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Asco.

X…x…..X

Pairing: NaruSaku SasuSaku

Characteristics: Angst Drama Rating M AU Two-shot

Status: In progress

Advertencia: Naruto no me pertenece, si no te gustan las características de este fic por favor no continúes leyendo.

Agradecimiento: a los lectores, espero que sea de su agrado, cualquier crítica, sugerencia, ayuda, dejarla en un review o en un privado.

Otros: ¿Cuánto?, ¿un año sin poner nada en la FF?...bueno, más vale tarde que nunca, supongo.

¿Han tenido ese tipo de sueños, donde sus deseos son un tanto más qué explícitos?...

Le he sacado cada uno de sus dientes…

X…x…..X

Recuerdos

-Diálogos-

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Me había citado a las ocho de la noche en un restaurante, él sabía que me encantaba ese lugar…me conocía a la perfección.

A las siete de la noche de ese mismo día, me había dado un atracón con todo lo que había encontrado en mi nevera. Galletas, una hamburguesa, un trozo viejo de pizza, arepitas del desayuno, todo digno de una crisis de ingestión descontrolada de una bulímica, pero a diferencia de ella, yo deseaba tener toda aquella comida en mi estomago, deseaba tenerla ahí, guardarla justo para el momento indicado.

Naruto llego puntual, como pocas veces en su vida, ni siquiera el día de nuestra boda llego a tiempo…pero hoy estaba ahí, a las ocho en punto y probablemente había llegado mucho antes de lo pactado.

-Pensé que no vendrías- dijo abrazándome fuertemente para luego darme un beso en cada mejilla.

Yo sonreí y correspondí a su abrazo –Naruto, ni siquiera he llegado tarde, ¿por qué pensabas eso?-

Él no dijo nada al respecto, pero yo intuía una posible respuesta, "Tu sabes porque".

De manera cordial, Naruto recibió mi abrigo y me invito a sentarme mientras acariciaba mi mano izquierda al tiempo que nos dejaron la carta pero el rubio exclamo de inmediato -¿Puedo hacer el pedido por ti Sakura-chan?- yo asentí con una sonrisa y él se encargo de la comida, acertó cada cosa que yo deseaba y por supuesto pidió el infaltable ramen que tanto adoraba.

Mientras llegaba el mesero, la cosa fue bastante silenciosa hasta que hable, tenía un plan en mente y lo iba a llevar a cabo tal como lo había pensado.

-Me gusta tanto este lugar Naruto, gracias por invitarme- dije con una sonrisa sincera a la que él respondió con una igual. –se que adoras este lugar, ya que es…-

-el sitio donde me pediste matrimonio- complete su frase sin mirarlo, en ese incomodo momento llego el mesero con las bebidas. Lo que siguió enseguida me dejo descolocada, Naruto acariciaba mi dedo anular izquierdo, justo donde se supone que la vena da directo al corazón. –Me alegra que aun lo lleves puesto- susurro. Él se refería a nuestro anillo de matrimonio, lo que no sabía él es que apenas me lo había puesto antes de entrar al restaurante… ¿Cómo iba a usarlo después de lo que me hizo?

-mira, ya viene la comida- le informe alegremente mientras señalaba los deliciosos platos que nos servirían, pero en realidad era para poder quitar mi mano de la suya y no sentir más esas caricias que solo mentían.

Exquisita. Me gustaba la comida, el lugar, el ambiente… ¿la compañía?...Lo único es que demore más de lo esperado tratando de comer cada pequeña cosita en el plato.

-¿Cómo te va el trabajo Naruto?- le pregunte con bastante curiosidad…deseaba saber su respuesta.

-no tengo trabajo Sakura-chan…me han echado hace unos seis meses atrás y no he podido conseguir nada bueno desde entonces-

-¿si no tienes trabajo, como es que me has invitado a comer en un lugar tan costoso?- le regañe. Pero yo estaba fingiendo, sabía que no tenía trabajo desde que lo habían echado, lo sabía y conocía cada uno de los motivos por los cuales nadie le quiere contratar.

