ASESINO

Capitulo 1: El despiadado muchacho

No existo para el mundo, y el mundo no existe para mi, soy la inexistencia, la nada, con el único propósito de existir si seme ordena, y obedecer ciegamente las ordenes que seme dan, este es mi credo, el credo, de un asesino

La resplandeciente y plateada luna brillaba con intensidad en el obscuro firmamento nocturno, sus luminosos rayos de luz caían suavemente sobre la inmensidad de un frondoso bosque, un bosque, que aguardaba un tétrico secreto…

En medio de este, se encontraba una especie de mansión, un castillo hecho de madera que había sufrido por el paso del tiempo. Todas las ventanas estaban sin vidrios y tapadas con tablas, ese lugar era simplemente horrible por fuera, ¿Cómo sería por dentro?...

El lugar, visto desde dentro, estaba completamente desordenado, en deplorables condiciones, viejas y podridas maderas eran las columnas que sostenían el techo del lugar, viejos muebles repartidos por el lugar eran el único adorno.

Y había incluso señales de que el lugar se había incendiado levemente tiempo atrás.

Pero, han así, en el lugar habitaban varias personas que estaban repartidos en distintas habitaciones del lugar, esas habitaciones, más bien parecían celdas de calabozos, con ventanas con barrotes que daban a los corredores del lugar, y las puertas encadenadas por fuera, dentro de cada habitación, una vieja cama, un escritorio y una silla de madera eran todos los muebles que habían.

Cada uno de los "habitantes" del lugar, estaba encadenado al techo o a alguna pared, las cadenas eran lo suficientemente grandes para poder caminar por el lugar, pero no lo suficiente como para salir si es que lograban abrir la puerta

En una de las tantas habitaciones, se encontraba un joven muchacho sentado en la cama de su habitación y recargado en la pared, la luz de la luna entraba por entre las maderas rotas que formaban la pared, esta luz permitía ver su rostro con expresión tranquila, sus ojos negros y profundos, su cabello era largo, le llegaba poco más arriba de los hombros, y era castaño, su cuerpo, era delgado, pero se notaba algo de musculatura en sus brazos y su pecho descubiertos. En sus manos tenía una flauta de madera, y su cuerpo tenía varias cicatrices, desde pequeños rasguños hasta heridas que estaban cubiertas por vendas.

Se escucho un ruido a lo lejos de ahí, la puerta principal se había abierto, dejando entrar a varias personas, era un hombre alto de cabello rubio y que vestía ropas blancas, como sus acompañantes quienes cargaban algunos objetos. Esos hombres se acercaron a las celdas y comenzaron a abrir algunas de ellas.

El hombre alto fue directo a la última celda, donde estaba el castaño, ordeno que la celda fuera abierta, y entro a ella, observo un momento al chico antes de dar la señal de que lo liberaran. Se acerco mas a él y este volteo a verlo fijamente, el rubio sonrió y comenzó a hablar

-Buenas noches Yoh, como estas-le dijo con un susurro

-s…se…señor Marco-mascullo el chico, se notaba por su tono de vos que su garganta estaba seca por completo, el rubio lo noto y saco de un costal una canfín flora con agua, le dio de beber al chico que sorbía el liquido con ansiedad y luego comenzó a toser

-Te tengo un trabajo

El chico respiraba algo agitado por toser tanto y beber algo acelerado, levanto la vista y clavo sus ojos en el hombre de nuevo

-me ayudaras, verdad-le dijo con una sonrisa en el rostro, el castaño no dijo nada y solo asintió

-Que bien, pues prepárate para tu misión

-Cu…cual…es mi misión-le pregunto mientras se levantaba de la cama

El hombre rubio lo volteo a ver-tu misión es Lord Castian, el gobernante de la ciudad de Horono

El hombre salió de la celda, e Yoh comenzó a sacar algunas cosas del costal que estaba sobre su cama, saco una camisa, un pantalón unas botas negras y una larga túnica blanca con una capucha para cubrir su cabeza, también tomo del costal, dos espadas envainadas y un cuchillo plateado y delgado.

En un lugar distante a aquel bosque se hallaba una ciudad de imponente tamaño, Horono, ese era su nombre, y era conocida por ser una ciudad independiente al gran reino de Arcara, el reino más cercano a esa ciudad, y uno de los más importantes del continente.

Sobre una pequeña montaña, se encontraban 5 individuos formando una línea y vestidos con largas túnicas blancas, los 5, llevaban con siguió un arma, el primero de la izquierda una hacha de gran tamaño, el que le seguía, lo que parecía ser un bastón de hierro, el primero de la derecha unas dagas metidas entre un cinturón que llevaba, el siguiente, un arco con varias flechas, y el que estaba en medio, llevaba en la espalda dos espadas envainadas cruzadas formando una 'X' y sujetadas a su cuerpo con unas cuerdas.

