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Navidad pre arruinada

Resumen: Una pelea por parte de la pareja podría arruinar lo importante de diciembre por suerte habrá quienes puedan cambiar las cosas, solo una pequeña ayudita, llegaron a pensar esos dos con una sonrisa maliciosa.

… . …

Volvimos a pelear— suspiró mediante la llamada — sí, al grado de irme de la casa.

Lamentaba cierta información. La mujer caminaba de un lado a otro tratando de solucionar algo por teléfono. Ahora pedía estancia en casa de su hermano mayor quien gustoso aceptó tener visitas, era navidad y lo único que quería era pasarla en familia pero era una lástima escuchar que su hermana había peleado con su marido hasta llegar a ese grado.

Claro, no era la primera vez que pasaba pero ahora todo era realmente distinto aunque lo único que le preocupaba ahora era llegar a casa de su hermano el cual inmediatamente la invitó a la cocina.

Sé que cuando peleamos nos separábamos, yo me iba y lo dejaba en su departamento pero hoy es diferente — explicó esa peli negra de veintiocho años. Cabellos negros, ojos color chocolate y cuerpo verdaderamente único, caderas fértiles, pechos grandes y piernas torneadas.

Prácticamente perfecta, su marido con quien llevaba diez años casada era un idiota.

En navidad — dijo su hermano. Cabellos negros, coleta bajo la nuca, ojos azules y cuerpo atlético. Miroku suspiraba sirviéndole agua a su querida y alterada hermana.

Sí, y siento arruinar tu día con Sango.

Tranquila Kag, la verdad era que no íbamos a hacer nada, de hecho… iríamos a visitarlos — rio, más aún cuando su hermana lo miraba con los ojos entrecerrados.

Sabes que odio las visitas sorpresa — gruñó, era así porque cuando la visitaban sin saber debía de hacer de comer y como normalmente tomaba su tiempo no quería que gente esperara. Ella era realmente buena, una persona maravillosa.

Lo sé, por eso lo hace divertido, ya incluso tenemos sus regalos — informó girando hacia el comedor.

¿Regalos? Dios… todo se ha quedado en casa, también compramos algo para las gemelas — hizo una mueca preparándose para beber de su agua pero prácticamente la escupió.

La mujer de la casa había hecho una tosca aparición justo al momento en que Kagome tomó agua esa castaña se lanzó a su espalda para darle un abrazo, y realmente lamentó hacerlo.

Después de disculpas y un cambio de ropa las dos mujeres pudieron sentarse a charlar mientras vigilaban que los pequeños tuvieran cosas seguras para el juego aunque prácticamente las gemelas de Sango tenían sus trece años, ellas bien sabían lo bueno y malo.

Entiendo Kag, yo dejé ir a Miroku a esa fiesta… pero él sí me dijo que habría mujeres — una mueca llegó a la castaña.

La pelea en el matrimonio fue por una mentira, una "pequeña mentira", había dicho el marido.

Inuyasha Taisho había acudido a una posada el día anterior, pero no era eso lo malo sino que negó haber estado cerca de una mujer siendo que había sido todo lo contrario y Kagome se enteró por otra persona y no por su marido, como se supone que debió de haber sido.

Por eso se molestó aún más, ella era celosa, tenía confianza pero derramaba celos con la mayoría de las cosas con mayoridad si se trataba de una persona, aquella acosadora de secundaria.

El problema no es que hubiera mujeres — gruñó vigilando a los pequeños — sino que estuviera charlando con Kikyo.

Escucharlo hizo que los ojos de Sango se abrieran de golpe — ya entiendo entonces, ¿aún es grave para ti?

¡¿Y cómo no?! — exclamó — ¡esa mujer prácticamente me pidió abortar!

Inmediatamente calló, sabía lo que vendría — ¿qué es abortar, mami? — inquirió una peli plateada niña de ocho años siendo seguida al instante por su hermano un año mayor — ¿qué? ¿qué es?

Lo explicaré cuando sean grandes ¿bien? Ahora sigan jugando con su primo — suspiró — gracias San — entrecerró sus ojos pero al verla reír y tomar de su té simplemente negó — es solo que… no me lo dijo él — mordió su labio.

¿Lo enfrentaste? Digo, ¿dejaste que hablara?

No, prácticamente hui de ahí ¿qué esperabas? Me lo dijo la cotilla de Kagura, me molesté por su cinismo y lo enfrenté.

¿Y? — alzó una ceja.

Osh— rodó sus ojos — al verlo tan sorprendido entendí que era verdad así que lo dejé, tomé ropa y… me llevé a los niños en la camioneta— terminó cabizbaja.

