Bleach y sus personajes son propiedad de Tite Kubo

Tierna mariposa salvaje

Huir

-mami cuando llegaremos a casa-le decía una niña de cabellos negros hasta los hombros y de grandes ojos azules-violetas adornado con un mechón de cabello en medio de ellos a su mama de rostro similar al de ella

-pronto Rukia…-le dijo la mujer mirándola con una dulce sonrisa por el espejo retrovisor

La niña observaba las luces de los edificios que brillaban por la oscura noche en la ventana mientras su padre de cabellos negros largo hasta los hombros y de tres mechones en su frente conducía en una autopista en curva cercana a un abismo

-Cuidado!-le escucho gritar a su madre, dejando de prestarle atención a la ventana fijo la vista en sus padres, perdiendo la conciencia al golpear su cabecita en el vidrio de la ventana por los movimientos forzosos del auto. La imagen de sus padres se hacía borrosa mientras cerraba sus logro mirar la silueta de su madre pasar del asiento del copiloto hasta los asientos traseros para tomarla en sus brazos y…

Rukia! Rukia! Rukia! Mamá! Mamá Mamá!

Abrió los ojos de golpe en la cama de madera mientras observaba a su hijo sentado a las orillas de la cama con su manito encima de su estomago quien la miraba expectante

-buenos días Hayato-se sentó en el colchón de la cama hecho de retazos de ropa y sabanas de cama

-buenos días mama, tuviste pesadillas de nuevo?-el niño se levanto de la cama camino a la mesa frente a él mientras introducía un vaso en un recipiente de agua entregándoselo a su mamá

-sí, hable en sueños?-a lo que el Hayato asintió, ultimadamente tenias sueños extraños de una niña igual a ella cuando tenía 5 años, una mujer y un hombre en un auto en una autopista cerca de un abismo, de noche y al final todo termina en gritos y en golpe en la cabeza.

Se levanto de la cama directo hacia las afuera de su casa. Una casa que a simple vista era de madera vieja con los techos agujerados; se acerco a la cocina, un fogón de leños en el que coloco una tetera

-Hayato! Trae agua y la leche-le llamo a su hijo

Momentos después su hijo se acercaba a ella con una gran taza y una bolsa de leche en polvo, todas las mañanas desayunaba leche caliente con pan que les horneaba la vecina de al lado Nozomi, una joven recién casada de cabellos verdes oscuros y con su esposo Kon de cabellos Rubios.

-Mami! Iré a jugar con el señor Kon!-a lo que su madre acepto con un ademan después de desayunar su hijo pasaba toda la tarde jugando videojuegos con la consola de sus vecinos, a decir verdad no conocía tan buenas personas desde hace mucho tiempo.

El día paso rápido con los deberes del hogar, y su mirada se torno temerosa y preocupada, iba a llamar a Hayato cuando un ruido en la puerta le hizo sudar frio.

-Rukia!-escucho una voz ronca y tosca seguido del ruido de objetos al caer al suelo

Entonces regreso a la casa, considerando que su hijo estaba mejor en la casa del vecino mientras dormía a su esposo recién llegado. En cuanto entro por la puerta trasera de la casa se encontró con el hombre de cabellos celestes, con la camisa blanca medio abierta y sucia, con los pantalones rotos, en el suelo aferrado en la puerta.

-Grimmjow que te paso!?-mientras se acercaba a él le tomo el hombro pero solo recibió un fuerte empujón que la envió al suelo

-que te pasa!-le grito-esa es la manera de saludar a tu marido!-se levanto con torpeza caminando hacia ella mientras que a la morena se le dilataban los ojos de verlo tan cerca-y que pasa con esa expresión-tomándola del cabellos-te doy miedo eh? Es eso?

-basta Grimmjow estas borracho!-tratando de separarse de él

-no lo estoy, acaso sientes el olor a licor-acercando su boca a su nariz y exhalaba su aliento

"tabaco? No! Es marihuana…esta drogado!?" comenzó a forcejear, juraría que estaba arrancando las raíces de su cabello considerando que su cuerpo guindaba en el aire

-porque estas vestida así! Tu rostro esta asqueroso, porque no te vistes como las demás mujeres eh!?-tirándola al suelo.

