A los anti-yaoi que han tenido la osadía de dejarse caer por estos lares: No me hago responsable del trauma mayúsculo que tendréis al leer esto.

Nota de la autora: Hola de nuevo, siento la tardanza en publicar un nuevo fic, pero es que el profesorado es muy cruel y los exámenes y deberes eternos a final de curso están muy cotizados T.T , en fin, aquí vuelvo a la carga con un fanfic de KandaXAllenXLavi ( en resumen, un Yulallen) surgido gracias a una frase del tomo 10 (- muchos seguramente adivinaréis de cuál se trata) y de esta imaginación tan yaoista que tengo. Al contrario que en Destinos entrelazados, este va a tener varios capítulos y, por promera vez en la historia de la humanidad, puede que contenga algo de lemon. En fin, espero que disfrutéis leyéndolo n.n

Por cierto, este fan fic está dedicado a Yuu, ya que el día 6 fue su aniversario ¡¡HAPPY BIRTHDAY!! ¡¡TANJOUBI OMEDETOU!! n.n

Disclaimer: Al llegar a esta parte siempre se me baja la moral T.T D.Gray man no es mío, ¡pero lo conseguiré! XD

Alaraciones:

los " con letra cursiva dentro son pensamientos de los personajes

() son aclaraciones

(N/A) son las notas de autora

Lotus Blood

chapter 1: rechazo

Kanda se encontraba en su habitación, sentado en la cama con un gesto de preocupación que luchaba por esconder. Hacía rato que lo habían llamado para una misión, pero no le importaba.

Era como si esa duda que había tenido durante mucho tiempo se hubiese mantenido en trance, como si hubiera estado sumida en el dormitar del rechazo, hasta ahora, que parecía haber aflorado de las aguas del olvido y haber salido a la superfície con una fuerza descomunal, tan descomunal que parecía fundir todas las preocupaciones y transformarlas en cosas realmente pequeñas e insignificantes, carentes de la menor importancia.

Y él pensaba que quizás la única cosa carente de importancia en ese momento fueran sus sentimientos, ya que se suponía que él sólo tenía que pensar en la guerra para evitar el fin del mundo, tal como se lo habían ordenado. Pero, últimamente se había dado cuenta de que le ponía especialmente nervioso que ciertos sujetos se tomaran las confianzas de llamarle por el nombre de pila, pese a las advertencias/amenazas de muerte que no cesaban por parte del samurái a causa de semejante atrevimiento.

Antes se molestaba, pero últimamene se ponía nervioso e incluso había llegado a sonrojarse al escuchar su nombre en boca de esos ciertos sujetos. Le daba la sensación de que cada vez lo consideraban más su compañero y él también los consideraba como tales, pero le desagradaba, e incluso le daba pánico, apegarse demasiado a alguien. Por esa razón siempre trataba con ese desdén, ya que a causa de la maldición de su tatuaje, su corazón podía detenerse en cualquier momento.

Él prefería no tener nada, porque si no tenía nada que perder, su miedo a la muerte parecía disminuir y ser sustituido por el miedo a tener algo, algo que hiciese que el miedo a morir aumentara, ya que si tenía algo le provocaría pánico perderlo. Pero esta vez no podía negar de ninguna manera su reciente posesión: Allen y Lavi. Le importaban más que ningún otro compañero (aunque tampoco es que la mayoría le importasen, precisamente), más que nada en el mundo, si a ellos les ocurriera algo grave él no podría soportarlo.

¿Pero que era ese sentimiento? Nunca antes había sentido nada igual... ¿Amistad, quizás? No estaba seguro, eso no se parecía en nada a lo que él entendía por amistad. Entonces por su mente pasó una idea que lo horrorizó y le hizo enrojecerse como un tomate: ¡¿AMOR?! ¡¡No, no podía ser!! ¡¡Él no debía amar a nadie!!

