por esta página, decidí comenzar a leer y muchos recuerdos vinieron a mi, que me hicieron escribir esta historia que espero disfruten. Tengan un poco de paciencia en cuanto a las actualizaciones, que les aseguro de antemano, esta será una historia que terminaré y de igual manera, si eres un antiguo lector de las otras historias que tengo inconclusa, te aseguro que esas también serán re-editadas y terminadas (esto último debido a muchos errores ortográficos, gramaticales y un poco de inconsistencia en cuanto a la historia, que espero poder corregir en un futuro próximo.

En esta historia, intentaré apegarme lo más posible a la personalidad de cada personaje de la serie, además de agregar 2 personajes nuevos, un hombre y una mujer, que vienen a representar la inmersión del propio lector en la historia. También quiero aclarar que conservaré muchos términos en español y solamente cierta terminología la dejaré en japonés (sobre todo cosas como el -kun, -san, -sama, -sensei, que ayudan mucho a identificar las intenciones de un personaje al hablar, así como también los nombres de algunas técnicas que yo considero son icónicas, como es el caso del chidori, rasengan, entre otras), esto lo hago debido a que para mi, que siempre intento imaginar la voz de los personajes en mi cabeza al estar leyendo, pierde mucho sentido si están "hablando" en español, y de repente hablan en japonés al usar expresiones como "baka", "teme", "dattebayo", el nombre de los jutsus, etc., lo hago por ese motivo, pero si eso significa algo negativo para ustedes, déjenme saberlo en sus review.

La historia será de aventura/drama, pero de forma paralela llevará su toque romántico entre varios personajes. Sin mas que agregar solo me queda decir que cada personaje es propiedad de sus respectivos autores, y yo sólo los estoy usando para describir este relato.

Si quieren ver las imágenes de algunos personajes (sobre todo de los originales) manden un mensaje y con gusto les mando las ligas correspondientes.

LA PROFECÍA DEL HÉROE

CAPÍTULO 1: EL ADIÓS

Jiraiya el galante, ese siempre había sido un apodo que pensó iba con su personalidad, un hombre que jamás perdía el toque a pesar de los constantes rechazos, problemas, malas decisiones y sobre todo pésima suerte con las mujeres, siempre se podía verlo con una gran sonrisa, listo para ejecutar su próximo plan para intentar sorprender a Tsunade, que a pesar de los años nunca dio un paso atrás en su objetivo por conquistarla, y aunque ella siempre lo rechazaba, a veces de formas muy violentas, en el fondo sabía que ella se sentía halagada con la manera en que Jiraiya siempre intentaba acercarse a ella, aunque no lo demostrase.

Si, Jiraiya era un hombre al que se podía apreciar fácilmente, un hombre que siempre traía su buena vibra y contagiaba a los demás con ella, un hombre que a pesar de no tener una familia de sangre, nunca le hizo falta pues vio en todos sus pupilos mas que alumnos, vio a hijos que poco a poco se iban convirtiendo en hombres, y que el gustoso ayudaría a cumplir su sueño, a su vez, Jiraiya era un hombre muy respetado, un ninja muy poderoso que se ganó el sobrenombre, junto con Orochimaru y Tsunade, de Sannin: un ninja legendario sin comparación alguna.

Pero todo lo anterior ya no importaba, ya estaba muerto, había emprendido una misión suicida, una misión de la cual él sabía que no volvería, una misión de la cual Tsunade sabía que no regresaría y aún así lo dejó irse, una misión que ambos sabían era el único que podría llevar a cabo, una misión para revelar los oscuros planes de los Akatsuki y a su vez, revelar la identidad de su oscuro líder.

-Siempre lo dijiste viejo tonto, "la vida de un shinobi no se mide por su manera de vivir, sino de lo que hizo antes de su muerte", ¿no pudiste simplemente hacerte a un lado?, ¿tenías que morir también tu?- Eran los pensamientos de Tsunade mientras veía el cielo estrellado desde la ventana de su oficina, amargas lagrimas caían desde sus ojos, lagrimas que llevaban el nombre del viejo Sannin escritas en ellas.

