¡Hola a todos, mis queridos lectores! Aquí regreso con este fic de una pareja que últimamente me ha dejado pensando mucho, ya que como que si se gustan y como que no, pero eso me dio paso a una idea que no quise pasar desapercibida. Se trata de un NatsuxLucy, de esta serie muy buena, Fairy Tail. Tiene buena trama, buen desarrollo, y sobre todo, personajes con una personalidad excelentemente bien definida. Recomiendo abiertamente la serie.

Bien continuemos con el fic. No se de cuantos capítulos se trate, pero les juro que me estoy esforzando enormemente para que sea larga ^^U.

Fairy Tail ni sus personajes son de mi propiedad, todo le pertenece a Hiro Mashima, yo solo me baso en su historia para crear la mía xD.

Ok, espero que les guste.

Capítulo No. 01: "Lo que siento por ti"

POV de Lucy

Ya estaba muy cansada. Ya no tenía ninguna llave para usar, ya había utilizado todas, ya no me quedaba fuerza. Pero tú me sorprendiste, con bastantes rasguños y heridas en tu cuerpo, con tu respiración agitada, aún seguías de pie…con la frente en alto, y con ese semblante de seguridad que tanto te envidiaba. Mis piernas ya no podían soportar mi peso, es por eso que quedé prensada al suelo, y lo único que podía hacer era observarlos a ustedes. Gray se veía casi ileso, pero su brazo ensangrentado delataban que también estaba cansado, igual con Erza, apenas y se podía sostener con la espada contra el suelo, mientras su armadura se veía dañada y rota. Happy estaba a mi lado, y con su voz chillona, llamó mi atención…

-Lucy, ¿Estás bien?¿No estás lastimada?- me preguntó, con sus patitas sobre mi pierna izquierda.

-No te preocupes Happy, me encuentro bien…- le dije, con una sonrisa fingida, ya que no deseaba que se preocupara por mí. Volví mi vista al frente, y divisé al enemigo aún con esa sonrisa sarcástica. Esta vez, se trataba de un poderoso mago rebelde, llamado Antuario, que había aprisionado a los residentes de un pequeño pueblo, para adquirir sus poderes mágicos, y volverse más fuerte. Lo miré con un poco de temor, ya que estaba completamente indefensa, pero sin embargo tu te acercaste a mí, y en voz baja susurraste…

-No te preocupes; no permitiré que te haga daño…-me dijiste, sin siquiera mirarme, pero eso no fue necesario, ya que con tus palabras me bastaba para sentirme tranquila. Sin quererlo me sonrojé, y bajé mi vista sonriendo. Realmente, me sentí tranquila…

POV de Natsu

Sabía que estaba cansado, pero eso no me iba a detener…esa gente me necesitaba, y yo no los iba a abandonar a su suerte. Me quejé ligeramente, pero procuré que mis compañeros no me escucharan. Sin pensarlo más, encendí fuego en uno de mis puños, y me preparé para el próximo ataque. Gray y Erza también se prepararon para ayudarme, Lucy no se pudo mover ya que ella si se encontraba un poco más herida que nosotros, pero ella es mi compañera, no puedo abandonarla, así que también a ella la protegeré con todas mis fuerzas…no dejaré que ese tal Antuario le haga daño.

Un silencio llenó el momento, ya que la tensión comenzaba a sentirse en el ambiente. Gray juntó sus manos, Erza cogió su espada, y Natsu chocó sus puños para comenzar así, el combate final…ya que de este dependía la victoria o la derrota de Fairy Tail. Antes de comenzar, Natsu dio una orden…

-¡Happy, protege a Lucy!

-¡Aye, señor!

Y así, los 3 chicos corrieron decididos a atacar, mientras la rubia los observaba con los nervios de punta.

