He vuelto y he editado todo el fic, pues tenía unos errores espantosos. Espero que sea de vuestro agrado y pronto seguiré con él.

Respecto a los otros fics, también los editaré y borraré aquellos songfics que hice pues resulta que están prohibidos en esta página. Eso es todo, disfrutad.

Disclaimer: Los personajes de One Piece no me pertenecen, son del gran Eiichiro Oda.

Capítulo 1: en la playa...

En una soleada mañana de verano, los tripulantes del Going Merry se hallaban ocupados en sus tareas habituales, bueno de hecho no todos, pues Nami estaba en cubierta tomando el sol con un bikini muy provocativo, que atraía las miradas de todos los chicos de abordo.

A su lado estaba Robin leyendo, también llevaba puesto un bikini bastante provocativo aunque no tanto como el de Nami, pero claramente el hecho de que las dos chicas se encontraran vestidas así, hacía que más de uno se "entusiasmara", por decirlo de alguna manera, al verlas.

Luffy estaba como siempre en la cocina dando la tabarra a Sanji para que le diera de comer, porque si no moriría sin haber podido cumplir su sueño, pero viendo que el cocinero no le hacía el menor caso, intentó coger un trozo de carne que le costó un buen moratón en el brazo derecho.

Sanji intentaba echar de la cocina al pozo sin fondo que tenía por capitán, porque quería ir a ver a sus adoradas chicas en bikini mientras tomaban el sol y ofrecerles un refrigerio, porque según él, las chicas no podían pasar el más mínimo calor.

Chopper estaba dentro con sus medicinas, pero tuvo que salir unas cuantas veces a la cocina para pedirle a Luffy que se quedara un ratito callado porque estaba trabajando en un nuevo medicamento muy importante y necesitaba silencio.

Zoro se encontraba en cubierta tumbado en medio, como siempre, durmiendo tranquilamente a pierna suelta, y ni tan siquiera se despertó con los gritos del capitán por la comida, estaba tan tranquilo que por mucho jaleo que hubiera habido, no se habría despertado.

Usopp estaba muy ocupado con sus cachivaches en una caja que sacó fuera porque decía que tenía que aprovechar la luz del día para hacer nuevas armas y demás, pero al salir a cubierta, y sin ver donde ponía los pies (pues la caja era tan grande que tapaba su campo de visión) pisó algo blandito que gruñó, y Usopp cayó al suelo con un estruendo increíble que hizo que toda la tripulación fuera a ver que pasaba.

Zoro que estaba debajo de Usopp empezó a gruñir, pues el narizón le había pisado, despertado y caído encima.

Al llegar al lugar guiado por el ruido, Sanji no pudo evitar reírse, pues la verdad es que Usopp y Zoro estaban en una cómica situación— ¿Pero que hacéis? — Sanji logró decir eso entre las carcajadas.

— ¿qué es lo que…?— intentó decir Luffy pero un ataque aún más sonoro de carcajadas se apoderó de él, tanto que cayó al suelo víctima de aquel ataque de risa, parecía que, de un momento a otro, se le fuera a acabar el aire y se fuera a ahogar.

— ¿Qué pasa aquí?— preguntó Nami llegando al lugar de los hechos, en seguida algunos se callaron y miraron a la chica, que se había puesto una camisa roja encima del bikini ya que sospechaba que si no se ponía nada algunos acabarían con un chorretón de sangre en la nariz.

— Hey, Nami!— dijo el capitán levantándose y secándose las lágrimas — ¿porqué te has puesto mi camisa?— preguntó él.

—Pues porque era la que tenía más cerca…

— ¡Pero si la he dejado colgada de la puerta porque tenía calor! Pero pensaba volver a cogerla…

—Pues te aguantas, no haberla dejado ahí. —dijo ella mirando a su capitán que estaba muy mono sin su camisa.

— ¡Hey! ¡Mirad!—Chopper señaló hacia el horizonte, donde se veía una playa.

— ¡Qué bien una isla!— dijo Nami contenta— me podré comprar ropa— susurró para que nadie la oyera, pero Luffy si que la oyó.