El último alumno de Jiraiya, aquel con el que había pasado más tiempo que nadie, aquel que acogió como a un hijo después de que Minato le concedió el honor de ser su padrino, aquel que él estaba seguro superaría a todos los Hokages anteriores, era Naruto. Después de enterarse lo que había ocurrido con su maestro quería estar sólo, no quería estar cerca de nadie, no quería que nadie le dijera nada, no quería escuchar sus "lo siento", "todo estará mejor", "el no hubiera querido verte así", la gente no sabia nada sobre él, nada lo haría sentir mejor. Es por todo ello que se refugió en la banca de un parque debajo de la luz tintineante de una lámpara en mal estado, ahí yacía él con una paleta en la mano, una paleta idéntica como las que Jiraiya solía compartir con él después de un arduo día de entrenamiento, no sabía porque la había comprado, si para recordar esos momentos que vivió a su lado, o sólo como un capricho ahora que se había ido. Esa paleta era acompañada por un río de lágrimas, lagrimas que lo hacían sentir aún mas miserable que nunca, jamás había sentido tanto dolor en su vida, jamás se había sentido de esa manera, sólo quería que todo fuera un mal sueño, que de repente llegara Kakashi y le dijera que todo era obra de un genjutsu, que Sakura le dijera que estaba muy enfermo y todo lo había imaginado, o que simple y sencillamente estaba dormido y en cualquier momento despertaría, pero no.

Cerca de ahí, detrás de un árbol que había al lado de unos columpios, una figura femenina estaba de pie viendo al rubio, en cualquier otra circunstancia Naruto se habría dado cuenta de su presencia, pero esta vez no, estaba tan sumido en su dolor que sus sensores se apagaron y Hinata lo sabía, después de escuchar las noticias por parte de Kakashi y Sakura cuando ella y su equipo llegaron a la aldea, supo que Naruto estaría destrozado por ello, aunque jamás habían hablado al respecto, no era ningún secreto que para Naruto, Jiraiya era el padre que nunca tuvo. Y ahora ella se encontraba ahí, a escasos metros del rubio, el rubio del cual había estado enamorada toda su vida, el chico con la sonrisa más cálida y hermosa que había visto en su vida, ahora estaba ahí sumido en llanto, ella sentía que el corazón se le hacía pedazos al verlo así, quería ir con él, abrazarlo y darle su hombro para llorar pero no podía, su timidez y el miedo de hacer que las cosas se pusieran peor la invadían, pero en esta ocasión debía hacer un esfuerzo, un esfuerzo por aquel muchacho que vivía en su corazón y así lo hizo, comenzó a acercarse hasta que quedó frente a él.

-Naruto...-kun...- No podía decir más, ella también quería llorar en ese momento al verlo de esa manera, tenía una de sus manos cubriendo su boca, en un intento vago por soportar el llanto, Naruto sólo se limito a voltear a verla, sorprendido.

-¿Hinata?...¿qu-qué haces aquí?- El rubio intentaba no sollozar, intentaba que la chica no lo viera de esa manera, pero era muy obvio que ya lo había hecho, en ese momento el Naruto fuerte que todos conocen se había esfumado, ahora sólo era él y el sentimiento que lo invadía.

-Supe...supe lo que pasó-Dijo la kunoichi de forma tímida-Lo que pasó con Jiraiya-sama, yo... lo siento mucho-Naruto sólo apartó la mirada, mientras los sollozos seguían presentes, Hinata se sentó a su lado, volteándolo a ver.

-Sera mejor que te vayas Hinata... yo sólo le traigo cosas malas a las personas, el... el murió por mi culpa-Confesó el ninja mirándola a los ojos. Hinata pudo ver a través de su mirada, pudo ver a aquel pequeño Naruto sentado en el columpio, con miedo, miedo de si mismo.

-No... no Naruto-kun, no digas eso, era imposible que pudieras hacer algo, tu...-Pero no pudo continuar, pues el rubio la interrumpió de manera violenta.