El combate empezó con un Golpe de Hierro del Dragón de Fuego por parte de Natsu, quién concentró toda su magia para lograr dañar al enemigo considerablemente, pero Antuario logró contrarrestarlo con un ataque de defensa, que lo repeló y deshizo con mucha facilidad. Gray llegó por un costado con un Ice Maker Sword, y logró destruir su barrera con este, y justo en ese momento Erza lo atacó con su espada, atravesándolo por el costado. Justo ahí, Gray creó una especie de cuerda con hielo, y ató a Antuario, dejándolo complemente inmóvil. Natsu llegó para dar el golpe de gracia, y con toda la fuerza de que fue capaz, lo embistió con una excelente Ala de Fuego. Antuario quedó todo chamuscado y herido, y eso los chicos lo aprovecharon para rescatar a los ciudadanos. Happy voló feliz hacía Natsu y los demás…

-¡Lo lograron!- exclamó, dándoles el triunfo. Los 3 sonrieron al mismo tiempo.

Mientras tanto, a una distancia un tanto larga, Lucy miraba seria la escena…lo habían logrado, habían ganado de nuevo una batalla, y ella no les había ayudado en nada. Bajó la vista, y agua comenzó a gotear a sus piernas. Se sentía completamente inútil. A pesar de ser una Maga de los Espíritus Celestiales, estaba consciente que su nivel de magia no llegaba a ser como el de ellos, y que siempre en cada misión ella terminaba indefensa e inútil, dependiendo siempre de Natsu y haciendo que se hiriese por protegerla. Dolida por la verdad, intentó levantarse por propio pié, pero terminó cayéndose y haciéndose mas daño. Eso lo escuchó el Salamander, y aterrado, corrió hacía con la rubia, que estaba en el suelo incorporándose lentamente…

-¡Lucy!- gritó Natsu. Lucy aún seguía con la vista gacha, y solo logró hincarse un poco. El pelirosa llegó a su lado, y se aterró mas al ver su cuerpo temblar.

-¡¿Lucy, estas bien!- le preguntó, tomando su codo, y tratando de pararla, pero ella parecía no responder. En ese momento, sintió una gota caer sobre su mano, y la mano de Lucy muy fuertemente agarraba su brazo. Fue ahí cuando el chico comprendió lo que pasaba…

-Natsu…perdóname…- le decía, mientras se acercaba a su pecho y recargaba su frente en el, sin dejar de derramar lágrimas. El pelirosa la miró con tristeza, sin dejar de soltarla…

-¿A qué te refieres con eso Lucy?- le preguntó, confundido. Ella levantó la vista, y Natsu descubrió las lágrimas en sus ojos.

-Yo siempre…termino indefensa…en las batallas…- le decía entre sollozos, y con su voz cortada- Nunca les puedo ser de utilidad, siempre estropeo todo…- le dijo, echándose a llorar desconsolada. El pelirosa la miró con comprensión, y luego volteó a ver a Gray y a Erza. Ellos se arrodillaron a la altura de ambos…

-Lucy, tu no nos eres inútil…- le dijo Erza, tomando su hombro.

-S-Sí…- exclamó Gray, algo apenado- Siempre estás ahí apoyándonos, dispuesta a ayudarnos…-le dijo con las mejillas encendidas. Natsu sonrió complacido, y luego bajó su vista para encontrarse con Lucy…

-Ya oíste. Nadie aquí piensa que eres inútil, tampoco yo…ya que tu eres mi compañera Lucy, y te quiero así como eres…- le declaró, sorprendiendo a la rubia, quién con los ojos expandidos levantó su rostro, para encontrarse con los de Natsu. De repente, algo le recorrió media espalda, e hizo que su corazón se acelerara con solo mirar esos ojos. Además, sus mejillas se encendieron visiblemente…

-¿E-En serio?- le preguntó, aún incrédula.

-¡Aye!- exclamó el chico, similar a como lo hace el gato azul.

