La historia parte, mas o menos, del final del quinto libro, el resto son invenciones mias...es un futuro slash asi que si no te gusta no leas...por lo demás...humor y romance!!

Espero que les guste y que dejen Reviews!!!


Will you be there

Capítulo.1 – Un Nuevo Comienzo.

Mientras corría a través del bosque siguiendo a su padrino Severus su cabeza no paraba de dar vueltas pensando en lo que acababa de pasar, en lo que acababa de hacer.

Había tenido la oportunidad de huir, de escapar, de aceptar la ayuda que le ofrecía el director, el mismo director que ahora yacía a los pies de la torre de astronomía, sin vida.

Podía haber aceptado y tal vez ahora no se encontraría en ese callejón sin salida, no podía volver a Hogwarts, probablemente le lanzarían una maldición según apareciera, no podía huir, por muy rápido que corriera, Greyback le perseguiría y le destrozaría al darle alcance. No tenía opciones, por eso ahora caminaba hacia una terrible tortura por no haber sido capaz de matar al viejo.

Se pasó una mano por su cuello rígido y tenso, sus dedos encontraron una cadena y, mientras seguía caminando, extrajo el colgante de su camisa. Era un regalo de su madre, un botecito con un líquido azul celeste que brillaba, recordó las palabras de su madre cuando se lo regaló justo antes de salir para coger el expreso del colegio: "Para cuando necesites escapar y quieras una nueva oportunidad".

-"Para cuando necesites escapar..."-murmuró mientras miraba el frasquito.

-Vamos Draco, no te rezagues- dijo su tía girando un poco la cabeza.

Levantó la cabeza decidido y miró a los adultos que caminaban a paso rápido por la maleza, en breve estarían fuera de los terrenos del colegio y se desaparecerían, no le quedaban más opciones. Se dio la vuelta y echó a correr en dirección contraria, notó como su padrino se daba la vuelta y gritaba a los otros mientras echaba a correr detrás suyo.

Según corría destapó el botecito y se tragó el contenido mientras rezaba para que funcionase, sabía dulce y estaba frío, siguió corriendo. Delante de ellos oía a los aurores que registraban el bosque en su busca, su padrino dejó de correr y comenzó a darse la vuelta. El frío de la poción comenzó a extenderse por su estómago llegando a sus miembros y paralizándolos, aterrorizado tropezó con las raíces de un gran árbol y se golpeó la cabeza contra el suelo. Todo se volvió negro mientras él perdía la conciencia entre escalofríos.


Todo se difuminaba a su alrededor, la gente lloraba y les rodeaba mientras él se arrodillaba junto a su profesor y cerraba sus ojos para siempre, sólo un pensamiento recorría su mente.

-Está muerto...-su mente repetía estas palabras mientras miraba por última vez la cara del hombre que le había protegido durante toda su vida.

Se puso en pie resuelto, decidido a no defraudarle, a no permitir que su muerte haya sido en vano. Saliendo del circulo de gente y con sus amigos siguiéndole asombrados, dijo seguro:

-Tonks!, Remus!-. Los aludidos giraron la cabeza y acudieron a la llamada.

-Vosotros dos buscar por dentro del castillo por si quedase alguno de ellos-dijo con voz segura mientras los señalaba.

-Neville, tu y Luna buscar por ese lado del bosque-ordenó mientras señalaba una zona del bosque prohibido.

-Ron y Hermione, registrar ese lado de allí-su tono no admitía réplica y pronto todos se fueron a hacer lo que les habían ordenado. Solo Remus se rezagó un momento de su cometido, entendiendo la responsabilidad que su cachorro acababa de aceptar.

Le abrazó y mirándole a los ojos le dijo:

-Solo tú sabes si debes cargar con esta responsabilidad, pequeño-Harry sonrió de medio lado-pero sabes que tienes todo mi apoyo-.

Y dicho esto se dio la vuelta hacia el castillo y se perdió tras las enormes puertas de madera.

Con una última mirada hacia el grupo de gente que rodeaba a la profesora McGonagall que intentaba poner un poco de orden entre ellos, se internó en el bosque para cerciorarse de que los mortífagos habían huido.

Tras unos cuantos pasos lo alertó un ruido tras un enorme árbol, corrió en esa dirección saltando las enormes raíces que asomaban de la tierra y solo acertó a ver como se movían unos helechos varios metros delante de él. "Habrá sido algún animal del bosque" pensó cansado mientras se daba la vuelta. Lo que vio cuando se giró hacia el árbol con el que casi se tropieza le paralizó el corazón y le hizo correr hacia allí.


