CAPITULO 1
NO ME QUIERO CASAR
Después de la lucha contra Hades y que los caballeros dorados habían sido resucitados gracias al poder de Athena, todo parecía estar en calma, al grado que los santos dorados sentían que a veces los días se les iban con demasiada calma, por tal motivo, los santos habían tomado ya por costumbre reunirse a pasar el tiempo y aunque no todos se llevaban bien tenían una buena convivencia.
Uno de esos días en los que los santos de oro se habían reunido en la casa de libra pues como niños visitaban al viejo maestro, para que les contara las anegadotas que había vivido en su juventud con el patriarca Shion, en esas estaban conversando y riendo cuando un guardia apareció en la puerta de la casa de libra, traía un mensaje para Mu, el patriarca deseaba verlo inmediatamente, el caballero dorado dejo la reunión y se encamino a ver a su maestro, al llegar a la sala mayor el patriarca se puso de pie para recibirlo.
_ Maestro, me han dicho que deseaba verme_ Mu saludo con una profunda reverencia.
_ A si es, tengo noticias muy importantes_ El patriarca se acerco y tomo al caballero por los hombros esbozando una amplia sonrisa._ Mu, ¿Que edad tienes?
Aquella pregunta y la actitud de su maestro desconcertó un tanto al caballero quien enmudeció un momento antes de responder con voz titubeante.
_ 24 maestro, pero ¿A que viene esa pregunta? Usted mejor que nadie conoce mi edad.
El patriarca se alejo y tomo una carta que estaba en una mesa y levantándola para que Mu pudiera verla y aun esbozando aquella sonrisa que Mu no sabia como interpretar su maestro le soltó aquella noticia a quema ropa.
_ Mu, vas a casarte_ El joven caballero, casi se desmaya al escuchar aquellas palabras, tenia la garganta seca y un frío glacial le recorría el cuerpo.
_ Pero, maestro, debe estar mal… no puedo casarme, ¿Quién ha decidido eso? Ni siquiera se con quien se supone esperan que me case.
_ Mu tu mejor que nadie sabes que nuestro linaje esta en decadencia, solo quedamos tu, Kiki y yo, esa joven pertenece a nuestra misma raza, así que se ha arreglado esa boda entre tu y ella, se que es difícil de digerir pero, piénsalo un poco, ella vendrá al santuario en un mes para que se conozcan y para la boda, tómalo como una oportunidad.
El santo de Aries suspiro, no le quedo mas que asentir, después se retiro a su casa, el resto del día se la paso pensando en lo que había hablado con su maestro, todo aquello no terminaba de entrarle en la cabeza, el estar atrapado en un matrimonio arreglado con una perfecta desconocida, en verdad era algo que no tenia cabida en su mente, jamás paso por su cabeza la idea de casarse, mucho menos de tener una novia y ahora estaba obligado a casarse, si tanto le interesaba a su maestro preservar el linaje ¿Por que no se casaba el con esa chica?
_ Aquí estas, ya nos han dado las buenas nuevas, uno de los caballeros mas serios va a casarse_ Aldebarán, miraba a su vecino agachar la cabeza, Aioria y Milo quienes venían acompañando al caballero de Tauro se acercaron y tomaron asiento junto a Mu en la escalinata de la casa de Aries.
_ No te vez muy feliz, lo entendería si fueses del tipo que acostumbra a salir con mujeres_ Milo le paso el brazo por los hombros a su compañero quien seguía con al mirada clavada en el suelo.
_ Ya se, seguro estas preocupado que tu futura esposa no sea de tu agrado_ Mu se puso de pie y miro a sus compañeros, Aioria pensó que había dado en el clavo con su comentario.
_ No, yo no quiero casarme, soy un caballero y quiero seguir siéndolo, no quier casarme ni con esa mujer ni con ninguna otra_ el caballero miro a sus compañeros quienes se veían extrañados, pero también parecían entenderlo.
_ Mu, no creo que el matrimonio cambie el hecho de que seas un caballero, pero si no deseas casarte, habla con el patriarca._ Mu meneo la cabeza lo que extraño a Aldebarán.
_ Ya se lo dije, pero el quiere que lo vea como una oportunidad, de que nuestro linaje prevalezca._ La amargura en la voz del santo de oro era total, en verdad parecía totalmente desolado como si mas que darle la noticia de su compromiso, le hubieran dicho que lo mandarían a ejecutar.