— Nami, ¿no tienes suficiente ropa?- preguntó inocentemente. Ella lo miró como diciendo: si dices algo más te mato, cosa que no pasó desapercibida para la mayoría de los tripulantes.

— ¡Eh, Nami! ¿Qué quiere decir eso? ¿No te irás a comprar aún mas ropa, no?- preguntó Zoro.

— No, no ¡qué va…!- dijo ella disimulando.

— Sí, claro— contestó el espadachín nada convencido. — lo que tú digas.

— ¡Eh! ¿Como te atreves a hablarle así? ¡Cabeza de alga!— preguntó Sanji un poquito enfadado por como trataba Zoro a su preciosa pelirroja.

—Cierra el pico, anda, que no me apetece discutir con cejas torcidas como tú. — dijo Zoro tumbándose de nuevo.

—¡¿Qué has dich…!— intentó decir Sanji pero se vio interrumpido por un capón de Nami.-¿qué pasa pelirroja mía?— dijo, como siempre, con corazones en los ojos.

—Ya llegamos a la isla— dijo con tono firme— ¿a que esperáis? ¡Moveos! —exclamó viendo que no se movían.

Al cabo de veinte minutos ya habían llegado a aquella isla, y se dirigían a buscar un hotel donde pasar la noche. Pero viendo que al parecer no había ninguno de buena categoría y que el cielo estaba tan bonito, decidieron acampar en la playa.

Después de comer bajaron a la preciosa playa. Nami y Robin se tumbaron en las toallas a tomar el sol mientras conversaban animadamente.

Mientras tanto, los chicos, que también habían querido ir a la playa, decidían qué hacer, si jugar o meterse en el agua. Usopp llevaba un bañador de pantalón de color azul oscuro, Chopper se había puesto un divertido bañador, también de pantalón, con distintos dibujos y Luffy llevaba puesto un bañador con ositos de distintos colores pintados con el fondo rojo( también era de pantalón) la verdad se veía muy mono con ese bañador puesto. Al final decidieron jugar a pelota (que habían comprado al llegar a aquella isla por la mañana junto con otros objetos playeros que creían necesarios) en la orilla del mar y acordaron que el que la tirara demasiado lejos debía ir a coger la pelota allí donde había caído porque sino le tocaba siempre a Usopp y ya se había cansado.

Usopp tuvo que ir al baño y mientras Chopper y Luffy jugaban, éste último tiró la pelota con tanto ímpetu que salió disparada directa al agua y el chico no se lo pensó dos veces y sin hacer caso de los gritos del renito se metió en el agua, cuando se acordó de que no podía nadar ya era muy tarde: estaba hundiéndose.

Chopper se acercó corriendo a las chicas.

— ¡Nami!— gritaba el pobre mientras se dirigía hacia ellas.

— ¿Qué pasa Chopper?— preguntó la chica tranquilamente.

— ¡Es Luffy! ¡Se ha metido en el agua!—dijo él intentando respirar un poco.

— ¡Qué! ¡Pero será idiota!— se puso en pie y mientras Chopper le decía por dónde se había metido, la chica salió corriendo hacía allí. Se sumergió en el agua y vio a su capitán allí tirado, inconsciente, lo cogió, lo sacó a la superficie, y con mucho esfuerzo lo arrastró hasta la playa, ya en la orilla se dieron cuenta de que no respiraba.

— ¡No respira!—decía Chopper— ¡venga Nami hazle el boca a boca!

— ¿Qué? ¡Ni hablar!

— ¡Qué se ahoga! — decía el renito corriendo en círculos. Nami se resignó, cogió aire y puso sus labios sobre los de su capitán dándole todo el oxígeno que instantes antes había en sus pulmones. Después de cinco minutos repitiendo ésta operación, Luffy se incorporó echando el agua que había entrado en sus pulmones. En ese mismo instante llegaban Sanji y Zoro discutiendo, cuando llegaron vieron que estaban todos alrededor de su capitán y se acercaron olvidando su discusión.

— ¡Eh! ¿Qué pasa?— preguntó Zoro desconcertado, entonces llegó Usopp corriendo pues había oído la pregunta y él también lo quería saber.

