¡Hola! ChiseMaxwell ataca de nuevo con este su segundo intento de fic. Esta vez enfocado en el mundo más reciente de Thomas Astruc, Miraculous: Tales of Ladybug & Chat Noir. No soy muy buena en esto de los Fics, siempre lo diré, así que téngame un poco de paciencia ¿si? Sin más comenzamos pero antes aclaro que ninguno de los personajes de este fic me pertenecen, son propiedad intelectual de Zagtoon, Toei Animation y obviamente Thomas Astruc. Sin más espero les guste.

Capítulo 1: Descubiertos.

Estaban en problemas desde hacía un tiempo. Los villanos que habían derrotado en el pasado parecían que se habían puesto de acuerdo para regresar todos juntos: La titiritera, El Mimo, Demoilustrador, Cupido Negro, Antibug, Animan, Darkblade, Volpina, Lady WiFi, Bubbler, el Horrificador, Copycat, Stoneheart, hasta el hombre pichón había vuelto. Llevaban luchando, mejor dicho intentado escapar de sus agresores, bastante tiempo y sus energías comenzaban a mermar. Chat Noir desde el comienzo de la batalla se percató que su compañera no estaba al 100% de sus capacidades, trató de hacerla desistir pero él sabía que no había nada qué hacer, con tanto enemigo suelto no podían darse el lujo de descansar.

—¡Ladybug!

Exclamaba Chat Noir al mirar como caía en picada su Lady desde la torre Eiffel luego de recibir un golpe de Stoneheart. Volpina lo tenía casi inmovilizado de no ser por un descuido de esta pudo zafarse del agarre y así dejarse caer al vacío para intentar alcanzar a su amada. Chat veía como Ladybug en un último intento de evitar el golpe inminente lanzó su Yo-yo hacia él, quien lo asió para acercar a la chica hacia sí. Ambos cayeron sobre el pavimento, el chico utilizó su cuerpo para amortiguar el golpe de la catarina. El dolor llegó casi inmediatamente pero no tuvo tiempo de quejarse, como pudo el gato se puso de pie, necesitaban resguardarse antes de que sus identidades se vieran reveladas.

—My lady, si puedes ponerte en pie necesito que lo hagas ahora —rogaba el chico rubio.

—Chat… tenemos que luchar.

—Claro ya que nuestros kwamis se recuperen y nosotros estemos igualmente recuperados.

Chat tomó entre sus brazos a Ladybug y la llevó lo más rápido que pudo a un lugar seguro, entraron al museo que se encontraba cerca del lugar. Ahí con sus enemigos a sus espaldas a penas lograron escabullirse en una de las salas de reparación de exposiciones del sótano. Era un cuarto pequeño pero lo suficiente mente grande para albergarlos a los dos. Cuando se sintieron a salvo se dejaron caer al suelo suspirando doloridos. Se miraban a los ojos, dándose cuenta que en cualquier momento sabrían la identidad del otro. Una luz verde y otra roja iluminaron el lugar, al desaparecer, dos pequeños kwamis se dejaban caer en el regazo de sus compañeros pero estos no les prestaban atención, ya que acababan de darse cuenta quienes eran en realidad.

—¿Adrien?

—¿Marinette?

—Sí, sí, son compañeros de clase eso no importa ¿y mi camembert? —renegaba Plagg— Adrien estoy cansado.

—¡Plagg! Déjalos asimilar la situación —lo reprendió Tikki— Marinette, sé que es sorprendente pero necesitamos volver a la acción, tu cuerpo no podrá soportar mucho tiempo más —explicaba la kwami de la buena suerte— aún tienes fiebre, descansen 15 minutos y tenemos que volver a la lucha, por el bien de París y el suyo.

—Claro Tikki, toma —asentía Marinette mientras le acercaba una galleta a su amiga— No tengo camembert pero sí puedo ofrecerte una galleta pequeñito —le dijo a Plagg.

—No es necesario Marinette, aquí tengo lo que pide… Ahora ¿qué es lo que planeas qué hagamos? No podemos con todos ellos —cuestionó Adrien.

—Sólo necesitamos acabar con uno —habló tan natural que se sorprendió ella misma— no son nuestros amigos akumatizados, hay un sólo villano que está recreando a los anteriores.

—¿Cómo lo sabes?

—Kung Food está aquí pero mi tío se encuentra en Estados Unidos en este momento. Además salvé a Chloe de Antibug antes de encontrarte.

—¿Entonces?

—¿Chat…? —dudó en mencionar el nombre de su compañero— Sólo déjame descansar 10 minutos y luego pensaré en lo qué debemos hacer.

—Marinette, te enfermaste por tanto llorar anoche luego de que tú… —miró recelosa a Adrien.

—¡TIKKI! No importa ya, no es culpa de nadie el que yo esté así.

