NessXLucas si no le es de su agrado le pido que se retire.

Espero que les guste este fic, reirán mucho.

Los personajes no me pertenecen.


Lucas

Se acercaba el día más esperado para... algunos. La cena navideña es lo que a todos nos importa ante todo lo demás.

Master Hand nos reunió a todos en el vestíbulo de mansión Smash. Todos los luchadores estábamos presentes ahí, esperando que él hablara de una buena vez.

Él nos señaló con su dedo índice. Temí que algo malo había hecho uno de nosotros y por ende se nos aplicaría un castigo a todos por igual. Supuse que todos pensaban igual que yo «pensando que nos iba a castigar por culpa del Aldeano» que se robó la Buster Sword y el Monado. Por eso Master Hand nos prohibiría la preciada cena navideña. Era nuestro castigo o yo estaba muy preocupado y muy pendiente de ello.

Yo cerré fuerte mis ojos, me temía el castigo y un duro regaño.

Master Hand dejó escapar un suspiro no se de donde, pero lo hizo.

—¡Todos ustedes! —. Exclamó.

Yo lo primero que hice fue clavarle un mal de ojos a Strife Cloud. Yo no soy de andar maldiciendo ni de andar mirando a los demás así, pero él armó un alboroto cuando el Killager escondió su Buster Sword, si hasta hizo pataletas en el suelo, pero llegó Shulk y sus pataletas fueron aún más escandalosas y alaridas esto por la perdida de Monado. Ambos fueron los causantes de que nos llamaran la atención a todos... no había duda.
Al fin y al cabo las espadas las encontraron metidas en la cocina junto con los demás utensilios, también estaba metida ahí la espada maestra, pero Link ni se inmutó, él no es un escandaloso como Shulk y Cloud.

Bueno, como iba diciendo; miré a Cloud con el mal de ojo, él me miró con su rostro grácil, no sirvió mirarlo a él, mejor preferí clavarle la misma mirada para desquitarme con Shulk..., pero me mostró el dedo medio. Bueno, me desquité con Ness porque con Shulk no me resultó. Simplemente me sonrió y me saludó con su mano derecha.

—Todos ustedes —replicó Master Hand—. Tienen hasta las ocho para que salgan de la mansión. Es para que puedan ir por presentes o que se yo, pero, saldrán de pares y ustedes mismos escogerán a su acompañante las puertas de la mansión están abiertas desde ahora. Les recomiendo no perder más tiempo.

Me quede en estupefacto unos segundos... tenía todo el día libre. ¡Era genial! Y yo que pensé que nos quedaríamos sin cena navideña, ¡pero que loco soy al pensar tanta tontería! Era tan emocionante todo eso.


Ness

¡Súper, increíble, genial! Era el momento para salir con Lucas e invitarle a comer y a tomar helados.

—¿Lucas quieres ir conmigo? —Le pregunté.

—N-Ness... no puedo ir contigo... lo lamento.

¡Mierda! Tengo un montón de dinero para gastar en una cita, pero no quiere salir conmigo el muy hijo de su madre, que se joda, ya me conseguiré a un mejor acompañante.


Shulk

Se acercaba Cloud. ¿Qué? ¿Acaso pensaba que yo voy a llevarme bien con él como todos los demás?

Me acerqué a Ness antes de que Cloud me hablara.

—Ness come on?

—¡What are we waiting for! —Él exclamó de inmediato con una sonrisa.

Ambos hicimos una carrera hasta la salida de la mansión... y el patas cortas me ganó.


Cloud

Solo quería hacer las paces, es decir, bueno... no es que nos llevemos mal. Simplemente algunos de nuestros compañeros creen que somos enemigos, como agua y aceite, como Angelina Jolie versus Jennifer Aniston.

Yo no lo odio, pero él me odia porque supongo que... ¿Por que soy más blond que él? Realmente no tengo ni la más remota idea de cual será el motivo.

Cuando llegué aquí todos me acogieron bien excepto por él... ¡Espera! Lucus me había mirado muy feo. ¿Y si hago las paces con él? Pensé, Si, era lo mejor.

—Lucos quier... —Fui cortado abruptamente.

—¡Si! — Él me respondió de inmediato antes de que pudiera terminar lo que le iba a proponer.

