La reina de la velocidad
Resumen: Kagome Otonashi, es una joven piloto inglesa, que decide probar suerte en el automovilismo europeo, pero su camino en él, no será nada fácil, ya que debe lidiar con 25 pilotos dispuestos a todos y enfrentar al campeón de la categoría. Inuyasha Ordoñez, quien es encima del campeón de la categoría, es el hijo del presidente de la misma.
Capítulo 1: El comienzo.
Madrid, La hermosa capital española. Era el inicio de un nuevo año en el país vasco y en donde se iniciaba los sueños de varios empresarios, comerciantes y personas dedicadas a un sueño y un futuro para iniciar una mejor vida en ese año que iniciaba.
Era el año 2003 y comenzaba la actividad deportiva en España, tanto en el deporte de balones, como en el motor. Justamente en esa actividad, la principal categoría española, la world series by nissan, estaba por dar inicio a su campeonato, con muchas escuderías inscriptas y varios jóvenes pilotos deseosos de cumplir un sueño: El saltar a la máxima categoría del automovilismo mundial, la Fórmula 1. La world series by Nissan, es una categoría de autos tipo monopostos, iguales e idénticos a los de la Fórmula 3 y la ya desaparecida Fórmula 3000, utilizando chasis dallara y motores de la firma japonesa Nissan VQ30 de 800 caballos de potencia y V6. Y que justamente como se dijo esta categoría es el trampolín a la reina del automovilismo mundial.
El campeón reinante en la World series by Nissan, es el joven piloto Inuyasha Ordoñez. Un joven piloto español de largo pelo blanco plateado y un extraño color de ojos ámbar, alto, forzudo y de piel algo bronceada y buen físico y de 20 años. Este joven piloto, ya obtuvo el campeonato en la categoría por segunda vez consecutiva. Había salido campeón en el 2001 y 2002 e iba por el tercer cetro de la categoría y cómo su padre es el presidente y dueño de la categoría de automovilismo español y europeo, los demás pilotos parecen tenerle respeto y hasta temor y es por eso que Inuyasha hasta a veces juega sucio con tal de ganar las carreras y no tener rivales en la lucha por el campeonato y eso enoja a muchos de los jóvenes pilotos que corren en ella, puesto que pocas veces han podido ganar y solo lo hicieron cuando Inuyasha sufría algún desperfecto en su monoplaza y este año, pese a haber 26 inscritos para la categoría, muchos pensaban en abandonarla por la dictadura que imponían los Ordoñez en ella y en la cual si algo le hacían a Inuyasha, este los demandaba y hasta podían o ser desclasificados de la carrera o expulsados de la World Series sin protesta alguna.
En tanto, en un lugar de Madrid, en un hospital, una joven mujer estaba en la sala de operaciones, donde su pequeño hermano menor, debía ser sometido a una costosa operación y debido a que estaba sola, no le era fácil poder pagarla. Esta joven mujer, se había ido de su casa, debido a una fuerte discusión con su familia por su sueño de querer ser pilotos de carreras y en la cual estuvo a punto de perder la vida en algunas carreras, debido a que los hombres, nunca se aguantaban ser superados o vencidos por una mujer. Esta chica, había obtenido algunos triunfos en categorías de hombres y muchos en automovilismo que es solo para mujeres. Cómo se dijo sus victorias en categorías donde corren hombres, le valió muchos sustos y debido al machismo que reina en el automovilismo mundial, debió retirarse para salvaguardar su vida o impedir terminar aplastada contra muros de concreto, como una vez le pasó en una carrera de las 500 millas de Indianápolis, cuando iba liderando la carrera y cuando faltaban cinco vueltas para terminar, varios pilotos quisieron dejarla estampada contra la pared como una estampilla en un sobre, debido a que no querían que una mujer les gane y debido a eso, perdió la carrera y fue despedida del equipo.
Esta mujer de la que se habla, es Kagome Otonashi. Una joven de nacionalidad mitad inglesa, mitad japonesa. Su madre es inglesa y su padre japonés y su hermano igual que ella. Es de largo pelo negro azabache con hermosos brillos y flequillo. Ojos color marrón tierra y una esbelta figura corporal. Sus medidas de 90,61,93, la hacían ver el cuerpo perfecto. Era un poquito musculosa debido a que hace actividad física, piel algo bronceada y de unos 19 años de edad.
Decidida a probar suerte, Kagome decidió entrar en la World Series by Nissan y gracias a su prima Sango lo consiguió. La prima de Kagome es experta en mecánica automotriz y es Italiana, se llama Sango Figoratti y desde hace muchos años, se dedica a la mecánica, junto a su hermano menor Kohaku y a su padre. Sango Figoratti, es una joven de 22 años de edad, de largo pelo negro castaño, ojos marrón oscuro y al igual que su prima, tiene las mismas medidas corporales. Está casada con el empresario Miroku Taeda y reside en Roma, Italia.
Sango aprobó el ayudar a Kagome a incorporarse a la World Series by Nissan y le construyó un monoplaza, con la aprobación de los directivos de la categoría y con el desembolso de una considerable suma de dinero, para poder tener los materiales y lo necesario para la construcción del mismo y ya que la categoría cuenta con los patrocinadores de la motorista española Nissan y una reconocida y prestigiosa empresa de telefonía local, no había problemas para los patrocinadores en los monoplazas y menos que estos lleven otros que los quieran auspiciar o que sean de su país para identificarlos. Todos los monoplazas, presentaban muy lindos colores en sus carrocerías, tanto en la trompa, como en sus pontones. Los alerones tanto traseros como delanteros, iban pintados de color negro con el auspicio de la telefonía española, todas las llantas y neumáticos iban pintados también de negro, no se permitía que las llantas vayan de color cromado metálico, dorado u otro color.