No pudo evitar sonreír, y con nuevas fuerzas se puso de pié. Nunca dejó de mirar a Natsu, ya que había algo que le impedía hacerlo. Ya cuando se despidieron de los habitantes del pueblo, emprendieron camino de regreso a Fairy Tail. Llegaron a la estación de trenes, y esperaron el que los llevaría a casa. Cuando llegó, y en cuanto Natsu pisó el tren, se desvaneció con rayitas azules en su cara, y los ojos desorbitados…

-Y ahí esta otra vez…- exclamó Gray, con los brazos cruzados.

-¡Aye!- exclamó Happy.

Pero la pelirroja sin decir nada, cogió un brazo de Natsu y lo colocó en su cuello. Sonriente, lo llevó a uno de los asientos, y recostó su rostro en sus piernas.

-Descansa…ya has hecho mucho por hoy…-susurró, mientras que Gray, Happy y Lucy se le quedaban viendo. Gray y el gato se echaron miradas pervertidas uno al otro, y fueron a molestar a Erza con preguntas molestas. Sin embargo, Lucy se sentó seria y sin decir nada, solamente volteaba a ver a la ventana. De reojo, miraba como Erza acariciaba con dulzura la mejilla de el Salamander, y este sonreía como perrito faldero cuando le hacían cosquillas…y eso, sin querer, le ocasionaban un nudo en la garganta, y lágrimas que no quería que se derramaran. Con las mejillas un poco rojas, dejó de mirarlos, y prefirió aburrirse viendo el paisaje mientras llegaban a Magnolia…

-.-

Después de 1 hora de camino, pisaron tierra de Magnolia, y Natsu seguía con las mismas líneas azules en su cara. Gray lo levantó y lo llevó en su espalda, y luego se fueron hacía el gremio. Lucy se veía triste, pero trató de disimularlo para que nadie le preguntara la razón. A medio camino, el Salamander se repuso y se puso escandalosamente alegre como de costumbre, llamando la atención de la gente que se encontraba con ellos. Lucy seguía seria, y no había hablado durante todo lo que habían caminado, y eso lo notó Happy…

-¿Lucy, porque estas tan callada hoy?-le preguntó, acercándose a su cara.

-A-Ah…n-no es nada Happy-le mintió, volteando hacía el lado opuesto. Pero en cuanto escuchó a Natsu acercarse, sus mejillas tomaron un color carmesí vivo.

-Lucy, tu no eres así, siempre te la pasas diciendo puras tonterías, y hoy no has dicho nada, ¿qué pasa?- le preguntó Natsu en verdad curioso, ya que a él le preocupaban sus amigos.

-Tonterías ¿eh?...- susurró, con su habitual rostro. Pero cuando el pelirosa se puso justo enfrente de ella, le impidió el paso, y la miró con esos ojos penetrantes, una fuerza mayor a ella la detuvo, y la dejó inmóvil. Con la misma mirada, se acercó a ella y se puso a pocos centímetros de ella. Con cada paso que daba, el corazón de la rubia se aceleraba mas y mas, y su mente se nublaba. Ya cuando casi estaban nariz con nariz, Natsu habló…

-Dime que te sucede, si te hicieron algo, yo me encargaré que el que lo haya hecho, pague caro…- le declaró, con firmeza en sus palabras. La chica no dijo nada, ya que un nudo en la garganta se lo impedía. Natsu se desesperó, y mostrando sus dientes, apretó sus puños…

-¡Con un demonio Lucy!¡Habla ya!- le gritó tan enfadado, que sin quererlo, hizo que la chica derramara mas lágrimas, y corriera lo mas lejos de ahí...

-¡Lucy!- gritó Erza, tratando de detenerla, pero la rubia ya casi ni se alcanzaba a ver. Gray al ver lo que acababa de pasar, se acercó a Natsu y le dio un coscorrón…

-¡Idiota! La has hecho llorar…-le dijo, de brazos cruzados, mientras Natsu se agarraba su chipote, enojado.

