Hola! Este es mi primer fanfic, espero les guste JLos personajes no son míos, pertenecen a Nintendo, yo solo hago las historias. Disfruten
Sentí que me desvanecía, mi piel estaba pálida y cubierta de mi sangre fresca acumulada en mi abdomen y mi hombro; cualquier movimiento que tratara de hacer era imposible. Cerré mis ojos lentamente y pude ver imágenes de lo que pasó; pude ver las dos hojas de las espadas penetrando mi piel, esos ojos malignos llenos de furia y maldad, sentí el dolor una y otra vez. Era mi hora, iba a morir aquí, lejos de mi padre, de mi pueblo, y ya no volvería a ver a Link nunca mas. Ese ultimo pensamiento causó un dolor insoportable en mi pecho y un nudo enorme en la garganta.
-ZELDAAA!- gritó Link al ver como su amada se desangraba en el suelo mientras el peleaba contra el señor de los demonios, Ghirahim.
-JAJAJAJAJA, que harás ahora, héroe? Tu amada esta muriendo y tu no podrás hacer nada. -dijo mientras chocaba espadas con Link, quien a cada segundo estaba mas y mas furioso.
-CALLATE! -gritó Link, dándole a Ghirahim un fuerte golpe con su espada en el diamante que tiene en el pecho, causando que el señor de los demonios retrocediera unos cuantos pasos y comenzara a jadear.
-Esta no será la ultima vez que nos encontremos humano, probaras la furia de mis espadas… pagaras por lo que le haz hecho a mi señor.- El malvado ser movió sus espadas en un medio circulo y se desvaneció en la noche, dejando una serie de malvadas carcajadas que se disipaban en el viento de aquella noche de luna llena. Link volteó rápido hacia Zelda y corrió hacia ella para salvarla.
Sentí unos pasos viniendo hacia mi desesperadamente, de repente, un par de fuertes y cálidos brazos me levantaron de mis piernas y mi espalda, era mi héroe, la única persona que he amado. Link jamás había corrido tan rápido como ahora, pude escuchar su respiración y una risa maligna en el viento. Con los ojos entrecerrados pude ver la luz que emanaban los hongos al anochecer en las tierras inferiores y sombras de arboles reflejadas con la luz de la luna.
-Aguanta Zelda, ya casi llegamos, solo un poco mas- dijo Link con una voz cortada y con lagrimas en los ojos.
Finalmente llegaron a una pequeña cabaña cerca del Templo del Presidio. No era tan grande como las casas en Neburia, pero lo suficientemente acogedora para 2 personas. Link pateo la puerta para abrirla y rápidamente llevó a Zelda a la cama, poniéndola suavemente sobre ella y empezó a buscar botellas de poción roja y vendajes para parar el sangrado. El joven agarró del cuello a la rubia levantándola lentamente y puso la boquilla de la botella en sus pálidos labios para que tomara de la poción. Lo bebió todo y lentamente sintió como hacia efecto. Ya terminada la poción, Link empezó a quitar la blusa de Zelda que estaba llena de sangre dejándola solo en top, desenrolló los vendajes y cuidadosamente los empezó a atar por el abdomen de la joven; por suerte la poción contenía propiedades analgésicas, pero aun así ella se quejaba del dolor. Después de 20 minutos, Zelda recuperó el color rosado en sus mejillas y en sus labios, y lentamente estaba mas y mas despierta, finalmente podía hablar con Link, pero el se veía enojado.
-¿Link? -dijo Zelda en un tono mas bajo de lo que ella esperaba. Rápidamente el fue a su lado y le agarró sus delicadas y aun poco frías manos. Los ojos de Link no podían dejar de verla, por un momento pensó que la perdería, que tendría que decirle adiós, algo que el definitivamente no soportaría.
¿Cómo te sientes?- dijo el joven acariciando el pelo de su amada, acomodando pequeños cabellos atrás de sus orejas.
-Mucho mejor, gracias a ti.- Link bajo la cabeza exhalando del alivio. Aun así, seguía con la pregunta de porque Zelda hizo eso. Finalmente le preguntó…
-¿Por qué lo hiciste? Pudiste haber muerto Zelda, no se que haría sin ti a mi lado.- El empezó a recordar lo sucedido.
Link estaba en desventaja contra el demonio, quien ya le había hecho rasguños en el brazo y en las piernas. Estaba cansándose rápidamente, luchaba para mantenerse de pie. En eso que Ghirahim le da unos puñetazos a Link y lo patea en el abdomen, haciendo que el vuele unos 5 metros hacia donde estaba Zelda, ella no podía soportar ver a su amado así, tenia que hacer algo. En eso el pálido demonio se alistaba para su ultimo ataque, pero Zelda rápidamente agarró la espada de Link, era mas pesada de lo que ella imaginaba, pero tuvo la fuerza suficiente para mantenerla en el aire apuntándola hacia Ghirahim. Zelda había tomado algunas clases del manejo de la espada con Link, para que supiera defenderse en caso de estar en peligro, pero esta vez, era su amado el que estaba en peligro, y ella estaba dispuesta a hacer todo para protegerlo. El demonio se empezó a reír en voz baja, enseñando sus colmillos, lentamente se acercó a la joven, chocaron espadas, haciendo que ella tambaleara, pero siguió de pie y firme. El pudo ver demasiadas oportunidades para enterrarle sus espadas, sabía que seria pan comido, pero ella se puso a la defensiva y empezó a atacar al demonio con todas sus fuerzas, a tal punto que logró darle en su diamante en el pecho 2 ocasiones. Mientras Link recuperaba su balance se percató de lo que estaba pasando, tenia una espada extra pero en lo que la empuñó vió como el señor del mal movía su espada hacia Zelda finalmente hiriéndola de gravedad. Terminó el recuerdo,
-Por la misma razón que tu me salvas siempre Link, siempre haz estado conmigo, para protegerme, y ni hablemos de cuando salvaste al mundo de Demise.
-Pero Zelda, no tenias que hacer lo que hiciste, sabes que siempre me levanto y continuo luchando, no importa que tan herido este. S-si algo te llegara a pasar… no me lo perdonaría.. jamás. -dijo el con lagrimas saliendo de sus ojos.
-Oye, mientras nos tengamos el uno al otro, no nos pasara nada, y aunque este herida, se que harás todo para salvarme, y yo haría lo mismo por ti.- En eso que Link se acerca aun mas a Zelda, sin dejar de verla a los ojos y suavemente se dan un tierno beso. Cuando finalmente se separan, Link se levanta y camina hacia el otro lado de la cama, apaga la luz del cuarto y se recuesta a lado de su amada, cubriéndose mutuamente con una gruesa cobija.
-Bueno, espero que mañana estés en condiciones de viajar a Neburia para el cumpleaños de tu padre.
-No te preocupes, ya mañana estaré como nueva, ya veras.- Finalmente se dan un tierno beso de buenas noches y caen profundamente dormidos.