Ron y Hermione le estaban esperando cuando salió del bosque, al ver lo que llevaba en los brazos corrieron a su lado pálidos.

-Harry! Donde lo has encontrado?- preguntó la castaña asombrada.

-Estaba hecho un ovillo entre las raíces de un enorme árbol, no sé si está vivo, está helado y no le he encontrado el pulso- dijo el moreno con tono preocupado.

Con un sencillo hechizo la chica comprobó que estaba vivo pero demasiado débil y con un serio problema de hipotermia.

-Hay que llevárselo a Madame Pomfrey-dijo resuelta.

El moreno echó a andar hacia el castillo mientras miraba preocupado al chico que llevaba en los brazos.

-De donde has salido tu?-dijo en voz baja y con tono preocupado.


Al recuperar la conciencia se quedó quieto con los ojos cerrados intentando averiguar donde estaba, le dolía la cabeza y se notaba extraño pero no estaba en ninguna mazmorra ni nada parecido, al contrario, estaba en un sitio agradable, cálido y seco, a su alrededor no oía nada salvo respiraciones y algún que otro movimiento de sábanas.

"Tal vez a sido solo un sueño y estoy en mi sala común" pensó. Pero se quitó rápido esa idea cuando notó arder su antebrazo izquierdo y el penetrante dolor en la sien derecha donde se había golpeado al caer.

Permaneció un poco más quieto, respiró hondo y el olor de la enfermería le hizo abrir los ojos. Todo estaba oscuro y casi todas las camas estaban ocupadas, cuando miró a su alrededor reparó en una cama que estaba rodeada con cortinas al fondo de la habitación, al reconocer la silueta del ocupante se le encogió el corazón y apartó la cabeza con un nudo en la garganta, el director no le caía del todo bien pero no podía negar la seguridad que le había dado todos estos años en el colegio.

Respiró hondo y se recostó en su cama mirando al techo y pensando en porque le habían llevado allí, "tal vez me quieren interrogar o algo así...pero porque no me han encerrado en una mazmorra?"

Se rascó confundido la nariz y se quedó paralizado, "esta no es mi nariz" asustado se miró la mano y descubrió que su mano fina y alargada se había convertido en una mano mucho más pequeña y morena.

Se palpó la cara asustado, "esta no es mi cara!", se levantó rápidamente, con el consiguiente mareo, y buscó un espejo donde mirarse.

Cuando se colocó enfrente de uno, un muchacho de unos diez años, algo pequeño, moreno, con el pelo castaño claro y la cara redondeada le devolvía la mirada. Lo único que permanecía igual eran sus ojos que seguían siendo del color de la plata, el resto había cambiado, se levantó la manga izquierda del pijama y descubrió que la marca había desaparecido aun que le seguía ardiendo como señal de que no se había ido del todo.

Mirando al espejo se volvió a tocar su nueva cara mientras una media sonrisa aparecía en su cara:

-Bueno, no soy tan guapo como antes, pero tampoco esta tan mal...-dijo en voz baja solo para descubrir el nuevo tono de su voz.

Mientras decía esto cayó en la imagen del botecito vacío que aún colgaba de su cuello, las palabras de su madre volvieron a resonar en su mente "Para cuando necesites escapar y quieras una nueva oportunidad".

-...una nueva oportunidad...-susurró mientras sus ojos se nublaban por las lágrimas, al caer en la cuenta de lo que su madre le había regalado esa mañana antes de separarse, probablemente, para siempre.

Mientras apretaba fuertemente el botecito en su mano y las lagrimas silenciosamente comenzaban a caer por sus mejillas con voz segura dijo:

-Te prometo, madre, que aprovecharé la oportunidad que me has dado...-

Le interrumpió el sonido de voces fuera, alguien se acercaba a la enfermería, rápidamente se secó las lagrimas que aún quedaban en su rostro y corrió a su cama, se metió en ella y según se arropaba, la puerta de la enfermería se abrió.

Como estaba de espaldas no supo quien entró exactamente, pero si distinguió la voz de McGonagall y la de su antiguo profesor de defensa, Remus Lupin, discutían entre ellos cuando, la ya conocida, voz de su Némesis les impuso silencio.

Vio a la enfermera pasar delante de él hacia el grupo de gente que acababa de entrar:

-Profesora, con el debido respeto, debería sentarse y tomarse una poción relajante-dijo con seguridad.

La profesora caminó hacia el sillón que la enfermera le señaló mientras tomaba la poción que se le ofrecía.

-Remus, Tonks tomar estas pociones y recuperar algo de fuerzas-siguió ordenando.