-¡Gray, tú…!- le dijo, con los ojos flameantes, pero Erza le detuvo con un solo brazo.

-¿Por qué me detienes Erza?- le dijo, casi gritando.

-Primero, a mí no me hables así…- le dijo, y luego le dio un puñetazo en el estómago para tranquilizarlo…

-Y segundo, tú fuiste quién asustó a Lucy y la hiciste llorar, así que a ti te corresponde buscarla…- le ordenó, levantándolo de la bufanda. Al verse repuesto, miró a Gray y a Erza quienes se veían bastantes serios. Y al final, bufó molesto…

-Esta bien, yo iré a buscarla…

-.-

En Fairy Tail, todo se encontraba un tanto tranquilo, y todo transcurría normal. MyraJane se encontraba despachando a una Lucy desganada…

-¿Qué sucede, Lucy-chan?- le preguntó con su tono dulce de siempre. La chica tenía la cara triste, y la recargaba sobre sus manos.

-No lo sé, Myra-san…- le dijo, recostando su cara sobre la mesa.

-¿Cómo que no sabes?

-Uhmm, sí no se…

-Haber, explícate…

-Es que…- apenas dijo eso, y luego se quedó en silencio. La albina le dedicó una sonrisa.

-Haber, sí una chica está así, entonces eso quiere decir que tiene que ver con un hombre, ¿verdad?- le preguntó, con cierta picardía en su voz. Al escuchar eso, la rubia se levantó completamente roja…

-¿C-Cómo lo supiste?- le preguntó, anonadada.

-Tengo más experiencia de lo que aparento- le dijo, guiñándole un ojo. Ya cuando la sorpresa pasó, la cara de Lucy volvió a ponerse triste.

-Y bien, ¿de quién se trata Lucy?- le cuestionó, con dulzura, pero la rubia no quiso responderle por pena.

-Ok, entonces adivinaré…Veamos, ¿Gray?

-No- susurró, pero lo logró escuchar Myra.

-¿No? Bueno entonces Loki…

-Tampoco- volvió a decir.

-Bien, no hay otra opción, es Natsu ¿verdad?- le dijo con una sonrisa. La chica se paralizó como si le hubieran encajado un cuchillo en la espalda. La albina rió ante su reacción…

-Entonces sí es Natsu, jiji

Lucy levantó el rostro rojo, y miró a MyraJane quién tenía una tonta sonrisita de razón en su cara. Suspiró largo, y se levantó, con el mismo semblante serio de antes, para luego afirmar con la cabeza. MyraJane sonrió comprensivamente…

-Y bien, ¿Qué sucede con él?¿Tuvieron alguna pelea o algo?- le preguntó, sentándose junto a ella, y tomando una de sus manos. La chica hizo un gesto de querer llorar, pero nada salió de sus ojos…

-E-Es que él…mas bien yo…ehmm…- divagaba sin decir nada concreto, mientras sus ojos se veían muy brillosos, y sus mejillas se tornaban rojas. La albina se sorprendió de el rostro que tenía…probablemente eso era…

-Lucy…- le dijo, haciendo que volteara.

-¿Qué pasa?- le preguntó, casi llorando.

-¿Qué sientes? Sientes algo en tu pecho, ¿verdad?

Esa pregunta sorprendió mucho a la rubia, quién con los ojos expandidos, la miró fijamente.

-¿A qué te refieres con eso, Myra-san?- le preguntó, sin entender nada. La chica tomó su hombro, y le dedicó una mirada comprensiva.

-Lucy…- exclamó, sin dejar de verla- Te estás enamorando de Natsu…

Se sobresaltó. Llevó sus dos manos hacía su pecho, y sintió los acelerados latidos que su corazón daba. Además, tocó sus mejillas y las sintió calientes. Observó sus ojos en un espejo, y comprobó que estaban más brillosos que antes. Lo único que quedaba, era la respuesta a esa pregunta que tanto se venía haciendo desde que regresaron de la misión…sí, se estaba enamorando de Natsu cada vez más. MyraJane la miró, y luego sonrió. En ese justo momento, la puerta se abrió, y se mostraron 3 figuras, que eran las de Erza, Gray…y Natsu.