— ¿que qué pasa?— preguntó Nami—pasa que éste idiota ( señalando a Luffy) se ha metido en el agua y por poco se ahoga, pasa que he tenido que meterme YO porque no estabais ninguno de los tres aquí para sacarlo y …— se vio interrumpida por Chopper que continuó.

—Y Nami le ha tenido que hacer el boca a boca para que no se ahogara.

— ¿Qué Nami ha tenido que besar a éste?— Sanji parecía muy enfadado— ¡pero serás idiota! ¡Cómo se te ocurre hacer eso!—mientras, Zoro se estaba partiendo al ver la escena que tenía ante los ojos: Sanji gritándole a Luffy toda clase de cosas, sólo porque Nami le había besado, Chopper y Usopp se habían puesto a jugar de nuevo dejando a aquellos con lo suyo, y Nami toda roja porque al final todos se habían enterado de que había besado a Luffy aunque, visto de otro modo se había visto obligada a hacerlo.

Después de un rato, decidieron sacar las cosas que habían comprado para los "críos" como les decía Robin. Así que en cinco minutos lo tenían todo listo: Nami se había encargado de Chopper y Luffy (ponerles algo para que se pudieran meter al agua), al renito le había puesto unos manguitos infantiles con perritos dibujados, y un flotador con el mismo adorno, mientras que a Luffy le había puesto unos manguitos con ositos (lo había pedido él) y el flotador igual, a conjunto con su bañador. Zoro, Sanji y Usopp se encargaban de hinchar las colchonetas, que no eran pocas (pues habían comprado desde las normales pasando por unas ruedas gigantes y comprando también balones de fútbol que eran más grandes que el pobre renito.)

Cuando todo estuvo listo, todos a excepción de las chicas se tiraron de cabeza (literalmente) al mar, donde estuvieron todo el rato zambulléndose los unos a los otros, subiendo a las colchonetas y tirándose por el tobogán (habían comprado una colcho-tobogán) así estuvieron hasta que Luffy salió del agua y se acercó a las chicas.

— Nami...— dijo bajito.

—¿Qué pasa Luffy?— preguntó ella olvidando su anterior enfado.

— Es que me duele aquí…— dijo señalándose los hombros.

— Anda acércate— le dijo con tono cariñoso, Luffy se agachó para que Nami pudiera ver bien que tenía. — uf….

— ¿Qué pasa? ¿Es muy grave?— preguntó infantilmente.

— Luffy te has quemado, ¡pero que bien quemado! Dime si te duele— Nami rozó un poquito la piel de su capitán.

— Sí que duele —dijo.

— Bien, por suerte tenemos crema… ¿Robin puedes pasármela?

— Aquí tienes navegante— Robin se la pasó—creo que sería buena idea ponerles a todos…

— Sí, es cierto. — Asintió Nami— ¡chicos! ¡Venid un momento!- inmediatamente, Sanji se acercó a ellas seguido del resto de chicos.

— ¿Qué pasa? —preguntaron al unísono.

—Pues que aquí Luffy se ha chamuscado, y por tanto todos os tenéis que poner la crema porqu…

— Creo que ya es tarde navegante— dijo Robin— se han quemado mira. — Nami se fijó en que todos tenían la cara bien roja (como tomates) y también los hombros.

— Muy bien chicos nos vamos al barco— dijo Nami tranquilamente.

— ¿Porqué?- dijeron todos sin ánimo.

— ¿Alguien se niega?— preguntó la navegante con un tono de voz demasiado dulce.

—No.

— Me alegro. — empezaron a recogerlo todo y fueron al barco. Uno a uno se ducharon y después Nami y Robin empezaron a darles la crema hidratante.

— ¡Au...!— se quejaba Luffy, — ¡me haces daño!

— ¡No te quejes!— le decía Nami— ¡tú solito te lo has buscado!

— Pero...

—No, ¡no te quejes!

—Vale...— dijo el pobrecito. Después de darles la crema a esos inconscientes se fueron todos a dormir, pues estaban agotados y puesto que los chicos habían insistido mucho para dormir al aire libre, Nami cedió y ahora se encontraba viendo las preciosas estrellas y la dulce luna.