Visitas.
By:GretZilla
Hecho para misión_insana
Dedicado a mi amigo Gado quien con su mente bizarra me motiva a hacer fics diferentes.
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Sonó la campana de la escuela
-T.K. ya vinieron por ti –anunció la maestra
Y con rapidez el pequeño salió corriendo pues hoy lo iba a recoger su hermano, tenía mucho que contarle.
-Matt- gritó
-TK
El saludo se había convertido en un abrazo.
-¿Cómo estas?
-Bien, hoy me saque un 10 en este dibujo.
El dibujo mostraba a el y a su hermano.
-Dibujas muy bien campeón-al mismo tiempo que lo despeinaba.
-¿Quieres ir por un helado?
-¡Si!
-Mientras que te parece si me platicas que tal va tu escuela
-Pues David me cae mal por que hace mucho ruido, pero se ve muy gracioso cuando se mete la crayola a la nariz.
-Ja j aja, no vayas a imitarlo.
-No, ya lo se, mamá me lo dice mucho. Y la otra vez esta Kari me dio un beso aquí –señalando sus labios con su pequeño dedo índice- y me dio asco, además mis amigos se burlaron de mí.
-Con que te dieron un beso… -se detuvo frente a una banca de piedra que se cubría de una fina capa de escarcha levanto al pequeño, ahora este estaba a la altura del hermano grande, le dio un breve beso en los labios, su hermano estaba como jitomate.
De ahora en adelante le dirás a tu amiguita que el único que puede besarte ahí es tu hermano, TK no estaba seguro de lo que quería decir pero lo iba a obedecer.
-Oye ¿y si tu llegas a tener novia?
-Le diré lo mismo, son propiedad de mi hermanito- terminando la frase con un coqueto guiño.
-¿Qué te parece si dejamos el helado para otra ocasión? Aprovechamos que ya falta poco para llegar a casa.
-Si, pero con la condición de que mi helado tenga mucho chocolate
-Me parece bien – respondió Matt.
-Mamà ¡ya llegamos!- anunció el mayor
-Mami, mami- entro corriendo el pequeño a la cocina pero con la sorpresa de que no estaba.
-Tenemos suerte- comentó en voz baja el grande.
T.K. alzó las manos en señal de que quería que se le cargara, Matt se limito a mostrar una sonrisa y a subirlo en la mesa, comenzaron a besarse.
-T.K. sabes a pesar de no vivir aquí, te amo.
-Si, hermano, lo sé también se que es nuestro secreto.
-Hermano ¿Por qué no vives aquí? – cuestionó con ingenuidad el infante.
-Sabes que no puedo dejar a papá solo.
-Pero te extraño mucho
-Yo también- mientras seguía besándolo –Ahora hay que apurarnos mamá no ha de tardar.
Este asentó con la cabeza cerrando los ojos esperando que Matt hiciera su parte… como cada visita y es que ambos sabían que el tiempo separado valía la pena por momentos como ese, momentos donde solo ellos existían.