Ambos fuimos primero por el dinero a nuestras respectivas habitaciones, Luego caminamos hasta un taxi que nos llevó al centro comercial. Miré a Lucos como es un pequeñín de los más Kawaii lo levanté y lo senté en mis hombros, parecíamos papá e hijo, lo pasamos muy bien.
—¿Vas a comprar algo para alguien? —me preguntó mi compañero chibi mega ultra kawaii.

—No sé a quién regalarle algo, creo que todos me odian. —Deduje—. Es mejor que comamos algo por allí.

—Entiendo —me respondió—. La mayoría de nuestros compañeros vinieron a este centro comercial ya que es el más cercano a la mansión.

—Si, yo veo a Wike y Mayro por ahí —señalé a Wike y a Mayro con mi dedo.

—Se llaman Ike y Mario.

—¿Locos quieres pasar a algún lugar?

—Me llamo Lucas y si, quiero ir a comer, quiero ir a la zona de los videojuegos, quiero ir al cine y no quiero, pero debo ir por un regalo para Ness.

—A comer primero, yo me muero de hambre —me quejé—. ¡Mira ahí están Chorizo y Piko!

—Son Charizard y Pikachu.

—Si, eso, eso.


Shulk

—¿Qué onda Ness? ¿Y esa cara de perro atropellado?

—No es nada —él me respondió cabizbajo.

—¿Quieres que te alegre el día?

—Nada me puede alegrar el día.

—Lucas no aceptó salir contigo porque si tú ves lo que él compra no podría regalarte nada.

—¡Si, lo sabía! —Gritó de la alegría, él pobre Ness casi se pone a llorar de la emoción cuando le dije eso.

Ambos corrimos hasta los videojuegos, jugamos un montón y la diversión perduró hasta que nos bajó el hambre entonces nos fuimos a comer. Yo pedí una pizza mediana en un patio de comida y Ness prefirió ahorrar, si; se metió dentro del contenedor de la basura y sacó un par de hamburguesas. Me contó que en Eagleland siempre conseguía las hamburguesas de esa manera.


Cloud

—Locos ya solo falta un cuarto para las siete.

—¡Que me llamo Lucas!

—Bueno Lucos tenemos casi una hora más y luego debemos irnos, no nos podemos pasar de las ocho.

—Está bien, ayúdame a buscar la tienda de deportes por favor.

—¿Le vas a regalar a Nuss un bate de béisbol?

—Y-yo... bueno si... ¡Se llama Ness!

Luacas estaba tan kawaii jugando con sus dedos y uno de sus pies jugaba con la cerámica del suelo y sus cachetitos se encontraban más rosaditos que nunca.

—Bueno Luka, vamos a la tienda de deporte.


Lucas

Por fin encontré la maldita tienda de deportes «por fin la encontramos».

—¡Oh my god! —Me pegué en la vitrina porque vi el bate más bello que había visto en mi vida se llamaba Saturn, eso estaba hecho para Ness y yo debía regalárselo.

—¿Ya le viste el precio? —Preguntó Cloud.

―¡Oh my god! Si compro el bate profesional me quedaré completamente en banca rota―. Me quejé.

Pero Ness lo necesita... miré mi mochila; me falta la mitad del dinero y eso que era ya bastante. No me alcanzaba. No me quedaba más que pensar en un bate de esos simples que parecía astillas al lado de ese que me gustó.

Cloud me quitó mi mochila. Ya no me importaba, no tenía sentido ya nada. Se quedó contando el dinero y mirando otros bates de menor costo. Él tomo uno que estaba justo al alcance de mi presupuesto y lo puso en la mesa para pagarlo con mi dinero.

—¡Me lo llevo! —él dijo apuntando el bate de la vitrina... ¿Qué estaba pasando ese loco? Cloud sacó de su bolso un enorme fajo de billetes y puso todo mi dinero en la mesa y lo que me faltaba de su parte.

Me quedé en estupor... él me dio lo que me faltaba.

—No hay necesidad de devolverme el dinero Lucos.

Él acarició mi cabello, lo despeino completamente, pero no me importó. Yo lo abrace y no pude evitar ponerme a llorar emocionado.

—Gracias, muchísimas gracias —le dije muy agradecido.

—Tenemos que envolverlo o Nuss se dará cuenta de lo que es —me dijo.