Los días pasaban, en poco tiempo todo el santuario estaba enterado de que el caballero de Aries contraria matrimonio, la mayoría de los caballeros se preguntaban acerca de que clase mujer seria la futura esposa del santo, pero sin duda las mas emocionadas eran las amazonas quien no dejaban de hablar sobre la boda, aunque en poco tiempo la desilusión de las mujeres fue enorme cuando se enteraron que el patriarca no tenia pensada una ceremonia ni nada por el estilo solo una sencilla boda para dar la bendición de Athena a la pareja. Por otro lado, los santos de oro se pasaban el tiempo tratando de animar a Mu quien cada día estaba mas y mas cabizbajo, pero nada parecía animarlo, incluso Dohko intento hablar con Shion pero fue inútil, pues a pesar de que este entendía que un matrimonio arreglado no era del agrado de su pupilo, era algo necesario.
_ Mu tu novia llegara en menos de una semana, al menos deberías intentar verte menos demacrado_ el caballero de Acuario miraba a su compañero, quien a raíz de la noticia dormía muy poco y comía mucho menos.
_ No me interesa como me vea esa mujer, no quiero casarme con ella_ Mu contesto de modo seco y agresivo, se recargo en una columna y cerro los ojos, sentía el cansancio pero siempre que intentaba dormir, terminaba teniendo pesadillas donde su maestro lo perseguía para obligarlo a casarse.
_ Mu ¿No has pensado que quizás esa mujer la esta pasando peor que tu?_ Mu abrió los ojos de golpe y miro a su compañero_ Por si no te has dado cuenta es posible que a ella también la estén obligando a casarse contigo, y fuera del echo que también es lemuriana no sabes mas de ella, ni su nombre, o su edad. Al menos deberías presentarte de modo amable, puede que incluso si los dos están en desacuerdo con la decisión del matrimonio puedan convencer al patriarca de olvidar la idea.
Aquella idea le pareció fantástica a Mu, que aunque era un tiro al azar, era mejor que quedarse de brazos cruzados esperando que un milagro de los Dioses lo sacara de aquella situación.
_ Pues dudo mucho que alguien no se quiera casar con el caballero de Aries._ Mu y Camus voltearon a ver a aquel que se entrometía en su conversación, se trataba de Afrodita, ambos caballeros pusieron cara de pocos amigos, pues desde que el compromiso de Mu se había echo publico este no paraba de molestar al santo con consejos sobre como debería tratar a su futura esposa.
_ ¿Y tu que sabes?_ Camus le puso una cara a su vecino que hubiera echo temer a cualquiera por su vida, pero el caballero de Pissis ni se inmuto
_ Pues mas que ustedes si, esa… Mujer sabe perfectamente quien es su futuro esposo, y al parecer no ha puesto ninguna objeción al matrimonio.
_ Eres un mentiroso, ¿Como es que te has enterado?_ Mu taladraba a Afrodita con la mirada.
_ A diferencia de ti que has estado huyéndole al patriarca, yo he estado mas al pendiente, así que se que el patriarca ha estado en constante comunicación con quienes traen a tu futura esposa, que por si no lo sabes, viene del Himalaya, así que se amable y agradecido, tu futura esposa ha hecho un viaje muy largo para venir hasta aquí.
Mu se quedo sorprendido de que Afrodita tuviera esa información, de modo que sin perder tiempo se encamino a la cámara del patriarca para saber si aquello era verdad o solo una jugarreta de Afrodita, encontró a su maestro tranquilamente en el balcón observando el santuario.
_ Mu, ¿Estas bien te vez muy pálido?_ Mu se dio cuenta que su aspecto se había desmejorado mucho al escuchar a su maestro y ver su rostro de preocupación.
_ Si estoy bien, pero he venido a verle para preguntarle algo… Es que Afrodita ha dicho que esa mujer con la que pretende que me case, no ha puesto objeción alguna y que usted ha estado en contacto._ Shion tomo a Mu por los hombros, quien a cada palabra que pronunciaba se alteraba un poco y a esas alturas sus manos temblaban, de modo que hizo que su pupilo tomara asiento en la banca que estaba cerca del barandal.
_ Mu, tranquilo, si querías saber algo bastaba con que me lo preguntaras, con gusto te hubiera dicho lo que quisieras. Si esa joven no ha objetado al respecto de su unión._ Shion miraba a su pupilo con preocupación, era de naturaleza tranquila y verlo así le era sumamente extraño pero sobre todo preocupante.