El samurái no se había dado cuenta de que mientras él se planteaba sus sentimientos, alguien había entrado en su habitación y le miraba con sus ojos verdes juguetones mientras esbozaba una sonrisa burlona al ver que el peliazul no se percataba de su presencia.

-¡Yuu!¡Tenemos una misióóóóóón!- gritó Lavi alegremente, contento por tener algo de diversión.

Kanda dio un bote, tenía que admitir que el maldito conejo le había dado un susto de muerte.

-Sal de mi habitación, acosador- le dijo Kanda, amenazando con la Mugen al sucesor de bookman

-Vamos, no seas así, solo venía a avisarte- le contestó el pelirrojo con una gota en la cabeza, intentándose apartar de la Mugen.

-¡Que te vayas!¡Ahora vendré!- Kanda parecía realmente cabreado, y todo el que lo conociera lo suficientemente bien sabía que cuando estaba así, lo mejor era no tocarle lo intocable, porque sino lo más probable es que se quedasen sin cuello...

-vale, vale- Dijo Lavi temiendo por su integridad, mientras salía de la habitación.

Por fin Lavi se había marchado, aunque el samurái pensó que éste tenía razón, en lugar de quedarse en su cuarto meditando idioteces debería ir a la misión. Kanda suspiró, cogió su abrigo de exorcista, se lo puso y se dirigió al despacho del loco supervisor, más conocido como Komui Lee.

-¡Por fin! ¡Kanda se ha dignado a salir de su habitación!- Comentó el pelirrojo con su sonrisa típica.

-¡Tsk!- fue lo único que le contestó a Lavi- Bueno, ¿Y la información sobre la misión?- Le dijo a Komui

-Tenéis que ir a recoger una inocencia que está en Francia, concretamente en París. Será un poco peligroso, porque esa zona es un nido de akuma- Respondió el supervisor, mientras firmaba una GRAN montaña de papeles.

-Jefe, firme estos también, que hace mucho que están pululando por el suelo- Se quejó Reever, llevando otra colosal montaña de papeles.

-¡Buaaaaaaa! ¡Me tenéis encerrado como si fuera la cenicienta! ¡No entendéis todo mi sufrimientoooo!- Lloriqueó Komui como de costumbre.

-Pero si la culpa es suya por dejarlo todo para última hora- Dijo Reever fulminándolo con la mirada (N/A: Qué verdad tan dolorosa XD)

Con la información de la misión ya recibida, los exorcistas dejaron atrás el despacho en el que se encontraba Reever histérico a causa del infantil comportamiento de su jefe, y éste lloriqueando como de costumbre a causa de su trabajo. Bajaron escaleras hasta llegar al canal. El problema fue al subir al bote, Allen se resbaló y cayó encima de Kanda.

-¡Sal de encima, moyashi!- Le espetó Kanda, tan sonrojado que parecía que le hubiesen pintado la cara con un rotulador rojo opaco.

-No hace falta que te pongas así, baKanda- Le contestó el albino mientras se levantaba, también bastante rojo

-¿El pelo se me ha puesto por delante de los ojos o vosotros dos estáis rojos como tomates?- Comentó Lavi con una pícara sonrisa en su rostro.

-Yo no estoy sonrojado, idiota- respondió Kanda, muy molesto ante los comentarios de su amigo... "Espera, ¿¡AMIGO!? ¡¿CÓMO PUEDO PENSAR EN ÉL CÓMO UN AMIGO?!"

Durante todo el viaje en bote Allen y Lavi empezaron a charlar, pero Kanda se mantuvo en silencio, como siempre. Después tuvieron que coger el tren. Ya habían pasado 2 días de viaje y no tardarían más de media hora en llegar a su destino, pero después de comer en la cafetería del tren Lavi estaba aburrido. En esos 2 días se había dedicado a molestar a Kanda y a hablar con Allen, pero ya se le empezaba a hacer monótono aquel pasatiempo, así que él (plenamente consciente de que era muy suicida por su parte) y Allen empezaron a jugar a cartas (N/A: Lo que hace el aburrimiento... XD)

-Escalera real, He vuelto a ganar- Dijo Allen mientras enseñaba sus cartas.