Cómo se dijo líneas más arriba, Kagome se fue a vivir a España sola, luego de separarse de su familia porque estos no querían que fuese corredora de autos por los motivos especificados. Esa mañana Kagome estaba en el hospital cuidando de su enfermo hermanito Souta y el cual estaba muy delicado. Kagome estaba muy deprimida por no poder hacer mucho, pero esperaba con mucha esperanza, poder hacer que su nuevo sueño le dé buenas ganancias y salvar la vida de su hermano. Pero mientras sus sueños quemaban su mente, algo se los apagó y era que sus padres habían llegado al hospital.
-¿Cómo está Souta?-. Preguntó Naomí, su madre.
-No muy bien-. Respondió Kagome medio cabizbaja.
-Pasaremos a verlo-. Dijo su padre Náraku con desdén.
-¿Van a seguir con este rollo porque voy a correr en la World Series?-. Preguntó Kagome enarcando sus cejas.
-¿No tuviste bastante con lo que te pasó en la carrera esa de Indianápolis?-. Le preguntó ahora su madre algo enojada.
-Lo hago por mi futuro y por Souta-. Respondió Kagome.
-¿Futuro?-. Preguntó Náraku con sarcasmo.-¿Un futuro allá en el cielo por andar corriendo en ese deporte de indios sedientos de victoria y capaces de todo?-.
-Bien que a ti te gusta el automovilismo y no solo el fútbol y el básquet, papá-. Le argumentó Kagome riéndose sarcásticamente.-No me vengas con eso-.
-Es diferente a ver a mi hoja desafiar a esos salvajes que te matarían contra un muro por llevarse el cetro o el trofeo de vencedor-. Contraatacó Naraku.
-Vamos, querido. Entremos a ver a Souta-. Dijo Naomí, tratando de entrar en el tema.
Pero antes de que pongan un pie en la habitación de su hijo enfermo, una advertencia de Kagome, los detuvo antes de que crucen la puerta.
-No pueden entrar, los médicos lo prohíben, por eso estoy afuera, esperando a que me den la orden dentro de una hora-. Advirtió la pelinegra.
Naomí y Naraku, no le dijeron nada, pero se miraron y tomaron siento frente a una fila de asientos frente al de Kagome, esta enarcó más sus cejas y harta de que sus padres la ignoren y la traten como una cualquiera, la pelinegra se retiró al bar a desayunar. Su madre quiso ir tras ella y cuando iba a pronunciar su nombre, su marido la detuvo tomándola de un brazo y negando con su cabeza. Naomí, volvió a tomar asiento al lado de su marido.
En el bar del hospital, Kagome esperaba su café con leche con tostadas con mantequilla y jalea de frutas, cuando su celular comenzó a sonar, lo tomó de adentro de su camisa roja y vio que era Sango. Presionó la pantalla touch de su galaxy S4 y atendió la llamada.
-¡Sango! ¿Qué hay?-. Saludó Kagome sonriente.
-Hola Kag. Te llamo para decirte que la semana que viene empezarás con los ensayos de tu monoplaza de la World Series en Catalunya, allí probarán otros pilotos-. Le informó Sango.
-Gracias primita por informarme. Tomaré el primer avión mañana para ir-. Le agradeció Kagome.
-Te esperaré-. Le contestó Sango.-Por cierto,… ¿Cómo va todo con tu familia?-. Preguntó.
-No muy bien, mis padres siguen tratándome con indiferencia y eso me pone furiosa y mi hermanito sigue igual-. Le informó Kagome la situación.
-Comprendo-. Dijo Sango apenada.- Deja esas preocupaciones. Mañana te espero en mi casa, donde ya preparé tu habitación.
-Te lo agradezco mucho. Solo espero no ser una carga para ti y Miroku-. Rió Kagome.
-No digas bobadas. Acá serás siempre bienvenida y no te preocupes por mi esposo. Se bien como dominarlo-. Dijo Sango Sonriente pero a la vez con una pizquita de seriedad a lo último.
-Gracias, mañana estaré allá-. Dijo Kagome sonriente.
-Te espero, un beso grande-. Se despidió Sango.
-Igualmente para ti, primita-. Se despidió Kagome.
Kagome cortó la llamada y volvió a guardar su celular y en ese momento, el camarero, le trajo su café con leche con tostadas con panes de mantequilla y un vasito de plástico con tapa metálica sellada de jalea de moras.
Mientras desayunaba, pensaba como sería su mundo en el automovilismo europeo. Sabe que su objetivo no será nada fácil y menos compitiendo con otros pilotos y sabiendo que será la única mujer que correrá en la World Series by Nissan, pero decidida a dejar sus miedos, probará suerte y mientras ojeaba un diario deportivo, leyó la noticia sobre la categoría y en la cual leyó una nota al actual campeón reinante y en el cual asegura que irá por la tercer corona de la categoría y que nadie se lo quitará. Kagome se rió al leer el artículo.
-Creo que acabas de encontrar la horma de tus zapatos, querido-. Dijo Kagome riendo con mucha confianza que tiene en si misma.
Al parecer, Kagome ha declarado la guerra al actual campeón Inuyasha y que le demostrará a todos los hombres que el automovilismo no solo es pasión de hombres, si no que las mujeres también sienten pasión tuerca.
Continuará
