Drabble que participa en la actividad del grupo de 'Zona Hero'. Día dos, stalker.


Se había estado preguntando por qué estaba tan inquieto, aunque al revisar la hora entiende la razón. Kacchan no ha salido, Kacchan siempre sale a correr a esta hora, está aterrado de que algo le haya pasado. Era tan extraño, aquello no podía traer nada bueno. ¿Qué tiene? ¿Se enfermó? ¿Salió? Según la información que recolectó, él estaba ahí. ¿Entonces, por qué? ¿Por qué no ha salido? Comienza a preguntarse si tiene que salir a buscarlo.

No era factible, no tan factible, por lo menos. Lo habían visto merodear mucho a sus alrededores, sería sospechoso. Y no estaba dispuesto a dejar que nadie, nadie, lo separara de su adorado Kacchan. Después de todo… ¿cómo podía vivir sin Kacchan? Kacchan era tan admirable, tan genial. Era su héroe. Estaba más que loco por él. ¿Y cómo no estarlo?

Sin embargo, tiene un mal presentimiento. Ese que dice algo malo ha pasado, ¿será que Kacchan de verdad está mal? ¿Qué está pasando? ¡No lo entiende! Pero si Kacchan lo necesita, no le importa que la policía se lo lleve. Sí, seguro. ¡Si salvaba a Kacchan, Kacchan se daría cuenta que deben estar juntos! Ahora todo tenía sentido, igual y los cuchicheos que escuchaba al pasar cerca de su casa era debido a que todos sabían que el chico le estaba preparando algo. ¡Kacchan puede ser tan lindo!

Con una sonrisa en la cara, sale de su viviendo. Llega lo más rápido que puede a la casa de su adorado Kacchan, toca la puerta, una y otra vez, pero nadie atiende. Antes de precipitarse, respira hondo ¿alguna posibilidad de que no estuviera en casa? Era posible. Pero… ¿por qué? Hoy no tenía que ir a ningún lado. Gruñe. Se desespera. ¿Qué demonios está pasando? Saca la copia de la llave que tiene, esa que sacó una vez que lo siguió hasta al gimnasio y robó su llave. Kacchan pensó que sólo la dejó tirada por ahí, y alguien la encontró y se la dio. Pero no ¡era adorable que no se diera cuentas de esas cosas! Kacchan siempre es adorable. Izuku no sabe qué pensar. Entra al lugar, sin siquiera preocuparse de cerrar la puerta, busca por todo el lugar. No hay nadie, pero hay ropa de mujer también. ¿Mujer? ¿Por qué una mujer? Seguro era una perra que estaba intentando alejarlo de su lado. Y sí, en efecto, puede escuchar una voz temerosa llamarle.

—¿K-Katsuki… eres tú?

Antes había grabado la voz de su amado, así que la usa para engañarla. Sería mejor deshacerse de ella. Su destino se ha sellado en el momento en que cerró la puerta principal.

—Tú no eres Katsuki. —Uraraka se aterroriza al ver un extraño.

—¿Dónde está Kacchan? ¿Por qué quiere quitarme a Kacchan? ¿Qué quieres con Kacchan? ¿Por qué estás en la casa de Kacchan?

Uraraka ni siquiera tiene oportunidad de responder, las manos que aprietan su cuello… le terminan por robar el aire.