-¡Ya regresaste Natsu!- exclamaron varios al verlo ahí. Lucy al escuchar ese nombre, se quedó muda.

-¡Aye!- se escuchó la afirmación del pequeño gato azul.

Luego, el Salamander divisó la espalda de la rubia, y su rostro se puso serio. Se fue acercando poco a poco. La chica se ponía cada vez mas nerviosa en cuanto mas se acercaba el chico. Luego, sin quererlo, se puso de pie, y salió corriendo de nuevo de ahí, dejando al pobre pelirosa sorprendido, y con un brazo extendido que intentó detenerla. Todos se quedaron viendo a la puerta, y luego miraron a Natsu confundidos. El pelirosa dejó salir un largo soplo…

-Hola Natsu- exclamó MyraJane con una sonrisa amplia. El chico se sentó en un banquito, y dejó caer todo su rostro sobre la barra.

-MyraJane…¿qué le pasa a Lucy?- le preguntó, esta vez con verdadera preocupación.

-Ahh…bueno verás…ella esta teniendo muchos problemas ahora- le dijo, buscando una manera de mentirle. En cuanto escuchó eso, levantó la cara y la miró con los ojos bien abiertos.

-¡¿Entonces tu sabes qué es lo que le pasa!-le preguntó casi gritando, golpeando la barra con sus palmas y con una sonrisa tan enorme que cubría casi todo su rostro.

-B-Bueno, no exactamente…- le mintió, con una sonrisa de disculpa. El chico frunció los labios. En ese momento, Erza se acercó a ellos…

-Eso te corresponde a ti descubrirlo Natsu, fue tu culpa que Lucy se haya ido corriendo y llorando…- le dijo seca, poniendo una mano sobre el hombro del muchacho. Este entendió a lo que se refería, y volvió a soltar un suspiro…

-Tienes razón Erza- exclamó, y enseguida se puso de pié- Voy a buscar a Lucy, y disculparme con ella…- lo dijo mientras se aproximaba a la puerta, y luego salió de ahí. La pelirroja lo miró con una cálida sonrisa…

-Así se habla huracán…- susurró, un poco sonrojada cabe mencionar, y eso lo pudo notar MyraJane, quién le miró pensativa.

-.-

-¡Lucyyy!- gritaba desde el tejado de un edificio el Salamander, mientras que acomodaba sobre sus cejas su mano para así lograr fijar mas su vista. Por otro lado, el pequeño gato azul buscaba volando a la rubia. Ya llevaban así alrededor de 1 hora, y aún no habían podido dar con la chica…quién, acomodada en una esquina, y con los ojos vacíos, se encontraba en su departamento. Sus mejillas estaban coloreadas de un rojo ligero, pero que era visible para los ojos humanos. Sus ojos se veían cristalinos, y delataban que estuvo llorando. Inhalaba constantemente, mientras se limpiaba los ojos que no podían parar de llorar.

-"Entonces sí estoy enamorada de él…"- se dijo internamente, mientras llevaba sus manos sobre su pecho. Luego levantó la vista, y la fijó al frente.

-"Por lo tanto, aquélla sensación que tuve en el tren…fueron celos…de Erza".

Eso la sorprendió más, y la hizo volver a pensar las cosas.