Rukia sintió que los ojos le ardían, él tenía razón su cabello enmarañado le cubría el rostro escondiendo, su ropa remendada y su piel pálida tanto que parecía un fantasma. Trato de levantarse pero en eso…

-mami ya llegue!-escucho la voz de su hijo, quien entraba por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja pero se borro al instante al fijar sus ojos inocentes al hombre que estaba cerca de ella

-mami ya llegue?-el hombre repitió sus palabras de manera incrédula- Y qué hay de mi? Acaso no existo mocoso!?-comenzó a acercar a él, pero Hayato corrió hasta esconderse debajo de la mesa-salde ahí!-saco al niño del brazo mientras lo elevaba del brazo

-suéltame!-comenzó a gritar-que me sueltes-seguido de escupirle en la cara

En ese momento la morena observo horrorizada el gesto de Grimmjow mientras que Hayato apenas reconocía lo que había hecho. En eso la morena noto que el peli celeste levantaba la mano, así que se levanto corriendo hasta detenerlo, podía golpearla ella todo lo que quisiera pero a su hijo no.

-Grimmjow suéltalo!-le guiño fuertemente el brazo soltando el agarre-no lo trates como un animal, es tu hijo!-estaba furiosa, incluso había olvidado a que se enfrentaba

Entonces, escucho el inicio de una risa para convertirse en una carcajada maniaca de aquel hombre que sacaba una botella de alcohol de la bolsa trasera del pantalón.

-mi hijo? No seas estúpida, acaso crees que me trago el cuento que ese gusano es mi hijo, a leguas se ve que no tiene ningún parecido a mi?

En eso le daba toda la razón, su hijo era de cabello negro de mechones rebeldes y ojos azules-violetas al igual que ella, él era amable y cariñoso no tenía ni una pisca de parecido con Grimmjow Jeagerjaques, en eso se fijo en que estaba bebiendo frente a su hijo

-Grimmjow dame esa botella!-tomando el embace con demasiada fuerza y para mala suerte aquel hombre tenía débil el agarre, provocando que la botella callera al suelo tirando el liquido toxico que llevaba dentro

La morena miraba horrorizada la botella mientras que su esposo se acercaba a ella con pasos torpes y se arrodillaba en el suelo. Lentamente el de cabello celeste tomo la botella estrellándola contra la pared asustándola

-eres una buena para nada, no sé porque me case CONTIGO!-seguido de abalanzarse sobre ella hasta tirarla contra el suelo

Rukia gritaba desesperada tratando de quitárselo de encima, él nunca se comportaba de esa manera, era normal que todos los días llegara borracho pero solo le gritaba tal vez uno que otro golpe pero al final caía dormido en el suelo. Siguió forcejeando esperando que se cansara hasta que sintió un helado y frio vidrio cortarle el hombro izquierdo causándole un grito de dolor

-mamá!-escucho gritar a su hijo y como si pasase en cámara lenta su hijo se aferro al brazo de su padre tratando de apartarlo pero fui inútil al ser tirado por los aires hacia la pared

-Hayato!...Grimmjow!-grito al ver como se apartaba de ella caminando hasta el niño que al parecer estaba inconsciente

-tú eres una molestia!-grito elevando el brazo con la botella rota apuntando al cuerpo de su hijo

La morena no sabía qué hacer hasta que noto una tabla con la que forzaban el cierre de la puerta. El hombre iba a encestar el golpe al niño inconsciente pero su brazo cayó pesadamente al sentir un profundo dolor en la parte trasera de la cabeza, cayendo contra el suelo.

El cuerpo de la morena soltó la tabla mirando con sus pupilas dilatadas el cuerpo inconsciente de su esposo frente a su hijo. Se acero temerosa hasta su cuerpo arrodillándose frente a él, tomándolo en sus brazos

-Grimmjow?-susurro agudamente-Grimmjow!?-comenzó a agitarlo hasta que sintió algo húmedo en sus manos

Coloco sus manos frente a sus ojos mirando el carmín liquido en sus manos…era sangre. Fijo su mirada en el cuerpo de su esposo siendo rodeado por una mancha de sangre. "lo mataste" escucho la voz de su conciencia. Como si eso fuese un sueño se tomo la cabeza con ambas manos mientras las lagrimas surcabas sus mallugadas mejillas, no podía haberlo matado no tenía tanta fuerza como para hacerlo. Entonces si lo había matado, que le diría a la justicia? No podía dejar su cuerpo ahí pero…si la metían en la cárcel por homicidio? Su hijo iría a un orfanato donde seguro lo maltratarían y con el tiempo la odiaría por eso.