-¡Claro que es mi culpa!, el murió a manos de esos malditos que quieren esto-Dijo mientras ponía su mano en el abdomen, apretándola-Si esto no viviera dentro de mi... si yo no estuviera aquí, él... él seguiría con vida-Llegados a este punto, a Hinata comenzaron a brotarle las lagrimas de sus aperlados ojos, le dolía que Naruto pensara eso de si mismo, que no pensara en todo lo bueno que ha traído a la aldea y a las personas que viven en ella, pero a su vez lo comprendía... comprendía el dolor que estaba sintiendo en ese momento, el miedo que sentía al estar ahí y la impotencia de no poder hacer nada, así que hizo lo impensable: le tomó la mano, y la sujetó con fuerza.

-Por favor... Naruto-kun, por favor no pienses eso... tu, tu eres una persona importante para todos en la aldea, has hecho muchas cosas buenas por todos, por mi... si tu no estuvieras... por favor, no pienses así-Dijo con firmeza, como pocas veces había hecho en su vida.

-Voy a vengarme, yo... yo voy a acabar con todos ellos, yo te prometo... te prometo que lo haré-En ese momento a Hinata le pareció ver un destello rojizo en su mirada, sentía la ira emanando de él.

-No... no por favor, la venganza... la venganza sólo te consumirá y hará que te sientas peor-El rubio la miraba desconcertado-Vengándote no harás que Jiraiya-sama esté de vuelta, sólo lograrás hacerte daño a ti mismo... dejarás de ser tu mismo, sólo continuarás el ciclo de odio-Naruto hacía lo imposible por evitar seguir llorando, pero los sollozos volvían a el y sus ojos otra vez se tornaban vidriosos.

-¿Entonces que debo hacer?-Preguntó entre lagrimas, Hinata no sabía que decirle, no tenía una respuesta para esa pregunta, pero de momento ella sabía que lo mejor que podía hacer era llorar... sacar todo ese sentimiento que lo abrumaba en ese momento.

-No lo sé... pero está bien si quieres llorar...-Y no necesitó decir más, en ese momento el rubio se quebró, el ninja fuerte y hábil que ella conocía, en ese momento no era más que una persona dejándose llevar por los sentimientos. El comenzó a llorar mas fuerte y sollozar con más intensidad, casi llegando a gritar por el dolor que sentía en ese momento, ella lo abrazó y el aceptó ese abrazo, y como había pensado desde un inicio: ahí estaba su hombro para llorar todo lo que quisiera.

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Los días habían pasado y Naruto no salía de su departamento, desde lo que sucedió en el parque sólo algunas personas habían podido verlo y hablar con él, entre esas personas estaban Kakashi, que había ido a visitarlo para ver como estaba, si bien Kakashi no era la persona más comprensiva del mundo, entendía como se sentía en ese momento, pues él quien había perdido a sus padres y a sus 2 compañeros de equipo, sabía por lo que Naruto estaba pasando. Sakura fue otra de las personas que había podido ver a Naruto, y eso fue cuando lo visitó para revisar su estado de salud, ver que el chico no se había enfermado o algo así. Por último fue visitado por Hinata, Kiba y Shino, la chica tenía la intención de visitarlo ella sola, pero su timidez le impidió ejecutar esa tarea, por lo que pidió ayuda a sus compañeros para ir a verlo y llevarle algo de comer, pues Sakura le comentó cuando lo visitó, que el chico no había comido nada en días.

Cuando por fin salió de su departamento para respirar aire fresco y disfrutar del sol, lo primero que hizo fue ir a ver a Tsunade, Sakura le había comentado que la Hokage quería verlo cuanto antes, y de una vez por todas el quería zanjar ese asunto. Pero lo que fue una sorpresa para él, fue que una vez que entró en la oficina de la Hokage, no sólo estaba ahí la mujer líder de la aldea, sino también estaban Kakashi, Yamato, los 2 consejeros de la aldea, además de 3... ¿sapos?.

-¿Qué... qué significa esto?-Pregunto Naruto al ver a todos reunidos

-Ellos 3 son visitantes del Monte Myoboku, vienen a hablarte de algo importante-Contestó la rubia a las interrogantes del ninja.

-Hola Naruto-chan-Habló uno de los sapos, los 3 eran pequeños, pero este se miraba algo... viejo-Antes de morir, Jiraiya-chan dejó un mensaje sobre lo que descubrió-Habló para después mostrar el código escrito en su espalda-Aún no sabemos lo que significa, pero esperamos averiguarlo pronto, mientras tanto debemos hablar de lo que pasará contigo...- Pero el viejo sapo no pudo continuar, debido a que fue interrumpido por Naruto.