-"¿Pero por qué? Ella no está enamorada de él ¿o sí?..."- se volvió a preguntar, limpiándose de nuevo unas pequeñas lágrimas que se colaron de sus párpados. Entonces, empezó a recordar todos los momentos en los cuáles Erza, Gray y Natsu habían peleado juntos, y se dio cuenta que Erza siempre se iba de el lado de Natsu, que siempre intentaba apoyarlo en lo que pudiera, y que siempre sonreía cuando se recostaba sobre sus piernas. Cuando volvió en sí, sacudió con fuerza su cabeza…

-"No, primero debo comprobarlo bien, estar segura de eso…no puedo solo guiarme por suposiciones…"- se ordenó a ella misma aquello, tratando de convencerse que estaba equivocada, que Erza no estaba enamorada de Natsu, que ella podía tener una oportunidad con él…al pensar eso, se sorprendió por lo intenso que llegaba a amar a alguien. Ella antes jamás se había enamorado de alguien, pero ahora que le había pasado, no sabía con cuanta intensidad podía llegar a amar a alguien…y ahora, lo estaba descubriendo. De nuevo, abrazó sus piernas, y escondió su rostro entre ellas. Cuando ella era pequeña, siempre había soñado con encontrar a un príncipe azul y casarse con el, para vivir felices el resto de sus días. Pero ahora que lo había encontrado, sentía que no lo merecía…

-"Soy muy poca cosa para él, en cambio Erza…ella es fuerte y hermosa también, ¿Cómo podría Natsu fijarse en alguien como yo?"- mencionó en pensamientos, mientras que de nuevo lágrimas se empezaban a asomar por sus ojos. Pero entonces recordó que no estaba segura que a Erza le gustara Natsu, y eso le hizo sonreír un poco de alivio. Se limpió de nuevo las lágrimas, y sonrió un poco más. Pensó que era inútil seguir en ese solitario rincón, así que decidió darse un relajante baño, y luego ir a cambiar su enorme cheque de $500,000 Jewels. Se empezó a desvestir, y se metió a la tina. Enjabonaba con delicadeza cada parte de su cuerpo, y al terminar se enjuagó. Después, se quedó un rato así, en silencio y pensativa. Y de repente, sin querer, la cara sonriente de el Salamander se apareció entre sus pensamientos, robándole unos cuántos suspiros y otros pocos sonrojos. Terminó, y se enrolló en la toalla, pero en ese instante se oyó el timbre de la puerta. A ella se le hizo extraño, ya que habitualmente nadie la visitaba. Se puso una bata de baño encima, y fue a asistir. En cuanto abrió la puerta, de nuevo una fuerza mayor a ella la paralizó, ya que era Natsu, ahí justo en el marco de su puerta…

-H-Hola Lucy…- le dijo un poco inseguro, ya que temió que le cerrara la puerta frente a su cara. Pero no, Lucy simplemente se hizo a un lado, como indicándole que pasara.

-¿P-Puedo pasar?- le preguntó de nuevo inseguro. Ella solo asintió con la cabeza. El chico pasó, y se sentó en el sillón. Ella lo imitó. Un silencio como de 20 minutos llenó el momento, ya que ninguno de los dos se atrevía a hablar. Natsu por miedo y Lucy por pena, en efecto, sus mejillas estaban encendidas de un rojo carmesí intenso, lo que le llamó la atención al Salamander.

-¿Te pegaste en la cara? Es que se ve un poco roja…- le preguntó, viéndola con verdadero interés, lo que la hizo sonrojarse más.

-N-N-Noo…n-no es nada- le respondió, escondiendo entre sus mechones su rostro encendido. Natsu retrocedió un poco, y fijó sus ojos en sus manos, sin saber qué decirle, ya que él nunca fue bueno para las disculpas. En cambio ella, estaba que se moría de la vergüenza, y su corazón no le ayudaba poniéndose a latir como loco casi queriéndosele salir del pecho. Trató de calmarlo respirando hondo, pero fue inútil, nada la pudo calmar. Luego, de repente, se escuchó la voz grave de Natsu…

-Ehmm Lucy, yo vine para…- le dijo, pero se le fue el valor en las últimas palabras. Pensaba que lo botaría de su casa si seguía hablando, pero algo en la mirada de Lucy lo hizo continuar.