_ ¿Y ella sabe algo de mí?_ El caballero soltó aquella pregunto con toda la calma de la que pudo echar mano, tenia la mirada clavada en el suelo.
_ Si, ha estado bastante interesada en saber quien eres.
_ Y usted le ha dicho todo acerca de mí, ¿Y que puede decirme de ella?
Shion no entendía a que venían todas esas preguntas y veía como su alumno estaba cada vez mas molesto.
_ Si he estado respondiendo todas las preguntas que me ha hecho, y sobre ella, su nombre es Yared, nació y creció en el templo de los Himalayas, eso es todo lo que se._ un silencio incomodo se apodero del lugar, el cuerpo de Mu temblaba pues un sin fin de emociones se acumulaban en su interior.
_ Mu, no pensé que tú quisieras saber algo de ella, has estado tan distante que pensé que preferías no saber. _ Shion le puso la mano en el hombro a su pupilo, pero este la aparto de un manotazo y se puso de pie, aquello confundió por un momento al patriarca.
_ No me interesa saber nada de esa mujer, no quiero casarme ni con ella ni con ninguna otra, si tanto le interesa el que nuestro linaje prevalezca entonces tómela usted por esposa._ El tono de voz de Mu era de profundo enojo casi un grito, Shion se irguió y confronto a su alumno.
_ Mu no te permito que uses ese tono conmigo, soy tu maestro y el patriarca del santuario, me debes respeto, ella llegara aquí en menos de una semana, vas a recibirla y te casaras con ella.
_ No puede obligarme, me opongo rotundamente a un matrimonio arreglado aun y cuando nuestro linaje este en decadencia- _El patriarca hizo callar en seco a Mu tomándolo por el cuello y de un movimiento lo hizo caer al suelo, miro fijamente a su alumno quien tosía y buscaba incorporarse.
_ Nuestro linaje esta en decadencia, y aun con un heredero como lo es Kiki, tu irresponsabilidad lo ha puesto en peligro mas de una vez. Te ordene que lo mantuvieras en la torre de Jamil, pero me desobedeciste, lo enviaste como un lacayo a acompañar a los caballeros de bronce en mas de una batalla, donde pudo haber muerto, sabes lo importante que es ese niño para nuestro linaje. Toma este matrimonio como una orden, y espero que la cumplas de mejor modo que cuando te encomendé a Kiki.
El patriarca se fue dejando al caballero solo, Mu no pudo evitar que sus ojos derramaran algunas lagrimas de frustración, en poco tiempo estaría casado y obligado a preservar a su raza, era un destino que no deseaba, pero se obligaba a pensar en las palabras de su maestro y pensar que era su castigo por poner en peligro a Kiki, quizás eso le ayudaría a sobre llevar aquel destino.
Pasaban los días, Mu se pasaba el tiempo junto a Dohko pues tenia un sin fin de preguntas que de no haberse dado aquel episodio con su maestro las hubiera usado de argumento para intentar que anulara su compromiso pero después de lo que había ocurrido, no podía mirar a su maestro a la cara mucho menos tratar de persuadirlo de que no podía casarse a la fuerza.
_ Mira puede que quienes preguntaban por ti fueran los sacerdotes que traen a la muchacha y ella esta igual que tu tal como lo dijo Camus._ Dohko se encontraba recargado en un árbol mirando a Mu quien estaba recostado boca a bajo en el césped, ese día se habían enterado por Afrodita, quien seguía al pendiente de todo, que Yared estaba en Grecia y ya en poco menos de dos días estaría en el santuario y Mu pasaría a ser un hombre casado.
_ Pero y si a ella también la obligan, estaremos en un predicamento, una cosa es solo casarme con ella y listo y otra que mi maestro espera que tenga hijos con ella.
_ Siempre puedes adoptar a Kiki, después de todo lo has cuidado desde que era pequeño_ Dohko soltó una carcajada, a lo que el santo de Aries solo suspiro.
_ Por favor es enserio, si ella no se quiere casar y yo tampoco como pretende que tengamos hijos, y aunque ella se quiera casar no voy a tocarla.
_ Lo dices como si te fuera a contagiar de algo si lo haces, mira ya no pienses tanto, no resuelves nada quemándote la cabeza.