-O no sapo anciano, yo no voy a dejar que nadie más salga lastimado por mi culpa, yo pelearé...-Pero no pudo continuar porque un golpe de karate en la cabeza lo hizo callar, otro de los sapos, una mujer casi tan vieja como el primero, saltó a la acción.

-Deja que Pa terminé de explicarse niño maleducado-Sentenció Shima

-Gracias Ma, cómo decía niño, queremos que vuelvas con nosotros al Monte Myoboku para instruirte en el arte del Senjutsu-Finalizó Fukasaku

-Yo...-Empezó a hablar Naruto-Creo que no termino de entender a lo que se refieren

-Naruto... ellos son Fukasaku-sama, Shima-sama y Kosuke-san-Dijo Tsunade mientras señalaba a cada uno de los sapos-Quieren que vayas con ellos a su hogar, y que lleves el mismo entrenamiento que hizo Jiraiya cuando era joven, y con suerte... eso nos ayudará en nuestra batalla contra los Akatsuki, y no necesitarás que nadie más meta las manos al fuego por ti, si es lo que quieres

El rubio parecía dudoso, pero a Tsunade y los demás les parecía más bien que Naruto no terminaba de entender lo que le estaban explicando, por lo que Kakashi y Yamato salieron al rescate.

-Debes ir Naruto-Hablo el ninja del elemento madera.

-Nosotros cuidaremos de la aldea mientras no estas-Finalizó Kakashi haciendo la señal de la paz mientras veía al rubio, aún dudoso.

-Bien... si es para hacerme más fuerte, lo haré-Respondió dejando todas las dudas de lado

-Perfecto, usaremos el jutsu de invocación para llevarte con nosotros Naruto-chan-Hablo el viejo sapo-Asi que ve por tus cosas de una vez-Tras decir eso, el rubio salió de la oficina de la Hokage rumbo a su casa.

-Tsunade-chan-Habló esta vez Shima dirigiéndose a la Hokage-Kosuke-san se quedará aquí, el podrá enviar y recibir mensajes entre nosotros, por lo que si necesitan a Naruto, si ocurre alguna emergencia no duden en decirle a él-Finalizó mientras el último sapo, mucho más joven que los otros 2 asentía con la cabeza y de brazos cruzados.

-Espero esto no sea un error Tsunade, y sólo le estés dando más poder a una bomba que no puedes controlar, o peor aún... atraer a los enemigos hasta aquí-Dijo el consejero de lentes a la Hokage.

-Dejen que yo me preocupe de eso... maldición-Finalizó Tsunade ya fastidiada.

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Naruto se dirigía hacia su departamento, aún dudoso de todo lo que le habían dicho, pero una cosa era clara: el quería volverse más fuerte, y si lo que los sapos le proponían le ayudaba a alcanzar dicho objetivo, él aceptaría. Una vez que llegó hasta su puerta, vio a una chica parada en ella, tocando.

-¿Hinata?-Preguntó el rubio un tanto sorprendido de verla ahí parada.

-¿Naruto-kun?, yo... yo pensé que estabas en casa, y... te traje algo para comer-Le dijo con un leve sonrojo en el rostro, mientras le desviaba la mirada y le mostraba la comida, dentro de una cajita y envuelta en un pequeño mantel, ideal para un viaje, como el que estaba a punto de emprender.

-Muchas gracias Hinata, la última vez no pude agradecerte por la comida, pero estaba deliciosa-Dijo mientras tomaba lo que ella traía entre sus manos, y lo que parecía un pequeño elogio, se tradujo en un sonrojo más intenso por parte de ella.

-Que... que bueno que te gustó-Habló con un ligero tartamudeo-Y me alegra que ya hayas salido de casa-

-Si... bueno yo, ahora debo hacer un viaje, iré a entrenar a un lugar donde el sabio pervertido entrenó cuando era joven-Dijo Naruto con un aire nostálgico, aunque en un principio a la chica le pareció cómica la forma en la que Naruto se dirigía al fallecido Sannin, la realidad es que la ponía triste saber que Naruto se volvería a ir, como aquella vez hace algunos años cuando lo vio partir con el susodicho ninja, con la promesa de hacerse más fuerte.