-Es hay-dijo uno de ellos señalando un templo en medio de la ciudad, no parecía ser una iglesia, mas bien, el hogar de algún noble, de alguien importante.

-Si-mascullo otro

El que estaba en medio se descubrió la cabeza, dejando ver su cabellera castaña y su mirada fría clavada en el templo-Vamos-susurro y bajo corriendo a gran velocidad la montaña seguido de sus camaradas

La ciudad era rodeada por una gran muralla de unos 5 metros de alto, y varios guardias se encontraban distribuidos por toda la muralla, era al menos uno por cada 10 metros de la muralla.

Estaban ahí, más que para proteger la ciudad de un ataque, para poder informarle a los demás de un posible ataque enemigo. Uno de los tantos guardias alcanzo a ver a unos individuos bajar con velocidad la montaña que no estaba muy alejada de esa ciudad, pero antes de poder decir algo una flecha entro por la cavidad donde estaba su ojo y salió por la nuca de él, matándolo al instante y cayendo sin vida del otro lado de la ciudad. Los otros guardias voltearon para ver aterrados el cuerpo sin vida de su compañero, y volteando para ver a los 5 acercarse cada vez más, uno de los guardas, sin pensar saco una ballesta y disparo una flecha que hubiera atravesado a uno de ellos de no ser porque un hacha se interpuso en la trayectoria de esta. El soldado miro atónico la escena y luego sintió un dolor punzante en su estomago donde estaba clavada una daga delgada y de gran filo, el hombre la retiro con fuerza pero luego sintió el mismo dolor en el pecho, luego de nuevo en su estomago y finalmente en su garganta, comenzando a escupir sangre en grandes cantidades y dejándose caer muerto.

El pánico se izo presente, y los 5 sujetos ya estaban frente a la muralla, los soldados se calmaron un poco pensando que no subirían, pero de todas formas algunos corrieron para avisar sobré ese ataque.

Los que se quedaron hicieron un gran esfuerzo para no temblar y salir corriendo cuando vieron que los cinco individuos subían con gran agilidad por la muralla aprovechando las grietas que tenia, el primero en subir fue el castaño quien se impulsó con las manos en el borde de la muralla dando un gran salto y desenvainando ambas espadas al mismo tiempo que lanzo contra dos guardias que habían corrido para avisar sobre el suceso atravesándoles justamente la nuca a ambos y las espadas salieron por las gargantas de las pobres victimas provocando un gran derrame de sangre, el joven calló de pie del otro lado de la muralla desde aquella altura de 5 metros sin sentir dolor alguno.

Los demás guardias observaron con asombro y miedo la crueldad del joven de unos 22 años por mucho, y ese fue un error fatal para ellos pues no pusieron atención al resto del grupo quienes mataron al resto provocando el brote de un rio de sangre que escurría por la muralla hasta el suelo.

Los otros cuatro, bajaron de la muralla como el castaño aunque con más cuidado que el cayendo sobre algo(o alguien) o bajando poco a poco como cuando subieron.

El castaño tomo la delantera caminando lentamente hasta recoges sus espadas que saco sin respeto alguno de los dos cuerpos sin vida. Alzo su mirada y pudo distinguir a distancia más guardias acercarse, ya sabían de su llegada, el joven corrió decidido hasta el encuentro con los soldados matando a quien se le interpusiera siendo ayudado por los otros cuatro que también asesinaban sin piedad alguna a los militares que defendían su hogar, el muchacho castaño izo una seña con la cabeza indicando que iría por los tejados de las casas, y uno de sus compañeros(el del arco) lo siguió, y los otros tres siguieron por su cuenta deteniendo a los soldados para que ellos pudieran cumplir su objetivo.

Los dos siguieron sin muchas dificultades su camino hacia el templo ubicado en medio de la ciudad, no se encontraron con ningún guardia más hasta llegar a la entrada donde parecía los esperaban, pues habían muchos hombres armados con ballestas y espadas en la entrada principal del templo.