Tonta, ¡¿qué si le pasaba algo a los niños?!

Ahora lo entiendo, lo siento, fui impulsiva— susurró viendo a sus dos pequeños, si ella se alteraba y conducía algo malo podría llegar a pasar — prometo que no vuelve a pasar.

A mí no me lo digas, díselo a Inu.

Ambas sonrieron, y ahora… esas dulces mejores amigas se unían en un abrazo mientras que los dos hijos de la peli negra y el peli plateado se sonreían con malicia, saliendo rápidamente de la sala evitando a toda costa golpear a su tío Miroku.

Kag — llamó el hombre, riendo por la acción de sus sobrinos — Inuyasha llamó, dice que le informe si vienes ¿qué harás?

Al menos se preocupa, llegó a pensar — creo que… bueno — suspiró para sonreír — para no hacerlo más difícil he decidido escucharlo.

Suspiros, regaños, risas y miradas molestas llegaron a los tres adultos quienes ignoraban las acciones de los dos hijos de Kagome, Shauni y Kei.

Esos dos pequeños se escondían en la cocina, el pequeño vigilaba mientras su hermana hablaba por teléfono dándole una ayudita a su padre. Los hermanos no entendían la mayoría de las cosas de los adultos pero lo que si sabían era el amor que sus padres sentían pues a pesar de pelear seguido siempre terminaban con un abrazo.

Así que — ven y trae los regalosporque mamá se enojará más contigo.

Si papá, la escuchamos decir que olvidó los regalos— Kei arrebató el teléfono.

¡Ve a vigilar idiota!— dijo ella y seguido llegó la risa mediante el teléfono. Claramente el padre era culpable por esas palabras pero aun así regañó a su pequeña — ¡ah! Así que me regañas después de la ayuda— entonó al negar — no, no, no, entonces me quedo sin papá— y colgó.

El dramatismo claramente era de la madre.

Hey, ¿qué hacen?— preguntaron las hijas de Sango y Miroku.

Ideando algo para mamá, ¿nosayudan?— sonrieron, y con un asentimiento se pusieron en marcha, el padre era un poco idiota así que iban a ayudarle tan solo un poco — cortemos flores— decidió Shauni con su típica sonrisa malévola.

Por momentos los cuatro se perdieron en el jardín delantero y con los vecinos, sin que sus padres se dieran cuenta pues los tres adultos practicaban lo que Kagome debía decirle a su marido y era obvio que ella hablaría pues como se sabía, Inuyasha era algo lento.

Por el otro lado de la manzana un peli plateado conducía con frustración, sabía bien que le había mentido a su esposa y ahora buscaba algo para decirle, pensaba en palabras y practicaba balbuceando de vez en cuando llegando a su mente sus dos pequeños, si quería recuperar de todos debía usar las palabras correctas.

Kagome era prácticamente su vida y sus dos hijos eran la luz de su alma, definitivamente haría todo por ellos, daría el esfuerzo y dedicación solo para ellos porque bien sabía que él arruinó todo, no le comentó a su esposa que en la fiesta iban a haber mujeres y aunque eso no fuera mucho problema para ella había uno que sí, su acusadora estaría ahí.

Kikyo. Esa mujer había estado acosándolo desde siempre, tanto que llegó a molestar a su esposa, antes de la boda y durante su embarazo. Por ello suspiró. La cotilla de la vecina seguramente habló de más, claramente mentiras.

Ya ha llegado — susurró Keisuke.

¿Cómo supiste que tu padre no traería flores?— preguntó una gemela, esos niños susurraban escondidos tras una maceta en el jardín observando a detalle como el padre salía de su auto con las manos en los bolsillos.

Es obvio, es un tonto— siguió Shauni digo, lo quiero pero es tonto.

Los cuatro rieron llamando la atención del peli negro padre — así que aquí han estado— cruzó sus brazos pero ver a Inuyasha cambió su humor — vaya, esto sí que es sorpresa.

Cierra la boca, ¿en dónde está Kagome?— era tonto. Pensaban los niños pues el adulto no los había notado — dijiste que me llamarías si venía.

Y debo adivinar quién te avisó— giró hacia la maceta donde los niños sonreían nerviosos.

Entonces los notó el padre pues después de verlos un suspiro de alivio llegó después de un abrazo triple, uno cargado de sentimiento y amor.

Toma, tío, lo hemos hecho para ti— nuevamente las gemelas.

Todos los pequeños sonreían entregándole al ojidorado un pequeño y delgado ramo de flores, Inuyasha abrió sus ojos de sorpresa y Miroku apretó sus labios girando inmediatamente hacia los alrededores, los vecinos iban a matarlo pues sus hijos habían cortado las flores suficientes para un reclamo.