Dohko buscaba animar al joven pues entendía la presión por la que pasaba, también entendía a su compañero pues después de todo no solo era el patriarca si no uno de los últimos de su raza, quienes durante mucho tiempo habían llevado el patriarcado del santuario y estado al servicio de Athena y aunque no era una tarea fácil decidir la unión de dos personas tampoco lo era el quedarse de brazos cruzados a esperar a que por designio de los Dioses que Mu o Kiki preservaran su linaje, pues a todas luces el actual caballero de Aries no tenia ni la mas minima intensión de cortejar a una mujer y el otro aun era un niño pero con Mu como su maestro seguro no seria muy diferente a el.
Dohko dejo a Mu en la casa de Aries al caer la noche, donde el joven no paraba de mirar hacia la entrada principal del santuario, sentía que su vida acabaría en cuanto aquella mujer Yared cruzara por ella, se sentía bastante solo, pues muchos le felicitaban y le decían que fuera mas positivo con respecto al matrimonio, pero no podía ser positivo a algo que definitivamente no quería, no deseaba cambiar su vida como caballero.
_ Maestro, ¿Pensé que no estaba?_ Kiki corrió a ver a su maestro, quien apenas si pudo esbozar una sonrisa al ver a su aprendiz.
_ Hace poco que regrese, ¿Que ocurre? Creía que estarías con Shiryu en Japón_ Mu le había dado permiso a Kiki de visitar a Shiryu y los demás pues los caballeros de bronce le tenían un cariño especial al pequeño pelirrojo.
_ Bueno es que los caballero de bronce y Athena han venido al santuario… ¿Maestro es verdad que va a casarse?_ Mu casi se va de espaldas al escuchar a su alumno, y con pesar asintió.
_ ¿Cómo es que se han enterado?
_ Bueno Marin y Shaina fueron a buscar a los caballeros y nos dijeron que usted se casaría, pensé que era un error._ Mu se sentó en las escaleras del templo, su aprendiz se sentó junto a el y como cuando era mas pequeño reclino su cabeza en el regazo del caballero de Aries, Mu le paso la mano por la cabeza.
_ Maestro, si usted se casa ¿Qué va a pasar conmigo?
_ ¿Pero que dices Kiki? ¿A que te refieres con eso de que pasara contigo?_ Mu se extraño al escuchar las palabras de su pupilo, el pequeño comenzó a temblar, Mu lo tomo en brazos y lo levanto, Kiki no levanto el rostro pues estaba tratando de no llorar pero a todas luces le era imposible pues su rostro estaba bañado en lagrimas.
_ Si usted se casa, va a tener hijos y yo ya no seré mas su alumno y si su esposa no me quiere cerca, ¿Qué are entonces maestro?_ Kiki le echo los brazos al cuello a su maestro, este lo abrazo y espero un momento para que el pequeño se desahogara, cuando noto que estaba un poco mas calmado lo separo de si.
_ Kiki, este matrimonio no es por que yo lo desee, y aunque así fuera, siempre serás mi alumno, tenlo por seguro no permitiré que nadie cambie eso._ Mu seco las lagrimas de su aprendiz.
Esa noche sintió la tranquilidad que había perdido desde que le informaran del arreglo de su matrimonio, quizá se debía al echo de que su alumno estaba tan preocupado como el por el cambio que esa boda representaba, quizás no podría cambiar el echo de que lo forzaban a casarse, pero no permitiría que eso cambiara algo en el, podían forzarlo a casarse mas no a cambiar.
Pasaron cuatro días y no había rastro de los sacerdotes que traían a la prometida de Mu, el patriarca estaba muy nervioso, ya estaba considerando la idea de enviar a alguien a ver que pasaba, pero antes de que los nervios le provocaran un infarto al patriarca recibió a uno de los sacerdotes quien le aviso que la futura esposa del caballero de Aries se había empeñado en prepararse para la boda y para su futuro esposo y a eso se debía la tardanza pues no lograron hacerla desistir de su postura pero pronto estaría en el santuario, aquello dejo al patriarca mas tranquilo, sobre todo por que la actitud de la joven le demostraba que estaba interesada en aquel matrimonio y quizás ella podría hacer que Mu lo tomara de mejor modo.
Al atardecer los caballeros de oro fueron convocados a la sala del patriarca, Athena y los caballeros de bronce también estaban presentes, Mu estaba de pie junto al patriarca con expresión de total indiferencia.