-¡¡AAAGH!! ¡¡TRAMPOSO!!- Exclamó Lavi por vigésimoséptima vez desde que habían empezado a jugar.

-Podríais dejar de hacer el idiota y leer la información escrita que nos han dado, ¿no? Dentro de poco llegaremos- Dijo Kanda con el ceño fruncido.

-Ay, qué aburrido que eres, Kanda- le respondió Lavi, recibiendo una mirada asesina por su comentario.

-Yo almenos soy responsable, no como otros- Dijo el joven samurái

-En fin, si tanto insistes...- Lavi empezó a buscar la información escrita de él y de Allen, pero no la encontraba- ¿Dónde está la información, Allen?-

-Emmm... Me temo que me la he dejado en la cafetería- contestó el peliblanco con una gota en la cabeza

-Pues vamos a buscarla, ¿No?- Le dijo el joven sucesor de bookman

-De acuerdo- Allen se levantó y junto a Lavi fueron a buscar la información

-Hasta luego, Yuu- Le dijeron ambos al unísono

-Perdeos- Les contestó el samurái un poco sonrojado. De nuevo estaba solo... Intenó dormir, pero no paraba de pensar en Lavi y Allen, y también pensaba que estaban tardando mucho (En realidad sólo habían pasado 10 minutos, así que tampoco era tanto n.nU). Al fin regresaron con la información por escrito, pero Lavi se tropezó, tirando toda la información por el suelo, empujando también a Allen que cayó de nuevo encima de Kanda, pero cayó de tal forma que... Juju, Digamos que asombrosamente los labios de ambos chocaron.

-Ay, que daño...- Se quejó Lavi levantando la vista- ¿Tu te has echo daño, A...? ¡¿QUÉ?!- Gritó sorprendido y con un sentimiento que guardaba un sospechoso parecido con los celos.

Por su parte, Allen y Kanda estaban tan sorprendidos que durante unos segundos no repararon en separarse, hasta que salieron de su asombro y Allen se levantó, con la cara muy roja, eso sí (N/A: ¿Y quién no?). Ninguno de los dos dijo nada, Kanda para disimular miró por la ventana intentando distraerse y también intentando olvidar lo sucedido hace un momento, pero la escena sudosdicha se repetía una y otra vez dentro de su cabeza, cómo si fuera una película que estuvieran viendo y que cuando se acababa la rebobinaban una y otra vez. El peliblanco intentó leer la información de la misión, pero siempre que empezaba a leer, levantaba un poco la vista de la página (casi en contra de su voluntad) y veía a Kanda, entonces se ponía nervioso y se desconcentraba de la lectura. Mientras tanto, Lavi los miraba a ambos con celos.

Entonces, en mitad de esa atmósfera de tensión, el tren se paró, indicando a sus pasajeros que habían completado la ruta y se encontraban ya en la estación de París. Los exorcistas bajaron, pero entonces toda la tranquilidad del ambiente se rompió...

-¡¡AAAAAAAAAAHHHH!!- Un grito desgarrador sonó detrás de los exorcistas, que se giraron y vieron que era...

CONTINUARÁ

ShadowRosePrincess: Bien, esto es todo por ahora. ¿Quién gritará y porqué? La respuesta en el próximo episodio.

Darkkeeper:Por fin acabas el primer capítulo, pensaba que lo acabarías el siglo que viene.

ShadowRosePrincess: Si quieres regañar a alguien por la tardanza regaña a mis profesores y diles que cesen los exámenes y los deberes ¬¬

Darkkeeper: ¿Qué? Pero si tu has pasado los exámenes con una simple y patosa leída, y casi no te ponen debe... -no puede continuar porque Shadow Rose Princess le ha tapado la boca-

ShadowRosePrincess: Cambiando de tema, se agradecen los reviews y las críticas constructivas. Sayonara babys n.n