-porque tu solo mereces lo mejor- aseguro él. –yo quería contarte sobre lo que ha pasado, Sakura-chan-

-no tienes que contarme nada, por lo menos ahora, la cena esta genial, no la eches a perder-.

La velada fue bastante cómoda, él hablaba poco temiendo decir cosas que me enfadaran o me hicieran reclamarle por algo. La comida estuvo deliciosa y aunque no pude disfrutarla por mi falta de apetito, no deje ni una miga en la lujosa vajilla.

Una vez pagada la cuenta salimos del lugar, ya eran media hora pasada de las nueve y yo no había llevado mi auto…por supuesto lo había hecho a propósito. –Pediré un taxi Naruto-

-¿y tú auto?-

-está fallando-

-Oh…si quieres, puedo llevarte a casa- ofreció amablemente el rubio.

Yo lo pensé por un momento y tras preguntarle si no le traería problemas acepte el favor que me ofrecía.

Una vez en el auto, que no era el auto que yo recordaba tenia él, el que era el favorito de ambos, el ambiente se torno demasiado tenso. -¡¿Qué ha pasado con el coche rojo que compramos Naruto?- pregunte con algo de rabia en mis palabras.

Él apretó el volante del modesto auto que ahora poseía y con una mueca dolida respondió que una serie de deudas lo agobiaban.

¡Amaba ese auto, su color, sus sillones. Naruto y yo habíamos hecho el amor en cada rincón de ese auto!... ¡yo había elegido ese auto, le había aconsejado comprarlo, pague la mitad de el!

-¿tan grandes eran tus deudas para que tuvieras que vender "ese" auto?- dije con rabia y tristeza. Cuando vivíamos juntos, habíamos alcanzado a tener cuatro coches lujosos, pero en el proceso de divorcio pactamos que él se quedaría con ellos y yo con la casa y todo lo que estuviera dentro de ella.

Naruto suspiro y tratando de sonreír me explico que ese espanto de cuatro ruedas que tenia ahí, ni siquiera era suyo, aun estaba pagándolo. Yo deseaba gritarle, preguntar qué había pasado, pero ninguna de esas frases que pretendían insultarlo, salieron de mi boca. –Todo estará bien- fue lo único que le dije.

-gracias por intentar comprender Sakura-chan-

-¿quieres pasar a casa Naruto?- le pregunte antes de bajarme del auto horrible que ahora mi ex-esposo tenía.

-no sé si sea una buena idea, hace tanto que no entro allí…- argumento. Pero yo no estaba dispuesta a que se fuera así no más, entonces le suplique que entrara en casa, a la que alguna vez había sido nuestra casa.

Al entrar luego de dejar el coche en el estacionamiento y de que el portero saludara al señor Uzumaki con un "¡cuánto tiempo sin verlo señor!", nos dirigimos al ascensor y el silencio reinaba, ninguno de los dos sabia que decir o que deseaba escuchar el otro…Naruto solo tomo de mi mano y la estrecho.

El sonido de cada piso que subíamos era como el sonido de cada año que habíamos pasado juntos, 8 años casados y dos años de noviazgo, pero viéndolo ahora, cada año fue igual de fugaz a la subida hasta la casa.

Las llaves en la cerradura fue lo único que pudo romper aquel silencio vago que se había instalado entre nosotros y al entrar Naruto no dejaba de observar cada detalle, cada adorno, cada esquina…-todo sigue igual aquí Sakura-chan…han pasado casi dos años desde que no entraba a esta casa y…todo sigue igual-

-después de todo, no es tanto tiempo- le dije –siéntate por favor, aquí podemos hablar de todo lo que querías contarme-

Él cerró los ojos cuando toco los muebles, como si los extrañara, como si le pareciera un sueño, como si los hubiese echado tanto de menos y ahora no creyera estar allí.

En total habíamos pasado 10 años de compañía, de amor eterno y sincero hasta que llego el momento de la separación. En verdad habían pasado casi dos años desde que nos despedimos en la partición de bienes, ¿Cómo habían pasado esos dos años para ti Naruto?, ¿podías dormir sin mí a tu lado?, ¿repetías las mismas frases que habíamos hablado juntos?, ¿fingías y engañabas de la misma forma en que lo hiciste conmigo?