_ Mu por favor compórtate, piensa un poco en lo que ella ha hecho para venir hasta aquí, al menos podrías mostrar una expresión mas amable_ Shion miraba a su pupilo quien no le dirigió la mirada.
_ Lo que ella quiera hacer no es asunto mío y por si no lo recuerda maestro, yo estoy en contra de este matrimonio_ Shion dio un suspiro, prefirió no decir nada mas pues no quería que las cosas se pusieran mal.
Al poco la enorme puerta principal se abrió, tres hombres vistiendo túnicas color azul turquesa venían escoltando a una pequeña figura, ataviada con ropajes blancos y un velo que la cubría por completo, uno de los hombre se acerco y saludo al patriarca quien le devolvió el saludo amistosamente.
_ Maestro, ha sido un viaje muy largo, me imagino que el joven ha esperado tanto este momento_ Shion sonrío y con un ademán le indico a Mu que se acercara, a lo que el caballero dio un paso al frente e hizo una reverencia a modo de saludo.
_ Al parecer no tanto como la novia, pero que más podemos decir si no se han visto aun._ Shion miro hacia donde esperaba la joven y después miro a su alumno con disgusto, era obvio que la actitud de Mu no le estaba agradando en lo más mínimo.
_ Quizás cambie de opinión cuando vea a su futura esposa_ Aquel hombre le hizo un ademán a la joven quien dio unos cuantos pasos al frente, una mano delicada y de piel blanca asomo por la manga de la tunica y lentamente tomo el velo que la cubría, pero de pronto las cosas dieron un cambio radical pues de un tirón la tunica y el velo fueron arrojados al suelo y aquella joven que hasta hace un momento parecía una delicada flor, se mostró con un traje de combate y desplegando dos espadas, ataco al santo de Aries quien por poco y no la cuenta.
_ Por todos los Dioses Yared ¿Que crees que estas haciendo?_ El hombre temblaba de pies a cabeza, la joven de larga cabellera rojo sangre miraba al caballero de Aries quien apenas si creía lo que veía, los demás caballeros presentes miraban igualmente impresionados la escena pues se esperaban una boda no un combate.
_ Caballero de Aries, si crees que aceptare un matrimonio arreglado estas equivocado, y mucho menos con un hombre débil._ La joven pelirroja ataco de nuevo encendiendo su cosmos, Mu por instinto utilizo su telequinesis para repeler el ataque pero al estar tan confundido y con las emociones a flor de piel por todo lo ocurrido aquel mes, no midió su fuerza y arrojo a la joven quien golpeo con fuerza contra una de las columnas y cayo inconsciente, los tres sacerdotes se apresuraron a ver el estado de la chica, después de unos momentos se disculparon y sacaron a la joven del lugar, todo aquello era una locura, al poco el mismo sacerdote volvió, estaba pálido y echo un manojo de nervios, a como pudo le explico al patriarca que habían tenido algunos problemas cuando se le menciono a la chica sobre el matrimonio pero que después pareció aceptarlo y preguntar mas sobre su futuro esposo, y todo aquello de pelear contra Mu fue debido a que la joven pensaba que si seria obligada a casarse con un extraño debería al menos ser capas de vencerla en combate, cosa que había ocurrido, el hombre pidió una disculpa y que solo le diera un par de horas para que la joven reposara y así pudieran concluir la unión. El patriarca estaba totalmente serio, les dijo que esperarían hasta que fuera propicio y que ella se recuperara del todo, para consolidar la unión, después les dijo a todos que se retiraran.
_ Bueno Mu creo que tu novia tampoco se quería casar contigo, pero después de derrotarla te has ganado el derecho de ser su esposo._ Camus le palmeo la espalda a Mu quien se sentía pésimo después de lo que había ocurrido.
_ Pero tómalo por el lado positivo, es bastante linda, solo esperemos que no te quiera matar en la noche de bodas_ Milo le guiño el ojo al santo de Aries.
_ Ya basta, pienso hablar con ella, si no se quiere casar no voy a obligarla, aun y cuando la aya derrotado._ Mu se encamino hacia su casa, pues no estaba dispuesto a seguir escuchando a sus compañeros, pero al doblar en una esquina una espada le apuntaba al cuello, frente a el estaba de nuevo aquella joven.
_ Oye calma, mira lo que paso en la sala del patriarca ha sido un error no tienes que casarte conmigo, yo tampoco quiero hacerlo.
La joven bajo la espada y miro al santo con detenimiento, Mu no entendía si ella comprendía que no estaba dispuesto a obligarla a casarse.
