Tras salir de la oficina llego a casa. Hoy fue un día de mierda, pero todavía no termina mi día. Es sábado, hoy toca reunión familiar. — ¡Mamá! ¿Dónde estás? — Grito a todo pulmón buscándola. Ella sale de la cocina me mira.

—Bella, hija, te conseguí una cita con el hijo de mi amiga Sue, no es un bombón, pero quizás te agrade. — Otra vez está con lo de las citas, cada vez que me habla de eso solo logra hacerme mofar.

—Mamá no necesito que me presentes a nadie, soy una mujer bastante ocupada, me encargo de la empresa que mi padre.

—Crees que no lo sé Bella, y por eso estoy muy orgullosa de ti hija, pero quiero nietecitos tuyos, ¡¿tienes 35 años?! Y no has tenido novio desde hace 6 años, voy a terminar pensando que te vas a quedar cotorra. — Dice con un tono que deja ver que esto de que no tenga novio la deja cada vez más enfadada.

—Además tú ya tienes 2 nietos. — Le contesto de una manera indiferente, no quiero entrar en discusiones, hoy es mi día libre y solo quiero descansar, pero parece que a mi madre eso no le interesa.

—Bueno voy a terminar de creerme lo que dicen de ti, Bella voltearme a ver los ojos y contéstame con la verdad. — Volteo a ver a Rene, si no me la veo a los ojos como me pidió, es capaz de armarme un drama.

—¿Bella eres lesbiana?, que mira que eso no me molestaría, te aceptaría.

—¡NO SOY LESBIANA! — le digo gritando, ya enojada, cada sábado es lo mismo.

Al ver la sorpresa en el rostro de mi madre, me río y digo:

—Es más mamá yo ya tengo un novio, el próximo sábado te lo presentare para que estés más tranquila. — Mi madre, me mira con cara de asombro y yo me preocupo, hoy si que la he liado feo, ¿De dónde voy a sacar un novio para el sábado?, no lo sé en lo único que pienso es que por hoy es día de relajarme.

—¡Ahh! Hija mía eso me pone muy feliz — Mi madre me abraza me besa con alegría. Pero mi madre es mi madre y me ve, me ve. — Venga ya a ver mamá dime lo que piensas. — Le digo, la conozco perfectamente y sé que cuando me mira así es porque algo en su cabeza no la deja vivir y finalmente lo suelta.

—Bella no me lo tomes a mal hija, pero ¿Por qué no me habías dicho que ya tenías novio? — Pienso, pienso y pienso, pero no se me ocurre nada que decir. Me quedo en silencio un rato, pero justo en cuanto voy a decirle algo entran mi sobrina Claire gritando:

—¡Tita, Tita! ¿Verdad que yo estoy más bonita que Renesmee? — Pregunta mi renacuajo.

—No Claire, las dos están muy hermosas. — Digo volteando a ver a mi sobrina Renesmee, es la más pequeña, pero es muy lista, y en su carita se veían ganas de llorar.

—Si tita, las dos somos bonitas pero yo lo soy más. — Dice Claire, volteando a ver a su hermana menor y sacándole la lengua.

En ese momento entra mi hermana Alice, hermosa como siempre, con un reluciente traje Louis Vuitton y un bolso Chanel.

Mi madre olvidando la discusión de sus nietas, pero incapaz de cerrar el pico, le grita a mi hermana con toda la emoción que su voz puede trasmitir:

—¿Adivina que Alice? ¡Tu hermana ya tiene novio! — Mi hermana me mira, me mira y hace eso tan típico de mi madre y se muerde los labios. Pero siendo ella no se puede callar ni una y suelta. — Hay hermanita, esa no me la sabía solo espero que seas feliz, y pronto haya más niños en esta familia, lo digo por ti, ya me urgen un par de sobrinos.

Mi sobrina Renesmee se me acerca, y con su dedito en la boca y me pregunta: —¿Tita vas a tener un bebé. — Justo cuando voy a decirle algo su hermana me gana.

—No seas tonta Renesmee, no ves que la tita no tiene panza grande, como cuando hay un bebé adentro.

Renesmee acepta las explicaciones que le da su hermana, y por lo pronto yo sonrío, amo la dulzura e inocencia de mis renacuajos. Más Feliz que una lombriz salimos todos de la sala y nos dirigimos al gran jardín y orgullo de mi madre, pasamos la tarde entre risa y ocurrencia, y en lo último que pienso es en mi supuesto novio.