Fijo la mirada en su hijo, no podía hacer, no mientras ella pudiese hacer algo. Con su rostro ensombrecido se levanto del suelo tomando una de las sabanas remendadas abriéndola en el suelo mientras la llenaba de ropa, una sabana, agua, restos de pan, leche en polvo y lo que se suponía que era la cena; en bolsa de plástico.

Amarro la sabana de sus extremos, entonces se dirigió donde su hijo tomándolo en brazos y encima de él coloco la sabana hecha bola. Salió de la casa sin antes ver por última vez al hombre que había matado, aquel que la maltrataba, a ella y a su hijo pero aun así amaba

"perdóname Grimmjow…por favor" derramando a mares lagrimas salada. Al salir a la calle se encontró con su vecina preocupada al verla tan abultada, pero lo único que pudo hacer fue correr lo más rápido que podía con su hijo en brazos, mirando de reojo la reacción de Nozomi abriendo los ojos en par al ver que entraba al que fue su hogar, entonces aumento la velocidad de sus pasos sin embargo no se dio cuenta que corrió hacia la calle principal por la que transitaban autos en demasía siendo escandalizado por el claxon de uno de ellos, lo único que pudo ver fue el alucinante brillo de las luces del auto, automáticamente cubriendo con su cuerpo a su hijo, esperando el terrible golpe…golpe que no llego pero si la voz de un hombre

-por todos los cielos señora está bien!-al no sentir el golpe se incorporo siguiendo con sus ojos el dueño de esa voz, un hombre cabellos negros, de barba y vestido con un traje elegante

-si…-dijo conmocionada aun con lo sucedido

El hombre le observo muy expectante, desde sus pies descalzos hasta sus cabellos que le cubrían el rostro, asiéndola sentir nerviosa para sentirse asuntada al ver que se enfocaba en su hijo, así que hizo un intento de correr pero el hombre la tomo de brazo

-es la madre de ese niño?-tardo un poco de analizar su pregunta a lo que tardíamente asintió-no tiene hogar?-negó, aturdiéndola por sus extrañas preguntas-bien, entonces…

-viejo con que estás perdiendo el tiempo!-escucho una voz varonil detrás del hombre de barba, viendo una silueta de gran altura seguido de un ceño fruncido y una extraña cabellera…naranja?

Abrió los ojos en par al ver aquel hombre joven, su rostro era precioso, sus ojos era color ámbar casi confundible con el oro puro, un ceño que le hacía ver atractivo y ni hablar de lo bien que le quedaba el traje negro con la camisa a medio abrochar dejando ver de lo que era una perfecta musculatura de su pecho, pero toda la magia acabo cuando aquel guapo hombre le miro formando un gesto de desagrado

-por favor!-dijo el de cabellera naranjo colocando su mano en la frente-dime que no estamos retrasando el viaje por esta vagabunda-escupió ácidamente, que por alguna razón la morena se sintió dolida

-Ichigo! Que es esa forma de hablar!-escucho una voz dulce de una mujer de vestido largo y de tela de seda fina color gris-no es un animal al que te refieres en un ser humano, más aun, una mujer

Ante el comentario de aquella bella mujer de cabellos castaños el hombre se fijo en ella intimidándola por su fría mirada. Ahora no entendía que hacia ahí, debió haber corrido desde que aquel hombre le insulto.

-tu hermosa madre tiene razón, después de todo esta mujer trabajara en nuestra casa-dijo el hombre de barba

-Que !? -gritaron Rukia y el de cabellera naranja

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Hola! (^^)/

Espero que esta nueva historia sea un agrado para lo que leen mis fic y para los que no, también.

En el siguiente capítulo: Amigos

Espero todas sus opiniones quejas y sugerencias y como siempre digo…

Me dejan un review…si?

Nos vemos (^^)/