_ Pues yo no pienso quedarme así, lucharemos después y limpiare mi honor y así no tendré que unirme con tigo, no soy una sacerdotisa ni nada por el estilo caballero, soy una guerrera y no pienso que las cosas se queden así.
Dicho aquello la joven dio media vuelta y se retiro, aquello parecía que no seria fácil pero al menos ella estaba dispuesta a no someterse a la voluntad de los demás.
_ Bien Mu si no te casas tú con ella yo estoy dispuesto a luchar para que se case conmigo._ Mu volteo y a sus espaldas estaban Milo, Mascara de muerte, Camus y Aldebarán.
_ ¿Se puede saber que hacen espiándome?_ Milo se acerco le dio un apalmada a Mu en el hombro.
_ Calma nadie te espiaba, es solo que esa lindura de prometida que tienes eligió el camino hacia las 12 casas para acorralarte así que, que esperabas, nosotros también vamos hacia aya.
Mu miro a sus compañeros prefirió no decir nada sobre todo por el comentario pues aunque le tenia si cuidado quien lo había dicho no quería que lo tomaran como si le importara si alguien tenia interés por ella.
A la mañana siguiente algunas amazonas estaban en los patios del santuario, todas estaban impresionadas con Yared quien a pesar de aun tener algunas heridas estaba entrenado, Mu y Aldebarán la observaban, este ultimo aunque no dudaba del poder de su compañero estaba seguro que el resultado del día anterior se debió a que posiblemente la joven se había confiado pues era evidente que era bastante fuerte, en un momento el esfuerzo fue tal que Yared cayo de rodillas y al intentar ponerse en pie, su equilibrio le fallo y volvió a caer.
El santo de Aries se acerco y le tendió la mano para ayudarla a levantarse, pero aun con el apoyo de Mu la joven volvió a perder el equilibrio, de modo que el caballero de la tomo en brazos y la llevo a la sombra para que descansara.
_ No te vez nada bien, aunque no creo que tus heridas sean grabes_ Mu intento ver si alguna herida era mas seria de lo que creía pero Yared lo parto un poco y se quito la camiseta de entrenamiento que traía puesta debajo portaba una blusa mas pequeña, aquello hizo que ambos caballeros dorados se sonrojaran un poco.
_ No seas ridículo, estas heridas no son nada, es este odioso calor es insoportable_ La joven se cubrió el rostro con las manos pues se sentía verdaderamente mareada.
_ Es verdad, tu vienes de los Himalayas, es obvio que este clima es demasiado caliente para ti, quizás debamos llevarte a que descanses.
Mu estaba a punto de cargarla de nuevo pero ella se levanto de inmediato, y aunque era evidente que seguía mareada rechazo la ayuda de Mu y Aldebarán.
_ Bueno parece que esa joven es una guerrera de hecho y derecho, quizás debas replantearte la idea de casarte.
Mu miro a su amigo en busca de que algo le indicara que le estaba tomando el pelo pero la expresión del guardián de la casa de Tauro le indicaba que hablaba en serio.
_ No lo creo, en verdad no deseo casarme ni estar con una mujer, soy feliz con mi vida como caballero y quizás ella también este feliz con su vida tal y como es y no quiera a un hombre a su lado, menos aun si es a la fuerza. Solo nos obligan a casarnos por pertenecer a la misma raza, si no fuera a si no estaríamos en esta situación.
_ Bueno siempre pueden cambiar las cosas, y como ya alguien esta interesado en ella quizás puedas alegar que ella ama a otro hombre, bueno si es que consigue conquistarla.
Mu no entendió a quien se refería Aldebarán, pero seguro era alguno de los caballeros dorados, debido a lo que habían dicho cuando se retiraban, si es que esa persona lograba conquistar a Yared, tal y como decía su compañero quizás podría disolver el compromiso aunque eso si su maestro lo odiaría por el resto de su vida.
Hola soy Madaraki
Athena busca ayudar a Shion para que Mu y Yared acepten su unión y convence al patriarca de celebrar una boda con todo detalle y comienzan los preparativos. Los caballeros de oro comenzaran una extraña rivalidad, Mu pasa a conocer un poco más sobre Yared.
La rutina y la vida de los santos de oro cambia, situaciones divertidas y otras no tanto se les presentaran a nuestros caballeros.
El próximo capitulo:
Preparativos para más que una boda