Yoh volteo a ver a su acompañante quien asintió levemente, Yoh volteo nuevamente a ver la ubicación de su objetivo, volteo a ver justo debajo de el e ideo su siguiente movimiento, se dejo caer de esa gran altura y amortiguó su caída clavando su espada en la cabeza de un guardia quien callo arrodillado escupiendo chorros de sangre, Yoh saco su espada de ese cuerpo de un solo jalón y se percato de las miradas de miedo y de ira de los otros guardias, quienes no esperaban una ráfaga de flechas cayendo de las alturas proveniente de un hombre con túnica blanca en el techo del edificio de enfrente. Todos los guardias quedaron, o muertos o en condiciones en las que ni siquiera podían moverse, Yoh se aproximo a la entrada del templo que emitió un estruendoso ruido al abrirse y dejar salir una carreta jalada por dos caballos que casi le pasa por encima al castaño quien, con agilidad felina salto por completo la carreta, y al caer logro distinguir a un hombre de edad avanzada asomar su rostro por una de las ventanillas de la carreta. No podía equivocarse, aquel hombre coincidía perfectamente con la descripción de su objetivo, y sin más, corrió para poder alcanzar la carreta, seguido de el sujeto del arco que lo alcanzó y corrió a su lado hasta que una flecha atravesó su corazón, Yoh entonces volteo y se percato que dos hombres, montados en dos caballos lo perseguían y uno de ellos sostenía una ballesta, el chico sonrió levemente y se detuvo de golpe, saco el fino cuchillo de entre su túnica y lo lanzo directo al hombre de la ballesta, quedando incrustado justo en medio de su frente, el muchacho salto y cayó sobre aquel animal sin jinete y reanudo su persecución, siendo ahora perseguido también.

Enfoco un poco su vista y se dio cuenta que la muralla comenzaba a abrir una de sus puertas, también se percato de que saldría justo por donde entro, y volteo a un lado encontrándose con los cuerpos sin vida del resto de los integrantes de su equipo, lo cual pareció no importarle en lo mas mínimo.

La persecución se extendió hasta salir de la ciudad y adentrarse en un bosque, el chico seguía siendo perseguido muy de cerca por el jinete aun con vida y decidió que era tiempo de desasearse de él, saco una de sus espadas y salto al caballo de su perseguidor clavando su espada justo en su estomago y empujándolo para que callera, pero alcanzó a sujetar la espada que llevaba en la cintura y giro para quedar mirando al frente y con el impulso de ese giro lanzo la espada dando justo en una de las llantas de madera de la carreta haciendo que esta perdiera el control y se estrellara con un árbol.

El castaño bajo de su caballo y observo detenidamente la escena

-Siguen vivos-susurro para sí y en efecto, dos guardias salieron de la carreta y seguido de estos Lord Castian.

El chico sonrió levemente y se lanzo al ataque, uno de los soldados izo lo mismo sacando su espada y atacando al muchacho quien se agacho para no ser tocado por el arma y dio una vuelta y media tomando impulso y clavando su espada en la espalda del militar, atravesando justo por donde estaba la columna, por lo que le provoco un inmenso dolor antes de que muriera, en un rápido movimiento tomo una daga que estaba en la cintura del soldado y dio otra media vuelta para lanzar la daga que atravesó la boca del último obstáculo entre él y su objetivo, mismo que miraba aterrorizado la crueldad de la que era capaz ese chico al asesinar a tanta gente sin sentir ni una pisca de remordimiento(o al menos eso aparentaba).

El hombre quiso huir pero un dolor en su pierna selo impidió, en el choque una tabla se había clavado en su pierna. El hombre tenía una mirada llena de desesperación imaginando que final tan mas despiadado le esperaba. El castaño se acerco a él con lentitud.

-Espera por favor, ten piedad-gritaba el hombre con miedo

-Lo siento, debo cumplir mi misión-fueron sus palabras mientras seguía avanzando

El hombre se puso de pie sudando por el temor a morir-Y, y cuál es tu misión-exclamo con horror ese hombre

-Tú eres mi misión-le dijo con seriedad y clavo su espada en el estomago del hombre que escupió sangre manchando la túnica de el joven, quien saco su segunda espada y con un solo movimiento atravesó de lado a lado el cuello del hombre.

Respiro hondo y luego empujo con el pie el cuerpo degollado de Lord Castian para sacar su espada de ese cuerpo sin vida, se quedo quieto por un momento, parecía meditar lo sucedido, y luego devolvió las espadas a las vainas que llevaba en la espalda. Dio media vuelta y emprendió el camino de vuelta al calabozo que llamaba "su hogar" desde hacía ya tanto.

-Es sorprendente-dijo un hombre que estaba oculto detrás de un árbol-simplemente, una máquina perfecta de asesinar

-Si-le dijo un hombre alto y de cabellera rubia-es mi mejor creación…

Continuara…

Espero que les haya gustado este primer capítulo de esta historia, tratare de seguirla pronto, dejen reviews por fa