-Señor Potter!-exclamó- déjeme ver esas heridas por favor-en el tono de su voz se podía notar la preocupación por el alumno que más noches había pasado entre esas paredes.

-Luego Poppy, antes tengo que hacer algo-Draco se sorprendió del tono seguro con el que Potter respondió a la enfermera.-Como está el chico?-

-Bien, parece que comienza a tener mejor color y la temperatura de su cuerpo comienza a ser normal, aunque aún no se ha despertado.-dijo en un tono mas relajado.

-No entiendo como pudo aparecer de la nada-murmuró la profesora mientras tomaba otro sorbo de la poción.

-Yo tampoco lo sé profesora, pero cuando despierte tendremos la oportunidad de preguntarle-respondió el moreno. Draco estaba asombrado de la firmeza que desprendían sus palabras.

-De todas formas no me parece correcto el haberlo traído aquí, y si es una trampa?-continuó diciendo la profesora ahora en un tono mas bajo y menos convencido.

-Minerva, míralo, es un niño, que mal podría hacernos, crees enserio que deberíamos haberlo dejado en el bosque?-respondió esta vez Remus con un tono exasperado en su voz.

Draco tragó saliva ante la perspectiva del bosque y un escalofrío le recorrió la espalda. El escalofrío no pasó inadvertido ante los ojos de la enfermera ni ante los de Harry, que se acercaron a su cama a comprobar su estado.

-Sigue estando demasiado frío-dijo el moreno en un tono muy bajo y grave mientras le tocaba la frente.

-Si, probablemente tarde en alcanzar su temperatura un tiempo, pero al menos ya no esta en peligro-respondió la enfermera en el mismo tono bajo del moreno.

Draco mantuvo los ojos cerrados mientras se hacía el dormido, la mano que el moreno mantenía en su frente era cálida y confortable.

La conversación entre los dos profesores se había detenido y ambos miraban a la enfermera atentos. Harry también se separó de la cama y miró a la mujer esperando que les contase lo que sabía sobre el chico.

Con un suspiro la mujer se alejó de su paciente y caminó hacia el grupo para no molestar al pequeño con las voces.

-Todavía no sé la razón de la hipotermia. Al igual que a ustedes me parece extraño las circunstancias en las que ha aparecido, en medio del bosque, con unas ropas que le quedaban enormes y en ese lamentable estado físico, eso sin contar el hecho de que parece que esta bastante mal alimentado y que llevaba varios días sin descanso alguno-explico la enfermera con tono crítico.

Draco hizo un mohín, la verdad es que desde hacia algunos días se había sentido mal y no había comido casi nada y prácticamente desde hacia una mes que no dormía. Volvió a prestar atención a la enfermera que continuaba con su diagnostico.

-He intentado acceder a sus recuerdos mas recientes...-el aire se congeló en los pulmones del ahora castaño.

-...pero parece que el crío a sufrido tal shock que ha bloqueado su mente totalmente y me ha resultado imposible obtener nada.-la sangre volvió a circular por sus venas y liberó el aire que había estado conteniendo.

-Es decir, nada nos indica que el chico sea malvado y tengamos que encerrarlo-dijo Harry con un tono ligeramente divertido.

McGonagall solo resopló.

Después de algún que otro comentario acerca de los otros pacientes que se encontraban allí, en especial un de los Wesley que había sido atacado por Greyback y, aunque no le había mordido, le había dejado en un estado bastante lamentable, la enfermera les ordenó abandonar la enfermería para que descansaran en sus respectivas habitaciones.

-Descansad y reponeos-dijo el moreno-mañana nos espera un día duro-continuo en un tono mas bajo.

-Buenas noches a todos-se despidió la enfermera mientras se acercaba con una poción a la cama de Draco.

-Que descanses, Harry-dijo Remus antes de marcharse.

El moreno se acercó a la cama del niño miró a la enfermera que le tomaba la temperatura de nuevo. Draco abrió un poco los ojos para ver la expresión de Potter mientras le pedía a Madame Pomfrey que le permitiera dormir allí, tubo que contener una sonrisa cuando la enfermera le dijo que si.

-Siéntese ahí mientras le curo esas heridas Potter- dijo firme.

Harry hizo lo que le pedían mientras la mujer comenzaba a ponerle puntos en una herida de su pómulo. Poco a poco, Draco se fue quedando dormido arrullado por la conversación de la enfermera y Potter, y por una noche en mucho tiempo, supo que no tendría pesadillas.


Cuando la enfermera terminó de limpiar y curar sus heridas pasó por unas cuantas camas a comprobar que todo estuviera bien y se marchó a su despacho con un rápido "buenas noches".