Y entonces sin que hubiesen pasado más de dos minutos en silencio, uno frente al otro en los cojines, las respuestas llegaron a mi-…te amo Sakura-chan, no debí separarme de ti- explico mirándome fijamente. –Pienso que siempre se hacen cosas que no se deben, ¿no es así?- sonreí acariciándole el cabello, yo también le quería.

Sin nada más que decir por ahora, Naruto se acerco hasta mis labios y deposito un beso, tan dulce como aquellos besos que me hacían querer abrazarle y apretarle entre mis brazos hasta que el día acabara. Él se tenso sin saber qué hacer en el momento en el que me abalancé sobre su cuerpo, quedando juntos, abrazados, como siempre debió ser, pero la expresión que él mantenía en su rostro me hizo pensar que actuaba como si no hubiese tocado a una mujer nunca en su vida…mentira.

Pero, al momento ya estaba sobre mí, sin reparar en si mi piel se derretiría ante un contacto deseado, anhelado en las noches frías y en la semana antes de la regla, quitando cada prenda que llevaba puesta, halando mi cabello con desesperación.

En parte entendía su reacción, no hacíamos el amor desde aquel día en que me contó cada cosa, en que descubrí que todas aquellas señales que había visto pero que había dejado pasar por querer confiar en él, eran más que ciertas, eran reales.

Naruto era bello, sus ojos azules me miraban con algo parecido al remordimiento pero sus manos me querían arrancar jirones de piel a cada contacto.

Naruto, amaba a Naruto.

Mis manos temblaban con cada uno de sus roces y los suspiros de añoranza no se hicieron esperar.

-no deberíamos Sakura-chan…no aun- fingió cordura, dijo mientras yo tocaba su entrepierna y buscaba como deshacerme de sus pantalones. –Yo quiero Naruto- le explique, había algo que le quería demostrar "quiero que te des cuenta de lo que siento por ti", pensé.

Aparte el costoso traje de su cuerpo, porque aunque él hubiera perdido su trabajo, dinero y autos, no perdía aquello que creía le daba la dignidad y vestía tan finamente como en su mejor momento económico. Al hacerlo, su cuerpo dorado se erizo bajo la punta de mis dedos, le observe, hermoso, divino, le toque todo y por un instante pensé que el hecho de la separación de alguna manera, había podido ser culpa mía…

Ese olor tan masculino y atrayente solo hacía que mi corazón latiera con desenfreno, oh Naruto…Naruto, nunca debimos firmar esos papeles de ausencia indeseada.

Él me miraba y con sus suaves manos me empujaba hacia abajo, como queriendo que llegase lo más pronto posible al placer que le había prometido segundos antes. Entonces lo pude ver, su miembro erecto que tanto me gustaba poseer me aclaraba cuanto deseaba estar dentro de mí, mi presencia, mi fricción, mis favores…decidí que era el momento de hacerlo.

Pero… ¿Por qué si me tenía a mí, había tenido que engañarme?, ¿acaso resultaba insuficiente mi cuerpo?...lo mejor que le podía ofrecer mas allá de mis sentimientos, de mi fidelidad, de mi amistad, ¿Cómo mujer no valía nada en aquel entonces?

Bese sus labios, solo con los míos, como con cariño y dulzura, al tiempo fui bajando por su cuello, le hice sentarse sobre el sofá donde estábamos compartiendo un momento improvisado, él obedeció intuyendo lo que seguía…claro, si a él le encantaba y aunque a mí no tanto, yo lo hacía solo por complacerle.

¿Está bien complacer?, ¿y quién me complace a mi?, ¿Naruto creyó que llevándome a restaurantes lujosos, a hoteles, a cine, a bares absurdamente caros, iba a complacerme?