—Yo diría que Adrien si tiene que ver —dijo Plagg comiendo su queso— después de todo rechazó a Marinette diciendo que estaba enamorado de Ladybug, oh qué cómico.

—¡PLAGG! No te daré queso jamás —lo reprendió apenado— dejemos que Marinette descanse.

Marinette descansaba sobre un pequeño sofá que se encontraba en la parte final de su escondite. Adrien la miraba consternado, observaba como respiraba agitadamente y sus mejillas estaban coloradas. Adrien se acercó para inspeccionar la condición de la chica. Tikki intentaba reconfortarla acariciando su mejilla. EL minino comparaba sus temperaturas, sintiendo la diferencia de inmediato. Marinette al sentir el tacto salió de su ensoñación. Alejó la mano de Adrien para incorporarse y pedir a Tikki que la transformara.

—¡Marinette! ¡No puedes…!

—¡Chat Noir! —hizo énfasis en el nombre del héroe— Luego podremos preocuparnos de mi fiebre por el momento tenemos que encontrar al causante de todo esto.

—Está bien My Lady…

Ambos salieron de su escondite de manera sigilosa. Cada uno se dirigió al lado contrario, en caso de problemas sus intercomunicadores estarían siempre a la mano y encendidos. Chat tuvo la suerte de encontrarse con el causante de todo el alboroto. Era un joven el cual se hacía llamar "el Replicador". Antes de atacar avisó a Ladybug para vencerlo entre los dos, la chica no tardó en llegar al lugar donde se escondía su compañero. Su enemigo estaba tan ensimismado creando réplicas de sus antiguos contrincantes y aterrorizando a las personas que no se percató de la presencia de sus acompañantes. Chat se encargó de hacer la parte ruda del trabajo mientras su Lady ideaba qué hacer con el objeto que el amuleto encantado le había dado, un encendedor.

—¡Chat! Tenemos que acorralarlo alejarlo de la cera con la que crea sus réplicas.

El gato negro acató la orden de mediato dejándolo acorralado en un rincón. Ladybug aprovechó la oportunidad para tomar un aerosol y con el encendedor crear una llamarada que derritiera por completo la cera. Cuando no hubo quedado rastro del material la llamarada se extinguió y una pequeña mariposa negra intentaba alejarse del lugar. Repitiendo el protocolo de purificación. Ladybug y Chat Noir lograron vencer a su enemigo y restaurar todo el daño causado en la ciudad a causa del Akuma enviado por Hawkmoth. Cuando el joven rubio intentó chocar el puño con su compañera, vio como esta se desvaneció frente a él.

—¡Marinette! —logró atraparla antes de que su cuerpo cayera al piso— ¡Marinette! ¡Marinette! ¡Marinette! ¡Marinette!

No recibió respuesta alguna. Rápido se alejó del lugar para llevarla a un lugar seguro lejos de la vista de la gente. Mientras escapaban la chica perdió su transformación. Sin mucho tiempo para pensar, la llevó al mismo cuarto donde habían estado algunas horas atrás. Volvió a depositarla en el sofá mientras él mismo se destransformaba. Miraba a Marinette sorprendido. La culpa lo invadió, se sentía el ser más vil del mundo. Un día antes había rechazado los sentimientos de la chica apelando a su amor por Ladybug, qué irónico era que ella misma era su amada Catarina.

—No te preocupes, no lo sabías —interrumpió sus cavilaciones Tikki al ver el dolor en el rostro del chico— Ella sólo está sorprendida, ella te ama, ya sea como Chat Noir o Adrien, aunque ella no sabía que eran el mismo. —sonrió el kwami rojo— ahora hay que llevarla a su casa para que descanse un poco.

—Yo sólo quiero mi camembert —exigió Plagg agotado.

Adrien asintió, hizo una llamada para que el Gorila que tenía por chofer los recogiera en el museo y así poder llevar a la chica a su casa. Después de entregar a Marinette con sus padres explicó la situación y como ella se había sorprendido con el alboroto que ocasionó reciente villano. Los Dupain – Cheng agradecieron al chico el que protegiera a su hija. Ese día cerraron la panadería más temprano para llevarla al médico mientras que Adrien les pidió de favor que le mantuvieran al tanto de la salud de Marinette.

—Adrien ¿te encuentras bien? —preguntó Nathalie.

—Mejor que nunca —respondió.

Finalmente sabía quien era su Bugaboo, ahora sólo tendría que rectificar el trago amargo que había hecho pasar a su compañera de equipo y de clases. Sabía que no sería fácil lograrlo pero valdría la pena la lucha. Al fin la suerte parecía sonreírle, al cabo tenía a la Kwami de la buena fortuna de su lado.

¡Capítulo 1 finalizado! Yeiii, les agradecería mucho me mandara un review con sus opiniones. Nos leemos luego.

¡Chise!