Será mejor que entren ya — ordenó al abrir la puerta viendo insistentemente otras casas.

Tranquilo papá, hemos sido como ninjas— las gemelas rieron.

Una vez dentro Inuyasha suspiró observando el ramo, escuchando como su esposa se quejaba de él y Kikyo, claramente era un error, él no le habló durante la fiesta, esa Kagura había exagerado y mentido.

Estaba claro, ahora, habría que decirlo.

Con fuerzas se adentró a la sala de estar preparándose para lo que venía, el sarcástico comentario que haría Sango, el cual ni siquiera tardó pero decidió ignorar, simplemente veía a su esposa con su delicado sonrojo en las mejillas.

Así que sonrió, ella era hermosa.

Sin poder evitarlo se arrodilló para besarla, dejando el ramo en sus piernas. Por su parte Kagome abrió los ojos de golpe, inevitablemente giró hacia Sango quien apretaba sus labios dándole la seña de besarlo.

¿Y por qué no? No le había dicho nada pero había llegado con flores, se arrodilló y la besó así sin más. Bueno, lo amaba y no podía estar sin él así que correspondió el beso sonriendo un poco escuchándolo ahora susurrar.

Entendía, con lo que le explicaba ahora entendía que Kagura le mintió.

Así que no hacía falta investigar. Ella le creía completamente.

De nuevo perdón, no te lo dije para que no te alteraras así— susurró pero aun así todos los presentes infiltrados lograron escuchar — te juro de nuevo que no hablé con ella, ¿crees que lo haría? ¡Esa maldita nos ha hecho mucho daño! Lo único que quiero es tu seguridad,por eso no lo dije. Para mi eres la única Kag y lo sabes perfectamente — suspiró pero al instante sonrió pues ella asentía con mucha insistencia.

Ni siquiera hubo más pues ella lo tomó por las mejillas y lo besó escuchando los abucheos de los presentes, todos aplaudían mientras los pequeños saltaban de un lado a otro completamente felices, una vez más los dos hijos habían reconciliado a sus padres.

Bien lo sabía la mujer pues ese tipo de flores ni siquiera combinaban, no era algo que se vendiera en una florería de esa ciudad.

Al intentar levantarse el peli plateado fue agredido pero de una bonita y tierna manera, sus dos hijos se habían montado en su espalda diciéndole cientos de cosas, lo tonto que era, lo suertudo y una cosa más, exigiendo regalos.

Kagome lamentó eso pues ahora las gemelas junto al hijo de Sango se emocionaban por los regalos — tranquila, los he traído — le dijo para calmarla pero la vio incrédula, asombrándose completamente ¿tan estúpido era? Él ni siquiera pensó en llevarlos, todo fue por sus hijos a quienes premiaría después.

Están en el auto, vamos niños — dijo Inuyasha, una gran sonrisa se mostró en él dejando a los adultos realmente incrédulos, ¿sonreía? ¿en lugar de gruñir o fulminarlos? Vaya que cambiaba.

Pero era obvio, estaría en problemas si se ponía de mal humor pues su mujer seguro que lo mataba, por ahora iban a disfrutar de la tarde y parte de la noche, festejarían la navidad y abrirían los regalos como en familia.

Una familia, a ambos matrimonios les encantaba esa palabra pues la tenían completa, claro, aún faltaba un miembro más, el bebé de dos meses que crecía en el vientre de Kagome, de modo incógnito pues ella aun no tenía idea.

Pero pronto lo sabría, el vómito que se hacía presente hacía que Sango pudiera notarlo, uniendo fragmentos que habían ocurrido semanas antes.

¡Genial! — gritó la castaña.

Los demás fruncieron el ceño —¿eso te hace feliz? — inquirió Miroku ― ¿tu mejor amiga se enferma y festejas?

Pronto lo sabrás — Sango guiñó, era algo obvio, estaba en sus intuiciones.

Definitivamente la familia iba a crecer, la de ambos.

… . …

Fin

… . …

Preciosas… gracias por leerme una vez más y a algunas por agregarme a favoritos *u* habrá muchos one shots así que ¡a leerme! Hahaha no es promoción xp

Espero que les haya gustado el capítulo "especial" de Navidad, la verdad es que ni lo sentí navideño pero ¡meh! ¡qué va! Igual me gusta uwur así que espero igual a ustedes 3

Las dejo nenas que me desvelo xD ¡que tengan felices fiestas!

¡Mis mejores deseos! ¡Besos!