Cuando por fin estuvo solo, miró alrededor hasta que encontró la cama que buscaba, se levantó y se dirigió hacia su difunto director. A unos pocos metros se detuvo.

-Tu creías en mí...solo espero no defraudarte-dijo en apenas un susurro hacia las cortinas.

-...ahora me toca a mi decidir...- una lágrima cayó por su rostro.

Se giró hacia la cama en la que el niño dormía placidamente, se sentó en la silla que había a su lado y acariciando su cabeza sonrió.


Abrió los ojos con miedo de que todo lo de anoche fuera una sueño, miró a su alrededor aliviado, reconociendo la enfermería que ahora estaba iluminada por el sol de la mañana.

Se miró la mano para comprobar que todavía seguía teniendo la apariencia de la noche anterior, giró la cabeza y se asombró al descubrir al Niño-Que-Vivió, dormido a su lado sentado en una silla y con la cabeza y los brazos apoyados en la cama. "Definitivamente tengo una nueva oportunidad" pensó positivo.

Se dedicó a observar más detenidamente al moreno, parecía más mayor, sus facciones ya no eran para nada las de un niño, y tenía unas ojeras propias de alguien que aguanta demasiado peso y responsabilidad sobre sus hombros, aunque seguía manteniendo el mismo pelo revuelto de siempre.

Cuando finalizaba su análisis, la enfermera salió de su despacho y le vio.

-Por fin despiertas!-dijo Pomfrey con una sonrisa.

Potter se despertó con un vote y miró al chico ahora incorporado.

-Vaya! Nos comenzabas a preocupar...-dijo con un tono cálido que sorprendió a Draco, ya que era la primera vez que oía ese tono hacia él.

-Mi nombre es Harry, tú como te llamas?-siguió el moreno mientras lo miraba fijamente.

-......emmm.....- "mierda no había pensado en eso!!" se reprendió Draco.

-No te acuerdas?- dijo la enfermera preocupada.

-Si...es.....- "piensa rápido idiota!"-...Alex!-dijo soltando el aire.

-Ok, encantado Alex-dijo el moreno con una sonrisa tranquilizadora – te acuerdas de algo de lo que te pasó?-

-...no...no se que hago aquí...- "Con lo espesito que estoy como para inventarme una historia entera!" se dijo irónico.

-Vale, no pasa nada, sabes al menos donde estas?- siguió el moreno sin perder la sonrisa, aun que Draco podía ver por el rabillo del ojo como la enfermera se desesperaba ligeramente.

-Esto es Hogwarts no?-dijo sin pensarlo demasiado.

-Como lo has sabido?- dijo de pronto la enfermera asustando al pequeño.

-No lo sé, creo que lo he visto antes- dijo el castaño en un tono bajo. "Definitivamente estoy muy espeso" se dijo.

-Tranquilo, no pasa nada, quieres comer algo? O prefieres dormir un poco más?-ofreció Harry lanzándole una mirada de advertencia a la enfermera y volviendo a mirarle sonriente.

En ese momento las tripas de Draco respondieron por él rugiendo sonoramente, al oírlo Potter se rió y revolviéndole el pelo le dijo – Creo que tu estomago a respondido por ti-

Se puso en pie y mirando a Pomfrey dijo

-podría comer fuera? Ya tiene mejor color y temperatura- y antes de que la enfermera respondiera añadió – y además algo de sol y de aire fresco no le vendrá nada mal-

Ante esto la enfermera afirmó con la cabeza y entró en su despacho para coger algo de ropa para el niño.

-Recuerdas si tienes algo de familia o alguien que te cuidara?-preguntó el joven cuando Poppy salía del cuarto con las prendas.

El recuerdo de su madre le hizo apretar las mandíbulas y buscar el colgante que aun pendía de su cuello, movimiento que no pasó desapercibido al moreno.

-No me acuerdo, pero creo que no...-dijo con un nudo en la garganta.

-Esta bien en ese caso te quedarás a mi cargo hasta que vengan a buscarte, de acuerdo?-dijo Harry mientras le ayudaba a ponerse una camiseta y a bajar de la cama.

Sin pensar en lo que hacía, el castaño se lanzó hacia el que hasta ahora había sido su enemigo y le abrazó, asombrándose de lo que estaba haciendo y asombrándose aún más cuando Potter lo alzó y le devolvió el abrazo.

-No estas solo...-le susurró el moreno, sin pensar.

Esas palabras llenaron la mente de Draco, que sonrió mientras abrazaba el cuello de Harry.


Wenas!!

Espero que les haya gustado, dentro de muy poco colgaré el segundo capítulo y espero terminar el tercero en unos dias...si quieren más...dejen Reviews!!!!