Nuestros dedos se entrelazaron justo en el momento en el que las caricias fueron más insinuantes y rozaron la entrepierna, le mire desde mi posición, sus ojos entrecerrados y su boca con un gemido en la punta de la lengua que esperaba por salir y no dudo en hacerlo justo cuando devoré por completo su hombría.

¡Lo hice!...lo había hecho una vez y ya sentía las nauseas que sabía que vendrían, apreté los ojos y me dije a mi misma "no durara más de dos segundos Sakura", mi boca salió rápido y entró lento. Naruto halaba mi cabello con temblores que le recorrían, y en la última entrada que yo estaba dispuesta a hacer de su pene a mi boca lo deje ir hasta el fondo, "¡más adentro!" me dije mientras él contenía los espasmos de placer…más adentro hasta casi ahogarme…¡todo!

.

El vómito no se hizo esperar.

Vomite sobre su ahora muy pequeño miembro, la excitación se le había pasado en tan solo un momento, claro…él sabía el significado de aquel acto.

Cada cosa que yo había comido y aguantado, solo tenía un propósito, ese encuentro sin esperas, tan pronto e inapropiado solo tenía un fin, Naruto, yo quería que te dieras cuenta de lo que siento por ti.

Yo solo siento asco por ti Naruto.

Me levante tan pronto como mis piernas respondieron y tape mi boca, porque aquel mareo seguía dentro de mí. Corrí hasta el baño del pasillo y me deje caer en el suelo recostada en el inodoro, dejando ir cualquier resto de comida junto con las lagrimas que salían de mis ojos y me preguntaba una y otra vez como es que si había sentido tanto amor, cariño y apego por una persona, ahora podía sentir tanto odio, tanto desprecio de su cuerpo, su presencia, sus palabras, tanto asco, tanta aversión… ¿cómo?

Estaba desnuda, muy desnuda, pero eso no me importaba, ¿Cuántas veces me había visto así él?...seguro se preguntaba que me ocurría, o que me había sentado mal en la comida, pero ninguna de esas palabras salieron de su boca.

El piso era frío bajo mis piernas y el olor repugnante de aquella nausea no se iba del lugar y las arcadas continuaron hasta que de mi cuerpo solo salía algo así como agua, ya no había comida dentro de mí.

Con el dorso de mi mano derecha limpie mi barbilla manchada y algunos restos sólidos quedaron en mi piel…ya no podía sentir más asco, no por ahora.

La chaqueta que había llevado puesta en aquella velada cubría de nuevo mi cuerpo, Naruto la dejaba sobre mis hombros tapando mi desnudez, me sentía tan frágil en aquellos momentos, pero sentía algo muy satisfactorio al mismo tiempo, no sabría explicarlo.

Ese sentimiento se hizo mucho más enorme cuando vi al rubio Uzumaki tomando una gran cantidad de papel higiénico para limpiar su entrepierna.

¡Me sentía tan bien¡ incluso puedo jurar haber sonreído un poco, cuando vi una delgada gota amarillenta de comida resbalando por su muslo…yo había quebrantado sus deseos.

-¿estás bien Sakura-chan?- preguntó él.

Aun sonriendo le respondí que si, si estoy bien. ¿Podría estar mejor? Acabo de hacerte saber lo repugnante que me significas, porque confié en ti y solo hiciste cosas que me hicieron olvidar de creer en alguien más, solo se puede creer de lo que se ve… – ¿podría usar tu baño Sakura-chan?-.

-pero claro, esta es tu casa Naruto-

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Esto es algo que he venido escribiendo a lo largo del último año y que probablemente siga un curso igual, producto de situaciones difíciles y estancadas por aquella supuesta felicidad.

Tal vez le de dos capítulos más, en todo caso si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leer mi berrinche, mi desilusión.

He estado muy desconectada de Fanfiction, así que si este tema ha sido tratado por alguien más, será una simple casualidad.

Si ven esta u otra de mis fanfics publicadas sin mi permiso o sin las aclaraciones correspondientes en otra página por favor avisarme, no al plagio de las historias.

Dejen un review con su opinión, siga la flecha.

Sin review sin historia.

Kisu.

I

V

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