-¿Te irás?...¿cuando te vas?-Preguntó la chica con timidez, la verdad le daba miedo pensar que el chico volvería a irse por años, justo cuando comenzaba a acercarse un poco más a él, justo cuando tomó el valor de ir a visitarlo ella sola.

-Me iré en este momento, sólo vine por mis cosas-Dijo mientras abría la puerta y le permitía el paso a la chica, ambos entraron al departamento y ella notó que seguía igual de desordenado que la última vez, quizá hasta un poco más, a pesar de las burlas de Kiba y de Shino con respecto a la limpieza del rubio, cosa que hizo que ella los regañara una vez que salieron de ahí.

Desde el marco de la puerta, Hinata sólo podía ver como el chico empacaba algo de ropa, herramientas ninja y por supuesto, algo de ramen instantáneo en una maleta de viaje, notó también que la comida que le había llevado la puso junto a la maleta, le alegró saber que tenía la intención de llevársela a su entrenamiento, ella estaba segura que eso le daría aún más fuerza.

-Entonces... eso significa que es un adiós-Dijo la chica desviando la mirada hacia el suelo, Naruto sólo sonrió al verla.

-Claro que no Hinata, volveré mas pronto de lo que crees, y verás que me volveré muy fuerte y así podré protegerlos, a todos-Habló sin dejar de sonreír, eso hizo que el sonrojo de la chica volviera una vez más-Por cierto, quiero que cuides esto-Dijo mientras le entregaba una llave, la cual iba unida a un llavero de un vaso de ramen instantáneo-Es mi única llave de la casa, y al lugar que iré, bueno... no quiero perderla, y quiero saber si puedo dejarla contigo- Mencionó Naruto un tanto apenado con una mano detrás de su cabeza mientras reía de forma nerviosa.

-Si, yo... yo cuidaré de ella-Contestó la chica de cabello azulado, mientras tomaba dicha llave con cuidado y la llevaba a su pecho, abrazándola.

-Gracias... en ese caso, nos veremos pronto Hinata-Finalizó para después comenzar a correr en dirección a la torre del Hokage.

-Na...¡Naruto-kun!-Al decir esto hizo que Naruto volteara a verla mientras corría-¡Ten un buen viaje!, ¡esfuérzate!-Mientras agitaba la mano en forma de despedida, Naruto sólo le dedicó una enorme sonrisa mientras su silueta se perdía con la distancia.

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Habían pasado algunas semanas desde que el chico había partido rumbo al hogar de los sapos, en la aldea las cosas transcurrían de forma medianamente normal, hasta donde se puede decir, pero en un lugar recóndito a las afueras de la aldea oculta entre las hojas, se estaba llevando a cabo una reunión entre 2 facciones, por un lado había 2 ninjas con túnicas negras y nubes rojas, uno era de cabello naranja con el inconfundible Rinnegan en sus ojos, mientras que el otro llevaba una máscara naranja con forma de espiral, donde un sharingan se asomaba por el único agujero que dicha máscara tenía. El otro grupo de ninjas que estaban ahí eran alrededor de 10, todos llevaban una túnica negra.

-La tarea es simple, tu nos dices donde tienen escondido al zorro de 9 colas, y la aldea será tuya-Hablaba el tipo de la máscara.

-Quiero que también se alejen de la aldea, que la dejen en paz de una vez por todas, no queremos tener nada que ver con lo que sea que estén planeando hacer con todos esos Jinchuuriki-Habló el líder del otro grupo que se encontraba en la reunión-La Hoja no tiene nada que ver con eso

-Si nos hacemos con el chico, tu última preocupación será que alguno de nosotros aparezca por ahí-Habló esta vez el portador del Rinnegan.

-Bien, el chico está en el Monte Myoboku, conseguí un pergamino que pueden usar para llegar hasta allá-Habló el hombre que estaba del otro lado de la negociación-Hagan lo que quieran con los sapos y con el chico, sólo cumplan su parte del acuerdo-

CONTINUARÁ