-Lucy, perdón…nunca quise asustarte de esa manera, es solo que me preocupé mucho por ti, y no supe medir mi voz, así que…pues…lo siento mucho, te juro que no volverá a pasar- se disculpó con voz grave y con mirada seria, lo que hizo que la rubia lo mirara de verdad. Ella solo bajó la vista, y como que quiso sonreír…

-E-Esta bien, n-no te preocupes…- susurró, pero alto para que él escuchara. Eso lo hizo resoplar satisfecho, y acercarse un poco más a ella.

-Entonces, ¿ya me dirás qué fue lo que pasó, por qué ibas tan callada?

-S-Sí…

De nuevo silencio. El Salamander se le quedó viendo expectante, y ella buscaba una mentira que él creyera.

-Es que…bueno yo…me siento inútil con ustedes, nunca les ayudo en nada, siempre termino siendo un estorbo y terminan protegiéndome de todo. Venía así porque estaba considerando cambiarme de equipo…- hizo una pausa- e incluso de gremio…

El chico expandió sus ojos, y tomó una de sus manos, lo que la hizo enmudecer.

-¡No Lucy!¡Tu no tienes porque hacer eso!- le dijo, fijándole la mirada de nuevo, poniéndola mas nerviosa.

-Tú no eres una inútil, tu eres muy fuerte…eres inteligente, buena, dulce, cariñosa, siempre tratas de animarnos a todos en lo que puedes…créeme que sin ti no podríamos hacer los trabajos…nosotros te necesitamos más de lo que tú piensas- le declaró, dejando sin aliento a la chica, quién puso rígidas sus manos. Todo aquéllo que él dijo, le llegó al alma, y terminó de fundir ese sentimiento más profundo en ella. Bajó un segundo la mirada, y luego le volvió a mirar.

-¿E-En serio crees eso?- preguntó, sin creer en lo que le había dicho.

-¡Por supuesto! Tú eres Lucy, y nunca dejarás de serlo…yo te quiero- eso le hizo abrir más sus ojos- tal y como eres, no quiero que cambies nada de ti…tú eres mi compañera, y no quiero que mi compañera cambie- le declaró, con una pizca de verdad en su mirada. El corazón de la rubia latía a mil por hora, y su rostro iba pintando una sonrisa más ancha con cada cosa que Natsu le decía. En ese momento, miró que su mano tomaba la de ella, y eso le hizo temblar un poco. Luego de eso, el la soltó y puso su mano sobre su hombro.

-¿Me perdonas?- le preguntó al fin.

-Claro- dijo sin problemas. Eso hizo sonreír al chico…

-Bueno entonces me marcho. Gracias por escuchar, pensé que te negarías y me correrías de tu casa, pero gracias…- le dijo, dirigiéndose a la puerta. Ella solo sonreía y negaba con la cabeza.

-¡Ahh casi lo olvido! Myra-san me pidió que te invitara hoy en la noche a la cena de cumpleaños de Cana. Irás, ¿verdad?- le interrogó, con una sonrisa franca. Ella solo se sonrojó…

-Ehmm c-claro, ahí estaré…- le confirmó, sonriéndole. El soltó una risita.

-Bien. Entonces nos vemos luego…- se despidió, alzando un brazo. Ella lo imitó.

-Claro adiós…

Cerró la puerta, y se recargó sobre ella.

-"Natsu…"- susurró en pensamientos, y luego de una sonrisa acompañada de un sonrojo, se dirigió a su cuarto a vestirse.

Bien, hasta aquí el primer capítulo. Me esforcé mucho en él, y me inspire leyendo otro fic de la misma pareja de otra autora. Espero que les haya gustado, y les agradecería que me dejaran su lindo review con algún comentario acerca del mismo, si son tan amables ^^.

En fin, los veo el próximo fic.

Sayounara~!

Abby-san*