—¡Vas a ir y punto!
—¡Pero mamá, no quiero ir!
—Eh, ¿qué está pasando aquí, Guang?
—Tu hijo. Eso es lo que pasa, Victor.
—Papá, mamá quiere que vaya a ver a la abuela.
—No la ha ido a ver en un mes.
—Yun, has caso a tu madre y ve con la abuela Ji.
—Pero, papá.
—Ve.
—Bien… Hola, abuela.
—… ¡Yun! ¡Hace tiempo que no vienes! ¿Cómo has estado, pequeño?
—Muy bien, abuela.
—¿Y tus hermanos? La pequeña Xiao viene seguido, pero a Tuang casi no lo veo.
—Tuang es el favorito de papá, por eso le dejan faltar tanto.
—Pareces molesto. ¿Cómo está tu madre? ¿Tu padre la trata bien?
—Sí, ellos son muy felices juntos. Mamá no le ha dicho a papá, pero su vientre está creciendo.
—¡Eso es maravilloso! A tu abuelo le hubiera gustado saberlo si tan solo estuviera con nosotros.
—No le conocí. Al abuelo Ji, digo. Abuela, creo que es tiempo de que me vaya.
—Está bien, Yun. Por favor ven a verme pronto. Me gusta hablar contigo.
—Lo prometo, abuela. Vendré después, ¿sí?... Ya regresé, mamá.
—¿Ya? Fuiste rápido.
—Sí.
—Encendiste el incienso y la vela para la abuela, ¿verdad?
—Sí, lo hice.
